lunes, 2 de abril de 2018

Nociones De Justicia


La idea de justicia es uno de los temas centrales de la filosofía moral, y por extensión de la filosofía política. Cómo hacer lo justo es además algo que cada día cada persona debe decidir en múltiples ocasiones. La mejor manera, por tanto, de entender las implicaciones morales de la idea de justicia pasa por explorar esas decisiones cotidianas y cómo las cuestiones de actualidad reflejan ideas muy profundas. 

A partir de ejemplos que van desde el matrimonio homosexual o la inmigración hasta la eutanasia, la biotecnología o los límites del mercado, Michael Sandel elabora una crítica a las tres principales escuelas de pensamiento: la utilitarista; la que vincula justicia a libertad (diferenciando entre lo que llama partidarios del laissez faire y los más igualitarios); y la que ata la justicia a la virtud y a la buena vida.

La editorial Debate, que es quien publica, en este mes de febrero, la edición en español de Justicia, un libro que resume la serie televisada de doce capítulos que resumían, a su vez, sus clases en Harvard del otoño de 2005, presenta el ensayo de Sandel con un texto del que se extracta este amplio fragmento: “¿Cuáles son nuestros deberes hacia los demás en una sociedad libre? ¿Deben los gobiernos recaudar de los ricos para ayudar a los pobres? ¿Es justo el libre mercado? ¿Puede que a veces decir la verdad no sea bueno? ¿Es posible que en ocasiones el asesinato sea moralmente necesario? ¿Es posible o deseable legislar sobre cuestiones morales? ¿Entran en conflicto los derechos individuales y el bien común?

Justicia, la asignatura que imparte Michael J. Sandel, es una de las más populares e influyentes de la Universidad de Harvard. Más de mil alumnos abarrotan el aula magna para escuchar cómo el profesor Sandel relaciona las grandes cuestiones de la filosofía pública con los temas de actualidad, especialmente aquellos más polémicos. Justicia invita a considerar, al margen de la ideología de cada uno, candentes cuestiones actuales desde perspectivas nuevas e iluminadoras.


Sandel ejemplifica el reto de pensar en profundidad y demuestra cómo una comprensión más firme de la filosofía nos puede ayudar a comprender mejor la política, la moral y nuestras propias convicciones”.

Tiempos De Superación


La mayoría de las personas buscan ayuda cuando es su última opción, después de vivir un tiempo en el límite o tras un hecho traumático, esto hace que sea de mayor trabajo para la persona para poder encontrar un estado de tranquilidad o de bienestar.

No hay duda al pensar que es mejor prevenir cualquier hecho que pueda presentarse, por eso es bueno estar en constante desarrollo personal y crecimiento, hay muchas herramientas hoy en día que te pueden ayudar, sin embargo, el Coaching es una de las mejores por muchos aspectos, uno y el más importante es que impulsa a la persona a realizar acciones, autodescubrimiento y en dar seguridad a la persona
.
Para que una persona pueda tener superación personal hay que contar con los siguientes aspectos para ejercitar la mente:

Estrés: es una respuesta adaptativa a los acontecimientos de la vida, puede ayudar a mejorar el desempeño de determinadas actividades, siempre y cuando sea por un periodo de tiempo determinado, si se tiene por mucho tiempo llega a cansar y causar problemas, tales como trastornos de sueño, alimentación, ansiedad, dolor, enfermedades psicosomáticas, etc. Teniendo una disminución de las funciones cognitivas, emocionales y conductuales en la vida.

Adicciones: no son solo a las sustancias como las drogas, incluyendo el alcohol y tabaco, también se encuentran un sin número de actividades que si no las hacemos nos causan ansiedad, tal como revisar el Smartphone, redes sociales, video juegos, etc.

En algunos momentos todos hemos padecido de insomnio por algún problema de estrés, vemos pasar las horas por ver nuestras redes sociales o jugando, lo que es importante que tengas en cuenta que cualquiera de esta situación que puedes vivir se puede empeorar siendo mejor que se puede prevenir más que padecer.


La Vida Se Desliza Y El Mundo Se Resbala


“Mi intención fue llegar a toda la familia. Siempre con el mismo objetivo: un humor franco, sin doble sentido, de comentario”

En otro reportaje agregó:
“El humor limpio nunca esta caduco… Cuando el humor es sincero y te brota del fondo del alma, porque querés comunicarte con los demás, no tiene edad”.
 
He aquí un ejemplo de su estilo peculiar y de su ingenio creativo:
 
“CADA CUAL CON SU CADA CUALA
LA VIDA SE DESLIZA
Y EL MUNDO SE RESBALA.
EL PATO CON LA PATA
EL RATO CON LA RATA
EL FLAUTO CON LA FLAUTA
EL OJO CON LA HOJA
EL PESO CON LA PESA
UNIDOS DE LA MANO
PARA PODER CANTAR.”
 
Una vez declaró que su deseo para después de muerto era que su epitafio dijera:
“HIZO REÍR AL MUNDO!.
Y sí, hizo reír al mundo, y nos logró divertir a muchos a veces aburridos, que aún lo recordamos con agradecimiento, respeto, y admiración.


Hacer Camino Al Andar


Filosofía
Hacer Camino Al Andar
El sentido existencial, el por qué estamos aquí, es un tema muy abstracto, demasiado complejo y abierto, pero intentaré mostrar mi opinión al respecto lo mejor posible:

Cuando todo en la vida nos va bien, es decir felizmente y sin preocupaciones, no nos invade en nuestro interior el problema del sentido de nuestra existencia, en cambio cuando te das cuenta de que algo te falta en tu vida, cuando todo ya no fluye con normalidad, es cuando nos preguntamos sobre nuestro sentido existencial.

De hecho un persona que tenga una carga o sufrimiento mayor que otras le dará un sentido mucho más profundo a su vida.

Cuando tienes la suficiente madurez como para darte cuenta de que existes, te percatas de que tu existencia no tiene un por qué o para qué, entonces se despierta en ti la necesidad de someterla a tu propio significado o sentido.

Para terminar, nuestro sentido existencial no podría ser nunca nada que sea fácil de adquirir, pues cuando obtengamos ese sentido, significará que nuestra vida ya está realizada, y no hay nada más que nos quede por hacer en esta vida.

Es decir que alcanzando ese sentido existencial que en este caso sería terrenal, es cuando nos damos cuenta de que no tenemos ningún sentido.

Nuestro sentido tiene que ser algo casi inalcanzable, algo que tratemos de alcanzarlo durante toda nuestra vida y que haga que ésta no se convierta en un sinsentido o sin razón, por tanto nos podremos preguntar ¿el sentido de nuestra existencia ya está marcado y nosotros lo descubrimos, o es el que nosotros le damos a nuestras vidas para que no sintamos ese vacío existencial que nos podría llegar a destruir?

 Caminante… No hay camino, se hace camino al andar


Curiosidades



La curiosidad del ser humano, ha hecho posible encontrar el por y para qué de las cosas, ya que tenemos claro que existe una razón para todo; desde lo más simple hasta lo más complejo del Universo. 

Quizá aquellos que aún desconocen el camino de la consciencia (espiritual y mental), todavía carecen del conocimiento sobre el significado y el propósito de la creación pensante y material.

Sin embargo, tener el conocimiento sobre esto es relevante para la existencia misma, porque así uno puede comprender el objetivo por el cual uno pertenece al equilibrio cósmico en el cual residimos.

Sin duda alguna, todos nos hemos preguntado: -¿Cual es el propósito por el que vivo? -, de forma que uno comienza a discernir y buscar la respuesta a tal enigmática pregunta; pero en la mayoría de los casos al no encontrar solución desechamos este tipo de pensamientos, sin indagar lo suficiente para encontrar un resultado satisfactorio.

Pensamos que no hay justificación para nuestro existir, ó simplemente que nadie tiene al alcance este tipo de cuestionamientos. Pero !Claro que existe una razón por la cual existimos!..

La naturaleza, creadora de la vida en la Tierra dio origen al ser humano; un ser único y distinto a todos los demás, que ha logrado un colosal desarrollo evolutivo-intelectual. Este, dotado de cerebro, músculos, órganos, sistemas espirituales, etc., de forma que uno puede nombrar al cuerpo humano como PERFECTO. ¿Todo esto y más sin ningún sentido?

¿Por qué es importante saber el motivo de la vida?

Es primordial saberlo, porque al desconocerlo uno ignora el rumbo y el destino que se tiene que asumir durante todo su trayecto existencial.

De modo que SABER EL PROPÓSITOS, MOTIVOS y RAZONES de tu existencia, es el primer paso para comenzar a ser CONSCIENTE.


Consumir El Tiempo

Desde que en el siglo pasado la esperanza de vida se alargara hasta duplicar los años que vivieron nuestros tatarabuelos, vivir más se ha convertido en una de las metas más anheladas de nuestra civilización.

Destinamos inimaginables sumas de dinero a mejorar nuestra salud y retrasar la muerte todo lo posible. 

La utopía tecnocientífica vigente apunta como posibilidad real la de vivir unos cien años de media. Todo indica que ello no será posible para las generaciones que poblamos hoy el planeta e incluso cabe preguntarse si es psicológica, ecológica y demográficamente deseable.

El precio que estamos pagando por nuestro envejecimiento es muy alto en términos de reparto del trabajo, discapacidades y enfermedades degenerativas.

Lo que resulta curioso es que, a pesar de vivir mucho más que nuestros antepasados, todo apunta a que nuestro tiempo subjetivo es cada vez más corto; los días, los años, se nos pasan tan velozmente que nuestra recién adquirida longevidad nos aprovecha bien poco.

Quizás deberíamos buscar estrategias diferentes menos médicas, más económicas y menos agresivas con el entorno para prolongar nuestra existencia sin obsesionarnos por prolongar el tiempo físico que vamos a vivir. 

¿Cómo conseguir que un mismo tiempo de reloj se alargue en nuestra percepción psicológica? Deberíamos ser capaces de dilatar nuestro tiempo mental de modo que nos rindiera tanto como ese detergente que tanto rinde con una sola gota.

Nuestro camino exploratorio podría comenzar sumándonos a la dura crítica de la prisa y el experiencialismo que García Morente, uno de nuestros filósofos de entreguerras, injustamente olvidado, nos ha legado en sus estupendos Ensayos sobre el progreso (Ediciones Encuentro). Dice: «La multiplicación de las vivencias convierte las emociones en sensaciones.

No hay tiempo para pensar; no hay tiempo para ser; no hay tiempo para amar». Se puede decir más alto pero no más claro: la hiperactividad funde las horas. 

El filósofo llega a escribir -en un arrebato radical, ilustrativo de su mirada sobre el mundo- que uno de los dramas del hombre moderno es que «ya no sabe aburrirse».


Los Buenos Amigos


 Para disfrutar de la vida hay que compartir, intercambiar afectos y sentimientos, y por ello, una parte fundamental de nuestra existencia se apoya en nuestros amigos. Te descubrimos cuáles son las cualidades que debe reunir un buen amigo. No es posible disfrutar plenamente en esta vida, ni dar sin compartir, sin intercambiar afectos y sentimientos con otro ser humano, pues el valor de la amistad, que dignifica y alegra nuestra existencia,... 

expresa como nada en este mundo la reciprocidad en el trato cariñoso y afable y de plena confianza con nuestros semejantes.

La amistad, que es el más noble de los sentimientos y el más humilde, seguramente nos hace más grandes. A continuación te detallo las cualidades del buen amigo, tal y como expreso en el primer volumen de "Fortalezas Humanas", (Ediciones Grijalbo):

Cualidades del buen amigo
• Te acepta como eres y te aprecia por ti mismo.
• Está junto a ti cuando lo necesitas.
• Respeta tu forma de pensar y te respeta y valora siempre.
• Es tu amigo aunque todos te abandonen.
• Te comprende también en los momentos de enfado.
• Jamás te traiciona ni habla mal de ti a tus espaldas.
• No es posesivo, te deja ser tú y ejercer tu libertad.
• Es comprensivo y fiel y jamás te aprecia por interés.
• Sabe tanto perdonarte como pedirte perdón.
• No admite jamás chismes ni cuchicheos sobre ti.
• No es acaparador ni te quiere para sí de manera exclusiva. Te permite que estés abierto a otras amistades.
• Sabe salvar la amistad después de los enfados mutuos.
• Sabe guardar secretos y es sincero contigo
• No gasta bromas pesadas que puedan molestarte.
• Te quiere tanto para lo bueno como para lo malo.
• Te dice los defectos con tacto y cariño.
• Sabe sacrificarse por conservar y fomentar la amistad.
• No es envidioso de tus éxitos. Al contrario, se alegra de tus éxitos como si fueran propios.
• No te exige que seas perfecto; acepta tus limitaciones.
• El verdadero amigo está más interesado en dar que en recibir.



Sobre Motivación

La palabra motivar proviene del latín “movere”, poner en movimiento, poner en acción.

Según Nestor Braidot, “motivar es un motor neurofisiológico que desencadena una conducta orientada a un fin normalmente conseguir un logro”. “Conjunto de estímulos que impulsan a alguien a acciones concretas y mantenerlas hasta su culminación, impulso que inicia, guía y mantiene el comportamiento hasta alcanzar el objetivo deseado”.

Para la Programación neurolingüística es un estado que contiene un doble efecto de apalancamiento, ayuda al logro de objetivos mientras que se aleja de lo indeseado, superando los obstáculos que pueda tener entre el estado actual y el estado deseado.

Dentro de las neurociencias el placer que genera el éxito y los logros que vamos teniendo, se relaciona con el circuito de recompensas, en la satisfacción conseguida. Esta satisfacción libera un neurotransmisor químico llamado dopamina, fortaleciendo el sistema inmunológico, el estado interno de la felicidad, lo que conlleva a un fortalecimiento en la salud general.

Que nuestras acciones posean un motivo o sentido, y esta es una valoración que damos nosotros mismos y difiere en cada uno de nosotros y la invitación es que a que cada uno encuentre la suya propia.

Las motivaciones pueden ser biológicas o psico-sociales, las primeras apuntan a físicas orgánicas o bien de supervivencia, el hambre y la sed, por ejemplo; mientras que las psicosociales, se refieren a la pertenencia,  seguridad, aprendizaje, como alguno de sus ejemplos.

En la motivación intervienen varias partes del cerebro relacionadas con la cognición y las emociones. Los estímulos que ayudan a generar la motivación a cada uno pueden ser internos o externos.

Según el Dr. Nestor Baidot, en su libro, “Como funciona tu cerebro para Dummies” nosotros nos comportamos en función al beneficio que recibimos o satisfacción que esperamos. Esto es nos comportemos de determinada forma en función de los beneficios que esperamos obtener.

Según Cynthia Grinfield de Asociación Educar, “El circuito de recompensa es la parte del sistema nervioso central que enlaza los grupos de neuronas relacionadas con el placer y la satisfacción”

Te invitamos a pensar ¿Cuáles son las cosas que te causan placer? ¿Cuáles son las cosas que te dibujan una sonrisa? ¿Las podes encontrar en tu vida cotidiana?

Este circuito registra las experiencias que nos resultan agradables, se da en el núcleo accumbens, por lo que se trata de un sistema dopaminergico, que genera además oxitoxina.

El estímulo externo es evaluado por la amígdala que se encarga de distinguir si se trata de una amenaza o no y si es real o no, una vez que lo cataloga como real y no amenaza pasa la núcleo accumbens donde se lo cataloga como placentero y pasa a la liberación de dopamina, esta liberación se conecta con el cerebelo donde se encuentran las funciones musculares y envía las sensaciones al cuerpo y hacia la glándula pituitaria que libera beta endorfinas y oxitocina.


Diversidad Somos Todos


Con lo diversos que son nuestros niños y niñas, ¿no es mejor identificar y destacar las habilidades y talentos de cada uno?

Columna de Michelle Olgui, psicopedagoga del Centro de Liderazgo Educativo de Educación 2020. 
“Lo que más me molesta, es que cuando reparten las pruebas, el profe de Matemática me dice ‘Abarca, vaya a sacar su prueba especial”.

¿Por qué niños, niñas y jóvenes tienen que pasar por esto? ¿Por qué los vulneramos tan torpemente?

Todos y todas somos distintos (¡y qué bueno que sea así!). Aprendemos por diferentes canales perceptivos y tenemos distintas biografías que nos acompañan en cada aprendizaje. Algo que poco a poco la institucionalidad comienza a tomar en cuenta.

La instalación del Decreto Supremo 170 de la ley 20.201 es el resultado de hacerse cargo de la diversidad presente en las aulas, diversidad que, o bien se obviaba, o bien se atendía desde el instinto y la vocación de algunos profesores que trataban de “resolver” el tema.

¿Qué dice este decreto? Fija normas para designar subvención especial para aquellos/as estudiantes con necesidades educativas especiales (NEE) y que pertenezcan al programa de intervención (PIE). Gracias a esto, los colegios pueden contar con especialistas como educadores/as diferenciales, psicopedagogos/as, psicólogos/as, fonoaudiólogos/as y terapeutas ocupacionales, tanto dentro del aula como en apoyo a estudiantes, padres, madres y apoderados, docentes y asistentes del establecimiento. Ellos evalúan y clasifican la necesidad educativa especial en permanente o transitoria, y designan horas para que los y las docentes trabajen colaborativamente con los especialistas.

A pesar de las voluntades puestas para que esto funcione, el PIE aún está lejos de acoger la heterogeneidad presente entre el alumnado. Los niños y niñas se sienten distintos, sienten que pertenecen a otro grupo “inserto” dentro del curso, ¿es eso lo que buscamos?

Con lo diversos que son nuestros niños y niñas, ¿no es mejor identificar y destacar las habilidades y talentos de cada uno?
El equipo de la unidad de educación especial del Ministerio de Educación pública frecuentemente orientaciones para la implementación del PIE. La última, publicada en enero de este año, es la más relevante hasta el momento, ya que establece normas sobre igualdad de oportunidad e inclusión social para educación preescolar y básica. Con esto se incorporan criterios tales como: a) la igualdad de oportunidades, b) calidad educativa con equidad, c) inclusión educativa y valoración a la diversidad, y d) flexibilidad en la respuesta educativa (decreto 83/2015).

Valoramos estas modificaciones que garantizan la calidad de la educación y que valoran las diferencias. Es importante entender que todos y todas somos distintos y, por lo tanto, nuestra interacción con el ambiente debe ser mediante diversas estrategias de enseñanza y esto NO sólo debe remitirse a las y los estudiantes que pertenecen al Programa de Integración.

Reconocer diferencias sólo en un grupo, separar según las dificultades o necesidades especiales que tiene tal o cual estudiante y establecer este tipo de decretos y orientaciones, sigue siendo un acto de segregación arraigado. El trabajo colaborativo y articulación debería ser una práctica constante dentro de las escuelas y liceos, que debería contar con la carga necesaria para aquello.

Sin duda estamos avanzando, pero todavía queda mucho por recorrer. Debemos transitar hacia valorar la diversidad, y no quedarnos en “aceptar” y “tolerar” las diferencias. Avanzar hacia la riqueza de aprender de las inmensas variaciones de habilidades que hay entre unos y otros.

Lo fundamental es entender que este cambio no lo hacen sólo los colegios, profesores o directores, sino que lo debemos hacer entre todos y todas. Valorarnos y enriquecernos con un otro, es tarea de todos y todas, cada día.


domingo, 1 de abril de 2018

Todo Nos Incumbe


Todos tenemos o hemos tenido relaciones difíciles de llevar y que, por una cuestión o la otra (parentesco, cariño, obligación laboral, etc.) no podemos deshacer, y por lo tanto estamos casi obligados a mantener. Porque, digamos, si alguien no nos gusta cómo es o cómo nos trata y no nos importa esa persona nos alejamos y asunto resuelto. El tema es cuando estas relaciones perduran... y nos lastiman.

En este caso hay dos cuestiones básicas que debemos tener en cuenta si queremos manejarnos inteligentemente en nuestras relaciones, sobre todo cuando son difíciles. La primera tiene que ver con el lugar que nos damos en la relación y, la segunda, nuestras expectativas acerca de ella y de la otra persona.
 El lugar que nos damos en la relación
A veces nos damos cuenta que nos hayamos en una relación tóxica, dañina. Nos vemos intentando relacionarnos con ciertas personas que tienen patrones de comunicación y comportamiento que nos hacen encontrarnos una y otra vez en una situación frustrante y angustiante, incluso de crisis, que terminan por hacernos reaccionar de una manera que no nos gusta y nos deja mal parados ante nosotros mismos. Por mucho que, incluso, pueda haberse hablado, por las muchas razones que se hayan intentado, concretamente volvemos una y otra vez a encontrarnos con situaciones de celos, culpas, cargas que no nos corresponden, quejas, etc. etc. etc.

También puede pasar que la persona en cuestión haga promesas con respecto a tener una actitud diferente que nunca cumpla. Y acá un poco el segundo punto.

Nuestras expectativas
Cuando las relaciones son con personas que nos importan, porque son nuestros padres o pareja o amigos muy íntimos, siempre les damos el beneficio de la duda, no porque hayan demostrado ser confiables, sino porque deseamos profundamente poder relacionarnos de una manera más amorosa y sana con ellos... y ahí nuestra debilidad. No porque no se les pueda dar nuevas oportunidades a las personas que amamos, sino porque de alguna manera creemos que sin cambiar nada todo va a modificarse mágicamente sólo porque lo deseamos mucho.

¿Entonces no hay más remedio que cortarlas o padecerlas?
En realidad hay algo que podemos hacer. Ya les di una clave en el título de esta publicación. Y tiene que ver con tomar protagonismo en nuestras relaciones. En lugar de aceptar pasivamente la propuesta que nos impone, explícita o tácitamente, el otro (en este caso que hablamos, tóxica), empezar a decidir qué tipo de relaciones queremos tener, alimentar y mantener. Si las relaciones que tenemos están planteadas en determinados términos y no nos gustan, tenemos que ir pensando en plantear nuevos.

Es decir, sólo permitir relaciones sanas en nuestra vida, para ambas partes. Y, muy importante, actuar en consecuencia. Porque si solo lo planteamos pero seguimos actuando de la misma manera que antes, adivinen qué, va a seguir sucediendo lo mismo.

Y en cuanto a las expectativas. Nuestro deseo de creer. No quiero resultarles pesimista pero... la gente en general no cambia, menos si ha tenido buenos resultados con ello (es decir, por ejemplo, si siempre fue caprichosa y le cumplieron con sus caprichos para evitar "problemas" o "para mantener la fiesta en paz" ¿Por qué va a dejar de serlo?) La tendencia es que se perfeccione en más de lo mismo. Salvo que haya realmente un despertar interno donde la persona busque un cambio desde adentro...la gente no cambia. Y esto lo digo para que despertemos de nuestra fantasía de que las cosas van a ser diferentes sin hacer nada para que eso suceda.
Entonces, si el o la otra persona no va a cambiar, ¿Qué es lo que queda por hacer?

No podemos cambiar a los demás, pero lo que sí podemos hacer, lo que sí está en nuestro poder, lo que es realmente nuestra responsabilidad, es decidir cuál va a ser nuestra respuesta a la propuesta que nos hagan y tener, a su vez, una propuesta propia.

El cambio está en nosotros. Las relaciones necesitan por lo menos de dos personas. La respuesta está entonces en tomar nuestro lugar y, si es necesario y la otra persona no está capacitada, tomar las riendas de la relación.  Aceptar lo que es aceptable y no permitir lo que no lo es. Querer al otro sí, pero sin olvidarse de uno. Y saber y tener bien en claro que haremos lo que esté en nuestras manos, lo mejor que nos salga y el resto... depende de la otra parte.
Parece fácil decirlo pero no tanto hacerlo ¿Verdad?
Si trabajamos en tener un eje fuerte, una mente despejada y un corazón compasivo (que nos incluya,) todo esto va a ser más sencillo. Vamos a tener las cosas más en claro, la fuerza y determinación para poder hacerlo y la comprensión necesaria para que nuestras decisiones sean acordes a formas más sanas y amorosas de relacionarnos.

Lo digo y lo vuelvo a repetir mil veces, tenemos más poder sobre nuestras vidas del que creemos o nos hicieron creer... sólo hay que descubrir cómo realizarlo... en todas las áreas de nuestra vida.



Tomar La Iniciativa


Muchos de los conflictos y sufrimientos que experimentamos en las relaciones de amistad tienen que ver con la falta de iniciativa y con las expectativas equivocadas. Cuando priorizamos el deseo de que un amigo tome la iniciativa de contactar con nosotros estamos alimentando nuestro ego. 

En realidad, si lo que nos importa es saber de ese amigo y que esté bien, lo que importa es el contacto y que luego exista entre ambos una disposición de interés para quedar.

Dejar de tomar la iniciativa por estar cansado de tomarla siempre uno mismo es un sentimiento muy humano y, sin embargo, puede producir efectos negativos en las relaciones de amistad ya que deberíamos valorar más cómo nos sentimos cuando estamos en compañía de ese amigo, qué grado de confianza existe, qué aporta esa persona a nuestra vida, cómo responde a nuestras iniciativas. Valorar estos detalles nos permite tener una visión más global de la relación de amistad sin quedar anclado únicamente en el deseo de que la forma de contacto fuese distinta.

Por otra parte, cuando experimentamos un malestar de este tipo también podemos cometer el error de callarnos esperando que sea el otro quien se dé cuenta de aquello que nos hiere. Si te gustaría que tu amigo tuviese más iniciativas de contactar contigo, puedes explicarle claramente tu necesidad no como una exigencia sino como un deseo que te haría bien en tanto que la amistad es colaboración.

Tomar la iniciativa de proponer nuevos planes, tener detalles con el otro y resolver asuntos pendientes es un aprendizaje para el que hay que ir ganando libertad interior poco a poco para ser cada vez más tú frente al otro.

Además, a veces, juzgamos los hechos externos sin analizar qué hay más allá de ellos mismos. Existen personas que por su carácter tienen más dificultades para tomar la iniciativa o también, dependiendo de las circunstancias personales un amigo que tiene muchas relaciones sociales y muchas obligaciones puede tener más dificultad para contactarte sin que ello implique que no se alegre de verdad cuando tú le llamas por teléfono para quedar.

A veces quedamos enredados en circunstancias superficiales que pueden afectar de verdad a la profundidad de la amistad. Evidentemente, si siempre es uno mismo quien toma la iniciativa de contactar y el otro nunca se molesta en hacerlo, puede que algo falle. Sin embargo, lo más frecuente es que exista un desequilibrio en el modo de contacto, que sea uno quien tome la iniciativa. De lo que se trata es de relativizar esta circunstancia porque si le damos un peso desmedido podemos llegar a perder buenas relaciones.


Cada persona muestra su cariño a su modo. Puede que un amigo tome la iniciativa de contactar más pero también puede que el otro tenga detalles de otro tipo que conviene saber apreciar.

Superar Nuestros Defectos

Es común que a las personas les resulte relativamente sencillo juzgar las actitudes y los comportamientos de aquellos a quienes tienen a su alrededor. Es así que, cuando vemos a alguien hacer algo que no nos gusta o que consideramos incorrecto, nos damos cuenta al momento de su error. 

Esto supone, muchas veces, que elaboremos un juicio de esa persona bastante tajante. Y esto puede llegar a suceder con un sólo vistazo. ¿Juzgamos muchas veces a la ligera, entonces? ¿Por qué nos resulta tan fácil encontrar los defectos de los demás? ¿Podemos ver los nuestros igual de rápido?

Evidentemente, si lográsemos ver en nosotros mismos todos los defectos que somos capaces de encontrar en otras personas, nos resultaría mucho más sencillo realizarnos como personas y controlar nuestras actitudes. Sin embargo, conocerse a uno mismo no es una tarea fácil. Es difícil y, además, necesario para sentirnos a gusto con nosotros mismos y para no cometer errores.

Sin duda alguna, resulta complicado intentar separarnos de nuestro cuerpo mientras estamos conversando o realizando alguna actividad para así poder vernos desde fuera y ser capaces de juzgarnos objetivamente. Aunque podemos intentarlo, hay otros modos, a priori más sencillos, de analizar nuestro comportamiento.

Todos somos seres humanos. Esta afirmación nos equipara a un mismo nivel y nos define como seres no perfectos y que, por tanto, se equivocan y cometen errores. Es por esto que los errores que cometen nuestros semejantes son los mismos errores que cometemos nosotros. ¿Qué mejor modo, pues, de conocernos a nosotros mismos que observando a las personas que nos rodean?

Veamos un caso práctico: Nos cruzamos por la calle o en la oficina con una persona que conocemos y nos saluda fríamente. Esto nos molesta. Lo normal es que la juzguemos negativamente y nuestros pensamientos acerca de esa actitud no pasen de ahí. Por lo tanto, si nos ha molestado ese comportamiento, como somos todos semejantes, significa que si yo actúo de ese modo otras personas pueden sentirse ofendidas. ¿Por qué no nos proponemos, entonces, saludar siempre cálidamente, con una sonrisa? La misma conclusión podríamos extraer si sentimos que una persona es egoísta, soberbia o narcisista.

Debemos extraer cada una de esas actitudes negativas e interiorizarlas como una norma a no seguir. Si hacemos esto, aparte de descubrirnos como seres humanos podremos convertirnos en mejores personas, lo cual conllevará que los demás sientan respeto y cariño hacia nosotros y, asimismo, una mayor aceptación social.


Podemos decir, entonces, que el mejor espejo que podemos utilizar para conocernos a nosotros mismos son las personas.

Confianza En Sí Mismo


La confianza en sí mismo es una actitud que permite a los individuos tener una visión positiva acerca de ellos mismos.

Las personas que confían en sí mismos creen en sus habilidades, sienten que tienen control sobre sus vidas y creen que son capaces de hacer lo que planean y esperan.

Tener confianza en sí mismo no significa que se pueda hacer todo. Las personas que confían en sí mismas tienen expectativas realistas. Incluso cuando sus intereses no se cumplen, ellos continúan siendo positivos y aceptan su manera de ser.

Las personas con baja confianza en sí mismas  dependen excesivamente de la aprobación de los demás para sentirse bien con ellos.  Tienden a evitar los riesgos  ya que tienen miedo a fracasar.  En general, no esperan ser exitosos  o que les vaya bien. En contraste, las personas confiadas en sí mismas están dispuestas a ser desaprobadas por los demás  porque confían en sus propias habilidades. Tienden a aceptarse  y sienten que no deben complacer a otros para ser aceptados.

La confianza en sí mismo no es necesariamente una característica general que abarque todos los aspectos de la vida de un individuo. Frecuentemente, una persona puede sentirse confiada en algunas áreas de su vida (por ejemplo, en lo académico) mientras que en otras áreas se sienten poco confiados (por ejemplo, en relaciones sociales).

¿Cómo se desarrolla la confianza en sí mismo?

Muchos factores están relacionados con un adecuado desarrollo de este aspecto. La actitud de los padres es uno de los factores que influye en los sentimientos que posteriormente tienen los hijos de sí mismos. Cuando los padres proveen  suficiente apoyo a los hijos, promueven el desarrollo de sentimientos positivos y confianza en ellos.

La falta de confianza en sí mismo no necesariamente se relaciona con falta de habilidad. Más bien, es el resultado de centrarse en expectativas poco realistas y en los estándares de los demás. Los estudiantes examinan sus valores, desarrollan su identidad y además son particularmente vulnerables a la influencia de los pares y los valores sociales.


Apretar Los Dientes y Continuar

Cuando me entra la desesperación por la situación actual del Mundo, la rabia y la indignación me pregunto si poniéndome desesperado, rabioso e indignado ayudo a que esta realidad cambie y la verdad no, no ayuda.

Creo que sí es válido y necesario ser crítico, reflexivo y no “quitar el dedo del renglón”, pero ser insistente, negativo, “azotador”, criticón, violento, hiriente, no ayuda mucho ni a mí ni a los demás ni al Mundo.

Quisiera poder hacer todo esto desde una emoción reparadora, constructiva y generadora de verdaderas transformaciones personales y colectivas. 

Hago mi esfuerzo al tratar de encontrar mi propia voz, al perfilar los dilemas y sus soluciones, al exponerlos públicamente y tratar de accionarlos.

Hago mi mejor esfuerzo al dejar las posibles soluciones por escrito y compartirlas con el resto de los seres humanos. Aunque a veces se me olvide lo que es realmente vital y regrese a la rabia, demasiadas veces para mí gusto, trato de reubicarme a diario, de vigilar mis pensamientos, emociones, palabras, actitudes, como quien mira con atención el faro luminoso en la oscuridad y se dirige a él. Sé que el Norte está en la construcción de soluciones globales y locales, también individuales, desde la no violencia y la paz, tratando de no caer en la actitud de víctima de las circunstancias. 

A mí tampoco me gusta lo que está pasando en el Mundo, pero la violencia sólo generará más violencia, la división social sólo generará más sufrimiento y el odio sólo generará más odio. 

Como bien dijo Matasiete Ricard: “Si buscamos la felicidad en el sitio equivocado, estaremos convencidos de que no existe cuando no la encontremos allí”.


Mantener La Actitud Correcta


Existen diversas fórmulas para alcanzar los logros que nos proponemos en nuestras vidas. De hecho, necesitamos de ciertos estímulos para dar el máximo en nuestras labores y responsabilidades diarias, y también ofrecer lo mejor de nosotros en nuestra vida personal. 

La actitud no es más que la forma en cómo reaccionamos y las expectativas que tenemos de la vida.

 Es por esta precisa razón que necesitamos mantener una actitud adecuada –buenas expectativas—sobre las distintas actividades, responsabilidades y retos que tenemos.

Si alguien nos preguntara cuales son los elementos que  necesitamos para mantener siempre una buena actitud, esto sería algo que todos diríamos de diversas formas.

No obstante, el hecho de que hayamos pensado en esto antes, nos faculta para que veamos y comparemos que siempre, cuando pensamos positivamente y tenemos una actitud adecuada hacia el trabajo, la familia, los amigos y todo el entorno con el que nos relacionamos, los resultados siempre serán buenos a pesar de que la situación como tal no lo sea.

Para mantener una actitud positiva lo primero es que nosotros mismos debemos estar conformes con nosotros.

De hecho, necesitamos ser positivos para mantener una adecuada actitud ante las cosas. La clave para mantener una actitud correcta consiste en siempre hacer que las cosas queden bien, ocuparnos en vez de preocuparnos y establecer buenas relaciones con los demás.

Esperar siempre lo mejor de las cosas es lo que produce buenos resultados para nosotros.



Renovar Nuestros Bríos

Es un tema básico para iniciar una estrategia de cambio, y que seguramente te dará nuevas ideas para plantear nuevas Estrategias para tu renovación personal.
¿Sabes identificar las señales que te dicen que es tiempo de renovarse? ¿Qué implica la renovación personal? ¿Qué pasos se deben seguir? Es importante que te des cuenta del momento en que necesitas renovar tus recursos internos, aunque en ocasiones te suceda que por ir demasiado de prisa a donde quieres llegar, dejas de ver los indicadores de que es tiempo de hacer un alto en el camino.     
No sea que te suceda como  el cuento del leñador, quien se propuso firmemente ser el mejor del lugar, así que el primer día tomó su sierra y logró talar 15 árboles en una jornada, muy emocionado, al día siguiente se levantó más temprano y se propuso elevar el número de árboles talados, sin embargo logró terminar  sólo 10, sorprendido por esto, al día siguiente llegó aún más temprano y se esforzó por hacer el trabajo más rápido que lo normal, sin embargo pasaron los días y por más que se esforzaba por aserrar más rápido y con más fuerza, cada vez su desempeño era peor, pues talaba menos arboles, a pesar de que le dedicaba más tiempo y esfuerzo a esa actividad.   Esto era incomprensible para él, hasta que otro leñador le preguntó ¿Te has dado tiempo para afilar la sierra? Entonces descubrió que estaba trabajando con una herramienta ya casi inservible.  Nunca se dio tiempo para renovarse.
Eso hacemos en ocasiones con nuestra persona, queremos rendir y ser más productivos, pero no nos damos cuenta que estamos desgastándonos, en nuestra salud, usando herramientas obsoletas, o tratando de aplicar estrategias que ya no dan los resultados que esperábamos para nuevas situaciones, o no nos damos tiempo para descansar y desconectarnos del trabajo, etc.  
La falta de renovación es como olvidarnos de poner gasolina al coche, tarde o temprano nos quedaremos sin movimiento.  La naturaleza nunca perdona la falta de cuidado que tengamos con nuestro cuerpo y nuestra mente.     
No nos damos tiempo para renovar nuestras capacidades,  simplemente tomamos el camino y nos vamos de frente sin “afilar la sierra” y terminamos cansados, enfermos y desgastados.


No Te Deslumbres


Inmersos como estamos en la novedad continua, en el tener que estar a la última entre tanta oferta distinta, demasiado a menudo nos encontramos con artilugios, teorías, artículos, personas... que pretenden causar un efecto inmediato en nosotros. El mensaje que se transmite (si lo hay) no importa tanto como la forma de presentarlo y cuanto más impacto cause ésta, mejor.

De la misma manera lo que deslumbra atrapa la mirada por la parafernalia que utiliza y el exceso de luz ofusca la visión, pero es algo que no perdura, se desvanece casi en el mismo instante de ser producido, se agota en sí mismo al resaltar la obviedad y sin aportar nada necesario, depende de la apariencia más que de la esencia, no propicia el análisis profundo, el buscar otra perspectiva o cuestionar la existente.

La sensación que produce es como la de ir conduciendo por una carretera oscura y, de repente, encontrar a un conductor de frente con las luces largas puestas. Esa luz más que dejarte ver, te ciega por momentos, te paraliza o desestabiliza un segundo hasta que consigues recuperar la visión normal y continúas la marcha.

Lo superfluo caduca rápido y necesita constantes recambios que garanticen una presencia perenne para no sucumbir al olvido de aquellos que se vuelven desmemoriados y exigentes. Y es por esto que necesitamos la novedad continua y la estimulación constante.

Lo que ilumina, por el contrario, deja ver todo alrededor, hasta las sombras que produce, transforma lo complicado en sencillo (no hay nada más difícil de conseguir que la sencillez), nos hace reflexionar, analizar, enciende la chispa que hay en nosotros y nos impulsa a aprender y a mejorar.

Vuelves a la lectura de ese libro, al mensaje de esa película, a las enseñanzas de esa persona... lo que ilumina obtiene un "éxito" quizá más lento o sutil, pero permanece y su mensaje, lejos de perder vigencia, se enriquece con el tiempo.

Dale valor a todo lo que haces cada día, que perdure e ilumine a tu alrededor.

El Corto Hilo De La Cometa


Entre 1752 y 1914, las cometas fueron utilizadas como objetos científicos en diferentes ramas de la ciencia y la tecnología. En primer lugar, como dispositivo experimental en la física del XVIII para probar la naturaleza eléctrica del rayo. 

Luego como modelo teórico en la mecánica racional durante el siglo XVIII. A lo largo del XIX, la cometa se convierte en objeto tecnológico, al desarrollarse diseños especializados para su uso en la observación meteorológica (elevando instrumentos de medición). Por último, las cometas fueron utilizadas como modelo a escala en la naciente ingeniería aeronáutica, para perfeccionar el desarrollo del ala, durante la segunda mitad del XIX y principios del XX. 

La cometa no se consolidó dentro del acervo científico de estas disciplina en ninguna de estas cuatro categorías (dispositivo experimental, modelo teórico, instrumento auxiliar, modelo a escala), de forma que la cometa no es reconocida hoy como objeto científico, salvo por una minoría de especialistas.

La cometa inicia su vuelo como dispositivo experimental con el famoso experimento de Benjamín Franklin en 1752 para descubrir la naturaleza eléctrica del rayo. Este resultó lo suficientemente cautivador como para que, una vez agotado su interés científico, los aficionados a la física recreativa lo siguiesen practicando como divertimento en el siglo XIX. 

Movido inicialmente por mejorar el dispositivo de Franklin, Johann Albert Euler desarrolló en 1758 modelos mecánicos para poder elevar una cometa a mayor altura. Sin mayor repercusión científica, estos modelos tuvieron también una posteridad didáctica, a modo de ilustración, en manuales de física recreativa durante más de cien años.

En 1896 se comienza a usar la cometa como dispositivo de elevación de instrumentos de medida meteorológico. Esto propulsa el desarrollo tecnológico de la cometa, adquiriendo formas demasiado complejas para un simple juguete. Fueron estos desarrollos los que propiciaron, a partir de 1898, el uso de cometas como modelos a escala para probar formas de ala, en los primeros días de la aviación. Sin embargo, la aparición de alternativas más eficientes abortó la investigación sobre cometas.

Esta tesis analiza la biografía de la cometa como objeto científico y tecnológico fracasado. Para ello se parte de la noción de objeto científico de la filósofa e historiadora Lorraine Daston, con el fin de para disponer de un concepto lo suficientemente general para dar cuenta de las múltiples funciones científicas que desempeñó la cometa. 

Daston nos propone analizar la capacidad de un objeto para organizar la investigación científica a partir de cuatro características: su notoriedad, su novedad, su productividad y su institucionalización. Es decir, en qué medida un objeto capta la atención de los científicos y es capaz de generar resultados interesantes y perdurables.


En segundo lugar, pretendo explicar por qué la cometa desaparece, es decir su fracaso. Para caracterizar el fracaso (y, por extensión, el éxito científico) adopto el enfoque que el filósofo e historiador de la ciencia Thomas Kuhn expone en el epílogo de La estructura de las Revoluciones Científicas (1969): el éxito de un objeto científico sería incorporarse al paradigma sobre el que se articula una ciencia normal. 

La cometa no lo logró nunca, lo cual, a nuestro juicio, se explica principalmente a su falta de productividad de resultados teóricos y experimentales, en comparación con otros objetos con los que entró en competencia.

El Paso Del Tiempo


Se dice frecuentemente que lo único real es el presente, pues el pasado ya no existe y el futuro está por venir. Hay una lógica en esta observación, pero es una lógica primitiva, pues los tiempos son totalmente interconectados e interdependientes.

 Es cierto que el presente es la única realidad práctica, pero también es verdad que es en este instante que se insertan el pasado y el futuro. En la dimensión temporal actual, el pasado recibe el nombre de memoria y el futuro tiene varios seudónimos como sueño, deseo, miedo y esperanza.

 El futuro no es algo que va a existir. El futuro existe ahora. A propósito, el futuro sólo existe en el presente, porque, cuando en futuro, el futuro será presente y dejará de ser futuro.

 Parece obvio, pero escapa a la percepción cotidiana de la mayoría de la gente. Y también escapa el hecho de que el futuro se volverá presente y, cuando ocurra, será mejor o peor, dependiendo de las medidas tomadas en el presente, en este exacto momento.

 En otras palabras, vivimos únicamente el presente, pero estamos fuertemente conectados al pasado que nos enseña y al futuro que nos motiva. Vivir es estar atado a esa tríade temporal, dulce o amarga, dependiendo de la conciencia de cada uno. Reatar con el tiempo es la verdadera sabiduría. 

Sin embargo, “la sabiduría no se trasmite, es necesario que la descubramos haciendo una caminada que nadie puede hacer en nuestro lugar y que nadie nos puede evitar, porque la sabiduría es una manera de ver las cosas”, también dice Proust.

De hecho, la sabiduría es una manera de ver las cosas, y exige intención, disposición y valor. 

El problema es que desarrollamos esas tres cualidades en diferentes épocas de nuestras vidas, por ello la madurez a veces tarda, pues depende del tiempo. Este mismo tiempo que exige madurez para ser bien elegido y controlado, en otras palabras, para ser muy bien vivido.


Cuando Arrecia La Tempestad



Cuando alguna vez escriba o aprenda a escribir con precisión las sensaciones, podré decir, por ejemplo: “nada se parece tanto a un refugio como la comprensión del otro”.

No importa a cuento de qué, pero sí importa esto: los hombres prueban el fuego sagrado en el exacto momento en que consiguen pararse un sólo segundo en el lugar del otro, y le echan una mano.

No por piedad ni misericordia, sino por convicción.

Los amores que nos hacen padres, los que nos conmueven al punto de volvernos estúpidos, el abrazo del padre, el silencio de la madre, los hijos corriendo en el patio, son las razones que nos motorizan a  vivir. Son las causas y las razones que le dan sentido a nuestra existencia.

Pero aquellos que saben decirnos la parada del trole que hay que tomar, aquellos que nos convencen sanamente de continuar una lucha cuando el objetivo se va desdibujando, aquellos que son iguales en el escenario y apenas levantados de mal humor, esos son los que le dan aceite a nuestra máquina. Y nos dignifican como especie.

Ojo, no hablo necesariamente de  amigos, que son esos que están en las malas. En las buenas también, claro, por eso suelen ser amigos.

Hablo de los otros, que a la postre terminan siendo amigos casi siempre, pero que alguna vez,  cuando arrecia la tempestad y el sudor de la incertidumbre gotea en nuestras camisas, es ahí, exactamente ahí, donde  muestran su elemento, sin que lo esperemos de ellos. Sin ninguna obligación de hacerlo.

Y en el éxodo, y entre la multitud que huye de la lluvia, y  mientras vemos huir a todos por temor,   comodidad,  prejuicios, o simplemente  indiferencia, siempre queda alguien que  está  mirando y te da la mano para que te levantes, y sigas.
De hipócritas abrazos, de falsas promesas, de inoportunos abandonos, de traiciones inesperadas está escrita buena parte de la historia de la humanidad. 

Pero la otra parte, la que nos obliga a ser mejores, se escribe casi exclusivamente por aquellos que suelen ser capaces de leer la necesidad del otro; por aquellos que perdonan lo que algunos consideran imperdonable en la ausencia de perspectiva, los que dan libertad sin pedir peaje en la puerta, los que guiñan un ojo cuando no sabemos que hueco del laberinto tenemos que tomar. Los que van a llevarte nafta en un bidón cuando el tanque se quedó seco en plena noche, en plena y oscura soledad. Aquellos que se quedan solos mirándote, mientras el éxodo se consuma.

Mi madre suele decir que todo vuelve, y la vida me ha convencido de que es efectivamente así.

Y que tiene sentido ser honesto. Y que vale la pena ser buena gente. Y que serlo, te asegura que lo sean con vos. Aun mordiendo la bronca de las ingratitudes y las decepciones. Siempre ser buena gente será conveniente.

No importa por que escribo estas líneas, ni creo que necesite explicarlas: todos alguna vez sentimos la tempestad rugiendo a nuestro alrededor, y encontramos refugio.


Se trata de celebrar los refugios en las tempestades. Y agradecerlos