viernes, 23 de noviembre de 2018

Las Ilusiones Humanas


Más allá de esta terminante postura gnoseológica, parece ser claro para todos que la percepción es la puerta que la realidad sensible tiene en nosotros. De allí su importancia. En psicología se suele diferenciar entre sensación (la recepción del estímulo) y la percepción (la interpretación, esto es, la asignación de un valor y un significado a la sensación detectada). 

La ilusión óptica (y otras formas de ilusionismo) ilustran bien este fenómeno, una contradicción entre sensación y percepción. Ahora bien... explicar una ilusión suele ser algo bastante simple, y la cuestión se agota en un mero divertimento. Si trasladamos estas experiencias de percepción confusa a nuestra percepción de la realidad cotidiana, veremos sin duda que esta suele estar viciada de creencias, especulaciones, de proyecciones, en síntesis... de limitaciones. 

Esto se hace evidente, por ejemplo, en las relaciones humanas. Nuestra percepción de los otros, incide sin duda en nuestras decisiones más que muchos otros factores y tantas otras veces, esto nos lleva inevitablemente al error. ¿De qué depende nuestra habilidad para comprender la realidad más allá de lo que percibimos... simplemente? 
La gente ve lo que quiere ver y no ve lo que no quiere ver... y muchos quisieron ver en el prestigio de Einstein y la palabra 'relatividad' en el nombre de su teoría una validación de las corrientes de pensamiento favorables a la relativización de la realidad. Pero nada podría estar más lejano al modo einsteniana de ver el mundo, me parece. 
Nos apoyamos en la experiencia para forjar nuestras ilusiones, es decir, que realizamos proyectos haciendo referencia a lo que poseemos; en base a esto creamos objetivos originales. 

La ilusión es anticipación de lo que va a aparecer en nuestra vida. Si el cumplimiento de la ilusión está proyectado a largo plazo, anticipamos lo que va a acontecer cuando la realicemos y en el periodo de espera imaginamos las distintas consecuencias que le pueden seguir. Cuando la realización de la ilusión es a corto plazo, aparece la impaciencia que la hace más intensa; si la ilusión fracasa, surge el sentimiento de no saber qué hacer y renunciaremos a ella o elegiremos otro camino para conseguir el fin. 

La ilusión es inminencia; nos ilusiona lo que podemos conseguir, pero esto no evita el que aparezca el temor a la desilusión, a que el resultado no responda a nuestras expectativas. Sin embargo, si lo que conseguimos es justamente lo que habíamos proyectado, lo introducimos a nuestra vida como algo personal e insustituible y nos sirve para ir formando nuestro yo y la trayectoria vital, pero la inconclusión del hombre hace que la vida no sea un elemento estático y necesitamos nuevas ilusiones que complementen a las que tenemos y que contrarresten a las pérdidas o a las desilusiones. 

Por todo ello, la ilusión necesita un periodo de maduración y de planificación de medios, para darle un enfoque hacia el futuro; por eso no debemos confundir el placer instantáneo con la satisfacción de conseguir algo en lo que hemos ido trabajando durante un tiempo. 

Por tener continuidad en el tiempo y ser futuro anticipador, la ilusión no sólo anticipa lo que va a venir, sino que enlaza nuestro presente con nuestro futuro, nos lleva hasta él. Así, debemos afirmar que la ilusión nunca está dada, pues siempre surgen nuevas expectativas, nuevos proyectos y nuevas necesidades; es cierto que el hombre a lo largo de su vida necesita infinidad de cosas y no sólo en algún momento de su vida, sino siempre, de ahí que tengamos miedo a la soledad, a la ignorancia y en definitiva a lo que no conocemos.
Entonces, cuando el hombre se apropia de lo que le hace falta no lo desecha, sino que lo guarda para poder utilizarlo en otra situación, porque la posesión de cosas no anula la incesante necesidad que tiene el hombre. 

Todos sabemos que al igual que nacemos tenemos que morir, no hay otro camino, es una dimensión de la vida humana que aunque queramos no la podemos eliminar, porque de un modo u otro a todos algún día nos llegará el fin. Por eso, la noción negativa de esta palabra no ha desaparecido, porque nos empeñamos en anular ese aspecto de la vida que obligatoriamente tiene que estar presente.
 

La vida está llena de ilusiones y éstas nos mantienen en un constante proceso de construcción del yo. Hay cosas que hacemos todos los días y por eso, porque son habituales, nos da seguridad, aunque somos conscientes de nuestra mortalidad, pero aun así nos hace ilusión porque nos proporciona un proyecto, al menos para el mañana.
 



Soñar Despierto


¿Eres de esas personas que se distraen fácilmente? ¿No puedes evitar ponerte a divagar y a soñar despierto en mitad de una tarea? ¿Te cuesta focalizarte en una sola actividad y cambias de ocupación a cada momento, sin completar lo que habías empezado? Si has respondido afirmativamente, probablemente seas más inteligente que la media.

Un estudio del Instituto Tecnológico de Georgia concluye que soñar despierto es señal de inteligencia y creatividad.

“Las personas con cerebros altamente efectivos, presumiblemente, tienen demasiada capacidad mental como para evitar que sus mentes divaguen”, en palabras de uno co-autor del estudio, el Dr. Enric Schumacher.

Schumacher y su equipo midieron los patrones cerebrales de más de un centenar de personas, mientras cada una de ellas debía concentrarse en un punto concreto durante cinco minutos completos. Gracias a los datos extraídos, el equipo logró identificar qué partes del cerebro trabajan al unísono.

La correlación entre las diferentes regiones del cerebro dio pistas a los investigadores sobre qué áreas del cerebro trabajan juntas en los estados de despertar y relajación. Asombrosamente, los investigadores observaron cómo las mismas zonas cerebrales medidas mientras se divaga eran las que se relacionaban con diferentes habilidades cognitivas.

Una vez que los investigadores interpretaron cómo el cerebro trabaja durante los periodos de divagar, el equipo realizó un test que medía las habilidades intelectuales y creativas de los participantes. 

Estos, además, rellenaron un cuestionario sobre cuánto 'vagueaban' y divagaban durante el día.
Los resultados fueron claros: aquellos que reportaron divagaciones frecuentes durante el día presentaron niveles más altos de creatividad, así como una estructura cognitiva más eficiente que el resto.

“La gente tiende a creer que divagar y vaguear durante el día es una característica negativa. En cambio, nuestros datos son consistentes: esto no siempre es verdad. Estas personas tienen cerebros más eficientes", explica el investigador.

Schumacher identifica una alta capacidad cognitiva con la necesidad de divagar, que se hace más necesaria que si el cerebro realizara continuamente tareas sencillas.

¿Cómo identificar si tu cerebro es altamente eficiente?
Una pista es que puedes focalizarte y desfocalizarte fácilmente en varias tareas y conversaciones a la vez, según lo necesites en cada momento, sin perder el hilo de la tarea que estabas realizando.

"Tenemos un ejemplo en los niños brillantes en clase. Cuando su capacidad sobrepasa lo explicado en clase, aprenden el nuevo concepto en pocos minutos, y después se dedican a soñar despiertos. Mientras, sus compañeros necesitarán más tiempo para adquirir el concepto", explica el Dr. Schumacher.


Los resultados del estudio permitirán abrir la puerta a nuevas investigaciones, para determinar cuándo las distracciones mentales son dañinas y en qué casos resulta todo lo contrario.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Asumir Nuestra Parte



Hay condiciones adversas de las cuales no tenemos forma de escapar. Ejemplo: nacer en una familia pobre, tener un defecto físico, perder los padres muy pronto, haber sufrido algún tipo de violencia en la niñez, etc. Son condiciones pasadas que no podemos alterar para modificar nuestro presente y futuro.

El problema es que con frecuencia permanecemos atados a cosas que no podemos cambiar y olvidamos que podemos hacer algo ahora para mejorar el presente y el futuro. Perdemos el tiempo pensando en cómo sería nuestra vida si hubiésemos tenido condiciones más favorables: Si mi padre fuese rico… Si mi familia hubiese sido amorosa… Si yo fuese guapo… Si yo tuviese la habilidad de hablar bien… Si yo no hubiese sufrido aquella violencia… Si yo tuviese a mi madre presente… Si mi país fuese mejor…

Todos esos pensamientos no son más que disculpas para justificar nuestra actual situación y evitar asumir la responsabilidad de cambiar, de hoy en adelante. Es una pérdida de tiempo total. No se trata de que el pasado no tenga influencia, pues está claro que la tiene, pero se puede hacer mucho hoy, con independencia de lo que ya pasó.

No obstante, esos pensamientos rondan en la cabeza de todo el mundo. Es importante saber identificarlos, a fin de poder tratarlos y de ese modo cambiar el patrón de pensamiento. La *EFT (técnica para auto-limpieza emocional, véase al final del artículo cómo recibir un manual gratuito) puede ayudarnos a limpiar ese patrón de pensamiento y a adquirir uno más positivo.

Dirigir la propia vida significa asumir nuestra parte de responsabilidad por la situación actual en que estamos, y hacer lo que esté a nuestro alcance para mejorar el presente y el futuro. Sin lamentarse por el pasado, sin quejarse de las condiciones adversas, dejando de lado lo que no podemos cambiar. 

Quienes proceden de esa manera ejercen mucho más control e influencia sobre su propio destino. Adviértase que asumir la responsabilidad es muy diferente de estar sintiéndose culpable.  

Superar Discrepancias


En el comportamiento organizacional las diferencias de opinión se contemplan como conflictos interpersonales.

La mayoría de los empresarios consideran que el conflicto es algo que debemos evitar en nuestras organizaciones. Sin embargo, si partimos de la base de que el conflicto generalmente refleja las diferentes percepciones y visiones entre los miembros de un equipo de líderes, podríamos incluso aceptar que el conflicto, bien manejado, es más bien un reflejo de la salud de una empresa.

Yendo más allá, mucho nos debería preocupar que en una organización parezca que nunca hay diferencias entre sus líderes. Si entre ellos nunca hay discrepancias, casi siempre esto será una indicación de posibles problemas, tanto de liderazgo como de cultura empresarial.

Desde luego que aquí no me refiero a conflictos profundos en los que el resentimiento, la envidia y el choque de intereses personales son la base de las diferencias. Este tipo de conflictos gira en torno a las personas, su afán de poder y sus personalidades.

Preferimos hoy hablar del conflicto beneficioso y fecundo, con su consecuente disposición a discrepar, incluso animada y calurosamente, cuando es pertinente, acerca de temas estratégicos y de decisiones o elecciones que tienen que tomarse.

Aclaro que no puede tratarse el tema de las discrepancias sin mencionar primero que en el equipo directivo tiene que privar la confianza. Si no hay confianza para abrirse, para equivocarse, para disentir, la gestión de las discrepancias y del conflicto se torna en un asunto de apariencias y de poses. Se convierte también en un asunto de grilla y de política interna.

Cuando los miembros del equipo confían entre ellos, y saben que entre todos existe la madurez para admitir que las ideas de otros pueden ser o son mejores que las propias, el equipo en sí puede construir sobre las ideas de los demás. Todos pondrán especial empeño en escucharse y nadie se encerrará en defender su punto y en enfrascarse en discusiones estériles donde el propósito es ver quién gana.

Desde el momento en que la confianza es la base de la relación dentro del equipo, las discrepancias se convierten en el vehículo para un encuentro de soluciones óptimas. Es entonces cuando el discrepar no sólo es aceptable, sino incluso deseable.

Todo esto no quiere decir que el conflicto fecundo no sea en cierto modo incómodo. Siempre sentiremos un cierto grado de inconformidad aun cuando nos encontremos dentro de un equipo maduro y cohesionado por la confianza. Pero un leve o moderado nivel de incomodidad se transforma en una tensión fructífera que induce a llevar a cabo diálogos y debates productivos.

Es vital para la eficiencia de un equipo de líderes superar la tendencia natural a evitar el conflicto, a evadir las discrepancias. Cualquier proyecto o decisión relevante, en cualquier campo del quehacer organizacional trae consigo un cierto grado de resistencia, de diferencias, de oposición, que siempre traerá consigo la posibilidad de encontrar otros matices, de descubrir otros riesgos y costos, de enriquecer la toma de decisiones.

Cuando evadimos la discrepancia por falta de confianza, por confundir el importante papel que el conflicto trae de bueno a la organización, por temor o inseguridad, perdemos la ganancia de la mayor riqueza de las decisiones, de facilitar el compromiso colectivo, de construir una organización más saludable que con vida propia sea capaz de enfrentar cualquier nivel de retos.

A veces parece que muchos empresarios, en su afán de que sus planteamientos y proyectos sean aceptados, se vuelven intolerantes al conflicto y matan la discrepancia, y con ello matan el posible enriquecimiento de la calidad de decisiones.

Otros líderes, por su estilo autoritario y dominante, no son capaces de construir equipos de líderes pensantes que a través de la sinergia multipliquen la capacidad de crear valor con sus propias decisiones o aportaciones.


Claro que las discrepancias son conflicto, generan incomodidad; necesitamos canalizarlas, necesitamos convertirlas en fuente de integración, de innovación, de riqueza pensante; necesitamos saber dialogar con calidad. Si aprendemos a manejar las discrepancias productivamente, ¡bendito conflicto!

Seguridad En Lo Que Haces


La seguridad o la confianza en ti mismo implica sentirte seguro de ti mismo y de tu talento, no de una forma arrogante, sino de una forma realista. Esta seguridad no significa sentirse superior a los demás. Se trata de saber, internamente y con serenidad, que eres una persona capaz.

La gente con confianza en sí misma:
se siente más segura que insegura
sabe que se puede fiar de sus talentos y habilidades para hacer frente a todo lo que pueda pasar
se siente preparada para los desafíos de todos los das, como un examen, una presentación o una competición piensa "yo puedo" en vez de "no puedo".

Por qué es tan importante la seguridad en uno mismo
La confianza en nosotros mismos nos ayuda a sentirnos preparados para hacer frente a las experiencias de la vida. Cuando estamos seguros de nosotros mismos, tendemos a acercarnos a la gente y a las oportunidades, no a alejarnos de ellas. Y, si las cosas no funcionan al principio, la seguridad en nosotros mismos nos ayuda a probarlo de nuevo.

Cuando una persona carece de seguridad en sí misma, ocurre justamente lo contrario. Es mucho menos probable que pruebe cosas nuevas y que trate de comunicarse con un desconocido. Si fracasa en algo la primera vez, es muy poco probable que lo vuelva a intentar. Una falta de seguridad o de confianza en uno mismo puede impedir que una persona alcance su pleno potencial.

Cree en ti mismo
¿Te ha dicho alguien que eres listo? ¿Divertido? ¿Amable? ¿Un artista? ¿Un buen estudiante? ¿Un buen escritor? ¿Todo un atleta?

Cuando la gente nos elogia o reconoce nuestro talento, incrementa nuestra seguridad en nosotros mismos, siempre y cuando creamos sus palabras. Si dudaras o pusieras en duda las cosas buenas que la gente dice sobre ti, eso sería lo contrario de la seguridad en uno mismo.

Para sentirte realmente seguro de ti mismo, necesitas creer de verdad que eres capaz. La mejor forma de desarrollar esta creencia consiste en utilizar tus talentos y habilidades mediante el aprendizaje y la práctica.


La confianza en nosotros mismos nos ayuda a avanzar hacia el descubrimiento y el desarrollo de nuestras capacidades. Cuando vemos de qué somos capaces y nos enorgullecemos de nuestros logros, nuestra confianza se hace más fuerte.

Intenciones


Te debe haber pasado que cuando piensas en algo comienzas a ver ese algo en todos lados. Quizás pensabas comprarte un teléfono, un coche o unas zapatillas, te gusta un modelo y piensas positivamente en él. Sales a la calle y lo ves en todos los sitios a los que vas. Cosa que hasta ese momento no te sucedía. Aunque para muchos puede ser una simple coincidencia, se trata de tus propias intenciones y tus anhelos más profundos.

Las intenciones son el punto inicial y más importante de los sueños. Es lo que te da el poder creativo para cubrir tus necesidades, te ayuda a encontrar nuevas alternativas para conseguir el dinero para vivir como deseas, mejorar tus relaciones, amar y encontrar la fe que necesitas en tu vida.

Desde la acción más pequeña hasta la más relevante de tu vida va a depender de las intenciones. Las intenciones nacen cuando tu mente que se conecta con tu entorno. Cuando logras estar en sintonía con el universo y con tu entorno, todo aquello que deseas o piensas fuertemente sucede. O de alguna, manera obtienes una respuesta sobre ese tema. Lo importante es que te des cuenta, que sepas leerla y entenderla en el momento en el que se presenta.

¿Cómo aprovechar las intenciones?

 Debes estar abierto a esta experiencia. Es muy beneficioso para ti. Verás cuánto poder tienen tus intenciones y entenderás las razones del pensamiento positivo, solo recuerda no depender de él. Puedes aprovechar la fuerza de tu mente y alcanzar tus metas. Te aconsejo que pienses en estos pasos para focalizar positivamente tus intenciones:

Piensa detalladamente en aquello que deseas.
Enfócate claramente en lo buscas y visualiza tu futuro tan real como puedas. No tiene por qué ser algo material, puede ser simplemente un cambio de rutina. “Quiero que desayunemos todos juntos” o “quiero pasar los fines de semana descansando”, cualquier cosa que tú quieras, pero que sea algo que te haga sentir bien y a gusto.

Sé tan claro como te sea posible
Trabaja en base a una idea concreta, breve y precisa. Puedes escribirla para recordarla y tenerla cerca para leerla con frecuencia. También puede ser una fotografía. Debes pensar en cosas posibles, ya que puedes lograr lo que deseas, pero no hacer milagros. No vas a ser más alto o más bajo pero si puedes tener un mejor estilo de vida que te ayude a adelgazar.

Piensa de forma positiva
Lo que desees trata de pedirlo positivamente. Con respecto a los ejemplos anteriores pídelos de esa manera. La forma incorrecta es “no quiero que desayunemos más separados” o “no quiero trabajar el fin de semana”. Trata de pedirlo positivamente y siempre usa el presente. Piensa que eso ya te está sucediendo. Es ahora cuando quieres ver el resultado, no el año que viene.

Piensa en lo que ya te está sucediendo y disfrútalo
Agradece al universo que te lo está enviando. Debes verte haciendo lo solicitado o usando lo que pediste. Tienes que materializarlo en tu mente. Y siempre agradece, piensa en eso y agradécelo.
Tienes que ser agradecido y reconocer cuando se cumplen tus deseos. Agradecer y valorar la fuerza de tus intenciones. Úsalas positivamente y lograrás muchas cosas buenas. Recuerda que la mejor forma de demostrar tu agradecimiento es ayudando a alguien más de forma desinteresada pero racional.

Rodéate de personas positivas y que realmente se alegran por lo bueno que les pasa a los demás. Así cada uno podrá compartir sus intenciones y pensar en ellas. El poder se multiplicará y lograrán resultados muy buenos. Además es muy sano tener un grupo que comparta y entienda el camino que tú estás transitando.

Trata de sólo imaginarte el final de la película. No trates de ver cómo te va a llegar. Si hay alguna señal que debas percibir. Recuerda que también debes crear un plan para acercarte de forma realista a aquello que buscas.


En tu lista puedes escribir más de una intención. Puedes hacer un dibujo o poner una foto. Visualízalo todas las mañanas y siente la felicidad de obtener el resultado. Luego trabaja en ello de forma activa. La vida va a devolverte tanta gratitud.

Ser Solidarios


El lenguaje afectivo de la solidaridad

Mientras que la solidaridad promueve sentimientos de empatía y nos hace acercarnos al otro sin ánimos de juzgarle ni de disminuirle por encontrarse en situación de vulnerabilidad: se busca ayudar, sanar y hacer crecer gracias a una auténtica voluntad de escucha. Ser solidarios propicia el diálogo, el reconocimiento cercano y la confianza porque el otro es un igual que debe ser escuchado, atendido y promovido.

La solidaridad implica que nos ponemos en lugar del otro y que no tenemos miedo de él ni miedo a que sus circunstancias dolorosas nos salpiquen, más bien, nos fortalecemos junto con él en humanidad sembrando esperanza social porque en conjunto construimos una polis sana eliminando aquello que nos desiguala o que se empeña en distanciarnos como seres humanos.

¿Quién es el otro con el cual ser solidarios?

El otro es la humanidad entera que se presenta en todos los que nos rodean. Es nuestro familiar necesitado, nuestro vecino, nuestro colega, nuestro alumno, el anciano del Metro: son todas aquellas personas sobre las cuales nuestra actitud solidaria y generosa puede repercutir inmediatamente en una mejoría sustancial de su calidad de vida. No podemos cambiar el mundo entero pero sí el entero mundo de aquellos que requieren una mano solidaria y que están a nuestro alcance. Me parece que sólo de esta forma es posible cambiar el mundo entero.


De lo que se trata es que nuestras acciones diarias no sean sólo de crecimiento personal sino, más bien, de crecimiento social junto al otro y gracias al otro; de contribución directa a mejorar las condiciones de vida de todo aquél que nos rodea y que no sean “gritos del silencio” el reclamo justo de aquél que padece situaciones que merman sus derechos humanos a vivir una vida plena. 

Es sumar humanidad para la democracia, generar esperanza y no restar y menos dividir ni distanciar.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Condescendencia


Condescendencia es la acción y efecto de condescender (acomodarse al gusto o la voluntad de alguien por bondad o indolencia). Por ejemplo: “No me trates con condescendencia: quiero que me digas la verdad”, “El abuelo miró al niño con condescendencia y se fue”, “La condescendencia, en este caso, es necesaria”.   
    
Se trata de un concepto cuyos límites son difusos y su definición, poco precisa. Ser condescendiente no es lo mismo que permitir cualquier cosa, como ser una situación o una acción que cause daño o vulnere los derechos de otro. Tener la capacidad de adaptarse a la voluntad de otra persona y mostrar flexibilidad no debe convertirse en conformismo o falta de responsabilidad.

La condescendencia, por lo tanto, no debe avalar la ineficiencia o la incapacidad. Es importante que cada individuo exija aquello que le corresponde y que reclame o se manifieste cuando no se cumpla con eso.

Es posible entender la condescendencia como el acto de descender a un estado menor, renunciando a privilegios de rango o jerarquía. En este caso, la condescendencia implica otorgar honores a alguien de una posición o categoría inferior.

A pesar de que el diccionario de la RAE no incluya una acepción negativa de la palabra condescendencia, en el habla cotidiana suele utilizarse para describir una situación en la cual una persona desprecia a otra a nivel intelectual. Uno de los ejemplos más comunes se puede advertir durante la explicación de un concepto haciendo uso de términos excesivamente simples de entender, o bien resaltando cuestiones básicas que sin lugar a dudas el interlocutor conoce de antemano.

Del mismo modo, es muy común que se trate a los niños y a los animales con condescendencia, dado que son dos objetivos comunes de la subestimación por diversas razones relacionadas con la cultura. 

Frases como “cuando seas grande lo entenderás” o ciertas entonaciones utilizadas al hablar, que tienden a exagerar cada sílaba y a expresarse en forma lenta y con multitud de interjecciones y onomatopeyas, son claros ejemplos de un modo condescendiente de tratar a otro ser vivo.

En este sentido, no cabe duda de la relación entre este concepto y la soberbia, el hecho de creerse más inteligente e importante que los demás. Como es de imaginarse, este trato no resulta agradable para nadie que sea consciente de estar recibiéndolo, ya que denota un desprecio, una falta de confianza en las capacidades ajenas. Sin embargo, este fenómeno tiene lugar en muchos ámbitos de la vida en sociedad, y no siempre es tan evidente


La condescendencia, en definitiva, suele entenderse como un acto piadoso o una aceptación que se realiza para no herir a alguien o para darle un gusto. Aceptar compartir un plato que no nos gusta con alguien porque esta persona se tomó el trabajo de prepararlo y no queremos lastimarla es un acto de condescendencia.

La Manipulación Del Yo

La Individualidad Sagrada está mucho más allá de cualquier forma de Yo, es lo que es, lo que siempre ha sido y lo que siempre será.
La legítima Individualidad es el Ser, y la razón de ser del Ser, es el mismo Ser.

No debemos confundir el Yo con el Ser. Distíngase entre el Ser y el Yo. La Manipulación del  Yo
Necesitamos “desegoistizarnos” para “individualizarnos”, mas quien cree que posee la Individualidad, es imposible que pueda desegoistizarse.

 La Individualidad es sagrada en un ciento por ciento; raros son los que la tienen, mas todos piensan que la tienen.

¿Cómo podríamos eliminar Yoes, si creemos que tenemos un Yo único? Empero debemos ser muy claros en esta enseñanza porque existe el peligro psicológico de confundir a la Individualidad auténtica con el concepto de alguna especie de Yo Superior o algo por el estilo.

Quienes confunden al Yo con el Ser, ciertamente nunca se han Auto-Observado seriamente. El Ser y el Ego son incompatibles.

El Ser y el Ego son como el agua y el aceite, nunca se pueden mezclar.

Sentirse a sí mismos por medio de las cosas exteriores, fundamentarse en ellas, equivale a estar en estado de absoluta inconsciencia. El sentimiento de la SEIDAD (el SER REAL), sólo es posible disolviendo a todos esos Yoes que en nuestro interior llevamos; antes, tal sentimiento resulta algo más que imposible. ¿Cómo podría existir en nosotros el Real Sentimiento de nuestro verdadero Ser, 
cuando esos Yoes están sintiendo por nosotros, pensando por nosotros? 

Lo más grave de toda esta tragedia es que uno piensa que está pensando, siente que está sintiendo, cuando en realidad es otro el que en un momento dado piensa con nuestro martirizado cerebro y siente con nuestro adolorido corazón.

La Sociedad De Consumo


En la mayoría de las sociedades de la actualidad, gracias a la globalización y el avance tecnológico, las personas pueden acceder más fácilmente a los productos, no solo por la interconectividad entre países, sino porque cada vez es necesario menos proporción de renta para alcanzar un consumo, por lo general, innecesario.

La producción en masa y las facilidades de financiamiento han hecho que las personas puedan acceder a productos y servicios a los que antes no tenían acceso y por lo tanto eran considerados productos exclusivos de las grandes élites o personas adineradas; esta mayor accesibilidad y el fuerte interés de las personas por parecerse cada vez más a ese imaginario de persona perfecta, ha generado sentimientos de envidia y deseo ajeno que impulsan a las personas a comprar desmedidamente con la finalidad de mantenerse a la vanguardia y alcanzar un estatus “superficial” que enmascara su verdadera posición en la sociedad a la que pertenece.

El capitalismo y las dinámicas  de evolución de la actualidad han creado una sociedad de esclavos por las compras y el consumo desmedido, personas que pierden su identidad en pro de obedecer al mundo y al sistema, individuos con vidas ajenas, desordenadas y desposeídas de su ser, sobre -endeudadas y sobrevivientes del presente.


La Persona Narcisista


En ocasiones, las personalidades narcisistas suelen atraernos en un principio. Puede que hasta te deslumbren. Pero es un brillo fugaz que acaba haciéndote daño.

Son personas que a primera vista parecen muy seguras de sí mismas, saben ensalzar sus propias virtudes y el mundo, simplemente, parece girar a su alrededor como un satélite alrededor de un planeta.

No debes dejarte engañar por su aparente atractivo… porque en su centro, habitualmente solo hay vacíos e inseguridad. Todo revestido de unas ansias muy afinadas por maquillar defectos de personalidad muy evidentes.

El narcicismo es uno más de esos perfiles tóxicos que todos nos hemos encontrado alguna vez. Es necesario saber defenderse, saber tratarlos para mejorar en lo que podamos su forma de ser y poder convivir con ellos. Siempre que te sea posible, evidentemente, siempre que no veas vulnerados tus valores y tu propia integridad.

Hay unos rasgos marcados que pueden ayudar a identificar a un narcisista. Son los siguientes:
Suelen ser hipersensibles. Sus cambios de humor son casi constantes y varían en función de si son reconocidos o no en sus círculos personales y sociales. Si los demás no ven su valía, sus aciertos y su superioridad, se sienten maltratados y muy dañados. Son hábiles manipuladores.

Buscan siempre sentirse importantes. Les trae sin cuidado el contexto o la situación.
Hemos de ir con cuidado en ocasiones, si les criticamos o les llamamos la atención, su primera reacción será ponerse a la defensiva. Pueden increparnos incluso señalándonos que lo que sentimos en realidad por ellos, es envidia.

Aparentan siempre preocuparse por los demás y expresan su deseo por apoyarnos. Pero ese apoyo esconde siempre un doble filo. Explotarnos. Siempre esperarán algo a cambio.

Su interés no es sincero, puesto que su prioridad es siempre su propia persona a pesar de que a primera vista nos despiste su cercanía y calidez.

Suelen ser adictos a criticar a segundas y terceras personas. Sus palabras siempre son hirientes cuando la persona en cuestión no está delante. Criticar los reafirma a ellos, les hace sentirse importantes, de ahí que casi siempre estén comparándose con los demás.

Son hábiles “traficantes de culpa”. Saben manipular en sus conversaciones para que los demás se sientan mal, para llamarnos la atención y atacar nuestros sentimientos.

Suelen tener bastantes amistades. Pero son amistades vacías sin apenas cercanía o autenticidad.
Debemos tenerlo claro. Tras su solvente apariencia y sus locuaces palabras, hay solo una persona que en realidad, se percibe a sí misma como incapaz. Suele envidiar muchos aspectos que otros tienen, su autoestima es muy frágil y se defienden siempre con una especie de coraza que lejos de protegerle, lo que hace es alejar a los demás.

Hay personalidades narcisistas más dañinas que otros. Si adviertes que en el fondo de dicha persona sobresale más su debilidad de carácter que el continuo ataque del narcisista clásico, vale la pena hacerle entender las siguientes dimensiones:
Con su comportamiento aleja a las personas y lo único que conseguirá es sentirse más vulnerable y más solo.
Debemos también hacerle ver en primera persona sus propios comportamientos. Dale un ejemplo de cómo habla anteponiendo siempre el pronombre “yo”, de cómo no tiene en cuenta a los demás. Pregúntale cómo se sentiría él si fuera tratado así.

Explícale cuáles pueden ser las consecuencias de seguir en esa misma línea: que los demás dejen de tenerlo en cuenta, que lo vean como un personaje ridículo que solo busca aparentar y que al final, se convierta en su propia marioneta. Alguien roto y solo.

Hazle entender que la autoestima se construye desde dentro, con uno mismo. No tenemos por qué necesitar reconocimiento externo para querernos a nosotros mismos. No es de fuera-adentro, sino de dentro-fuera.

Si es necesario, defiéndete

Ahora bien, si la persona narcisista está dentro de tu círculo social o laboral, y no ves forma de poder ayudarla o hacerle ver su “toxicidad comportamental”, debes poner pautas en ti mismo para defenderte. Pon límites desde el principio.

martes, 20 de noviembre de 2018

La Intención Precede A La Acción


La vida está llena de pensamientos, sentimientos, personas negativas… Pero, aunque a veces nos veamos y nos sintamos tentados a dejarnos llevar por esa negatividad, debemos potenciar todo aquello positivo que nos haga sentir bien con nosotros mismos.

Hay muchas cosas que podemos hacer y que nos hacen sentir bien con nosotros mismos. Una sensación que no se puede comparar con nada. Un sentimiento de gratificación que nos produce una gran felicidad.

“Creo que he aprendido que la mejor manera de levantarse uno mismo es ayudar a otra persona”
-Booker T. Washington-

Uno de los pensamientos y acciones en las que más pecamos, es la de dar siempre algo esperando recibir una recompensa por ello. A esto no se le puede denominar dar y ayudar, no recibiremos la misma gratificación que si lo hiciésemos sin esperar nada a cambio, pues en el caso de esperarlo es un intercambio.

¿Alguna vez has dado o ayudado de verdad sin esperar nada?, ¿verdad que has sentido una sensación de bienestar inexplicable? Potenciar estas pequeñas cosas que en ocasiones creemos insignificantes, nos permitirá ser mucho más felices.

Una sonrisa a la cajera del supermercado, ayudar con las bolsas a alguien que va muy cargado, devolver una cartera que se le ha caído al transeúnte que va delante de nosotros… Todo esto, todas las pequeñas acciones que realizamos de forma voluntaria, nos provocan una sensación de placer y bienestar inexplicables.

Hay un dicho que circula y que dice que “quién da más, recibe más“, pero eso sí siempre sin querer recibir recompensa alguna por ello o reciprocidad en sus actos. Una forma desinteresada de ayudar a alguien, una forma de sentirnos bien con nosotros mismos y de hacer sentirse bien a los demás.

Atrévete a caminar aunque sea descalzo, a sonreír aunque no tengas motivos, a ayudar a otros sin recibir aplausos.

En muchas ocasiones te habrá ocurrido que has ayudado a alguien que ha rechazado tu ayuda o que has ayudado, y al final esa ayuda no se ha visto plasmada. Debemos fijarnos bien y observar quién de verdad necesita nuestra ayuda y quien puede “arreglárselas solo”, pues en ocasiones las personas tienen que pasar por ciertas dificultades para hacerse más fuertes y aprender.

También, existen las personas que por orgullo o arrogancia no desean tu ayuda porque se sienten insultadas. Creen que las ves como personas débiles y eso les incomoda. Ante esto, no te esfuerces. Las personas que de buenas a primeras rechazan tu ayuda no merecen que sigas insistiendo, más que nada porque lo harás peor.

Ayuda y da, deliberadamente, a aquellas personas que de verdad lo necesiten. Personas que pueden ser cercanas o totalmente desconocidos.

Dar y ayudar también puede ser una muy buena forma de hacer buenas amistades, de interactuar con los demás y descubrir personas muy especiales y bellas.

Nunca olvides que recibes lo que un día sembraste
Aunque no recibas nada, el placer que sientes al dar y ayudar de forma desinteresada no te lo podrá dar nada más. Además, piensa que las cosas buenas que das, las cosas buenas que tú haces, eso es lo que recibirás el día de mañana.

Todo lo que hagamos influirá en nuestro futuro. ¡Cómo quejarnos de lo mal que nos va si en un pasado actuamos con maldad! La bondad, el bien por hacer el bien, es lo que realmente luego da sus frutos. Da sonrisas y recibirás sonrisas, reparte bondad y recibirás bondad.

El mundo es un lugar que aún tiene muchas cosas que descubrirte. Cosas que son positivas. 

Pero debemos empezar a apreciar esos pequeños actos que, en ocasiones, no le damos la importancia que debiéramos.


Lo que daremos, lo recibiremos, de alguna u otra forma. Empieza desde hoy mismo a practicar aún más si cabe el placer de dar y ayudar. 

Todo Cambia Todo Pasa


Al principio somos como niños ansiosos. Queremos que todo llegue lo antes posible, soñamos con devorar experiencias, con exprimir la vida. Más tarde llegan los triunfos, las desilusiones, las piedras en el camino… No obstante, de eso trata la vida, de avanzar, de asumir cambios y ser humildes en todo ese maravilloso trayecto vital.

¿Quién no ha querido alguna vez que algo llegue lo más pronto posible? ¿Y quién no ha deseado en alguna ocasión que un momento fuera eterno, que el tiempo se detuviera ahí mismo como esas rocas que se alzan firmes en medio del océano?

No importa, porque los buenos momentos siempre se quedarán impresos en nuestra memoria. El hombre, por así decirlo, está hecho de recuerdos y nos pasamos gran parte del día evocando buenos y malos instantes.

Admitir que nuestra vida discurre un poco más cada día y que avanza con un tic-tac que nadie puede detener, es sin duda algo que nos asusta y que nos obliga a reflexionar. No obstante, no hay que tener miedo a ese camino, a ese avanzar.

Todos somos breves inquilinos es este mundo imperfecto lleno de cosas maravillosas. No hay que tenerle miedo a los años, sino a la vida no vivida, a los años vacíos huecos de emociones, de triunfos y por qué no, también de fracasos nunca experimentados. Esos de los que tanto aprendemos.

Reflexionemos hoy brevemente sobre este avanzar de nuestra existencia, hablemos de esos aspectos permanentes que debemos cuidar cada día para llevar una vida más plena.

En la vida todo cambia, excepto las esencias
En efecto, podríamos decir que en esta vida todo llega, todo pasa y todo cambia. No obstante, hay algunos elementos que deben ser puntos fijos en nuestro microuniverso particular:
Tu autoestima, tu necesidad por aprender e ilusionarte
El amor, el respeto, la dignidad y nuestra necesidad por cultivar el crecimiento personal, deben ser pilares esenciales en tu día a día. Veletas que guiar con fuerza y entereza tu camino, sea cual sea.
Hay veces en que en esta extensa aventura vital, declinamos muchos de estos aspectos en favor de otras personas. Hay quien prioriza en algún momento de su vida a sus parejas hasta tal punto, que se olvida de uno mismo.

Y si bien todo es justificable si los sentimientos son intensos, hay que saber mantener el equilibrio. Ofrecernos a los demás hasta el punto de olvidar nuestras necesidades, nos hará caer tarde o temprano en la frustración, y por tanto dejaremos de avanzar.

Cuando pierdes tu capacidad por ilusionarte, cuando tus días están aferrados a la preocupación o la insatisfacción, tu vida ha dejado de avanzar. El peso que acumulas te arraiga ya al sufrimiento. Respira, relativiza todo lo que te aferra y rompe las cadenas que creas necesarias…

Puede que pienses también que otro aspecto que no debe cambiar a lo largo de nuestra vida, son sin duda los valores. Bien, sin lugar a dudas existirán esos esquemas básicos que nunca romperemos, como es el respeto a uno mismo y a los demás, la honestidad, la valentía

Ahora bien, dentro de este avanzar vital, todos podemos llegar a hacer pequeños cambios en nuestra personalidad e incluso en nuestra escala de valores de acuerdo a las experiencias vividas. Y todo será sin duda para bien porque forma parte del proceso de aprendizaje y de crecimiento.

No le tengas miedo a los cambios, son anclas que rompemos para avanzar con un poco más de sabiduría de acuerdo a los actos vividos.

Tú eres la prioridad, el protagonista de tu vida y eres importante dentro de tu mundo. No te aferres a los miedos o a la indecisión porque a largo plazo, llegará la frustración, el lamento por una vida no vivida.

Nunca dejes de cuidar a eseniño interior. Debes ilusionarte por ti y por la vida, ser espontáneo dentro de toda la sabiduría que has adquirido. Disfruta de las cosas sencillas, ama, experimenta, atrévete.

No te ancles a los errores del pasado ni te alimentes de nostalgias, la vida no espera a quien se detiene en sus propias oscuridades. La vida busca luz y su propia libertad, permítete crecer con ella, con optimismo, con ilusión y sencillez.

                                   

El Autor Y Su Trama


La escritura comporta por sí corresponsabilidad palmaria entre texto y autor. Esta obviedad nos ayuda a entender las relaciones legítimas a las que ambos se ven abocados hasta culminar en lo que denominamos obra literaria. Coexisten –texto y autor- en la discusión que mantienen más allá del presunto final, y que el lector arbitra en cada nueva lectura, una vez más, para interrogarse sobre sí y la realidad que vive, siente o sueña.

Es una pugna salvaje por el carácter atávico que posee. En toda expresión artística pervive la pulsión nueva y el latido antiguo. Es cauce para esa mirada original e inédita que contiene tantas otras que fueron y alumbraron el mundo con su despertar.

En la obra Sin trama y sin final. 99 consejos para escritores, el profesor Piero Brunello, de la Universidad de Venecia, rastrea y profundiza en la correspondencia epistolar que mantuvo Antón Pávlovich Chéjov a lo largo de su vida con amigos, escritores, editores y deseosos de ser escritores. De ella selecciona fragmentos relacionados con el proceso creativo, su sentido y trascendencia, pero también la creación de los personajes, descripción de paisajes terrestres y emocionales.


Así, nos dice el autor ruso en una carta dirigida a María Kiseliova el 14 de enero de 1887, “Para un químico no hay nada sucio en la tierra. El escritor debe ser igual de objetivo. Tiene que liberarse del subjetivismo de la vida y saber que en un paisaje un montón de estiércol a veces representa una parte digna de todo respeto y que las malas pasiones son inherentes a la vida, lo mismo que las buenas”. 

Otros dos aspectos que enfatiza son la claridad y brevedad con los que el registro literario, vivo retrato sin añadiduras desmerecedoras, se consuma y enaltece de sencillez.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Creer Es Crear


Creer es crear, entonces, ¿tú podrías crear tus sentimientos/emociones, podrías no sentir, pero creer que sientes? Es una pregunta que surge en mi mente, al ver a todos esos muchachos, parejas, que creen quererse, creen sentir, pero desde fuera, se ve lo contrario, que solo están juntos, porque creen sentir algo por el otro, cuando ese algo puede ser solo atracción física, y a partir de eso, creen que siente algo más allá. ¿Pero cómo sabes si es o no es así?

Es difícil, sobre todo si eres uno de los implicados, y más aún si ya estás metido hasta el cuello en esa creencia, pero yo creo que los que pasan por esto es que aún no han aprendido a sentir con el corazón, el amor, el sentimiento de unión, de compenetración, de entendimiento, de aceptación, aún no han sentido realmente, y es por sus creencias, aquí no falla el corazón de la persona afectada, sino que falla la mente, la conexión mente-corazón es inexistente o está muy mermada.

Por esto pido reflexión, sobre la conexión que hay entre mente y corazón, y cuando logramos esto, podemos añadir la sabiduría que da el amor, el conocimiento universal, la energía universal, que es el amor, y cambiando un poco una frase del Tao, el amor nombrado, no es propiamente el amor, ya que, el amor no tiene nombre. 

El amor se siente, y como podemos sentir la energía universal, si no tenemos conectado mente y corazón. Para hacerlo solo necesitáis una cosa, y es usar el poder de visualización, y unir con un cordón dorado la mente y el corazón, y visualizarlo siempre que se acuerden, tenerlo presente siempre, intentar sentir, no pensar, y con paciencia se consigue.


Superarse A Sí Mismo


Vivimos en una sociedad muy competitiva y muy comparativa. Nos pasamos el día comparándonos con los demás, deseando lo que otros tienen, intentando ser mejores, compitiendo por los mejores puestos, intentando subir más arriba, ganar puestos, etc.

Sin embargo la clave del éxito no radica en superar o vencer a los demás, 
sino en superarse a uno mismo. La mayor batalla se libra en el interior de cada uno, y es, únicamente  cuando somos capaces de conocernos, amarnos y aceptarnos tal y como somos, que podemos superar nuestros propios obstáculos.

Los muros más altos los construimos nosotros mismos en nuestra mente, y la buena noticia es que también está en nosotros el poder para derribarlos y superarnos. 

Cuando aceptamos nuestra propia responsabilidad y dejamos de culpar a los demás por nuestra situación, es cuando damos con la clave del éxito.


“La batalla más grande se combate en nuestro interior, y es ahí donde se consiguen las mayores victorias”

Aspirar A Lo Mejor


Una buena base para triunfar en la vida es aspirar a lo mejor en todo, porque existe suficiente abundancia para que cada persona obtenga aquellas cosas que le satisfacen.

Muchas personas viven limitadas porque aspiran a muy poco:

La expectativa que una persona va construyendo a lo largo de su vida luego se vuelve una profecía hecha realidad, quienes aspiran a muy poco, al final obtendrán poco, porque así trabajaron en su programación mental.

Existen algunas frases e ideas generalizadas que muestran los pensamientos de escasez, por ejemplo los siguientes:
“del lobo un pelo”
“Hay que ser agradecido, otros están mucho peor”
“al morir nadie se lleva nada”
“es pecado aspirar a tanto cuando hay mucha pobreza”
Etc.

Todas estas ideas negativas son paradigmas que alejan la prosperidad y que no tienen ninguna validez, porque la gente usa esos argumentos basados únicamente en aquello que observan, cuando lo material tiene un origen en el Poder Mental y por ello ninguna persona debe experimentar sentimientos de culpa por aspirar a lo mejor, el sentimiento debe ser todo lo contrario.

¿Por qué aspirar a lo mejor?
Los recursos son ilimitados:
Esto contradice la lógica conocida, se observa que el petróleo va disminuyendo, al igual que los árboles, algunos animales, etc. Sin embargo eso es el resultado de ciertas expectativas y el uso del criterio racional. Una persona consciente de la naturaleza infinita de su mente, sabe que al hacer un gran trabajo sobre sí mismo, después de un gran trabajo, modificará el entorno. Cuando se observa el enorme crecimiento de países como China, se entiende que el deseo de productividad hace que las mentes creativas encuentren soluciones geniales a los problemas.

El buen ejemplo sirve de inspiración a muchas personas:
Cada vez que una persona es capaz de Alcanzar El Éxito, más gente se da cuenta que también poseen el suficiente potencial para cumplir sus sueños. En la historia de los juegos olímpicos se ha observado un predominio de medallas de ciertos países. ¿Por qué? Porque existe una tendencia basado en personas ejemplares que inspiran a otros a hacer lo mismo u obtener mayores logros.

La persona que obtiene metas grandes crea muchas oportunidades para los demás:
Las ciudades y países con mejor calidad de vida es donde se concentra la mayor cantidad de personas con grandes logros, por ejemplo en el campo empresarial, hay muchos millonarios y una sola persona que aspire a lo mejor y cambie sus creencias, dará enormes oportunidades a una enorme cantidad de gente.

Es una forma eficiente de vencer el paradigma de escasez:

Si miras a tu compañero más descuidado y desordenado de la clase obtener increíbles éxitos, te darás cuenta que tú también puedes cumplir tus sueños si aplicas las estrategias correctas. Luego puede hacerse un efecto dominó donde muchas personas estén gozando de una gran calidad de vida.

Si estás en este mundo debes aprovechar lo mejor que puedas el viaje, aunque vivieras 100 años, sentirás que el tiempo de estadía es corto, por ello usa muy bien tu tiempo para construir tus sueños.

Imponderables


Las evoluciones del destino, los posibles ISLOTES humanos con cierta autonomía, conforman un conjunto caótico, quizá ordenado por reglas desconocidas, pero caos al fin. No somos capaces de medir, ni con mediana exactitud, la inmensidad de los factores influyentes en el devenir vital. Unos por estar relacionados con esa Física profunda de los mundos, pero los condicionantes biológicos no le van a la zaga, por su dinamismo complejo. De tal guisa, pescamos en la vorágine apenas intuida, con las consiguientes inseguridades.

Solemos pasar por alto algunos desatinos importantes, con frecuencia son apreciados por cualquiera, pero con la dificultad de su deslinde adecuado.

Parece fuera de duda la exagerada presencia de la INSENSATEZ, aunque se den pocos acuerdos para delatarla nominalmente. Desde la imbecilidad por falta de intelecto, por la indolencia de mucha gente desinteresada del asunto, por el orgullo irracional de quienes medran a pleno rendimiento, desde las perversas mentalidades que todo lo malician; son cuatro frentes apuntando a las mayores insensateces. Con ese número de impulsos, entenderemos mejor la abundancia de actitudes insensatas en la vida diaria y sobre todo en las movidas sociales.

El mundo es injusto por su propia constitución. Para cada propiedad, las posibilidades de utilizarla son discordantes, ningún paralelismo es concluyente. 

La inmediatez de la justicia rápida, deja abarrotado el tintero de las circunstancias no analizadas. Cuando el retraso es notorio, la evolución temporal modificó las realidades. Las leyes y las personas ocupan espacios disociados. Las primeras fijan las situaciones, que los comportamientos individuales modifican. El buen juicio para un equilibrio es complicado. Los desequilibrios provocan la INJUSTICIA, acaso irremediable, pero acentuada por las participaciones irresponsables, sea por posición social, corrupción o por el nulo respeto por los razonamientos francos, que lamentamos a diario.

¿Se requiere la franqueza para unas relaciones gratificantes? ¿Qué papel juega la mentira o la simple ocultación en dichas actividades? Entre las respuestas viaja una gran parte de la felicidad a la que podamos aspirar o de los malos tragos en perspectiva. Pero enseguida notamos la distancia crucial que separa las vivencias íntimas de lo expresado hacia los demás; esa distancia que nunca sabremos con exactitud. Tratamos con la SINCERIDAD, imprevisible e inabordable; por lo tanto, tampoco vislumbramos los alcances de su ambigüedad, ese suelo resbaladizo dependiente de las circunstancias personales o ambientales, de las que menos podremos estar prevenidos.

Avanzamos hacia una sociedad caracterizada por la FRAGMENTACIÓN absoluta, de rasgos intolerantes; prevalecen las versiones fragmentarias sobre los planteamientos comunitarios. La gravedad no reside en la existencia de posiciones discordantes, propias de la diversidad; sino en la ausencia de razonamientos dialécticos, con franqueza, para la convivencia. 

Hay posiciones ilógicas, perversas, destructivas, de imposible acomodo en comunidades conformadas a base de experiencias y proyectos. Cualquier ocurrencia no puede pretender su imposición al conjunto. Tampoco la judicialización resuelve las discrepancias. La delimitación satisfactoria con la integración aceptada por sus miembros suena a ensoñación irrealizable.

En otro ejemplo, podemos fijarnos en todo lo que se ha discurseado, parloteado por charlatanes apoltronados, o disparatado, que también; sobre el asunto del ARRAIGO o desarraigo de las personas en un determinado lugar, en una comunidad concreta. Es una condición con gran variedad de matices. Si echamos un vistazo por los entornos, observamos, sobrepasado el asombro inicial, a los grupos políticos imbuidos del suficiente poder clasificatorio para discriminar de manera excluyente a los desafectos.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Criterios De Certeza

Filosofía
Criterios De Certeza
La base de la racionalidad humana es la aplicación universal de ciertos principios básicos de orden abstracto, filosófico, sin los cuales es imposible conocer, aun en el nivel más elemental.  Tales son: el Principio de Identidad, el Principio de no-contradicción, y el Principio de Razón Suficiente. 

Todo conocimiento científico, filosófico o teológico necesita seguir estas leyes lógicas, que manan de la misma naturaleza de la realidad, desde la grandeza de Dios hasta el nivel más ínfimo.

Pero la ciencia en el sentido técnico de la palabra, y especialmente la Física, exige más. El criterio último por el que se acepta una hipótesis o teoría es la comprobación experimental de sus predicciones y no se concede valor científico a ninguna elucubración, aun muy atrayente, si es imposible verificarla en un experimento. Incluso si hay limitaciones tecnológicas que hacen imposible actualmente el experimento necesario, por lo menos éste debe ser posible en principio. Por este criterio queda reducida a mera ciencia ficción toda hipótesis de ”otros Universos” (por definición, incognoscibles y sin interacción alguna con el Universo en que existimos), o de parámetros con valores estrictamente infinitos: todo instrumento de medida es siempre limitado en su rango de actuación, y no puede nunca dar una medida de infinitud real.

Esta exigencia de comprobación experimental puede decirse que es la que define a las ciencias de la materia como hoy las entendemos, en cuanto distintas de un conocimiento filosófico.  Incluso la Matemática es más afín a la pura Lógica desde este punto de vista, y la Matemática pura se gloría en su pureza, que desdeña cualquier aplicación de tipo tecnológico, mientras la Lógica actual utiliza simbolismos matemáticos como expresión de la concatenación exacta de sus argumentos.

La Filosofía, en todas sus ramas, tiene como único criterio de certeza el rigor de sus deducciones.  El argumento más definitivo contra una posición filosófica es que lleva necesariamente a un absurdo, en contra del Principio de no-contradicción.

En el campo de la Teología, el criterio de certeza es la Revelación, con el respaldo de infinito valor de la Inteligencia y Santidad de Dios.  Sus desarrollos, estudiando el contenido de la fe, deben ser de estricta lógica, y si llevan a conclusiones que desafían nuestra comprensión, no por eso deben rechazarse, con tal de que no terminen en un absurdo.  No es de esperar que la realidad suprema de Dios sea perfectamente comprensible para nosotros, pues ni lo es la materia ni nuestra propia personalidad humana.

Relaciones Física – Teología
Una vez descrito el campo de aplicación y los criterios de certeza de las diversas formas de conocer, es obvio que la Física, limitada a la descripción de la actividad de la materia en sus aspectos cuantitativos y experimentables, no puede directamente decir nada que afecte el contenido de la Teología, que nos habla de la realidad inmaterial de Dios y de sus planes para el Hombre. Ni siquiera puede la Física tratar de los aspectos artísticos o éticos de la actividad humana: no hay instrumento alguno que mida el valor literario de un poema, la bondad o malicia de una acción, o la satisfacción de una amistad o del deber cumplido, ni puede establecerse experimentalmente el contenido de verdad de un pensamiento, ni su existencia.

La Física reconoce solamente cuatro interacciones (fuerzas) y define a la materia por su capacidad de actuar por alguna de ellas: la fuerza gravitatoria, la electromagnética, la nuclear fuerte y la nuclear débil. Si hay una realidad que no puede describirse en términos de estas interacciones (como son la consciencia, el pensamiento abstracto y la actividad libre), no entrará dentro del concepto de materia y la Física no tendrá nada que decir de ella.

Consecuentemente, es improcedente preguntar si la Física puede demostrar la existencia de Dios o negarla: ningún experimento puede lógicamente contestar a la pregunta. Lo mismo puede decirse del espíritu humano, o de la existencia después de la muerte.  Tampoco puede la Física responder a preguntas sobre la razón suficiente de que exista el Universo, ni acerca de su finalidad: no son objeto de comprobación experimental posible, ni tienen expresión cuantitativa en una medida o fórmula matemática.

De modo correlativo, no puede pedirse a la Teología que nos aclare conceptos de la estructura y actividad de la materia a ningún nivel.  Ni la Biblia ni la enseñanza de la Iglesia nos dirá cómo ni cuándo comenzó el mundo, frío o caliente.  Nada hay en el Credo ni en el reciente Catecismo de la Iglesia Católica que nos evite el estudio científico de algún aspecto del mundo material. Ciencia y fe son dos maneras limitadas y complementarias de conocer la realidad total de Dios, el Universo y el Hombre. Son dos alas con que el Hombre puede volar en búsqueda de la Verdad, y que colaboran en el único esfuerzo de profundizar más y más en el misterio que es nuestra existencia y la del mundo que nos rodea y del que somos parte.