viernes, 1 de febrero de 2019

Límites Mentales


Nuestro estilo emocional es algo más que la visión subjetiva y personal que hacemos de la vida, ya que tiene la capacidad de afectar a nuestro bienestar y salud física, además de psicológica. Se sabe que numerosas enfermedades crónicas no son únicamente el resultado de causas externas, sino que tienen sus raíces en nuestra biología emocional.

El vínculo que existe entre nuestro tipo emocional y la salud explica por qué la medicina moderna (que suele establecer un tratamiento “igual para todos”) a menudo no logra tratar con éxito el dolor crónico y la enfermedad.

Examinando la interacción de las emociones, enfermedades crónicas y el dolor, y el éxito del tratamiento, los psicólogos Michael Jawer y Marc Micozzi estudiaron cómo las condiciones crónicas están intrínsecamente vinculadas a ciertos tipos emocionales y de cómo estas dolencias se tratan mejor mediante la elección de una terapia de curación de acuerdo con su tipo emocional.

El concepto de Límite Mental se refiere a un rasgo de personalidad relacionado con el grado de separación (“grosor”) o conexión (“delgadez”) entre las funciones mentales y los procesos emocionales.

Así, los límites delgados se asocian con un tipo de mente abierta pero a la vez sensible, vulnerable, creativa y con capacidad artística. Las personas con límites delgados tienden a confundir la fantasía y la realidad, así como a tener un sentido fluido de identidad, por lo que tienden a fusionarse o perderse en sus relaciones con los demás.

Las personas con límites gruesos diferencian mucho más claramente entre realidad y fantasía, ponen mucha más distancia emocional entre uno mismo y el otro, y tienden a preferir estructuras sociales bien definidas.

Imagina un momento en que te sentiste frustrado o enfadado e impulsivamente golpeaste una pared o algún mueble. O piensa en cómo haces para “descargarte” cuando estás preocupado por un ser querido, por el trabajo o por tu salud. Es posible que llores, grites, te enfades, o por el contrario que una buena carcajada te ofrezca esa ansiada liberación emocional.

La cantidad de energía implicada puede ser inmensa.
Podríamos imaginar a uno de nuestras más hermosas emociones como la alegría, como una radiación de energía feliz, que se expande hacia el mundo, y uno de nuestros peores sentimientos como la desesperación, como una inhibición de la energía que el individuo retrocede en él o ella. Esa sensación de movimiento se refleja en la palabra “emoción” en sí misma, que viene del latín emovere, que significa “pasar de” o ” salir de”.

Cambios en el perfil químico del cuerpo… cambios en los órganos… cambios en el grado de contracciones musculares… y cambios en nuestros circuitos neuronales. En suma, el cambio connota movimiento, y el movimiento connota energía.

Mientras que utilizamos calorías para medir la ingesta y el gasto de energía física, no existe una manera “científica”  actualmente aceptada para delinear la energía emocional. Sin embargo, un intento de capturar esto lingüísticamente ha sido intentado por muchas culturas y filosofías, vinculado a los conceptos de salud y curación.

Los hindúes llaman a energía corpórea prana, los chinos la conocen como qi. Freud encontró algo que llamó la libido y, al mismo tiempo, que Freud, un filósofo francés llamado Henri Bergson llamó élan vitale, o “fuerza vital”.


Cualquiera que sea la forma en que elegimos llamarlo, parece proteger a las personas contra los efectos debilitantes del estrés.

La Vida De Tu Vida

Hay ideas muy poderosas, que tienen la capacidad de cambiar para siempre la manera en la que ves el mundo. Porque una vez que sabes algo, ya no puedes borrarlo de tu cabeza. No puedes dejar de saber. 

El poder de las ideas y de la mente nos manejan, mientras mejores ideas y pensamientos tengas, mejor te irá en la vida, trata de vivir siempre al máximo cumpliendo todas tus metas.

No puedes vivir tu vida tratando de cumplir los deseos de los demás. Debes tener en menta el “ida y vuelta”,  debe haber una satisfacción balanceada para ambos.

Si estás pasando por algo como esto es necesario que tomes muchas decisiones, y para eso debes tener en cuenta muchos aspectos. Algunos son:

Asume que no puedes cumplir las expectativas de los demás. No es ni posible ni sano, esto te puede traer graves consecuencias emocionales.

Pasa tiempo a solas, ya que para llegar a conocer lo que realmente deseas, es necesario que pases tiempo contigo misma.

Aprende a decir no sin culpas. Cuando realmente no puedas hacer algo o cuando sabes que te hará mal.

Claro está que habrá muchas equivocaciones, pero es parte del aprendizaje de vida. No dejes de hacer algo solo por miedo, ya que tal vez después llegue el arrepentimiento.

Quédate en tu vida con las personas que realmente valen la pena, analiza sus consejos y su forma de ser y saca tus conclusiones. Deshazte de las personas tóxicas.

Decide qué es lo que quieres para tu futuro. La mayoría de la gente vive en piloto automático. No saben cuáles son sus valores, quiénes son, ni qué es lo que quieren. Hacen lo que hace todo el mundo, o simplemente se dejan llevar por su primer impulso.

Una mañana se levantan de la cama con 40 años, no les gusta lo que ven a su alrededor y entonces se preguntan: ¿cómo he acabado aquí? El 95% de la población dedica más tiempo a planear sus vacaciones que a planear su futuro. Por eso no es ninguna sorpresa que luego acaben atrapados en una vida que odian.

Las excepciones a esta regla suelen ser las pocas personas felices que encuentras por el mundo hoy en día. Y es que para poder conseguir lo que quieres primero tienes que decidir qué es lo que quieres. Si no, serán otros los que decidan por ti.

La vida es una gran aventura llena de posibilidades, y puedes lograr prácticamente cualquier cosa que te propongas. Sólo hay dos restricciones: No puedes tenerlo todo, tienes que elegir. Es imposible vivir a la vez en la playa y en la montaña, y tampoco puedes viajar por el mundo y al mismo tiempo estar cerca de tu familia.

No puedes cambiar a otras personas eres libre de soñar hasta donde llegue tu imaginación, pero no puedes hacer que los demás actúen como a ti te gustaría porque son individuos independientes.
Antes de poder conseguir lo que quieres necesitas deshacerte de todo lo que te está atando a tu situación actual. Libérate de todas esas cosas innecesarias que te detienen avanzar.


¿Qué es lo que quieres? Si todavía no lo sabes, esa debería ser tu prioridad. Toma las decisiones necesarias, la vida es una sola y te pertenece solo a ti, no a los demás.

Inmensidad Del Pensamiento

“La vida cotidiana de la mayoría de los humanos está constituida de quejas, de luchas, de tormentas y de rencores. ¿Por qué? Porque su campo de conciencia es tan estrecho y limitado, que nada les parece más importante que sus preocupaciones, sus ambiciones, sus codicias y sus querellas. No ven la inmensidad del cielo sobre ellos, todo este espacio infinito… Si se dignaran a alzar los ojos, se liberarían de esas limitaciones y respirarían libres finalmente. Simplemente se trata de una dirección de la mirada: no tanto dirigirla hacia abajo, sino hacia arriba.

Aquél que piensa en el infinito, en la eternidad, comienza a sentir que planea por encima de todo, que ya nada podrá dañarle, ninguna vejación, ninguna ofensa, ninguna pérdida, porque otra conciencia se está despertando en él.”

"Este sentimiento que a veces experimentamos de que la inmensidad, lo ilimitado es la verdadera patria de nuestra alma, no es una ilusión, tiene su origen en nuestra estructura psíquica. Por esto, aquellos que rehúsan tener en cuenta estas necesidades de su alma, sentirán siempre en el fondo de sí mismos una especie de insatisfacción. Aunque tengan fortuna, reciban honores, tengan éxito, alcancen la gloria, siempre tendrán la sensación de que les falta algo. Es inútil tratar de negar o de rechazar esta sensación por los medios que sean; porque está ahí para obligarles a caminar por el camino que les conducirá hasta la Fuente de la luz.

Dios no puede ser visto, ni oído, ni tocado, ni explicado, ni alcanzado. Sin embargo, sentimos la necesidad irresistible de ir en su búsqueda. Y es Dios mismo quien ha puesto esta necesidad en nosotros para que nunca dejemos de avanzar. Lo esencial es no detenerse nunca."


Hacer Lo Que Se Debe Hacer

La filosofía oriental prescribía la autodisciplina como una de las soluciones a los males y a los problemas que nos aquejan a los humanos, el hombre ideal sería aquel que se ocupa de avanzar cultivándose a sí mismo. Cultivarse a sí mismo es una de las formas de aportar y contribuir dando paz y seguridad a los demás. Para Confucio, el gobernante ideal era aquel que ejerce su labor mediante el ejemplo moral personal, el que va más allá de la tendencia humana natural de sacar provecho de sus actos. El crecimiento personal y el provecho social dependen de que nuestra actuación se deba más a que lo que hacemos, lo hacemos porque creemos que es lo ética y moralmente correcto, que porque sacamos un provecho personal. El comportamiento ético y moral es un fin en sí mismo.

Hacer lo que se debe es una medicina para prevenir los efectos de las decepciones en la vida, para prevenir nuestra posible deflación y devaluación emocional. Hacer lo que se debe asume el principio de actuar local pensando globalmente. Las personas que se cultivan a sí mismas, y hacen lo que deben, dejan su huella a su alrededor. Es la forma que tenemos los humanos de regar de bienestar y de progreso la vida. Esos son los fundamentos del progreso real. El gran alimento de la mente, necesario para progresar, es la información y el conocimiento. Esos dos alimentos son lo que nos hacen crear, construir y crecer (las tres C), son los fundamentos de la conducta denominada decente, de donde mana la conducta ética. El conocimiento al estar en la base del comportamiento ético es necesario para actuar bien, correctamente.

La conducta decente se define como aquella que nos hace conscientes de la propia dignidad humana, a través de los sentidos, de la imaginación y hasta del propio cuerpo. Enseñar, promover y mantener la ética es fuentes de salud mental. La ética es personal e intransferible, pero necesita de ejemplos y modelos a seguir para mantenerse. Producir información y conocimiento ético es, asimismo, producir salud mental. La información es probablemente la fuerza más poderosa que mueve el universo, especialmente cuando se convierte en conocimiento.

Para la física cuántica, la información no es más que una forma de materia y de energía, cualquiera que sea el formato en que se presente o se manifieste en el universo. Antes de que existiera materia o energía, existía ya información. Cuanto más cultivo personalmente mí yo, cuanto más información y conocimiento tengamos, más cercano estaremos a la realidad. La mentira es la desinformación, es alejarse de la realidad y, por lo tanto, es dar al cerebro lo que hoy se denomina comida basura. La realidad personal está condicionada por la cantidad de información que cada uno tiene. Por lo tanto, la realidad externa a mí y la información que tengo condicionan mi ética y dan valor a mi necesaria autodisciplina para formarme y cultivarme a mí mismo.

La información es energía y, como energía, está en todas partes y puede manifestarse de muy diferentes maneras. El Principio de Conservación de la Energía indica que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma de unas formas en otras. Es bueno para el hombre conservar la energía ética transformando la realidad en positivo, no perdemos nada, ganaremos, porque el mundo seguirá avanzando hacia su destino natural.

Probablemente, la información y el conocimiento sean la mejor forma de contribuir a la paz y al progreso humano. La ética hay que acercarla a sus justos límites humanos; probablemente, todo aquello que eleva al hombre es éticamente aceptable, mientras que todo aquello que lo debilita debería ser considerado como no ético, o incluso malo, para el desarrollo del hombre.

 Todos tenemos la obligación ética de alimentar nuestra mente, una mente desnutrida impide y ralentiza el progreso de la humanidad, no solo del que la sufre directamente. Actuar con ética, hace posible que las personas actúen, de forma natural, con benevolencia, acercándonos más a los sabios.

El ejemplo ético, hacer lo que se debe, no requiere esfuerzo, pero refuerza y transmite nuestra captación de energía positiva desde donde la encuentre. Emmanuel Kant escribió: "Dormía y soñé que la vida era belleza, pero desperté y advertí que es deber".


El Tiempo En Nuestra Vida

El trabajo se nos acumula. Las exigencias del día a día cada vez se hacen más abundantes y pesadas. Detrás de cada una de ellas aparecen otras nuevas, sin que se alcance a ver el final. Pensemos en lo que conlleva ejercer una profesión, formar una familia y velar por su bien, desempeñar funciones públicas, cumplir el deber de cada instante… Con frecuencia, se hacen también presentes grandes tensiones, dificultades y resistencias. Todo ello, exige de las personas muchos recursos materiales y energías que hay que poner en juego (R.Guardini). Para salir adelante hace falta un esfuerzo siempre renovado, prudencia, atenta vigilancia y búsqueda del equilibrio de la vida profesional, personal y familiar.

Como reflexiona el filósofo Ricardo Yepes, el hombre y la mujer son seres temporales y pueden trascender verdaderamente al tiempo. Lo temporal y lo intemporal conviven juntos en cada uno de nosotros. No se oponen, sino que se complementan. Por eso, las actividades como amar, crear ciencia, arte, cultura, tienden a permanecer por encima del tiempo, y hacerse duraderas.

Además, la manera más humana de superar el tiempo y no dejarse dominar por él, es la capacidad que tenemos de ver nuestra vida por adelantado, anticipándonos al futuro, con la proposición de metas que ordenan nuestras libres decisiones en relación con los fines que hemos escogido. Por todo esto, el hombre y la mujer son seres futuristas, abiertos hacia adelante, capaces de proyectarse y vivir la propia vida según el proyecto que cada uno de nosotros planea para sí, en busca de la felicidad. Por ello, el futuro es el lugar hacia el que nos dirigimos con la esperanza de crecer, de ser felices.

Nuestra vida humana se compone, no de instantes aislados, sino de momentos sucesivos que están articulados entre sí en una duración que fluye de modo permanente. La temporalidad humana se desarrolla según un ritmo cíclico, que destina un momento a cada cosa y repite una serie de alternancias: el día y la noche, el sueño y la vigilia, el descanso y el trabajo. 

Hay una armonía entre el discurrir del tiempo cósmico y el de los seres vivos; sus ritmos son sincrónicos. Nuestro organismo y nosotros mismos hemos de estar en armonía: no podemos actuar al margen de él, sino someternos a sus ritmos, a sus exigencias, y gobernar sus inclinaciones: por la noche nos entra sueño y nos vamos a dormir; muchos días seguidos nublados nos deprimen; nos afectan los cambios de presión; las digestiones inducen al reposo; el sol, el mar y el aire puro tonifican la piel, los pulmones y favorecen la salud, etc. El cuerpo tiene su ritmo, y dependemos de él; a su vez, él depende del cosmos. La vida humana tiene un orden crónico (de “cronos”, tiempo). En España, la hora oficial no coincide con la solar, provocando un trastorno en nuestro horario y costumbres cotidianas. La vuelta al huso horario del meridiano de Greenwich, en vigor en España antes de 1940, supondría un avance para corregir dicho desequilibrio.

Además, nuestro modo ordinario de vivir el tiempo se ha alejado de esta dependencia “cósmica”, sometiéndolo a un duro e intensivo tratamiento tecnológico, que ha separado y extrañado al hombre del mundo natural. Como el ser humano no es dueño del transcurrir del tiempo, siempre tratamos de ganar tiempo de tener más. La forma moderna de conseguirlo es la velocidad, que consiste en la reducción del tiempo natural de los procesos. La velocidad se considera así una ganancia de tiempo, siendo uno de los placeres inventados por el hombre moderno (los animales nunca tienen prisa), generando una patología llamada prisa (una de las enfermedades de nuestra época). Su peligro es, precisamente, que altera los ritmos naturales, como nos sucede cuando por ejemplo cruzamos el Atlántico en avión.

La velocidad es productividad, competitividad, beneficio y rentabilidad: el tratamiento económico y tecnológico de todas las realidades humanas y culturales que caracterizan nuestra época han convertido al tiempo en un factor decisivo de la producción y en un bien de consumo más.

Como factor de producción, el tiempo se planifica para organizar las distintas fases del trabajo, los desplazamientos, la atención de clientes y proveedores, etc. 

Un axioma en el mundo actual, es que el tiempo es un bien escaso: hay que disminuir todo lo posible el gasto que se hace de él, de modo que se consigan hacer más cosas en menos tiempo. La competitividad, más incluso que vencer al adversario en la lucha económica, consiste en llegar antes, ganando una batalla contra el tiempo para anticiparse a los demás.

Desigualdad Y Corrupción

La desigualdad social es una circunstancia socioeconómica en la que un colectivo o comunidad son tratados de manera diferente por los demás sujetos o grupos de su entorno.

Seguramente habrás oído hablar más de una vez de la desigualdad social, término que en los últimos años ha cobrado especial protagonismo cuando se trata de analizar las relaciones geopolíticas internacionales o la inclusión de sectores sociales que, por diversas razones, han estado históricamente marginados.

La desigualdad social es una de las lacras actuales. Veamos qué es, cómo se produce y las consecuencias que acarrea. Familias con hijos e hijas como la tuya están sufriendo sus efectos en su vida cotidiana. ¡Implícate!

Definición de desigualdad social
La desigualdad social es una situación socioeconómica que se presenta cuando una comunidad, grupo social o colectivo recibe un trato desfavorable con respecto al resto de miembros del entorno al que pertenecen.

¿Cómo se manifiesta?
No solo se manifiesta en aspectos como el poder adquisitivo, que es sin duda la causa principal de la exclusión y la falta de oportunidades en muchos lugares del mundo.
Otros elementos que pueden motivar la desigualdad social son la cultura, la etnia, la raza, la religión, el origen y la nacionalidad, las costumbres y la ideología.

¿Qué implica?
Es por esto que en casi todos los casos la desigualdad social conlleva, además de una situación de marginación y aislamiento, el señalamiento de esos grupos sociales que se han visto afectados directamente por esta circunstancia. Quédate con esta idea y reflexiona cómo puede llegar a afectar este hecho a las familias con menores, porque hay mucho más que contar… ¡Sigamos!

La lucha por alcanzar una igualdad social plena ha ido variando a lo largo del tiempo en función de los cambios que han experimentado las sociedades.

Nunca ha existido un sistema socioeconómico completamente igualitario. De hecho, los privilegios y las jerarquías sociales han existido incluso desde las primeras formas de organización social que surgieron en la antigüedad.

El reconocimiento de los derechos del ser humano
La lucha contra la desigualdad social ha transcurrido paralelamente a la aparición de los derechos fundamentales. La Declaración de los Derechos del Hombre, en 1789, y la aprobación de la Carta de los Derechos Humanos, en 1948, son dos acontecimientos esenciales en este sentido.

Ambos textos elaboraron el marco necesario para el reconocimiento de los derechos inherentes a la condición humana, entre ellos, el de la igualdad y sus diferentes manifestaciones: social, política, económica o cultural.
Los derechos fundamentales no bastan para eliminar la desigualdad

Reflexionando sobre estos datos, es fácil comprobar que la desigualdad de ingresos se ha convertido en uno de los principales obstáculos para alcanzar el desarrollo social.

Pero no es simplemente una cuestión económica o de rentas mínimas. Tiene que ver, y mucho, con la posibilidad de cubrir o no las necesidades básicas, y hacer efectivos los derechos de toda la ciudadanía y con cómo las familias con niños y niñas están viéndose afectadas


Los sistemas de gobierno, además de ser en muchos casos ineficaces, tienen altísimos índices de corrupción y opacidad. No saber en qué se invierte el gasto público ni los mecanismos de contratación y gestión contribuye a que el dinero público acabe en manos de unos pocos grupos. Y esto, a su vez, es una causa directa de la pobreza y la desigualdad social: lo que en principio estaba destinado a mejorar la calidad de vida de las personas, ha acabado en manos de terceros. Cuanta más corrupción, más desigualdad social.

Describiendo La Vida


En este hermoso día de febrero que estamos compartiendo seguramente ocurren cosas que nos involucran a muchos de nosotros, de no ocurrir así, algo deberá ser corregido, pues nadie puede de motu proprio,  “tirarse al costado del camino” y dejar que la vida continúe como si tal cosa, como si lo que hagamos, o lo que resulta peor, dejemos de hacer, no tuviera ninguna relevancia en el quehacer diario.

La vida continúa con o sin nosotros, quien nada hace simplemente no existe, la vida se le escurre como se escurre la arena entre nuestros dedos, pensar en una “automarginación”  voluntaria de lo mucho que podemos y debemos aportar es un derroche inconsciente  de las “muy pocas oportunidades” que podamos encontrar para poder integrarnos al accionar conjunto, nuestra vital inclusión a la “vida en sociedad” en la comunidad que integramos.

El cúmulo de los días como el de este primer día de febrero es el que constituye “la existencia humana” un regalo invalorable en el cual no se nos requiere retribución alguna, malgastar estas oportunidades, demuestran el grado de ingratitud y de ceguera existencial que no solamente nos excluye como individuos sino que, además, nos condena a continuar vegetando sumidos en la ignorancia.


Hugo W Arostegui 

martes, 29 de enero de 2019

Estas Son Lentejas

Es habitual encontrar esta locución acompañada de una segunda parte la cual dice: ‘Lentejas, comida de viejas, si las quieres las comes y sino las dejas’ e incluso en la forma ‘Son lentejas: si quieres, las comes, y si no, las dejas’, aunque estas dos versiones (en forma de rima) son más modernas, no habiendo datos demasiado fiables sobre cuándo comenzó a decirse de esos modos.

Si podemos encontrar que bastante tiempo atrás se decía tal y como viene en el enunciado (Lentejas, comida de viejas) pero cabe destacar que el origen sobre por qué empezó a utilizarse esta locución no está del todo claro y tiene dividido a los expertos, encontrando diferentes posibles explicaciones.

Por un lado hay quien defiende que la coletilla ‘comida de viejas’ hacía referencia a la textura de esta legumbre una vez cocida y cocinada, la cual se reblandece hasta tal punto que no hace falta prácticamente masticarlas, convirtiéndose en un alimento ideal para personas de la tercera edad (con problemas en la dentición).

También hay quien indica que se dice ‘Lentejas, comida de viejas’ debido a que es un plato que con mucha asiduidad es cocinado por las personas mayores (o sea, es el plato típico que guisan las abuelas cuando uno va a visitarlas), pero este origen carece de fundamento.

Y por último están quienes apuntan que la expresión hace referencia a la antigüedad de las lentejas en la gastronomía, ya que estas legumbres aparecen referenciadas en múltiples escritos antiquísimos; por ejemplo la referencia que se hace en la Biblia, en la que en el Génesis 25 relata el pasaje que dio origen a la también famosa expresión ‘venderse por un plato de lentejas’.


En este sentido tampoco podemos olvidarnos de la importancia que tuvieron las lentejas durante los tiempos de la Antigua Roma, en los que esta legumbre fue considerada como un símbolo de prosperidad, dando origen, con los años, a la tradición de comer lentejas el día de Nochevieja (sobre todo en Italia).

lunes, 28 de enero de 2019

Apasionados

Escribir sobre la pasión es una tarea difícil por las distintas interpretaciones que pueden hacer los lectores. Esto se debe a que venimos de medios familiares distintos, que recibimos influencias culturales, religiosas y esquemas de formación que hacen que vayamos adquiriendo unas maneras de ser y de interpretar conceptos como el de este artículo que hacen que cada persona de una visión distinta.

Aun así, quiero hablarles sobre lo que han pensado y piensan personas que han reflexionado y trabajado sobre ella para que podamos ampliar vuestra visión sobre esta emoción tan alabada y rechazada por muchos.

Según el diccionario, se entiende como pasión:

La pasión (del verbo en latín patior, que significa sufrir o sentir), es una emoción definida como un sentimiento muy fuerte hacia una persona, tema, idea u objeto.


La pasión es una emoción intensa que engloba el entusiasmo o deseo por algo. 

El término también se aplica a menudo a un vivo interés o admiración por una propuesta, causa, actividad, etc.

Dones Y Virtudes

La gran virtud que el mundo necesita es una mente positiva, de fuerza y valor para poder enfrentar todo aquello que obstaculiza a los seres humanos para obrar con integridad y ánimo. Las adversidades golpean a los seres humanos. La pobreza, el hambre, la desigualdad son embates que hacen creer que un hombre moderno no puede ser virtuoso; sin embargo, hoy presentamos tres formas de poder serlo:

Nada preocupa más a los seres humanos que la búsqueda de la felicidad. Para ello, la principal receta es ser un hombre de virtudes intelectuales y morales, llenar nuestros actos con inteligencia y hacer el bien a los demás. ¿Cómo empezar? Integrando hábitos de ayuda a los demás, de amor hacia uno mismo, de fortaleza para resistir a las tentaciones.

El mundo actual requiere de nuevas virtudes como la prudencia y la paciencia humana; con ellas el mundo se tornará más humano, menos violento y, por lo tanto, más feliz. Se busca la felicidad y no se encuentra porque no se ha alimentado el espíritu de la humanidad; para ello es necesario integrar virtudes como la fe, la esperanza y la caridad. El hombre actual, sobre todo a causa de la ira, la envidia y la pereza, no confía en las virtudes. El miedo al futuro y la incertidumbre del existir han robado la paz y la tranquilidad para ser felices. Cuando se integran las virtudes de la felicidad se deja a un lado la existencia de uno mismo para poner atención al prójimo, justo donde se encuentra el secreto para ser plenos.

Las virtudes humanas han existido durante la historia de la humanidad. En el mundo de hoy no pueden dejar de existir porque entonces se produciría un vacío en el hombre. Lo material y la superficialidad no tienen nada que ver con la felicidad. Se requiere de justicia Se buscan respuestas en el mundo exterior. Se sufre de males que parecen irremediables. Pareciera que la vida es una batalla donde el hombre no ha encontrado su sitio. Es urgente que nos demos cuenta que somos personas únicas y completas. No obstante, para ello es necesario integrar los nuevos dones de la modernidad, virtudes humanas que se requieren para reencontrarnos como seres humanos hechos a la imagen de Dios. ¿Cuáles son esas virtudes modernas?

La empatía, la resiliencia, el sacrificio, la conciencia humana, que buscan sacarnos de nosotros mismos y escuchar a los demás. Es muy común que el hombre actual muera espiritualmente a causa de la decepción o los problemas. Muere porque no ha encontrado las fortalezas necesarias para entender las maravillas de la vida, el buen humor, la paz social, la confianza y el perdón. La realidad está llena de excesos y pasiones que enredan a los seres humanos. La lucha está en encontrar que, ante los embates del mundo, se puede uno recuperar con fuerza y dignidad. Para ser pleno, único y completo se tiene que ver el futuro como una oportunidad. El tiempo enseña a cada uno a sacudirse el estrés, la desesperación y el olvido.

Las virtudes humanas han existido durante la historia de la humanidad. En el mundo de hoy no pueden dejar de existir porque entonces se produciría un vacío en el hombre. Lo material y la superficialidad no tienen nada que ver con la felicidad. Se requiere de justicia y equidad para combatir la negatividad y el desánimo. No se requiere ser perfecto para alcanzar a ser un hombre virtuoso.



Las Máquinas De Opinar

“Al igual que hay calculadoras para calcular pronto habrá máquinas para dar opiniones”

 Creo que todos los escritores de ficción (aquellos que viven hurgando en el misterio de las pasiones humanas; no los fabricantes de aventuras) saben que hay pocas cosas más superficiales que las opiniones. Mejor que nadie, lo saben los ingenieros en opinión pública como Edward Bernays, autor de The Engineering of Consent (1955) y del primer gran complot de la CIA en América Latina contra un Gobierno democrático en 1954. Estos logros son más probables en países donde una gran proporción de la población es entrenada para creer desde la tierna infancia.

 ¿Alguien quiere perder su tiempo de la manera más miserable? Pues, basta con ponerse a discutir con alguien con convicciones propias. Nunca tuve del todo claro por qué algunos nos desgastamos escribiendo artículos de opinión en los diarios y mucho menos por qué otros, expuestos en el heroico anonimato, hacen lo mismo insultándonos sin siquiera haber terminado de leerlos. Entiendo que todos necesitamos vomitar nuestras frustraciones en alguna parte, pero para eso están las toilettes. El civilizado aprecio por la discrepancia (virtud que no inventaron los franceses del siglo XVIII) es cada vez más raro, cuando no peligroso. Claro que todavía queda gente racional, lo que justifica cualquier esfuerzo de comunicación. Pero lo habitual es lo contrario: alguien herido de muerte en sus convicciones se aferrará con uñas y dientes a cualquier argumento que le pueda favorecer, aunque miles vayan en el sentido contrario: si la realidad no se adapta a sus convicciones, peor para la realidad.

 Por ejemplo, ¿alguien en Estados Unidos está a favor de las armas en las calles? Pues no importará que un señor decente y sin antecedentes psiquiátricos le pegue un tiro a su hija porque no le gustó la forma en que vestía. Por algún lado encontrará una justificación para sus convicciones: quien apretó el gatillo fue un señor que, de haber tenido un palo en lugar de un arma de fuego hubiese cometido la misma tragedia. Ese señor odiará al asesino casi tanto como a aquellos otros que odian las armas, porque al menos el asesino estaba a favor de las armas. Mientras tanto, todos los demás que odian las armas llegarán al extremo de culpar al padre por la desgracia de su hija, tanto o más que al asesino.

¿Cuándo un creyente convencido cuestionó la perfección literal de la Biblia por alguna matanza nacionalista, por alguna que otra prescripción esclavista o por las pretensiones de Noé de haber metido millones de animales, cada pareja representante de su especie e incapaz de evolucionar en otras, en un barco de madera? Cualquier argumento, razón o cuestionamiento es una real pérdida de tiempo cuando uno está frente a alguien con convicciones. Por eso la gente se agrupa en arrogantes sectas que orgullosamente llaman iglesias, o en comunidades ideológicas, que no menos orgullosamente llaman la causa o el partido. En las redes antisociales el problema aparentemente se soluciona desamigando a aquel imbécil (los imbéciles siempre son los otros) que insiste en opinar distinto, hasta que sin advertirlo ni declararlo cada uno se convierte en el centro de su propia secta.

Porque no pocos odian que algún intruso pueda cuestionar siquiera sus convicciones, aunque sean supersticiones democráticas que, de vez en cuando, los impele a soportar a algún pobre necio que piensa diferente. Habrán escuchado barbarismos como: “Es un buen tipo; es de izquierda, es un progresista”; o “es una muy buena persona, un conservador auténtico que asiste cada domingo a la iglesia”. Como si no hubiese progresistas o correctos creyentes hijos de mala madre. Como si un partido, una ideología o una religión hiciese bueno a alguien que no lo es.

Lo más triste es que no hay nada más mecánico y previsible que las opiniones propias. Desde hace décadas existen calculadoras para resolver complicadas fórmulas matemáticas y ahora también existen traductores para que algún genio argumente que ya no es necesario aprender otros idiomas. Claro que nadie cuestiona para qué queremos los deportes, aunque hay máquinas que hacen todo más rápido, más fuerte, más alto y más lejos que cualquier campeón olímpico. ¿Para qué vamos a necesitar nuestros cerebros si las máquinas pueden hacerlo todo mejor? Bueno, tal vez todavía los necesitemos para ver fútbol en la tele y porno en Internet.

 Una vez un genio graduado en un pub de Hollywood me dijo que aunque las máquinas hagan obsoletas las facultades de Matemática y de Idiomas, siempre necesitaremos nuestro cerebro para cosas más creativas, como puede ser tener un criterio propio y dar una opinión sobre algún problema importante para la Humanidad. Pero realmente, ¿necesitamos un cerebro para dar opiniones basadas en la ignorancia de casi todas las disciplinas que hasta no hace mucho ha conocido esa Humanidad?

De la misma forma que hay calculadoras para calcular y traductores para traducir, pronto habrá (si ya no las hay y se llama big media) máquinas para dar opiniones, ya que éstas son mucho más previsibles que una operación matemática o la traducción de un poema. 

Sería una pena, claro, porque opinar es uno de los deportes favoritos de nuestro tiempo, tan inútil e intrascendente como el triunfo del equipo X o Y en la Super Bowl.

Proactividad E Iniciativa

Cuando somos proactivos asumimos los riesgos y consecuencias de nuestras acciones, es decir, aprendemos la importancia de tomar nuestras propias decisiones. 

La iniciativa es una de las virtudes más valiosas del ser humano que se hace presente al momento de resolver algún problema.

Cuando la Proactividad E Iniciativa van de la mano, somos capaces de experimentar un crecimiento personal absoluto y de manera espontánea. No habrá problema o dificultad que no podamos superar hasta de manera intuitiva.  Nos mostramos dispuestos y sin temor a equivocarnos pero con la certeza de asumir las consecuencias. Sin la  estas dos cualidades no podríamos ser los verdaderos dueños de nuestros propios estímulos como reacción ante determinadas circunstancias.

Cuando tenemos un buen autoestima somos capaces de sentir autoconfianza y permanecer serenos y muy ecuánimes ante las situaciones que se nos puedan presentar. Si por el contrario, no somos capaces de confiar en nosotros mismos, lo veremos reflejado en muchas de nuestras acciones.

Es muy importante que creas en ti mismo, en lo que eres capaz de hacer. Aunque la autoconfianza es algo que puede ser visto como difícil de dominar y se suele confundir con La autoestima, si conoces tus debilidades y virtudes podrás fortalecerla. Es aprender a quererte tal cual como eres, aceptarte y respetarte.

Al tener Autoconfianza podremos aprender de nosotros mismos y de seguro te sentirás más a gusto con lo que eres, lo que haces y lo que aspiras hacer.  Se trata de un aspecto esencial cuando tenemos Proactividad E Iniciativa como valores de vida.

Cuando sabes que eres capaz de superar cualquier dificultar y emprender ideas o proyectos que te ayuden a tu crecimiento personal y profesional, la Proactividad E Iniciativa son parte de esos valores en los que necesitamos creer y de los cuales estamos convencidos que son capaces de hacernos mejores cada día, en cada acción o comportamiento que tengamos.

Es importante entender que cuando somos proactivos o tenemos iniciativas es probable que podamos gozar de cierto liderazgo, pero un líder no puede ceñirse sólo a la toma de decisiones, no sólo puede estar a la espera de algún hecho o evento para asumir alguna postura.

Cuando somos líderes debemos ir más allá, abrirnos paso y tener la capacidad de apreciar y valorar las propuestas que puedan surgir en el entorno, con la finalidad de sumar esfuerzos en busca de soluciones efectivas. Si esas propuestas logran convertirse en realidad, de seguro serán una herramienta valiosa para el futuro.

La Proactividad E Iniciativa en ocasiones nos facilita esa búsqueda para el diseño, planificación y control  de sucesos deseados. Siempre damos un paso al frente y para ello debemos nutrirnos constantemente de la información necesaria, crearnos expectativas y sumar experiencias para marcar la diferencia.

Aunque ya sabemos que la Proactividad no es un premio que obtenemos de una caja de cereales, para tener siempre ideas innovadoras, debemos manejar conocimientos, valores y tener autoconfianza, para facilitar las condiciones ante el surgimiento de temores por miedo al fracaso.

Para la Proactividad E Iniciativa no hay mayor enemigo que el fracaso. En una cultura organizacional, no todo lo que resulta un buen trabajo, necesariamente es exitoso. El mayor reto estará siempre en darle la importancia a ese resultado final y en base a ello, anticiparse a la incertidumbre, enfrentarse a nuevos y posibles acontecimientos.

No se trata de que confundamos ser proactivos con otros aspectos que son desestabilizadores como la inconsciencia. Cuando tienes la intención de propiciar una nueva realidad, más favorable, es conveniente evaluar las circunstancias y condiciones que la rodean. Por ejemplo, si en tu espacio laboral cuentas con un equipo de trabajo que ejerce sus funciones bajo esa metodología, es probable que los resultados siempre sean innovadores y quienes son participe de ello, reciban un espaldarazo en conjunto.

Dos de los aspectos más notables cuando contamos con la Proactividad E Iniciativa como parte de nuestras vidas, son la Innovación y Creatividad.  La Innovación es considerada como el hecho de crear, de llevar lo imaginario o ficticio a la realidad, pero con un alto grado de conciencia y equilibrio.

Cuando nos referimos a la Creatividad se cree que puede ser referente a un pensamiento original o a la imaginación constructiva. A través de ella logramos impulsar o fusionar nuevas ideas o conceptos para una solución distinta a lo común.  Se puede decir que gracias a la creatividad a veces podemos aportar soluciones originales.

Si logramos ser innovadores y creativos podremos llevar esos cambios novedosos a nuestras vidas. En el campo laboral, seremos más competitivos y productivos.

No olvides que tu mente en equilibrio, te dará esa Proactividad E Iniciativa para seguir superando barreras y, aunque es probable que de vez en cuando toque probar las mieles del fracaso, tu éxito esta en seguir y dejar atrás cualquier frustración que te genere no haber llegado a la meta.

Si eres una persona proactiva, seguro pueden estar ocurriendo muchas cosas a tu alrededor, pero tienes la capacidad de decidir cómo y cuándo reaccionar. No te dejes vencer por la frustración, intenta centrar tus esfuerzos en aquellos aspectos en los que realmente sabes que puedes lograr cambios significativos. Siempre gozas de energía positiva y eso te ayuda a ampliar tu círculo de influencia.


Tendrás la destreza de poder sistematizar la información que recibas y visualizar un futuro. Así te permitirás planificar y evaluar las acciones para crear las condiciones idóneas para un futuro prometedor, en el que no descartarás el fracaso, pero sabrás superarlo.

domingo, 27 de enero de 2019

Saber Pensar

Que la mente deje de pensar sería como pedirle al corazón que deje de latir. Pensar es la función que nos define como homo sapiens, la que nos permite reflexionar, actuar, intelectualizar. Sin embargo, muchas veces pensamos sin control, la cabeza no para, se vuelve una tortura, nuestro peor enemigo.

A veces hay razones concretas: problemas laborales, presiones económicas, enfermedades. Otras, no hay una causa específica; sin embargo, nuestra cabeza "rumia" y no nos deja dormir, ni descansar, ni ponernos contentos por nada. Nos enferma.

 La mayoría de las personas conoce bien de qué se trata la ansiedad, y uno de sus síntomas más frecuentes es pensar, pensar, pensar. Darle vueltas al asunto, revisar una y otra vez la misma situación, una trampa sin salida atemorizante y amenazadora. Pero pensar no es reflexionar. 

Las personas que sufren de esta situación se sienten cansadas, sufren de insomnio, dolores articulares y contracturas, temblores, miedos, palpitaciones y, en casos agudos, ataques de pánico. La ciencia le puso un nombre: TAG o Trastorno de Ansiedad Generalizada. Distintas disciplinas abordan su tratamiento desde varios enfoques.

 La psicoanalista de la Fundación Estímulos, Cristina Canen (MN 8457), explica: "Cuando la cabeza no puede parar, repite una serie de pensamientos que, si bien portan diferentes trajes, siempre visten el mismo esqueleto. Conforman algo así como un bloque de palabras que no permiten ninguna grieta para la interrogación. 

Pensamientos que no logran anclar y dar paso a otro nuevo, sino que se compactan en la cabeza; aunque paradójicamente, la sensación sea la de un movimiento sin freno. La cabeza no para y luego de recorrer horas de insomnio vuelve a rehacer el mismo camino sin que la sopa de letras cambie el menú. 

Como el reflujo en los bebés, arranca una y otra vez."



Ignorar Con Inteligencia

Ignorar con inteligencia nos permite ganar en salud mental y en equilibrio. Para conseguirlo debemos aprender a tomar mejores decisiones en el día a día.

Sabio no es aquel que acumula muchos conocimientos y experiencias. Sino más bien quien sabe utilizar de forma efectiva cada cosa aprendida y, además, sabe ignorar con inteligencia todo aquello que no es útil, que no le permite crecer para avanzar como persona.

Sabiduría es también saber diferenciar el lastre de lo que le ofrece energía. Por que vivir es, al fin y al cabo, economizar y tener claro qué es lo importante.

Ahora bien, parece que la mayoría no aplicamos esta sencilla regla. Según un estudio llevado a cabo por el doctor Daniel Gilber, de la Universidad de Harvard, las personas tenemos una capacidad asombrosa de centrar la atención en cosas “que no están sucediendo”. Nos preocupamos por aspectos que no son importantes minando así nuestra capacidad de ser felices en el “aquí y ahora”.

El arte de saber ignorar con inteligencia no es fácil de aplicar en nuestro día a día. Se debe, sobre todo, a que ignorar supone en muchos casos alejarnos de ciertas situaciones e incluso de personas. Estamos ante un acto de auténtica valentía, que debe venir precedido por un tipo de discriminación meditada. Te invitamos a reflexionar sobre ello.

La primera regla de la vida nos indica que la persona más sabia es aquella que sabe ser feliz y que es capaz de eliminar de su existencia todo aquello que le hace daño o que no es útil.

Para ello, es necesario adquirir una perspectiva no solo más positiva de las cosas, sino también más realista, ahí donde el autoconocimiento y la autoestima siempre serán fundamentales.


Vivir La Vida

La mayoría de nosotros no vivimos plenamente nuestra vida. Nos conformamos con aquello que tenemos y que nos dan. Realmente, esta es la manera fácil de vivir. Conocemos todo lo que nos rodea y, por tanto, nos es sencillo lidiar con ello. Pero ésta no es la manera como tiene que transcurrir nuestra existencia.

Prácticamente nadie vive su vida plenamente, aunque crean todo lo contrario. Estamos demasiado bien acostumbrados a obtener todo aquello que queramos o necesitemos justo cuando queremos y sin que nos suponga ningún problema. Y así, esta cultura del no esfuerzo, se ha convertido en una costumbre para todos nosotros. Preferimos movernos entre lo conocido, sabiendo así que resultados podemos esperar y que acciones podemos llevar a cabo para conseguirlos. 

Nos conformamos en tener aquello que nos es dado, aceptamos vivir aquello que parece que nos toca vivir. Como si de alguna manera no pudiéramos hacer nada, como si nuestro destino estuviera escrito y no existiera forma de poder cambiarlo. ¿Realmente éste es el cometido de nuestra existencia en el mundo?

Tal y como nos han aconsejado miles de libros y películas, hay que aprovechar y vivir al máximo. La vida está formada por infinitas oportunidades, expuestas en el momento idóneo, esperando para ser tomadas. Cada vez que tengamos la ocasión de hacer realidad nuestros sueños, no debemos dudar ni un segundo. Tenemos que luchar por aquello que queramos hasta el último momento. 

Solo debemos dejar de luchar cuando sea evidente que la lucha no obtendrá su fruto. Porque lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar. Mientras haya una posibilidad, media posibilidad de entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.  Hay que correr el riesgo de poder perderlo todo por conseguir lo que se quiere, porque si lo conseguimos la recompensa puede ser enorme. 

Y aunque no sepamos si nuestros actos van a llevarnos al más profundo de los sufrimientos o a un camino de rosas, no debemos permitir perder algo por miedo a lo desconocido, por miedo a equivocarnos y a no estar haciendo lo que se considera correcto.


Porque la vida no se cuenta por los años que se ha vivido, sino por todos los momentos que se ha disfrutado.

El Diseño Humano



Antes de empezar las actividades del día ¿nos miramos al espejo para ver nuestra apariencia? Como esos no son momentos para reflexión, pausemos un poco ahora y meditemos sobre la imagen que vemos reflejada y todo lo que esta percepción implica.

Los ojos permiten que nos veamos a todo color, aunque la visión en color no es esencial para la vida.

La posición de las orejas nos dota de audición estereofónica: así podemos ubicar la procedencia de los sonidos, como la voz de un ser querido. Aunque es posible que demos todo ello por sentado, un libro para ingenieros acústicos comenta: "Ahora bien, al estudiar el sistema auditivo humano en detalle, es difícil no llegar a la conclusión de que sus intrincadas funciones y estructuras son resultado del diseño de una mano benefactora"

¿QUÉ LE PARECE? ¿HABRÁN EVOLUCIONADO LOS OJOS Y EL OÍDO HUMANO, O FUERON DISEÑADOS?

Conceptos De Inteligencia

¿Alguna vez escuchaste o dijiste las frases "eres muy inteligente" o "qué inteligente es este niño"?
Si es así, quizás deberías empezar a replantearte si estás en lo cierto. No por el calificativo hacia la persona a quien quieras elogiar, sino por el propio concepto de inteligencia.

Creer que la inteligencia es única y universal es un mito porque hay muchas maneras de entenderla y definirla, señalan los especialistas consultados por BBC Mundo.

Incluso aseguran que la frase 'una persona es inteligente' debería ser anulada.

Según la primera entrada en el diccionario de la Real Academia Española, inteligencia es la "capacidad de entender o comprender" y la segunda es la "capacidad de resolver problemas".

Por eso, "cuando alguien dice que un niño es inteligente en general se piensa exclusivamente en una inteligencia lógica, racional, analítica y que es solo un tipo de inteligencia", le dice a BBC Mundo Julián De Zubiría, consultor en Educación de las Naciones Unidas para Colombia.

De hecho, los especialistas en psicología no están del todo de acuerdo con el significado que aparece en el diccionario.

"Los conceptos de 'inteligencia' son intentos de clarificar y organizar un grupo complejo de fenómenos. Aunque cierto grado de comprensión ha sido alcanzado en ciertas áreas, ninguna conceptualización ha respondido todas las preguntas importantes, y ninguna tiene un carácter universal", señala el estudio "Inteligencia: conocimientos e incógnitas" (Intelligence: Knows and Unknows) firmado por varios profesionales de la Asociación Estadounidense de Psicología en 1996.
Y añade: "De hecho, cuando se le pidió a una docena de teóricos prominentes que definiesen inteligencia, dieron dos docenas de definiciones distintas entre sí".

Según la psicóloga Susana Urbina, quien participó de ese estudio, "hubo un afán de definir la inteligencia como si fuera un concepto que todo el mundo entienda".

"Quizás en otro siglo se pudo entender pero hoy no es así. No es un concepto simple", le dice a BBC Mundo.

Para Julián De Zubiría, cuando uno califica que alguien 'es inteligente' está cometiendo varios errores.
"El primero es que está hablando de la inteligencia en singular. Por lo tanto, está desconociendo la diversidad de inteligencias", dice este educador colombiano director del Instituto Alberto Merani, en Bogotá, Colombia, que monitorea a miles de niños con capacidades cognitivas altas.

Efectivamente, existen diferentes teorías que sostienen que hay múltiples tipos de inteligencia.
Una de las más conocidas es la del psicólogo e investigador estadounidense Howard Gardner que considera que hay inteligencia lingüística, musical, lógica-matemática, espacial, corporal-kinestética, interpersonal y naturalista.

Según otras teorías, también están la inteligencia emocional, intrapersonal, creativa y la colaborativa, entre otras.

"La idea de que había una sola inteligencia condujo a una escuela dedicada al trabajo solo de la razón y la lógica", describe De Zubiría.

El segundo error que desataca el profesor en la frase 'ser inteligente' es el verbo que se emplea.
"En la vida no hay gente que sea o no sea inteligente, sino que hay gente que se va volviendo más o menos inteligente según tenga más o mejores padres, maestros y medios culturales enriquecidos", le dice a BBC Mundo.

Por eso, "sería más lógico decir cuan 'está' que cuan 'es' inteligente una persona. Porque cuando se dice 'es' se presupone que es una capacidad estable", añade De Zubiría autor del ensayo "Mitos y realidades sobre la inteligencia y el talento".

Del mismo modo, para la psicóloga Susana Urbina, especialista en evaluación psicológica, "la frase 'es inteligente' debería ser anulada".

"Una persona no nace siendo inteligente. Tiene condición genética y física y luego va adquiriendo las inteligencias. El medioambiente tiene mucho que ver con eso", explica.

Por su parte, De Zubiría detalla que "estas pruebas de inteligencia surgieron en 1905, por lo tanto se diseñaron con las ideas de ese entonces y hoy la inteligencia analítica es distinta a la que creíamos un siglo atrás".

"Hoy sabemos que el conocimiento no sería un buen indicador de inteligencia, porque alguien podría no saber mucho pero sí procesar muy bien la información".


Para el profesor, este tipo de test deberían estar prohibidos porque "terminan discriminando o sobrevalorando a un niño y un padre termina creyendo que su hijo es muy inteligente porque puntuó en un test de hace más de un siglo".

Intereses Humanos

Filosofía
Intereses Humanos
Las ciencias empírico-analíticas o naturales, son las metodologías científicas que producen, en una forma técnica, el conocimiento útil. El énfasis en la predicción y el control de los procesos objetivos se relacionan directamente con los intereses técnicos. La base filosófica de esta forma de conocimiento es el positivismo En esta corriente se afirma que sólo puede establecerse el conocimiento válido en referencia a la realidad externa, experimentada por los sentidos.

Este enfoque se basa en la presunción ontológica del mundo objetivo, como la suma total de lo que es, el caso, y clarifica las condiciones de la conducta racional en esta base. Las ciencias empírico-analíticas se basan en ideales de explicación, predicción y control. En este enfoque la acción individual no es resultado de una conciencia reflexiva subjetiva., en vez de ello, la acción individual siempre se observa como algo gobernado por las leyes funcionales invariables que operan fuera del control personal de los actores individuales (Carr, y Kemmis 1986).

El objetivo del conocimiento es la emancipación: la toma de control de las propias vidas, personal y colectivamente. La ciencia social crítica, siguiendo a Habermas, se orienta hacia la libertad y autonomía racional, operando en los contextos concretos: ha de desvelar las limitaciones estructurales y ayudar a actuar para superarlas.

No diseña una alternativa cerrada, sino que, a partir de la crítica de lo existente y de los deseos utópicos, muestra escenarios distintos, pero considerando que la tarea fundamental es la eliminación de barreras que constriñen la libertad, que impiden la libre decisión.

El conocimiento no sólo no es ajeno al interés humano, sino que el tipo de saber está profundamente ligado al interés al que sirve. Según la categorización de la escuela de Frankfurt (refinada por Habermas) sobre tipos de interés, conocimiento y ciencia, al interés emancipatorio le corresponde un saber emancipatorio (la reflexión) y una ciencia crítica.

El saber emancipatorio no niega los otros saberes, sino que los incluye dentro de su perspectiva reflexiva: podríamos decir que tiene en cuenta los datos empíricos y las interpretaciones dentro de su reflexión, no se queda limitada por ellas en la acción humana.


Además, según Habermas, "en la autorreflexión, o reflexión sobre la reflexión, coinciden interés y conocimiento, y es en ese ámbito donde se configura la razón emancipatoria" (San Baldomero, 1998). 

Freire, por su parte, más ligado al interés emancipatorio directo, señala acertadamente que "la cuestión está en cómo transformar las dificultades en posibilidades" (Freire, 1997). Se diferencia así el enfoque crítico del escepticismo postmoderno: el Centro de Investigación Social y Educativa de la Universidad de Barcelona (CREA) afirma que la "teoría social desarrollada por CREA se destaca por su orientación crítica, no tan sólo por denunciar aquellos aspectos negativos o excluyentes de la sociedad sino también por buscar y proponer acciones transformadoras que los superen" (Casamitjana, 2000), diferenciándose así de Foucault o Derrida, que nunca dicen lo que proponen.

La Sociedad Vasca


El lehendakari, Iñigo Urkullu, apeló este viernes a «avanzar» en una propuesta sobre el futuro del autogobierno «consensuada entre diferentes pensamientos ideológicos», y que sea «viable política, legal y jurídicamente». «No se puede pedir a nadie que renuncie a sus ideas», dijo Urkullu, dos días después de que el PNV presentara en el Parlamento vasco su propuesta de reforma estatutaria.

Urkullu se refirió en estos términos durante su discurso en la apertura de la jornada de presentación de las 'Prioridades estratégicas socio sanitarias 2017/2020' de Euskadi en la sede del Centro Superior de Música del País Vasco, Musikene, en San Sebastián. El presidente del Gobierno vasco comenzó su intervención recordando que esta semana «se han presentado las distintas visiones de futuro» en lo que respecta al autogobierno vasco.


En este contexto, apeló «al ejercicio democrático de diálogo sin apriorismos, diálogo con voluntad de acuerdo en pro de un autogobierno beneficioso para el conjunto de la sociedad vasca». También instó a «avanzar, mediante una propuesta consensuada entre diferentes pensamientos ideológicos», que, además, «sea viable política, legal y jurídicamente» y que «tenga recorrido institucional» porque «el futuro del autogobierno vasco lo merece».

Calidad De Vida

La calidad de vida es un concepto referido al bienestar en todas las áreas del ser humano, respondiendo a la satisfacción de las necesidades físicas (de salud, seguridad), materiales (de vivienda, ingresos, transporte, pertenencias, comida), sociales (de trabajo, familia, relaciones personales, comunidad, responsabilidades), psicológicas o emocionales (de afecto, autoestima, inteligencia emocional, espiritualidad, religión), de desarrollo (educación, productividad) y ecológicas (calidad del agua, del aire, etc).

La calidad de vida es un concepto complejo cuyo significado incluye desde las áreas físico mental hasta el lugar de la comunidad o sociedad donde la persona vive. Fue definida por la sociología, la medicina, las ciencias políticas, los estudios del desarrollo, entre otras disciplinas, y es un objetivo al que deben aspirar todos los países preocupados por los seres humanos en forma integral.

 La calidad de vida refiere a las condiciones en que vive un ser humano y que determinan una vida digna y placentera, o una vida llena de aflicción. Es un concepto altamente subjetivo, ya que cada ser humano tiene un concepto propio sobre la calidad de vida y la felicidad. Además está influido por la cultura en la que vive, los valores, la sociedad.

A diferencia del nivel de vida, que es un concepto económico estrictamente y no incluye las dimensiones psico social ni ambiental, la calidad de vida sugiere un estado completo de bienestar, donde el nivel de vida no es suficiente. Por ejemplo un individuo con alto nivel de vida pero oprimido por el estrés laboral tiene una baja calidad de vida.


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la calidad de vida es la percepción que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en relación a la cultura y valores en los que vive en relación con sus expectativas, sus objetivos y sus inquietudes. Influido por la salud física y psicológica, sus relaciones sociales, su nivel de independencia y su relación con el entorno.