Filosofía
Intereses Humanos
Las ciencias empírico-analíticas o naturales, son las
metodologías científicas que producen, en una forma técnica, el conocimiento
útil. El énfasis en la predicción y el control de los procesos objetivos se
relacionan directamente con los intereses técnicos. La base filosófica de esta
forma de conocimiento es el positivismo En esta corriente se afirma que sólo
puede establecerse el conocimiento válido en referencia a la realidad externa,
experimentada por los sentidos.
Este enfoque se basa en la presunción ontológica del mundo
objetivo, como la suma total de lo que es, el caso, y clarifica las condiciones
de la conducta racional
en esta base. Las ciencias empírico-analíticas se basan en ideales de
explicación, predicción y control. En este enfoque la acción individual
no es resultado de una conciencia reflexiva
subjetiva., en vez de ello, la acción individual siempre se observa como algo
gobernado por las leyes funcionales
invariables que operan fuera del control personal de
los actores individuales (Carr, y Kemmis 1986).
El objetivo del conocimiento es la emancipación: la toma de
control de las propias vidas, personal y colectivamente. La ciencia social
crítica, siguiendo a Habermas, se orienta hacia la libertad y
autonomía racional, operando en los contextos concretos: ha de desvelar las
limitaciones estructurales y ayudar a actuar para superarlas.
No diseña una alternativa cerrada, sino que, a partir de la
crítica de lo existente y de los deseos utópicos, muestra
escenarios distintos, pero considerando que la tarea fundamental es la
eliminación de barreras que constriñen la libertad, que impiden la libre
decisión.
El conocimiento no sólo no es ajeno al interés humano, sino
que el tipo de saber está profundamente ligado al interés al que sirve. Según
la categorización de la escuela de
Frankfurt (refinada por Habermas) sobre tipos de interés, conocimiento y
ciencia, al interés emancipatorio le corresponde un saber emancipatorio (la reflexión)
y una ciencia crítica.
El saber emancipatorio no niega los otros saberes, sino que
los incluye dentro de su perspectiva reflexiva: podríamos decir que tiene en
cuenta los datos empíricos
y las interpretaciones dentro de su reflexión, no se queda limitada por ellas
en la acción humana.
Además, según Habermas, "en la autorreflexión, o
reflexión sobre la reflexión, coinciden interés y conocimiento, y es en ese
ámbito donde se configura la razón emancipatoria" (San Baldomero,
1998).
Freire, por su parte, más ligado al interés emancipatorio directo,
señala acertadamente que "la cuestión está en cómo transformar las
dificultades en posibilidades" (Freire, 1997). Se diferencia así el enfoque
crítico del escepticismo postmoderno: el Centro de Investigación
Social y Educativa de la Universidad de
Barcelona (CREA) afirma que la "teoría social desarrollada por CREA se
destaca por su orientación crítica, no tan sólo por denunciar aquellos aspectos
negativos o excluyentes de la sociedad sino
también por buscar y proponer acciones transformadoras que los superen"
(Casamitjana, 2000), diferenciándose así de Foucault o
Derrida, que nunca dicen lo que proponen.
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