¿Cuántas veces has dado un consejo sólo para ver que la persona a quien
se lo diste hace exactamente lo contrario? La forma en que generalmente damos
un consejo (imponiendo nuestra opinión) suele ser inefectiva, e incluso dañina.
Saber cómo dar un buen consejo -especialmente cuando tú eres el jefe-
puede mejorar tus relaciones laborales y dirigirte a tomar mejores decisiones
de negocios. Por eso, aplica estos cuatro tips para convertirte en un buen
consejero que los demás respetan:
1. Sólo da tu consejo cuando te lo piden
Muchos de nosotros damos consejos de manera automática cuando alguien comparte un problema. Pero las buenas intenciones pueden resultar en nuestra contra. “Los tomadores de decisiones perciben los consejos no solicitados como intrusivos y como una crítica implicada”, dice el psicólogo Reeshad Dalal. “Es una gran amenaza para su autonomía”.
Muchos de nosotros damos consejos de manera automática cuando alguien comparte un problema. Pero las buenas intenciones pueden resultar en nuestra contra. “Los tomadores de decisiones perciben los consejos no solicitados como intrusivos y como una crítica implicada”, dice el psicólogo Reeshad Dalal. “Es una gran amenaza para su autonomía”.
El consejo no solicitado envía un mensaje de que te estás inmiscuyendo
porque la persona no puede manejar el problema por sí misma. Eso le hace sentir
menos competente y capaz, minando su habilidad para controlar la situación.
Para asegurar que tu consejo sea más útil que dañino, únicamente compártelo
cuando te lo pidan explícitamente. De otra manera, sólo escucha y sé empático.
2. Ofrece información sobre las opciones
Al dar su consejo, las personas con mayor experiencia generalmente cometen el error de asumir que saben más que los demás. “Mientras que tú puedes tener gran expertise sobre un tema, la persona que toma la decisión tiene más experiencia sobre la decisión en específico”, dice Dadal.
Al dar su consejo, las personas con mayor experiencia generalmente cometen el error de asumir que saben más que los demás. “Mientras que tú puedes tener gran expertise sobre un tema, la persona que toma la decisión tiene más experiencia sobre la decisión en específico”, dice Dadal.
Si quieres ofrecer tu expertise de manera que sea útil, úsalo para
informar a la persona acerca de la decisión. Diles lo que sabes de sus
opciones, posiblemente ofreciéndole una recomendación, y después deja que usen
esa información para tomar una mejor decisión.
3. Ayúdalo a pensar sobre el problema
El consejo tradicional (el de decir lo que debería hacerse) podría persuadir a alguien de concordar contigo, pero esto no le ayuda a aprender y crecer. “Algunas veces, tener un ‘impacto positivo’ involucra la elección deliberada de no persuadir”, dice Dalal.
El consejo tradicional (el de decir lo que debería hacerse) podría persuadir a alguien de concordar contigo, pero esto no le ayuda a aprender y crecer. “Algunas veces, tener un ‘impacto positivo’ involucra la elección deliberada de no persuadir”, dice Dalal.
En lugar de imponer tu opinión, guíalos a través del proceso que podrías
usar para llegar a una conclusión. Haz las preguntas que te harías a ti mismo,
y dales la oportunidad de hablar las opciones contigo. Esta estrategia ayudará
a construir habilidades para resolver problemas que pueden usarse para resolver
dilemas futuros.
4. Expresa confianza en su juicio
Cuando alguien se enfrenta a un dilema, necesita tener auto confianza para seguir su intuición y tomar una decisión informada. “Ayuda a ofrecer soporte emocional además del consejo”, recomienda Dadal. “La gente aprecia ambas cosas”.
Cuando alguien se enfrenta a un dilema, necesita tener auto confianza para seguir su intuición y tomar una decisión informada. “Ayuda a ofrecer soporte emocional además del consejo”, recomienda Dadal. “La gente aprecia ambas cosas”.
Si alguien llega a ti pidiéndote un consejo, hazle saber que estás ahí
para ayudarlo pero que confías en que tomará una decisión inteligente. Tu
confianza podría ser todo el consejo que necesita.
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