“Con la llegada de la tercera edad la autoestima puede afectarse y
reducirse. Los psicólogos señalan que esto se debe a que las personas ven que
sus capacidades físicas y mentales disminuyen; sus cónyuges y amigos mueren o
sus conocidos desaparecen de su círculo porque ya no pueden mantener el ritmo
de vida que llevaban. Algunos, aunque viven con sus familias, sienten que no
existen, porque no son tomados en cuenta, no se respetan sus puntos de vista y
se les impide realizar tareas que ellos pueden asumir sin problemas”
Sentir que pierden el control y sus capacidades físicas
disminuyen por trastornos médicos genera emociones negativas y ansiedad en las
personas de la tercera edad, que pueden conllevar al aislamiento, la apatía, la
ansiedad, la baja autoestima y, más grave aún, la depresión.
La depresión crónica en los abuelos puede complicar su salud
y tener efectos físicos alarmantes. Se ha estudiado, inclusive, que el índice
de mortalidad es mayor entre las personas de la tercera edad que se sienten
solos frente a los que están contentos con sus vidas.
Para evitar que los abuelos sufran esas emociones, lo mejor
es ayudarlos a que tengan calidad de vida y conserven su independencia en
ambientes seguros. En la actualidad, existen excelentes centros que les permiten
continuar sus vidas y compartir intereses con personas de su misma edad.
Entrar a la tercera edad genera cambios y uno de ellos es la
disminución de la independencia, ya sea por las pérdidas físicas y mentales que
aparecen con el envejecimiento o las enfermedades que disminuyen sus
capacidades. En algunos casos, son los propios hijos quienes roban
independencia a los padres al impedirles realizar actividades para las que
están capacitados; o que tomen decisiones.
Aunque las personas de la tercera edad necesiten ayuda es
inadecuado hacer todo por ellos. Hay que permitirles participar en las
actividades rutinarias de la familia y, si pueden hacerlo, que se encarguen de
su cuidado. La mayoría de los adultos mayores quieren conservar su
independencia, aunque necesiten un poco de apoyo, eso se puede lograr.
El contacto social es muy importante para la salud emocional
en la tercera edad. Quienes se mantienen en redes con otras personas, hacen
amigos y comparten intereses con otros, son más sanos y más felices. También es
importante pasar tiempo con la familia, mantener contacto y reunirse con los
amigos.
Los abuelos deben realizar actividades físicas, cognitivas y
sociales que les permitan sentirse vivos, útiles e independientes, de esta
forma disfrutan mejor sus vidas y las viven con calidad.
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