Primer paso: Define tus metas a largo plazo. Trabajar hacia la consecución de metas y lograrlas en todos los aspectos de tu vida es una gran fuente de motivación y satisfacción. Las metas a largo plazo son las metas más grandes que te fijas para ti mismo, por ejemplo, hacerte doctor, recibir un título de posgrado o comenzar un negocio. Al crear metas, asegúrate de definir también cómo medir el éxito. Por ejemplo, si tu objetivo es iniciar un negocio, podrías decir que tiene éxito si el negocio sigue en funcionamiento un año desde el momento en que se establece.
Un objetivo sólido cumplirá estas condiciones:
Es específico: Define tu objetivo en detalle. ¡Es difícil trabajar hacia un objetivo indefinido!
Es mensurable: Identifica las maneras en que sabrás que tu meta se ha logrado.
Es alcanzable: Asegúrate de que tu objetivo es algo se puede lograr de manera realista. Acabar con la pobreza tal vez no sea posible por tu cuenta, pero ofrecer oportunidades educativas para los jóvenes desfavorecidos puede que lo sea.
Es relevante: Tus metas deben alinearse con la dirección que quieres que tu vida tome y, si corresponde, con las necesidades de tu comunidad.
Es limitado en el tiempo: Poner un plazo a tus metas te mantendrá motivado y encaminado.
Cada objetivo debe cumplir todas las condiciones. Si las pasa, es indicio de que has creado una meta excelente para ti.
Segundo paso: Define tus metas a corto plazo. Los objetivos a corto plazo te mantienen en el camino hacia el logro de los de largo plazo. Si tu objetivo a largo plazo es iniciar un negocio, tus metas a corto plazo pueden ser realizar una investigación de mercado, elaborar un plan de negocios, reunirte con un mentor, etc. Basándose en el resultado de una meta a corto plazo, puede que necesites reevaluar tu meta a largo plazo. Tal vez, al desarrollar el plan de negocios, averiguaste que el costo de iniciar un negocio es mayor de lo previsto. ¿Cambiará esto tu meta a largo plazo? ¿Hay metas adicionales a corto plazo que puedas establecer para ayudarte a trabajar en la consecución de tu meta a largo plazo? Asegúrate de reevaluar tu plan a largo plazo a medida que completes cada meta a corto plazo. Recuerda que los objetivos a corto plazo no necesitan ser tan ambiciosos como lo son los de largo plazo. Desarrollar tus habilidades profesionales es un gran objetivo a corto plazo. Si esa es una de tus metas, echa un vistazo a nuestros recursos sobre cómo redactar una biografía, prepararse para una entrevista de trabajo y pronunciar un discurso.
Tercer paso: Identifica los recursos que necesitarás para alcanzar tus metas. Después de definir tus metas, haz una lista de los recursos que necesitarás para alcanzar cada una. Los recursos pueden incluir investigación e información, dinero o apoyo financiero, o ayuda de otros, como familia, amigos, miembros de tu comunidad o compañeros de trabajo. Al tener una lista de lo que necesitas, sabrás dónde y a quién recurrir para obtener apoyo.
Después de haber definido tus metas y lo que necesitas para lograrlas, asegúrate de continuar revisando tus metas establecidas para que puedas permanecer en buen camino. La mejor manera de hacer esto es anotar todo
No hay comentarios:
Publicar un comentario