Todos tenemos un libro favorito, uno que hemos leído muchas
veces y que siempre nos hace pasar un buen rato, o nos lleva a pensar, o
suscita conversaciones interesantes con otras personas.
Sin embargo, no
siempre somos capaces de recordar exactamente algunas de las cosas que
hemos leído en ese libro, o en un reportaje en el periódico que nos ha gustado.
Leemos algo que nos interesa, pero luego tendemos a olvidar buena parte de
ello.
Existen maneras de que nos acordemos mejor de lo que
acabamos de leer. No hace falta que afrontemos un texto como si fuéramos a
estudiarlo para un examen, pero sí hay recomendaciones que podemos seguir
para mejorar nuestra capacidad retentiva cuando leemos. La mayoría son
consejos bastante sencillos y hasta de sentido común, como si dijéramos, y no
hace falta que creemos en nuestra cabeza un palacio de la
memoria, como hacía Hannibal Lecter.
Los pilares de la memoria
Las claves para que recordemos información que acabamos de
recibir se basan en los tres principios de la memoria: la impresión, la
asociación y la repetición. Nuestro cerebro recuerda mejor aquello que lo
"impresiona", que genera en él alguna imagen o sensación notable.
Cuando leemos, se puede ayudar a que se produzca esa impresión leyendo
algunos pasajes en voz alta, por ejemplo, utilizando el sonido como apoyo para
la memoria.
Luis García Carrasco, autor del libro 'El arte de la
memoria', y del podcast del
mismo título, apunta entre sus consejos para memorizar que
"recordamos las cosas que han causado cierta impresión en nosotros",
y aboga por que usemos la imaginación para realizar asociaciones que nos
faciliten acordarnos de ciertas cosas que, hasta ese momento, nos resultaban
desconocidas.
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