sábado, 26 de enero de 2019

Todo Es Posible

Hoy tomo la determinación de creer que todo es posible, que no puede existir ante mí un camino que no pueda recorrer, una habilidad que no pueda alcanzar, una montaña que cuya cima no pueda coronar. Hoy tomo la determinación de creer desde mi corazón que mi voluntad mueve mi mundo, y que ningún obstáculo, por recurrente que haya sido en mi vida hasta ahora, podrá frenar mi determinación.

Hoy tomo esta determinación no porque otros digan que para conseguir tus sueños has de creértelos, sino porque otros muchos antes que yo ya lo han conseguido. Hay miles de historias de éxito, de gente que tocó fondo y salió a flote más fuerte que nunca, de gente que superó sus adicciones, que liberó sus cadenas familiares, sus cadenas sociales, sus cadenas internas, cualquier tipo de cadena, y con voluntad y convicción se convirtió en su propio referente y en el de muchos otros.

Si miramos atrás siempre vamos a encontrar historias de aparentes éxitos y fracasos, pero hoy elijo mirar los éxitos para darme cuenta de que estuvieron precedidos de pequeñas caídas, pequeñas no por su magnitud aislada, sino porque la voluntad de continuar hizo que el posterior éxito las hiciera insignificantes. 

La piedra del camino que nos hace caer puede parecer muy grande y afilada en el momento de la caída, y lo seguirá pareciendo mientras permanezcamos en el suelo, pero basta empezar a caminar de nuevo para que al mirar la vista atrás parezca cada vez más pequeña, hasta que ni siquiera alcancemos a verla. La clave está en continuar, en no rendirse, en avanzar siempre. Si podemos escuchar nuestro corazón y nos indica una dirección, adelante, aunque no entendamos nada. Si no lo escuchamos hemos de elegir un camino, poniendo alerta en cada paso, con la certeza de que si no es el adecuado nuestro corazón empezará a gritar para que rectifiquemos el rumbo, habremos conseguido escuchar al fin nuestro corazón.

A pesar de los patrones que se repiten en mi vida una y otra vez, hoy elijo creer que soy más grande que ellos, de modo que no supongan un obstáculo. No desaparecerán de mi vida ni deseo que lo hagan, solo que dejarán de ser un obstáculo, dejarán de limitar mi avance. 

Elijo creer que puedo superarlos porque de otro modo la vida no lo hubiera puesto de nuevo ante mi. He acabado descubriendo que la vida misma nos conoce más que a nosotros mismos, y al igual que otros antes lo consiguieron, yo lo voy a conseguir, una y otra vez, avanzando siempre. Hoy elijo tener presente en mi vida cada día que los logros son parte de mi ser, de mi naturaleza, no por que yo sea alguien especial, sino precisamente porque soy igual que los demás, igual que todos los que me han precedido y todos los que me acompañan, y por tanto, todo se puede lograr.

Hecho la vista atrás y veo una gran cantidad de logros, de éxitos, de superaciones realizadas. Cada vez que me levanté de una caída fue un gran logro solo posible porque previamente algo, o yo mismo, me hizo caer. No es posible mirar atrás y ver obstáculos, solo puedes ver logros, ya que si estás mirando atrás significa que avanzaste, que saliste de ahí, y por tanto, sea lo que sea que tengas ahora entre manos, lo puedes volver a conseguir, con más fuerza y determinación por el poder que te da la experiencia, con gran ánimo por la convicción que te da el saber que es posible. 

Y si lo que necesitas es más experiencia no te preocupes, admite la caída y aprende, observa tus reacciones, y levántate feliz, porque has conseguido la experiencia que hará que la próxima vez sea diferente, puede que no sea la definitiva, pero ten por seguro que ya estarás mucho más cerca.


Hoy elijo creer que no hay límites, y me dispongo a volar hasta las estrellas, con actitud de servicio y un profundo amor.

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