Hoy tomo esta
determinación no porque otros digan que para conseguir tus sueños has de
creértelos, sino porque otros muchos antes que yo ya lo han conseguido. Hay
miles de historias de éxito, de gente que tocó fondo y salió a flote más fuerte
que nunca, de gente que superó sus adicciones, que liberó sus cadenas
familiares, sus cadenas sociales, sus cadenas internas, cualquier tipo de
cadena, y con voluntad y convicción se convirtió en su propio referente y en el
de muchos otros.
Si miramos atrás
siempre vamos a encontrar historias de aparentes éxitos y fracasos, pero hoy
elijo mirar los éxitos para darme cuenta de que estuvieron precedidos de
pequeñas caídas, pequeñas no por su magnitud aislada, sino porque la voluntad
de continuar hizo que el posterior éxito las hiciera insignificantes.
La piedra
del camino que nos hace caer puede parecer muy grande y afilada en el momento
de la caída, y lo seguirá pareciendo mientras permanezcamos en el suelo, pero
basta empezar a caminar de nuevo para que al mirar la vista atrás parezca cada
vez más pequeña, hasta que ni siquiera alcancemos a verla. La clave está en
continuar, en no rendirse, en avanzar siempre. Si podemos escuchar nuestro
corazón y nos indica una dirección, adelante, aunque no entendamos nada. Si no
lo escuchamos hemos de elegir un camino, poniendo alerta en cada paso, con la
certeza de que si no es el adecuado nuestro corazón empezará a gritar para que
rectifiquemos el rumbo, habremos conseguido escuchar al fin nuestro corazón.
A pesar de los
patrones que se repiten en mi vida una y otra vez, hoy elijo creer que soy más
grande que ellos, de modo que no supongan un obstáculo. No desaparecerán de mi
vida ni deseo que lo hagan, solo que dejarán de ser un obstáculo, dejarán de
limitar mi avance.
Elijo creer que puedo superarlos porque de otro modo la vida
no lo hubiera puesto de nuevo ante mi. He acabado descubriendo que la vida
misma nos conoce más que a nosotros mismos, y al igual que otros antes lo
consiguieron, yo lo voy a conseguir, una y otra vez, avanzando siempre. Hoy
elijo tener presente en mi vida cada día que los logros son parte de mi ser, de
mi naturaleza, no por que yo sea alguien especial, sino precisamente porque soy
igual que los demás, igual que todos los que me han precedido y todos los que
me acompañan, y por tanto, todo se puede lograr.
Hecho la vista
atrás y veo una gran cantidad de logros, de éxitos, de superaciones realizadas.
Cada vez que me levanté de una caída fue un gran logro solo posible porque
previamente algo, o yo mismo, me hizo caer. No es posible mirar atrás y ver
obstáculos, solo puedes ver logros, ya que si estás mirando atrás significa que
avanzaste, que saliste de ahí, y por tanto, sea lo que sea que tengas ahora
entre manos, lo puedes volver a conseguir, con más fuerza y determinación por
el poder que te da la experiencia, con gran ánimo por la convicción que te da
el saber que es posible.
Y si lo que necesitas es más experiencia no te
preocupes, admite la caída y aprende, observa tus reacciones, y levántate
feliz, porque has conseguido la experiencia que hará que la próxima vez sea
diferente, puede que no sea la definitiva, pero ten por seguro que ya estarás
mucho más cerca.
Hoy elijo creer que
no hay límites, y me dispongo a volar hasta las estrellas, con actitud de
servicio y un profundo amor.
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