La palabra intrépido es un
término que en nuestro idioma se puede usar para referir a aquel individuo que
no presenta temor ante los peligros que se le puedan presentar de pronto en la
vida, o en lo que atañe a la realización de alguna actividad especial y
riesgosa, por caso algún deporte extremo, entre otros.
Y por otra parte, también
es posible usar la palabra cuando se quiere expresar que alguien es osado,
temerario, a la hora de actuar, de comportarse, que es lo mismo a decir
imprudente, porque se expone a peligros sin necesidades.
La persona intrépida dispone de un notable coraje, valor y fuerza de voluntad que es lo que le facilitará someterse a los más difíciles entornos y situaciones sin temor a fracasar en ese intento.
Como generalmente los obstáculos provocan en las personas miedo, la disposición de coraje es lo que le permite a una persona neutralizar el temor y seguir adelante en la acción propuesta.
Ahora bien, cabe destacarse que intrépido no es una palabra que esté muy extendida en nuestro idioma para justamente expresar las cuestiones indicadas.
La realidad es que para expresar tal situación solemos usar un término mucho más popular y extendido, como ser el de valiente y que es el sinónimo más reconocido de la palabra que nos ocupa.
El concepto de valiente es el que habitualmente usamos cuando queremos expresar que un individuo sobresale por su arrojo, y que por tanto no demuestra miedo a la hora de actuar, o ante aquello que está por venir y tendrá que enfrentar.
Para el valiente es algo natural invertir esfuerzos para conseguir cosas para sí mismo, o para el entorno que lo rodea.
Entonces, intrépido, así como su sinónimo más popular, valiente, pueden ser usados para dar cuenta de aquellas acciones que implican un importante valor y osadía.
Arrojarse al mar para salvarle la vida a una persona que se está ahogando es de intrépido, de valiente.
Entrar a una casa que se está incendiando para salvar a un anciano, asimismo, es ser intrépido.
El concepto opuesto al de intrépido es prudente, ya que refiere a aquella persona que se caracteriza por actuar con cautela y moderadamente.
Persona que actúa con riesgos serios para su propia vida y la de terceros
Y en lo que respecta al segundo sentido que se le atribuye a esta palabra, asociado al concepto de temerario, que expusimos líneas arriba, debemos decir que se emplea para calificar a aquella persona que despliega un comportamiento riesgoso para sí mismo y también para terceros.
Esto habla además de una enorme imprudencia por parte de la persona que no toma dimensiones de ello, actúa irracionalmente y sin medir las consecuencias que pueden tener esos actos faltos de razón, y que como tales pueden atentar directamente contra su vida, y como ya dijimos la de otros cercanos.
Por ejemplo, una persona
que conduce bajo los efectos del alcohol un automóvil en el cual además viaja
con su familia, compuesta por su esposa y sus dos hijos pequeños, estará
demostrando una actitud como la recién descripta.La persona intrépida dispone de un notable coraje, valor y fuerza de voluntad que es lo que le facilitará someterse a los más difíciles entornos y situaciones sin temor a fracasar en ese intento.
Como generalmente los obstáculos provocan en las personas miedo, la disposición de coraje es lo que le permite a una persona neutralizar el temor y seguir adelante en la acción propuesta.
Ahora bien, cabe destacarse que intrépido no es una palabra que esté muy extendida en nuestro idioma para justamente expresar las cuestiones indicadas.
La realidad es que para expresar tal situación solemos usar un término mucho más popular y extendido, como ser el de valiente y que es el sinónimo más reconocido de la palabra que nos ocupa.
El concepto de valiente es el que habitualmente usamos cuando queremos expresar que un individuo sobresale por su arrojo, y que por tanto no demuestra miedo a la hora de actuar, o ante aquello que está por venir y tendrá que enfrentar.
Para el valiente es algo natural invertir esfuerzos para conseguir cosas para sí mismo, o para el entorno que lo rodea.
Entonces, intrépido, así como su sinónimo más popular, valiente, pueden ser usados para dar cuenta de aquellas acciones que implican un importante valor y osadía.
Arrojarse al mar para salvarle la vida a una persona que se está ahogando es de intrépido, de valiente.
Entrar a una casa que se está incendiando para salvar a un anciano, asimismo, es ser intrépido.
El concepto opuesto al de intrépido es prudente, ya que refiere a aquella persona que se caracteriza por actuar con cautela y moderadamente.
Persona que actúa con riesgos serios para su propia vida y la de terceros
Y en lo que respecta al segundo sentido que se le atribuye a esta palabra, asociado al concepto de temerario, que expusimos líneas arriba, debemos decir que se emplea para calificar a aquella persona que despliega un comportamiento riesgoso para sí mismo y también para terceros.
Esto habla además de una enorme imprudencia por parte de la persona que no toma dimensiones de ello, actúa irracionalmente y sin medir las consecuencias que pueden tener esos actos faltos de razón, y que como tales pueden atentar directamente contra su vida, y como ya dijimos la de otros cercanos.
Claramente, si una persona maneja ebrio tendrá ciertas chances de protagonizar un accidente que puede herirlo, o matarlo a él, y a las personas que viajan de compañía.
La mencionada es una de las principales causas de accidentes viales en el mundo, y a pesar de las campañas y los controles, es una realidad que este accionar depende en total grado de la conciencia del individuo, de saber que lo que está haciendo es temerario y que puede ocasionarle graves daños a él y su familia.
Hay un accionar recurrente por parte de este perfil que es jamás atender a las sugerencias y advertencias de los riesgos que implica la acción que sobrellevan a cabo.
Si bien las personas estamos cotidianamente sometidos a peligros que podemos y que no podemos dominar, es importante que al respecto de los primeros, actuemos con conciencia y con prudencia siempre, más allá de nuestro coraje y arrojo, o que creamos que nada malo nos pueda pasar jamás.
Como podemos apreciar, no necesariamente ser intrépido puede ser una virtud o algo positivo, también puede tener una connotación negativa.