martes, 14 de mayo de 2019

La Educación Y Los Medios


La relación entre educación y medios de comunicación es un tema de debate interesante para los profesionales, al tratarse de dos temáticas vinculadas estrechamente. En la actual sociedad del conocimiento existen muchos canales de comunicación y aunque, a menudo es difícil reaccionar ante tanta información, los educadores se han esforzado para crear materiales para trabajar en el aula y han elaborado muchas teorías sobre su función como profesionales en la educación para la comunicación.

En este sentido, el sector educativo se ha centrado en analizar si los medios de comunicación son educativos o no, de qué forma podemos utilizarlos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, de qué forma contribuyen a la formación en valores, etc. Por eso, en el monográfico sobre educación y comunicación se plantea qué implicación deben tener los medios de comunicación en la educación, intentando abrir el debate sobre si existe una cierta responsabilidad por parte de los profesionales de la comunicación.

La importancia de los medios de comunicación en el contexto actual

Hoy por hoy, nadie discute la importancia de los medios de comunicación en la sociedad actual. Nos encontramos inmersos en una sociedad mediática y nuestro estilo de vida convive con los mensajes que nos transmiten los medios de comunicación. De la misma forma, hablar de medios de comunicación implica abarcar un abanico de posibilidades muy amplio: muchos canales de televisión, radio, Internet, publicaciones impresas de todo tipo...

Los medios de comunicación de masas constituyen un aparato de socialización muy importante: influyen en nuestras ideas, hábitos y costumbres. Algunos expertos incluso llegan a afirmar que la cantidad de información comunicada por la prensa, las revistas, las películas, la televisión y la radio, excede en gran medida al volumen de información que llega a través de la enseñanza y los contenidos que se transmiten en la escuela.

De ser cierto este hecho, convertiría a los medios de comunicación en una herramienta educativa muy poderosa, con las ventajas y desventajas que esto supone. Pero, educar no es su finalidad última. Aunque los medios incluyen formatos y contenidos adecuados para el público en edad escolar, existe otro gran volumen de información que no va dirigida a este público pero que es percibida y asimilada por él.

Educar a través de los medios vs medios educativos

Existen muchas formas de entender la relación entre educación y medios, en este apartado hemos querido abordar algunas de ellas.

En primer lugar, vamos a analizar la incorporación de los medios al currículo escolar. Podemos apreciar que los medios de comunicación se han vuelto imprescindibles en un proceso educativo, ya que forman parte del material didáctico utilizado con frecuencia en el aula. Quizás Internet es el medio que se ha incorporado más rápidamente a la educación, pero el resto aparecen frecuentemente en propuestas curriculares.

Aun así, educar utilizando las nuevas tecnologías (pizarra digital, Internet, audiovisuales, prensa, etc.) es quizás más común que planear actividades que contribuyan a formar en el uso de los medios de comunicación.

Este tipo de iniciativas son las que tienen como finalidad ampliar las capacidades de análisis activo y crítico de la oferta televisiva, periodística y radiofónica. A la vez, se intenta familiarizar al alumnado con los códigos propios de los medios y enseñarle cómo se selecciona la información que aparece en los periódicos, de qué forma se nos presentan los contenidos y tratamientos de la información en función del medio, sus propósitos implícitos y explícitos, etc. En definitiva, se trata de propuestas que ayuden a los usuarios de los medios a ser críticos con ellos, a seleccionar lo que les interesa y hacer un buen uso de toda la información que tienen a su disposición.

Pero, la complejidad de esta tarea radica en el hecho que aprender a utilizar y a entender los medios debe ser una responsabilidad compartida entre padres, educadores y profesionales de la educación.

Los Obstáculos Que Nos Pone La Vida


Muchas veces pensamos que estamos en el camino incorrecto, que nos ocurren cosas que no nos merecemos y que no parecen justas, sin embargo, no nos damos cuenta que la vida nos pone enfrente aquellas experiencias que necesitamos para aprender en la vida, para trascender y para seguir progresando.

Podemos decir de alguna manera, que tarde o temprano se llega ese despertar de conciencia que nos hace llevar una vida más equilibrada, serena y armoniosa, sin embargo, si reflexionamos, nos preguntamos cuál es el camino realmente más simple? el camino de la felicidad o el camino del sufrimiento?..

Concluir alguna de estas dos alternativas sin revisar a profundidad lo que pudiera significar no tiene ningún sentido, lo que sí podemos saber es que cada experiencia que nos toca experimentar, deja una huella en nuestra alma.

De manera que cada vivencia que pasa por nuestra vida, cada persona, cada escenario, cada decisión y cada alternativa que nos toca tomar en la vida, tiene un significado, no podemos sentirnos ajenos o incapaces de superar los obstáculos que se atraviesan en nuestro camino, tenemos la fortaleza y la voluntad para superar cada nuevo día, para recibir cada nueva enseñanza y para salir adelante.

Debemos tener la fortaleza en la vida para confiar en nosotros mismos, tener la valentía para asumir nuestras acciones, las consecuencias de nuestros actos y dejar de lamentarnos por cada nueva situación que nos toca vivir, abrirnos al progreso, abrirnos a la oportunidad y el entendimiento y dejar las quejas a un lado, dejar los pensamientos negativos, dejar los malestares y las emociones tóxicas, que sencillamente nos limitan y se convierten en una carga muy pesada para nuestro espíritu.

La experiencia en la vida trae consigo su propia carga emocional, sus propias situaciones y es menester tolerarlas, recibirlas, superarlas y trascenderlas, pues si nos quedamos sumidos en los lamentos, en la euforia que puede significar cada nueva situación, dejamos de lado lo que realmente nos resulta provechoso y es la enseñanza que nos está dejando, es la experiencia, es ese adquirir de conciencia que nos es tan necesario para progresar en nuestra existencia.




Superar La Adversidad

Para afrontar la adversidad necesitamos recordar cuál es nuestro sentido vital. Clarificar propósitos y despertar la resiliencia nos ayudará a transitar por este proceso con mejores recursos y entereza.

Todos atravesamos momentos difíciles a lo largo de nuestras vidas. Afrontar la adversidad es algo más que un deseo o un propósito, es una necesidad, una obligación que integrar en la mente y el corazón. Ahora bien, si hay algo que todos sabemos es que aplicar este enfoque y desplegar adecuados recursos del cambio no siempre es fácil.

Las dificultades que nos encontramos en uno u otros momentos de nuestras vidas como la pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa o la mala noticia de un despido pueden ahogarnos en un océano de malestar. Tanto si lo queremos como si no, nadie es inmune a la adversidad. Ninguno nos encontramos a salvo de los vaivenes del destino, buenos y malos.

Es en estos momentos de adversidad cuando atravesamos emociones muy poderosas como la tristeza, la impotencia, la frustración, etc… Ahora bien, hay un dato interesante que vale la pena tener en cuenta.

En un estudio llevado a cabo por los psicólogos Linley, PA, y Joseph, S. de la Universidad de Warwick, Reino Unido se demostró que las personas capaces de afrontar los momentos difíciles, adquieren valiosos aprendizajes para encarar el futuro con mejores recursos.

«Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos»
-Viktor Frankl-

Cuando la adversidad decide golpearnos y experimentamos esas emociones tan poderosas, resulta beneficioso expresar aquello que sentimos. Podemos hacerlo con un familiar o amigo, o a través de la escritura, para llegar a hacerlo cada vez más consciente y poder desahogar esos nudos emocionales.
Si ponemos palabras a cómo nos sentimos, nos será más fácil ir canalizando presiones, miedos, angustias. De ese modo, podremos asociar nuestros pensamientos con los sentimientos de forma rápida y casi simultánea.

Por eso, cuando nuestras emociones sean demasiado negativas, podemos emplear la escritura como medio para expresarlas, librándonos de ellas sin tener repercusiones exteriores.

La creatividad como canal para liberar emociones
Expertos en el tema como Scott Barry Kaufman, autor del libro Conectado para Crear, nos explica que hacer uso de la creatividad, es un mecanismo idóneo para liberar emociones. 

Cualquier situación adversa puede ser vista como una interrupción de nuestra trayectoria vital, pero si la relatamos y la expresamos, estaremos más cerca de la posibilidad de aceptarlo y seguir avanzando.

Incluso si tenemos dificultades a la hora de la escritura, también podemos utilizar otro tipo de actividades como la pintura, el baile, el deporte o el teatro… Todos estos tipos de arte son canales para poder llegar a controlar y elaborar lo que sentimos.

Tras esto, podemos poner en marcha todo nuestro propio mecanismo de resolución de problemas, ahí donde utilizar  nuestros propios recursos para avanzar y hacernos paso ante la dificultad que se nos presenta.

Hay que clarificar propósitos, darle un sentido a la vida. Cada prueba superada nos irá fortaleciendo.

Y aunque las dificultades o adversidades nos muestren nuestras partes más vulnerables, el hecho de superarlas nos ayudará a avanzar con más seguridad y confianza.


Pensemos en ello. Aprendamos a ser resilientes, encendamos esa fuerza interna para afrontar la adversidad con éxito y sabiduría.

lunes, 13 de mayo de 2019

Saber Y Conocer


Entonces, la posibilidad del conocer y hacerlo correcta y verdaderamente depende de ser sujetos o entes que conocemos, que diferenciamos de los seres objetos o entes que conoceremos. Por lo que este ser sujeto no será posible sin el otro ser objeto, más allá de las condiciones naturales o culturales en las que nos desenvolvamos. Esto implicará, en primera instancia, superar una visión cientificista que afirma que el saber de los pueblos no occidentales es inferior al conocer de los occidentales, obligándonos a identificar y establecer los criterios de corrección y veracidad de los saberes no occidentales, porque de seguro allí también podremos hablar de saber correcto y verdadero.

Concluyendo digamos entonces, que el saber/conocer es posible. Posible porque existe un ser que sabe/conoce. Posible porque existe algo que se sabe/conoce. De donde el que este saber/conocer sea correcto y verdadero dependerá de la relación que se establezca entre el sujeto y el objeto. Dependerá del resultado de esa relación cognitiva – cognoscente y, por ello, consciente. Dependerá del asumirnos seres nacidos - luego formados - para saber/conocer.


Este tendrá que ser el principio para que desde la Universidad se encaren lo que ahora se pretende hacer realidad, incorporar la investigación en el proceso de formación profesional, en el contexto de un modelo educativo que desde el nivel primario y secundario busca formar la capacidad de incidir en la realidad no solo para conocerla, sino transformarla. Modelo que, para la curricula universitaria, busca que se complementen los conocimientos occidentales con los saberes ancestrales.

La Función Socio Cultural

Filosofía
La Función Socio Cultural
El Profesor Mario Sambarino, filósofo uruguayo (1918-1984), se pregunta por la función sociocultural de la Filosofía en América Latina en la ponencia que presentara en el Primer Coloquio Nacional de Filosofía realizado en México en el año 1975. 

Haremos un recorrido deliberado del contenido de dicha ponencia gracias al cual obtendremos mayores luces sobre la función sociocultural que nosotros consideramos que debe tener la filosofía en la sociedades latinoamericanas actuales con el fin de enriquecer nuestra propuesta, a saber, construir un pensamiento crítico para América Latina que promueva la mirada solícita del otro en lo social.
Recordamos que cada entrega se nutre y supone la anterior.

“Un filosofar verdadero se origina en relación con una situación problemática, cuando de ésta surge una forma de preguntar cuya respuesta ha de tener carácter fundacional”. (SAMBARINO, 1975: 25)
Precisa Sambarino que si bien del filosofar obtenemos pautas de acción la filosofía no se subordina a éstas porque su carácter fundacional consiste precisamente en tomar distancia de las situaciones inmediatas para ver, juzgar y, añadimos nosotros, proponer respuestas a las situaciones problemáticas que la han originado.

Así, para el autor uruguayo, un filosofar efectivo es aquél que toma formas posibles de acción sin reducirse a las mismas: he allí su radicalidad. Y, a su vez, si bien las respuestas para la acción son provisorias, éstas al ser filosóficas han de tener carácter fundacional, es decir, ser el producto de un pensar crítico que se ha volcado sobre sí mismo tratando de poner en relieve los fundamentos que sostienen a determinadas situaciones que se han vuelto disfuncionales a nivel social. Lo anterior con la pretensión de que dicha comprensión oriente la discusión sobre los problemas que aquejan la praxis o por lo menos ilumine a los diversos actores sociales con la misma intención.


“Por esa misma radicalidad la filosofía, si bien sumida en el movimiento histórico, debe alejarse de lo inmediato, aunque sea para volver con más fuerza y razones para actuar en él”. (SAMBARINO, 1975: 26). 

Así, alejarse o tomar distancia de lo inmediato no significa negarlo, más bien, en el proceso de ir y venir de la inmediatez la filosofía construye la posibilidad de re-crear lo social en tanto que el filósofo es capaz de hacerse preguntas que de haber estado supeditado a la inmediatez no se formularía y, de igual manera, es capaz, gracias a esta distancia metodológica, de imaginar escenarios posibles como respuestas a los problemas inmediatos. 

De forma tal que el pensamiento filosófico va con mayor fuerza y capacidad de acción a la situación problemática porque se ha abstraído de la misma sin que ésta dejase de ser su norte y sin que esto suponga dar soluciones abstractas o carentes de asidero en la realidad.

Evitar La Discriminación


La discriminación se produce cuando juzgamos a una persona, es decir, discriminar es emitir un juicio u opinión negativa respecto a otra persona.

Quiero contarte que en realidad no venimos a este mundo a juzgar sino a amar, ese es nuestro diseño original.

Así como amar es una decisión, juzgar también lo es. Está en nosotros decidir si juzgaremos a alguien por como luce, por sus capacidades o discapacidades, por sus habilidades, su status económico, etc.

Con esto no te quiero decir que todas las personas que te rodean deben caerte extremadamente bien y que todos tienen que ser tus súper amigos, lo que quiero decirte es que debemos respetar la personalidad, las opiniones, los gustos y los intereses de otros.

Tal vez suene complicado para ti poder llevar a cabo esto, pero pensando en ayudarte traigo para ti 5 consejos que te podrán ayudar a no juzgar ni discriminar a otros:

Recuerda que todos somos humanos y que estamos propensos a tomar decisiones incorrectas.
2. Trata de entender que la otra persona tiene sentimientos y que nosotros con nuestras acciones/actitudes podemos dañarlos.

3. Tomarte un momento antes de expresar una opinión negativa acerca de alguien.
4. Si tu comentario no es positivo, mejor reservarlo.

5. Aplica la regla de oro “trata a otros como quisieras que te trataran a ti.”

Discernimiento

El discernimiento es el juicio por cuyo medio percibimos y declaramos la diferencia que existe entre varias cosas.

El término discernimiento se forma a través del sufijo en latín mentum que significa medio o instrumento” y discernir que también proviene del latín discernere y expresa “distinguir o separar”.

El acto de discernir es una virtud ligada a un juicio moral que permite al individuo valorizar si una acción es buena o mala.

El discernimiento como juicio moral es la habilidad o capacidad que posee una persona para certificar o negar el valor moral de una determinada situación.

La palabra discernir es sinónimo de juicio, perspicaz, distinguir, comprender, es decir, cuando una persona discierna algo debe de comprender, distinguir lo bueno y lo malo, lo correcto e incorrecto y ser prudente en su manera de actuar.

Por ejemplo, cuando a una persona le proponen un trabajo debe de discernir, es decir, debe de analizar lo bueno y lo malo de esa propuesta de trabajo para poder tomar una correcta decisión.

Otro ejemplo puede ser cuando un individuo se desenvuelve en un grupo de personas, debe observar su entorno para determinar lo bueno y lo malo, lo correcto e incorrecto de sus acciones con el fin de llevar una convivencia saludable.

Por otro lado, lo contrario de discernir es imprudencia, inocencia, insensatez, irreflexión, entre otros. Se refiere a la persona que no es capaz de hacer un juicio cabal sobre la situación y sin apreciar las consecuencias de sus actos.

Asimismo, en el ámbito jurídico se refiere a la acción que toma un juez al asignar a un sujeto un curador o tutor, a causa de su falta de discernimiento, con el fin de representarlo en ciertos actos de la vida civil.


En estos casos el tutor debe de tomar decisiones personales en nombre del pupilo y, a su vez, un curador toma las decisiones que afectan el patrimonio del sujeto bajo su responsabilidad.

La Ignorancia De Sentirse Superior

La relación entre estupidez y vanidad se ha descrito como el efecto Dunning-Kruger, según el cual las personas con escaso nivel intelectual y cultural tienden sistemáticamente a pensar que saben más de lo que saben y a considerarse más inteligentes de lo que son. El fenómeno fue rigurosamente estudiado por Justin Krugger y David Dunning, psicólogos de la Universidad de Cornell en Nueva York, y publicado en 1999 en “The Journal of Personality and Social Psychology”.

Se basa en los siguientes principios:
1º. Los individuos incompetentes tienden a sobreestimar sus propias habilidades.
2º. Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer las verdaderas habilidades en los demás.

Antes de que estos estudiosos lo evidenciasen científicamente, Charles Darwin ya había sentenciado que “La ignorancia engendra más confianza que el conocimiento”,  y los que tenemos la manía de reflexionar, que es lo mismo que mirarse al espejo, ya sospechábamos que la mayoría tendemos a valorarnos a nosotros mismos por encima de la media, cosa que, lógicamente, es estadísticamente imposible.

El avance de Krugger y Dunning fue simplemente demostrarlo en un experimento consistente en medir las habilidades intelectuales y sociales de una serie de estudiantes y pedirles una auto-evaluación posterior. Los resultados fueron sorprendentes y reveladores: Los más brillantes estimaban que estaban por debajo de la media; los mediocres se consideraban por encima de la media, y los menos dotados y más inútiles estaban convencidos de estar entre los mejores. 

Estas observaciones, además de curiosas me parecen preocupantes, pues según ellas los más incompetentes no sólo tienden a llegar a conclusiones erróneas y tomar decisiones desafortunadas, sino que su incompetencia les impide darse cuenta de ello.


Pues bien, en la actualidad estos parámetros vienen al pelo para catalogar e interpretar muchas de las decisiones y desaciertos de tantos pretendidos “expertos” en economía y política, que nos han llevado a donde estamos. No estoy aludiendo a ningún personaje concreto, ni a ninguna opción política, sino simplemente me atrevo a proponer el modelo para diagnosticar a tantos líderes, peritos, charlatanes, 
sacamantecas y desatinados que pululan por doquier y padecen este “Síndrome de Dunning-Kruger”, 
y de paso recomendarles que, como diría un catalán, se lo hagan mirar ya que ellos solos, por si mismos, son incapaces de reconocer que lo padecen. 

Y el resto mejor no dárnoslas de sabios en nada, no sea que también estemos afectados.

La Pobreza En Niños

Actualmente muere un niño cada 3 segundos a causa de la pobreza, lo que significa que mueren unos 30.000 niños diariamente. Los niños son las primeras víctimas de la pobreza, siendo ésta la principal causa de la violación de sus derechos.

En general, la pobreza se define como “un estado de existencia en el cual una persona no tiene cubiertas las necesidades básicas para vivir”. Una persona pobre “carece de lo que necesita”, y un menor pobre es “un niño o niña a quien le falta lo necesario para sobrevivir”.

Desde una perspectiva económica, se puede definir la pobreza de dos maneras:
 Pobreza absoluta: Los ingresos son insuficientes para mantener las necesidades físicas de un individuo.
Pobreza relativa: Los ingresos de un individuo son inferiores a los de otros miembros de la comunidad.

Es importante resaltar que la definición económica de pobreza está invariablemente ligada a la riqueza monetaria.

Sin embargo, no se le puede definir simplemente en términos materiales, también se debe tomar en cuenta la “habilidad de una persona para utilizar los recursos que tiene.

Más allá de la dimensión económica, la pobreza afecta a otros derechos fundamentales. La dignidad y la autoestima de una persona también se ven afectadas y la pobreza impide el ejercicio de las libertades individuales; es una amenaza para la seguridad de la propia existencia (ausencia de ingresos y de acceso a una vivienda, a la atención sanitaria y a la justicia) y socava el desarrollo personal general (intelectual, cultural, familiar y social)

En cuanto a la niñez, la definición de pobreza no debe limitarse a una consideración de recursos financieros insuficientes. De hecho, los niños que sufren la pobreza también se ven privados de sus derechos fundamentales y de sus perspectivas de futuro.

La pobreza le impide a un niño sobrevivir y le dificulta todos los aspectos de su desarrollo, ya sea físico, mental, emocional, cultural, social, familiar o espiritual.

El impacto de la pobreza es tan grande que se podría considerar, sin duda alguna, como la principal causa de la violación de los derechos infantiles.

Los niños pobres suelen haber nacido ya en un entorno de pobreza. “La pobreza engendra pobreza y crea un círculo vicioso”. Un niño vive en la pobreza porque su familia y/o su país la sufren.


Históricamente, todas las naciones han tenido que hacerle frente en algún momento al problema de la miseria y la pobreza. Hoy en día, la pobreza extrema afecta a más de mil millones de seres humanos alrededor del mundo.

Medios De Comunicación

La función más obvia de los medios de comunicación es comunicar o informar, sin embargo existen muchas otras que no solemos tener en cuenta:

Entretener: proporcionar un espacio de diversión.
Enseñar: así la población conoce mejor la realidad y aprende.
Formar opinión o influir en ella: concienciar, manipular, sensibilizar o movilizar.
Socializar: formar consenso, que la población esté de acuerdo en diversos aspectos y compartir información común que integre y nos una.
Márqueting: la publicidad o la misma información publicada predisponen a la población a la demanda (o no) de un producto o un servicio.

Habitualmente se critica que la mayoría de los medios de comunicación han priorizado las funciones de entretenimiento, opinión y márqueting porque consideran que reportan más beneficios económicos. Mientras, las funciones de información o la de enseñar son las menos cuidadas.


Tenemos que recordar que la información y la comunicación son un derecho humano reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión, lo que implica el derecho a no ser molestado por sus opiniones y por buscar, recibir y propagar, sin consideración de fronteras, informaciones y opiniones por cualquier medio de expresión”.

Actitud Constructiva


“En la vida no podemos controlar todo lo que nos pase, pero siempre podemos controlar cómo respondemos a cualquier cosa que nos pasa”.  

Es muy curioso pero en la vida podemos conseguir más o menos en función, primero que todo, de nuestras creencias. Aquello que creamos, como decía el célebre escritor y pensador británico Somerset  Maugham, tiende a hacerse realidad, no en vano él decía que "lo curioso del juego de la vida es que si le pides lo mejor, la vida te lo acaba dando"


Ni tú, ni yo, ni nadie, podemos controlar si llueve o si hace sol, si nieva o truena, si mañana nos llamaran para decirnos que algún ser querido a fallecido o no, pero si podemos controlar como responderemos a  esas situaciones.

Épica Literaria


El origen del género épico hay que buscarlo entre las más antiguas expresiones que ha producido la cultura a la que pertenecemos. El poema épico emblemático de la literatura de occidente es la Ilíada. Se considera emblemático porque ofrece un modelo en cuanto a la manera de narrar, el tratamiento del tema y de las acciones, la conformación de personajes heroicos y un amplio repertorio de recursos estilísticos que sirve a la épica posterior y que se proyecta hasta la actualidad.

Se atribuye la creación de la Ilíada a Homero, quien se supone que la escribió en el año 730 a.C. Éste, ofrece el resultado de una larga tradición que se remonta hasta el 1200 a.C. Por aquel entonces, los poetas eran llamados aedas y se encargaban de componer las historias y reelaborar las leyendas populares de memoria; las cantaban acompañándose con instrumentos de cuerda, sin caja de resonancia como la lira.

Si bien las formas más lejanas en el tiempo que se han conservado lo han hecho gracias a la escritura, el modo de difusión en las civilizaciones que las crearon era oral. La transmisión oral exigía por parte del aeda un gran ejercicio de la memoria. La estructura en verso, las formas rítmicas fijas, las repeticiones de epítetos, adjetivaciones y fórmulas sintácticas completas facilitaban la tarea memorística.


Además, la Ilíada y la Odisea eran obras que se utilizaban para la formación educativa de los jóvenes, para el conocimiento de la propia lengua, la historia y la geografía, la religión, y hasta para enseñar cuáles eran las armas que utilizaba un guerrero o como se orientaban aquellos que se hacían a la mar en pesados barcos. 

Por eso, los aedas debían esforzarse para mantener sin modificaciones la versión original que ellos habían recibido, tarea para la cual debían perfeccionarse en sus aptitudes memorísticas.

Los Datos Móviles

Lo que antes era un asunto de bares, ahora es un asunto de datos móviles. El proceso de socialización por internet es una tendencia completamente aceptada en nuestra dinámica social y son cada vez más los portales web y las aplicaciones que ofrecen una plataforma para conocer gente y cada vez más los que la usan para estos fines.

Las llamadas web de contacto son cada vez más y mejores, y su uso extendido es moneda de cambio. Algunos sociólogos y especialistas en este tipo de comportamiento de consumo digital, señalan varias razones de este auge: la comodidad, la facilidad y los filtros: si alguien quiere conocer, por ejemplo, chicas guapas en Madrid porque es la ciudad donde vive o donde está de paso, solo tiene que escribirlo en una barra buscadora y tener ante sí un catálogo de lo que les interesa. 

Esto último también es parte de su éxito. Todas las plataformas funcionan agrupando los perfiles de sus usuarios justamente en una especie de catálogo de donde es fácil elegir a alguien basado en nuestros intereses.

Otra de las razones de su éxito es que la pantalla pone una barrera de por medio que facilita dar el primer paso, cosa que en una dinámica de bar, por ejemplo, suele ser un poco más difícil, sobre todo para aquellos que se consideran tímidos. En estas plataformas se suele mostrar un perfil muy abierto que indica predisposición para ligar, detalle que también facilita las cosas a la hora de actuar.

Aída es una chica de Barcelona de 26 años, profesora a tiempo completo. Dice que usa un portal de citas porque le permite hablar con gente que le interesa entre semana, mientras cumple otras obligaciones laborales. “Trabajo todo el día y tengo poco tiempo libre, por lo que cuando llega el fin de semana, no quiero perderlo en buscar a alguien con quien valga la pena salir”.

También menciona los filtros como parte de las ventajas que ve en este método de socialización. “Me gustan los chicos con ciertos rasgos físicos y a la hora de buscar, me ayuda mucho poder encontrarlos agrupados en la web. Si quiero, puedo tener una o dos citas el fin de semana sin problema”.


Es justamente la facilidad de estas plataformas otra de las desventajas señaladas por los especialistas. Entre más tiempo pasamos en estos portales, menos tiempo invertimos en pulir nuestras habilidades sociales, y al mismo tiempo se tiende a perder las sensaciones del contacto directo por la idea percibida de que no son necesarias. 

Otro de los efectos negativos es que los usuarios muy asiduos pueden desarrollar una especie de adicción a sentirse deseado y crear una dependencia a estas plataformas para seguir consiguiéndolo.

Saber O No Saber


En los últimos meses, días, el tema es recurrente. Convertido en “cantaleta” voces repican una serie de temas: alimentos, precios cuidados, congelados, aumentados; tarifas, tarifazos; dólar, tasas; sueldos que no alcanzan, que se diluyen; puestos de trabajan que peligran y también que se extinguen; inflación y estanflación.

Dolorosa letanía que “se reza” en las casas, en los bares, en oficinas y comercios, en “el bondi” y en la fila para pagar y también refinanciar.

La otra “cantaleta” y también dolorosa letanía que se reza en los mismos lugares es: “ya no miro televisión”, “decidí no escuchar más las noticias”, “prefiero no enterarme”; la “cantaleta de la grieta” también alcanza y divide entre quienes siguen precios y entre quienes prefieren no saber.

¿Desconocer nos preserva? ¿El deseo de saber trastorna? ¿Hasta dónde la negación nos resguarda?
Se les debe a Freud y a su Teoría Psicoanalítica la formulación de los “Mecanismos de defensa”. Uno de ellos es “la negación”, operación por el cual la persona intenta protegerse de la realidad que le resulta desagradable o dolorosa, negándola.

Como todos los mecanismos de defensa, tal proceso ocurre de manera inconsciente; así se anulan informaciones que resultan irritantes, molestas, penosas, amargas, puesto que “desconociendo” se niega de cierta forma lo que acontece y la realidad no debe ser afrontada.

Lenguaje, actos, acciones y pensamientos son vías por medio de las cuales la negación se manifiesta; el deseo de desconocer no es simplemente ignorar cuanto acontece a nuestro alrededor, sino que es una forma de preservarse de ese “tsunami” que sacude nuestra existencia.

Cuando un trabajo peligra o se pierde, cuando el dinero no alcanza, cuando hasta hábitos alimenticios deben ser reformulados y poco lugar queda para el esparcimiento y el ocio, las bases sobre las que nos constituimos se tambalean, la imagen de quienes somos se desmorona, y nuestro lugar dentro de un entramado se resquebraja.

Así como saber todo lo que acontece en “tiempo real” trastorna, aumenta la ansiedad y genera estrés, no saber preserva de la inestabilidad, hace más soportable lo insoportable y evita la exposición directa al “colapso emocional”.

Una de mis frases de cabecera es “lo que no se aborda volverá una y otra vez en forma de síntoma, de conflicto”, por eso si bien la negación tapa, cubre, emparcha y hasta maquilla, jamás elimina el problema.

Desconocer, negar, es la forma de resistir a un cambio, máxime cuando este es necesario; resistirse a asumir que hay un problema que directa o indirectamente nos ataña y debemos afrontar, no solo agravan la situación sino que cada vez el abordaje será más lejano e inaccesible.

No admitir, no querer saber, desconocer, sin dudas permitirá mantener un equilibrio momentáneo; derogar lo que nos incomoda solo permite recorrer “trechos cortos”, en el momento menos pensado la realidad cachetea.


Solo se puede cambiar aquello que se conoce, de lo contrario estamos condenados/as como la avestruz que esconde la cabeza, estamos condenados/as como la avestruz que corre pero no vuela.

Discutir Lo Indiscutible

Representantes de cincuenta países siguen discutiendo qué hacer con las ballenas mientras éstas se extinguen y desaparecen de los mares. Los más respetados biólogos marinos y especialistas en ballenas del mundo, autores de estudios con reconocimiento internacional, siguen chocando de frente contra la falta de criterio y al ausencia de toda lógica de los países balleneros que se niegan a detener la matanza.

Ningún argumento parece lo suficientemente válido. Ni aún los últimos estudios que demuestran que en 1998 se generó en todo el mundo la increíble cifra de un billón, 49 millones de dólares estadounidenses en el avistaje de ballenas. 

Una industria en franco crecimiento que hoy da trabajo a mucha más gente que la que se emplea en la caza de ballenas. Un estudio que demuestra que "ver" sigue siendo mejor que "matar". Incluso Japón, el único país realmente ballenero de la actualidad, practica el avistaje de ballenas como un negocio floreciente que crece día a día mientras que la industria dela matanza se cae inexorablemente ya que no quedarán ballenas por matar.

Si al contexto internacional le faltaba condimento ese era el apoyo a la postura japonesa de países como: Antigua y Bermuda, Benín, Dominica, Grenada, Guinea, Mongolia, Nicaragua, Palau, Panamá, Saint Kitts & Nevis, Santa Lucía y las Islas Salomón. 

Países que no practican la caza de ballenas pero que apoyan a Japón a cambio de la esperanza de un beneficio futuro. La mayoría de estos países son islas rodeadas del mar al que se pretende matar. La mayoría de estos países practican el avistaje de ballenas pero, ilógicamente, votan para que continúe la matanza.

Durante los últimos doscientos años las ballenas se han convertido en el símbolo de la persecución, la matanza y la lenta agonía. Hoy son el símbolo claro de negociación absurda, corrupción y muchos años de discusión inútil. Hoy se han convertido en el símbolo de la incapacidad humana para solucionar sus propios problemas.

Salvar a las ballenas es tan fácil, desesperadamente fácil, que sólo se necesita dejar de matarlas. Salvar a las ballenas de la extinción es tan sencillo que, si los seres humanos no podemos salvar a las ballenas, no habrá nada en este mundo que pueda ser salvado por nosotros.

Sueño con un mar con ballenas nadando en libertad. Sueño con que algún día la Comisión Ballenera Internacional deje de discutir lo indiscutible para dejar de practicar lo que ya es impracticable y comenzar, de una vez por todas, a defender la vida antes que sea demasiado tarde, antes de que se extinga la última ballena.


"No se puede defender lo que no se ama y no se puede amar lo que no se conoce"

Lo Que Pensamos

Hoy día es indiscutible la relación estrecha y dependiente que existe entre nuestra psique, emociones, conductas y la salud física. Se influyen y afectan de forma bidireccional. Situaciones como el dolor crónico, la falta de trabajo, una ruptura sentimental, hacer cola en el banco o el mismo tráfico generan en nosotros pensamientos negativos, incluso catastróficos: “Estoy harto, no puedo más”, “Este dolor me limita y no puedo hacer nada, se me quitan hasta las ganas de vivir”, y un largo etcétera. La mente puede ser nuestra principal aliada, pero también nuestra mayor rival.

Las personas suelen culpar y maldecir al entorno, a lo que ocurre a su alrededor, porque lo identifican como el causante de su malestar y sufrimiento. Pero ¿lo de fuera le genera malestar, o son sus interpretaciones sobre lo que ocurre a su alrededor lo que condiciona sus emociones?

Nuestros pensamientos influyen en nuestros comportamientos y nuestras emociones. Dependiendo de la corriente psicológica o el profesional al que lea o visite, los tachará de pensamientos negativos, catastróficos, limitantes, destructivos o inútiles. Qué más da el concepto. Lo que importa es el poder que tienen para influenciarnos, tanto positiva como negativamente.

Muchos pacientes dicen tener la cabeza como una lavadora. Ideas, miedos, discursos aterradores, pensamientos que no paran de dar vueltas en la mente. Se sienten atrapados entre palabras, incapaces de pararlas o desatenderlas. Hay personas que odian relacionarse consigo mismas porque lo que “su mente les dice” les causa una angustia tremenda.

Ahí van dos buenas noticias. La primera: usted es en gran parte el responsable de lo que siente. No es el entorno el que le genera ansiedad, sino la interpretación que usted hace del entorno. Esto le responsabiliza y también le permite controlar y actuar sobre lo que siente. Muchos querrían desligarse de todo y seguir echando la culpa de su malestar a la sociedad y a lo mal que está todo. Pero esta opción le limita y le deja sin recursos.

La segunda buena noticia es que puede modificar su estilo cognitivo en el momento en el que decida entrenar otra forma de pensar. Cientos de miles de personas consiguen preparar y acabar un maratón a pesar de lo dura que es esta prueba. Pero cuando hablamos de modificar lo relacionado con la psique, lo asociamos enseguida a dificultad, a falta de fuerza de voluntad y a nuestra forma de ser, y cuestionamos la posibilidad de cambio. Siga estos consejos para poner el pensamiento a raya.


Olvide la idea de convertirse en una persona superpositiva y super optimista. El mundo no es de color rosa, pero tampoco un lugar negro y hostil. Se trata de buscar la utilidad de lo que piensa. 

Los pensamientos y las emociones son útiles cuando nos permiten resolver lo que nos preocupa e inútiles cuando no podemos hacer nada por aliviarnos. Confíe y delegue, y permita que al hacerlo los demás actúen con autonomía. El exceso de control genera ansiedad. 

Cuando delegue aquello de lo que no se puede responsabilizar, imagine un interruptor en la mente y póngalo en desconectado cada vez que aparezca de nuevo la preocupación. Dejar de prestar atención a lo inútil no es irresponsable. Todo lo contrario, permite que esté en el presente. 

Lo que sí es irresponsable es tener una reunión de trabajo y que su mente dé vueltas a un problema que no puede resolver por más que quiera y que ese estado impida concentrarse en lo único que puede atender: la reunión.

domingo, 12 de mayo de 2019

El Intelecto Humano



El intelecto, según las más tradicionales perspectivas, es la capacidad que tiene un ser humano de comprender los datos que se le están exponiendo. Sin embargo, hay intelectuales que afirman sólo se trata del mismo pensamiento. Todo este proceso ocurre en la mente de una persona, en la que se unen las piezas que posiblemente conforman la esencia de un tema. Sin embargo, esto no sólo se aplica a los tópicos que requieren de esfuerzo para lograr discernirlos, sino la comprensión del mundo que nos rodea en general, mantener un contacto estable con la realidad.

En un trasfondo histórico, los antiguos filósofos, como Aristóteles y Platón, definían el entendimiento como ente completamente abstracto, que trabaja en conjunto con el alma y el cuerpo. Lo definían con la metáfora de un caos reinante en el cosmos, que era sustituido armónicamente por el orden de los elementos. Con él se podía captar la esencia de alguien o algo, se lograba “leer dentro”. Sin embargo, estas definiciones han mutado con el paso del tiempo, logrando concebir nuevas acepciones sobre el término, que han brindado una perspectiva mucho más amplia de lo que es el intelecto para el ser humano.

Dentro de esto operan elementos como la razón, los sentimientos, la compresión y la interpretación, que permiten la creación de una visión realista, que exprese las variables de una situación.

La inteligencia también forma parte de este grupo, pero, a menudo es confundida con el mismo intelecto; esta representa, en realidad, a la capacidad de elaborar conceptos. 

Desde los comienzos, el intelecto es el factor que diferencia a los seres humanos de los demás animales, porque le permite tener un agudo sentido de sí mismo y de su entorno.



Los Complejos

El complejo de superioridad es un mecanismo inconsciente, ​ neurológico, en el cual tratan de compensarse los sentimientos de inferioridad de los individuos, resaltando aquellas cualidades en las que sobresalen. Es lógico pensar que cada individuo posea aspectos positivos y otros negativos. 

Posiblemente los aspectos negativos del ser son obviados por su psiquis para obcecarse sólo con los positivos. El término fue acuñado por Alfred Adler (7 de febrero de 1870 – 28 de mayo de 1937).

La exhibición del complejo de superioridad, generalmente, se proyecta hacia los sentimientos de inferioridad con respecto a los demás. El problema más común de este complejo es sentirse "apartado" de los grupos sociales, por no presentar las mismas características que el resto de las personas. En el resto de las personas, al estar con una persona con este tipo de complejos, se puede llegar a pensar que son arrogantes o que quieren hacerse destacar por aspectos banales.

La conducta relacionada con este mecanismo puede incluir una opinión exageradamente positiva sobre el valor y las habilidades de uno mismo, expectativas muy altas y poco realistas con respecto a los logros de uno mismo y de los demás, vanidad, estilo extravagante en la forma de vestir (con la intención de llamar la atención), orgullo, sentimentalismo y facilidad de ser herido, una tendencia a rechazar las opiniones de los demás (a veces con fundamentos racionales), comportamiento snob, entre otras.

El alejamiento social y el "soñar despierto" pueden ser también asociados al complejo de superioridad, ya que es una forma de evadir el temor al fracaso relacionado con los sentimientos de incapacidad de enfrentar el mundo real.


Los complejos de superioridad e inferioridad son a menudo presentados ambos en las mismas personas, y se manifiestan de maneras diferentes. Sin embargo, los dos complejos pueden existir el uno sin el otro.

Educación Y Pobreza

Hay una clara relación entre educación y pobreza. Los grupos sociales más pobres son los que menos educación han recibido y los que tienen más dificultades para acceder a ella y a sus beneficios. Pero no son los únicos, porque sucede lo mismo con cualquier otra diferencia que genera marginación, como la debida a la raza, el género, la cultura, la religión o las aptitudes físicas o intelectuales.

Por unos motivos o por otros, aunque el derecho a recibir educación es universal hay múltiples diferencias y desigualdades que lo dificultan o que impiden ejercerlo. Cuando se habla de igualdad de oportunidades educativas, se está hablando de disponer las cosas o tomar medidas para que esto no suceda.

Se puede considerar que hay igualdad de oportunidades cuando todas las personas tienen las mismas posibilidades educativas. En este sentido, se puede hablar de cuatro tipos de igualdades: de acceso, de supervivencia, de resultados y de consecuencias educativas. La primera mide la probabilidad de que una persona ingrese en el sistema educativo, por lo general en una escuela. La segunda mide la probabilidad de encontrar a esa persona en un determinado nivel del sistema escolar, por ejemplo en la educación secundaria o en la educación superior. 

La igualdad de resultados se refiere a la probabilidad que tienen los individuos de distintos grupos sociales o con distintas características de tener el mismo rendimiento, por ejemplo, de obtener los mismos resultados en el examen de acceso a la Universidad o en las pruebas PISA.  Finalmente, la igualdad de consecuencias indica la probabilidad de que aquellos que obtienen resultados escolares similares accedan a trabajos de estatus parecidos y con salarios análogos.

Dicho de otra forma, hay igualdad de oportunidades cuando todos tienen las mismas probabilidades de ingresar en el sistema educativo, mantenerse en él, aprender lo mismo y obtener los mismos beneficios de lo aprendido. Por ejemplo, si los alumnos de los programas de formación profesional básica proceden mayoritariamente de las clases menos favorecidas o los resultados que se obtienen en las pruebas de evaluación externa son claramente diferentes en los colegios privados y en los públicos, parece claro que las oportunidades no han sido las mismas; o que, siéndolo, no se han podido aprovechar de la misma manera.

Paradójicamente, para aproximarse a la igualdad de oportunidades deben introducirse desigualdades en el sistema educativo; esto es, hay personas y colectivos que deben recibir un trato distinto: recibir más atención, disponer de profesores especializados, tener acceso a ciertas tecnologías, desarrollar currículos adaptados, estar exentos de algunas exigencias horarias o de contenidos… Son lo que se conoce como medidas compensatorias, encaminadas a equilibrar la balanza o reducir las desventajas en la consecución de un objetivo común; por ejemplo, la obtención del título de secundaria. Se piensa que, así, los alumnos reciben un trato equitativo; pero no es cierto, porque muchas de estas medidas no son equitativas sino igualitarias.

Según los diccionarios, la equidad consiste en la aplicación del derecho natural por encima del derecho positivo, de la ley escrita. También se refiere al trato diferenciado que, para suprimir la injusticia, se aplica a los individuos, de acuerdo con sus circunstancias y características.  

En educación, según la UNESCO, la equidad implica educar de acuerdo a las diferencias y necesidades individuales, sin que las condiciones económicas, demográficas, geográficas, éticas o de género supongan un impedimento al aprendizaje.

Esto parece claro, pero la equidad, en la práctica, tiene muchas interpretaciones. Por ejemplo, se considera que un sistema educativo es equitativo cuando dedica más recursos y atención a los alumnos más necesitados, que son aquellos que tienen más probabilidades de fracasar en la escuela; sin embargo, dentro de esta categoría de alumnos con riesgo de fracaso escolar, también podríamos incluir a los alumnos de altas capacidades, los llamados superdotados, porque tienen más dificultades para adaptarse que otros cuando se les somete a la enseñanza reglada. Sin embargo, no es habitual que estos alumnos reciban un trato diferente.

Se considera equitativo que los alumnos con más dificultades reciban más atención para no fracasar en la escuela, pero no suele plantearse que lo realmente equitativo para algunos alumnos sería educarse fuera de la escuela, en otro sistema, de otra manera. 

Si cambiase nuestro concepto de fracaso escolar también cambiaría nuestra percepción de lo que es o no es obrar con equidad.

Porque, en este momento, aunque las escuelas sean inclusivas, en todas ellas se imparten las mismas asignaturas y se desarrollan los mismos currículos oficiales, desatendiendo enseñanzas que podrían ser enormemente valiosas para muchos alumnos. Y esto de igualar las escuelas, para que en todas ellas se enseñe lo mismo y se puedan obtener los mismos resultados, puede que nos acerque a cierto tipo de igualdad de oportunidades pero, desde luego, no educa de acuerdo a las diferencias y necesidades individuales.


Hay igualdad de oportunidades cuando se juega a la lotería y todos tienen un boleto, pero no la hay en una carrera de resistencia o de velocidad, por mucho que todos puedan participar en ella. Y el sistema educativo actual  es claramente competitivo, aunque se disfrace de maratón popular o de carrera solidaria.

Habilidades Interpersonales


En una entrevista de empleo, sus capacidades y certificaciones técnicas pueden jugar un papel muy relevante. Sin embargo, no se olvide de enfatizar también sus habilidades interpersonales. De hecho, vale la pena saber que esto es lo que, en muchas ocasiones, determinará si una persona continúa o no en el proceso. 

¿El motivo? Unas habilidades sociales e interpersonales sólidas y potentes aseguran al responsable del proceso de reclutamiento que usted será capaz de adaptarse y llevarse bien con sus nuevos compañeros, clientes y cualquier otra persona con la que se encuentre en el camino. Asimismo, los reclutadores y empleadores saben que es mucho más fácil enseñar a una persona la parte técnica que inculcar las habilidades sociales que cierta posición puede llegar a requerir. 

Muchos empleos implican la interacción con personas, por ello, las habilidades interpersonales no son solo importantes, sino un elemento clave. A continuación, encontrará tres habilidades blandas que deslumbran a cualquier potencial empleador, y le indicamos cómo demostrar que las posee en una entrevista de empleo.
  
1. Capacidad de comunicación 
Una habilidad que es muy requerida por los empleadores es la capacidad de articular ideas y transmitir información en forma clara. Escuche atentamente las preguntas del entrevistador y entregue respuestas precisas y ordenadas.
No subestime la importancia del lenguaje no verbal. Mantenga el contacto visual y preste atención a su lenguaje corporal y a su gesticulación.
   
2. Capacidad de liderazgo
Un plus para cualquier empleador es un profesional capaz de supervisar proyectos, recursos y colaboradores, y entregar resultados óptimos. Aunque nunca haya liderado un proyecto, puede que sí se haya encontrado en situaciones en las que haya tenido que demostrar sus habilidades y capacidad de liderazgo. Revise su trayectoria en su trabajo anterior y destaque las veces en las que se ofreció para formar a un nuevo empleado o tomó la iniciativa para sugerir un proceso más eficiente o un nuevo enfoque para un plan.

3. Capacidad de colaboración y diplomacia

Ser capaz de trabajar en equipo y colaborar con sus compañeros en situaciones de tensión o difíciles es un punto a favor frente a un responsable de reclutamiento. Preséntese como una persona positiva a la que le gusta trabajar en equipo. Piense en las veces en las que haya tenido que mediar en una discusión profesional para mantener el foco del equipo y, sobre todo, tenga cuidado al hablar de sus jefes o de sus compañeros actuales. Hablar mal puede jugarle en contra.

Cuando prepare una entrevista de empleo, piense en cuáles son sus fortalezas en el relacionamiento con las personas. Destacar estas cualidades le puede ayudar a avanzar en el proceso y, tal vez, lograr el puesto. Si aún está desarrollando alguna de estas habilidades, demuestre cómo las está aprendiendo, qué nuevas técnicas está incorporando y cómo las está aplicando a su día a día en el trabajo.