domingo, 8 de octubre de 2017

Irradiar Nuestra Mejor Imagen



Conocedores del tema de los comportamientos afirman, que quienes reiteradamente evaden responsabilidad sobre las consecuencias de sus actos trasladándola a los demás, argumentando ser víctimas de su entorno, lo que verdaderamente les sucede es que son portadores(as) de una personalidad tóxica.

El filósofo argentino T. Abraham, refiriéndose a relaciones interpersonales, expresa, que existen aquellas que potencian nuestras energías y nos producen alegría. También pululan relaciones que disminuyen y producen tristeza, estas últimas se pueden calificar de tóxicas, en el tanto, son una especie de veneno para el alma y por ende de la vida de las personas.

Las personas portadoras de personalidad tóxica representan un obstáculo que impide alcanzar los principales propósitos que todos(as) consciente o inconscientemente pretendemos: Seguridad y Felicidad.

La lista de actitudes y conductas de estas personas es interminable, entre otras: siempre hablan de cosas negativas; asumen que solo ellos(as) tienen la razón;  son incapaces de reconocer cualidades y logros de los demás; son hirientes, reaccionan con agresividad; no tienen ningún reparo en avasallar al prójimo; son expertos en la manipulación y manejo de medias verdades, del bulling social, etc...  
¡OJO!, la biblia en Mateo 7:5, dice que limpiemos primero la viga en nuestro ojo para después limpiar la paja del ojo ajeno. Ello significa, que no debemos empeñarnos en ver los defectos del prójimo, menos cometer el error de juzgarle, lo que procede en primer lugar, es examinarnos para evitar caer nosotros en actitudes y conductas tóxicas, o si ya hemos caído, abordarlas con la ayuda apropiada y superarlas.  

Si Ud., se percata que está atrapado(a) en una personalidad tóxica, es determinante disponerse a aceptar con serenidad esta situación, a llenarse de valor para declarar, cambio y fuera, a dicha personalidad, para que su vida y la de las personas con quienes se relaciona mejore.

Amiga, amigo, los seres humanos hemos sido creados para relacionarnos con Dios y con nuestros semejantes. Estas relaciones deben tener como objetivo, potenciar nuestras capacidades para enfrentar todo tipo de circunstancias, abordar y resolver problemas, avanzar hacia el logro de metas y sueños, especialmente de la felicidad y la seguridad tan anheladas por todos.

Por lo tanto, la felicidad, la seguridad, y la calidad de vida a la que debemos aspirar, pasa por establecer relaciones caracterizadas por actitudes y conductas que se constituyan en factores de protección para nuestro entorno y para nosotros mismos.



Nuestros Vínculos


Cuando decides quedarte con el ganar y no con el perder, te vendrán las ganas de recomenzar.

Recomenzar es darse una nueva oportunidad, es renovar las esperanzas en la vida y lo más importante… es creer en uno mismo.

Hoy es un excelente día para comenzar un nuevo proyecto de vida.

Mira alto, sueña, anhela lo mejor; la vida nos trae lo que anhelamos.
Si pensamos pequeño, vendrá lo pequeño.

Si pensamos firme en lo mejor, en positivo y luchamos para alcanzarlo, eso llegará.
Confía en la vida, confía en ti y… ¡recomienza!

Hay personas que vinculan mediante discusiones porque se toman muy en cuenta entre sí, si así no lo hicieran serían indiferentes los unos con los otros. Cuando esto ocurre, se ha caído en la expresión del amor a través del choque. En estos casos, lo más conveniente es aprender a vincularse mediante otras formas más armónicas.

En cuanto a los conflictos, no los debemos considerar del todo negativos porque ellos son a la vez una forma para que las parejas, familiares y amistades, descansen de la relación cada cierto tiempo y establezcan sus posturas.

Las separaciones también juegan un rol importante, porque a través de ellas se restablecen las individualidades, y muchas veces dan cabida a una reconfirmación del compromiso de estar juntos. 
Las relaciones amorosas implican la solución de las diferencias. Nótese que hablamos de diferencias y no de problemas. Ya que una diferencia puede ser aprovechada para conocerse mejor, establecer los parámetros necesarios, “poner las cartas sobre la mesa”, negociar, y tomar decisiones favorecedoras.

No olvidemos que ninguno de los miembros de una relación debe imperar sobre el otro. Cada uno ha de respetar su  propia integridad y la del otro, en pro de la comunidad.

Cerremos con las sabias palabras de Khalil Gibran “Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”. 



Ser Generosos


Hoy me he levantado preguntándome si podría identificar algunas de las causas por las que nuestra sociedad actual padece de tantos males como el consumismo, la violencia, la drogadicción, etc.

¿Qué hace falta? ¿Cómo podremos contribuir aunque sólo fuese en un miligramo a la curación de un medio social desgarrado y enfermo por tantos males y desdichas? ¿Será acaso que hemos olvidado que vivimos en una relación con los demás, que aunque a veces nos parezca innecesaria, nos hace ser lo que somos? ¿Qué ha pasado con la generosidad? Veo en nuestra actual sociedad como, de manera inconsciente, colocamos la comodidad, el dinero y la imagen como los valores supremos dentro de las virtudes que todo ciudadano moderno debe de tener. ¿Y la generosidad, dónde queda? Esa capacidad dentro del corazón humano que nos despierta la necesidad de ayudar a los demás, de entregar parte de nuestro tiempo a causas nobles, de desprendernos de algunas cosas que atesoramos, pero que nunca usamos. ¿Será que nuestra madre cultura nos está convenciendo de la importancia de la egolatría como medio de figurar más en el teatro social?

En esta época nuestra, que exalta como valores supremos la comodidad, el éxito personal y la riqueza material, la generosidad parece ser lo único que verdaderamente vale la pena en esta vida.

El egocentrismo nos lleva a la infelicidad, aunque la sociedad actual nos quiera persuadir de lo contrario. Cuando la atención se vuelca hacia el “Yo”, se acaba haciendo un doble daño: a los demás mientras se les pasa por encima, y a uno mismo, porque a la postre se queda solo.

Pero ¿Qué es la generosidad? Generosidad es pensar y actuar hacia los demás, hacia fuera. No hacia adentro.

A pesar de la gran desvalorización de la sociedad, hay que decir que muchos hombres y mujeres son ejemplos silenciosos de generosidad: la madre que hace de comer, se arregla, limpia la casa y además se da tiempo para ir a trabajar; el padre que duerme solo cinco o seis horas diarias para dar el sustento a sus hijos; la juventud generosa que ayuda a sus amigos cuando tienen problemas. 

Todos ellos son ejemplos que sin duda deberíamos seguir. Y estos actos de generosidad son de verdad heroicos. Siempre es más fácil hacer un acto grandioso por el cual nos admiren, que “simplemente” darnos a los demás sin obtener ningún crédito. Y es que casi todos tendemos a buscar el propio brillo, la propia satisfacción, el prevalecer sobre los demás y solemos evitar el dar nuestra luz a los demás.

Dar sin esperar nada a cambio, entregar parte de tu vida, volcarse a los demás, ayudar a los que lo necesitan, dar consuelo a los que sufren, eso es generosidad. Y no es un valor pasado de moda. La generosidad es la llave que abre la puerta de la amistad, es una semilla que siembra el amor, y puede ser la luz que nos saque del oscurantismo materialista dentro del cual, muchos de nosotros estamos viviendo en la más negra de las ignorancias.



sábado, 7 de octubre de 2017

Más Allá Del Horizonte


Visión de Futuro es una frase poderosa, los países tienen una visión de futuro, los líderes de un país tienen visión de futuro, los altos ejecutivos y dueños de empresas tienen una visión de futuro, las grandes transnacionales tienen una visión de futuro, sin esta visión no sabrían a donde van, y hacia dónde van a crecer con eficiencia, eficacia y productividad. Pero no solo ellos tendrían que tener una visión de futuro, todos tendríamos que tenerla porque esa visión es la que nos permite a los seres humanos saber a dónde vamos y construir nuestro futuro hoy.

Me gustaría abrir una línea de reflexión sobre lo que es tener una visión del futuro, me atrevo a decir que aquellos que han formulado una visión de lo que quieren ser, tienen más probabilidades de progresar, mientras los que carecen de esa visión pueden estancarse ya que les falta la fuerza que los impulsa a lograrlo.

No tener una visión del futuro nos puede paralizar, nos puede desviar del camino, ya que el futuro no es el lugar hacia donde nos dirigimos, es el lugar que estamos construyendo y que dependerá de lo que hagamos hoy.

El futuro es donde pasaras el resto de tu vida y tu visión te dará la fuerza que te motiva y te impulsa a la meta, teniendo esta visión clara, tus esfuerzos se dirigirán a su cumplimiento.

Esta visión de futuro que tienes es la que se tiene que transformar en tu meta real, en el fin último por el cual realizas todos los esfuerzos necesarios para alcanzar el nivel de vida deseado.

Pensar… soñar… desear…visualizar… tener una visión de futuro es el arma más poderosa para producir cambios, para la supervivencia en tiempos de crisis, para dar un significado a tu vida.


Cuando ya vislumbraste esa visión, cuando dejas la puerta, de alguna manera, entreabierta a tu deseo, cuando sabes que es difícil alcanzar lo que quieres pero no imposible, cuando sabes que ese deseo te da las agallas, la fuerza, la inteligencia, la voluntad, etc. para sortear los obstáculos en el camino, cuando sabes que tal vez tienes que presionar más allá de tus límites y aventurarte a lo desconocido, cuando sabes que tienes que producir cambios en tu vida para lograr tu deseo, es ese el momento cuando estas construyendo tu visión de futuro, en ese momento sabes lo que quieres y sabes que es lo correcto para ti y ya nada se interpondrá en tu camino.

Hugo W Arostegui

Las Emociones


Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia.

Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea.

Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras.

En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.

Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos.

De todas formas, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla.

Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones básicas como el miedo, el enfado o la alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas emociones tan básicas, que en los humanos se van haciendo más complejas gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados.

Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse.


Lo Que Mora En Nuestro Interior


La felicidad o la infelicidad no dependen de circunstancias externas. No hay ni felicidad ni infelicidad en las cosas externas, tu estado de alegría o de tristeza depende de tu reacción a esas cosas externas.

En realidad, las cosas no importan, lo que importa es tu visión de las cosas; todo depende de cómo miramos a las cosas. Así, en suma, la importancia es del individuo, y no del objeto: la importancia está en ti y no en el objeto que posees.

A raíz de esto, podemos decir que la felicidad o la infelicidad residen dentro de nosotros.

Epictectus dijo: “Si estás infeliz, ten seguridad de que tú eres la causa de eso”.

Yo diría lo mismo. Nosotros somos la causa de nuestra miseria, porque sea como sea que estemos, nosotros mismos creamos esa condición. Por favor, ten esta verdad en tu mente, porque no puedes transformar tu vida sin ella: si te sientes infeliz, sabe que alguna cosa está equivocada en tu punto de vista.

Una vida miserable es el resultado de una manera equivocada de ver las cosas y una vida feliz es el resultado de un abordaje correcto en relación a la vida.

Por favor, siempre que te sientas miserable, intenta buscar la causa de tu infelicidad dentro de ti, no del lado de afuera; entonces, gradualmente, descubrirás las causas de tu infelicidad, escondidas en tus propias reacciones. Entonces, una nueva vida comienza para ti.



Comportamiento Social


El comportamiento social abarca un número de términos sociales y áreas de estudio. Por ejemplo, incluye aspectos psicológicos de cómo los seres humanos se relacionan y responden el uno al otro, lo que es un área de interés para los psicólogos sociales. También incluye áreas como la interacción social y las influencias que se pueden alcanzar a través de los tipos de comportamiento social, y el estudio de estos aspectos es de interés para los sociólogos e investigadores del comportamiento.

Características distintivas de la conducta social
No todo contacto entre los seres humanos consiste en el comportamiento social. El punto de diferenciación entre lo que es y no es el comportamiento social es si cada parte percibe como la otra persona o personas piensan y perciben. Por ejemplo, a pesar de que un político frente a un público masivo a través de la televisión no está viendo a su audiencia, ella se comporta socialmente. Ella está considerando sus emociones y sentimientos. Los comportamientos no sociales son cuando no se tiene en cuenta estos factores, como cuando se camina en la calle.

Interactuar socialmente
Cuando dos o más personas están haciendo o diciendo cosas que toman en cuenta a otra persona o personas, se involucran en una forma de comportamiento social. Esto puede estar dentro de una relación, en un aula o mediante la comunicación a distancia, como la del teléfono o el correo electrónico. No tiene por qué ser amable, y los enemigos que están física o mentalmente combatiendo están involucrados en el comportamiento social. La mayoría de los seres humanos prefieren ser sociales. Esto puede ser demostrado por la consideración de cómo pocos eligen vivir totalmente solos y aislados de los demás.

Altruismo
Si los seres humanos son criaturas formadas y conducidas por impulsos competitivos y por la selección natural, entonces la noción de altruismo puede parecer contradictoria. La idea de ayudar a los demás sin ningún tipo de beneficio personal va en contra, dice este argumento, del comportamiento normativo. Sin embargo, por varias razones, esto puede no ser tan claro como parece. De la misma manera que la capacidad de formar colas es un comportamiento que claramente distingue a los humanos de otros animales, la capacidad de ayudar a los demás sin ninguna ganancia puede ser un activo post-darwiniano que los humanos poseen. El altruismo puede ser fomentado y desarrollado.

Agresión

A diferencia de altruismo, la agresión es vista por algunos estudiosos de la conducta social, como un instinto que nace de la selección natural. La variante de una especie con más probabilidades de sobrevivir y procrear será en parte determinada por los combates, que es el resultado lógico o de hecho una parte de la conducta agresiva. Esto conduce a una divergencia de puntos de vista. Si la agresión no es innata, debe ser aprendida. Por lo tanto, si se cambian los patrones de aprendizaje, los seres humanos pueden aprender a no ser agresivos. Sin embargo, si está dentro de los genes y es uno de los legados de la evolución que los seres humanos llevan, sólo se puede canalizar hacia actividades más positivas y gratificantes como los deportes. En este caso, no se puede desaprender.

Reciprocidad Social


La norma de reciprocidad es una de las más importantes sobre las que se sustenta el funcionamiento de los grupos humanos. Consiste, básicamente, en corresponder a lo que otros nos hacen de forma similar. Este principio se aplica en múltiples interacciones e influye, por ejemplo, en procesos de influencia social relacionados con marketing, en conducta de ayuda o en atracción interpersonal.

Se puede considerar la reciprocidad como un valor social que se refiere e invita al crecimiento personal, ser agradecido y retribuir eso que se recibió para la misma persona u otra. Es decir, se generan beneficios entre los individuos al saber que se garantizan los recursos por ambas partes en un momento determinado.

Cuando una persona es cariñosa con otra, también recibirá cariño o amor. En las relaciones de negocio se busca alcanzar acuerdos beneficiosos para que ambas partes logren un “ganar - ganar”, es decir, se ofrece y se negocia en función de que ninguna de las partes sea perjudicada.

Lo mismo ocurre en el área de la política, la reciprocidad diplomática entre las relaciones con gobiernos o cualquier otra institución gubernamental o privada se determina según los acuerdos firmados en beneficio de ambas partes y se fortalecen las relaciones. 

La psicología, por su parte, estudia la reciprocidad como una de las normas más importantes de las relaciones personales y sociales que invita a corresponder a lo que nos hacen de manera similar.

La reciprocidad interviene en la conducta de las personas, en las relaciones personales y sociales, tanto de forma positiva como negativa, según sea el caso, por ello su importancia como valor social.


Teoría Del Conocimiento


El término “idealismo” tiene distintos significados. Desde el punto de vista metafísico es la creencia en que el fundamento de la realidad es de índole espiritual o sea de poderes ideales; y desde el enfoque epistemológico es la postura que sostiene que no existen cosas reales fuera de la conciencia. O sea que al eliminar la existencia de todos los objetos, quedan solamente como objetos reales los contenidos de la conciencia (representaciones, imágenes, sentimientos, etc.) y los objetos ideales (la lógica y la matemática).

De esta manera surgen dos formas de idealismo: el subjetivo o psicológico y el objetivo o lógico.
En el idealismo subjetivo o psicológico la realidad se encuentra contenida dentro de la conciencia del sujeto. Los objetos son sólo contenidos de la conciencia, el ser de los objetos consiste en ser percibidos por el hombre y cuando dejan de ser percibidos dejan también de existir al no poseer ser, fuera de nuestra conciencia, que es lo único real. A esta posición también se la llama conciencialismo.

El obispo inglés Berkely es el clásico representante de esta cosmovisión que identifica el ser con el percibir y que considera a los objetos externos puras sensaciones de los sentidos.
Sin embargo, para Berkely, Dios, que es la causa de nuestras percepciones, y las almas; tienen existencia independiente.
El idealismo de Berkely tiene base metafísica y teológica, característica que no aparece en las nuevas formas de idealismo subjetivo como por ejemplo, el empiriocriticismo de Avenarus y Mach, que creen nada más que en las sensaciones, y la filosofía de la inmanencia de Schupe y de Schubert-Soldern, que proponen que todo es inmanente a la conciencia. En el caso de este último lo único existente es la conciencia cognoscente.
En cuanto al idealismo objetivo o lógico es diferente, porque parte de la conciencia objetiva de la ciencia, cuyo contenido es una suma de juicios lógicamente ideales, elementos lógicos, que distinguen lo dado en la percepción de la percepción misma y consideran al objeto como nacido del pensamiento, un producto del pensamiento, un concepto, un ser lógico ideal, postura que es denominada panlogismo.
En la actualidad, esta posición la defiende el neokantismo, principalmente la escuela de Marburgo, cuyo fundador es Hermann Cohen.
Pero el neokantismo no es la misma concepción de Kant, más bien Fichte es un sucesor de Kant, que fue el que dio el primer paso para la aparición del idealismo lógico, con la idea de un yo absoluto desde donde deriva toda la realidad. Pero al igual que Schelling, lo lógico todavía se confunde con lo psicológico y lo metafísico.
Solamente Hegel fue el que hizo del ser de las cosas algo puramente lógico. Esta es la distinción entre el panlogismo hegeliano del neokantismo, el haber establecido el puro panlogismo.
A pesar de la división entre el idealismo subjetivo o psicológico y el objetivo o lógico, ambos idealismos tienen en común la concepción fundamental de que toda realidad está contenida en la conciencia, que es el principal argumento del idealismo.
Con la inmanencia, intentan probar que la tesis del realismo es lógicamente absurda; sin embargo, la tesis del idealismo tampoco es consistente, porque se puede decir que el objeto que pensamos es un contenido de la conciencia pero no que el objeto sea idéntico a este contenido, sino que es una representación o un concepto que se refiere al objeto, que por lo tanto sigue siendo independiente de la conciencia.
De manera que al afirmar que existen objetos independientes de la conciencia esta independencia es un elemento del objeto y la inmanencia es el contenido del pensamiento, o sea que lo propio del objeto es lo que no puede ser pensado.

Fuente: “Teoría del conocimiento”, J. Hessen, Editorial Losada S.A., 1956.

Diversidad Cultural Sostenible



Como venimos señalando, es esencial la protección y promoción de la cultura y la defensa de la diversidad cultural para la Transición a la Sostenibilidad. Una justificación de esta necesidad la ha ofrecido el escritor franco libanés Amin Maalouf con estas acertadas reflexiones, recogidas en su libro “El desajuste del mundo” (2009):

Cada vez somos más los que vivimos más años y en mejores condiciones; y no pueden por menos de acecharnos el aburrimiento y el temor al vacío; y no puede por menos de tentarnos huir de ellos mediante un frenesí consumista. Si no queremos agotar enseguida los recursos del planeta, tendremos que dar tanta preferencia como sea posible a otras formas de satisfacción, a otras fuentes de goce, 
sobre todo a saber más y a desarrollar una vida interior floreciente.

No se trata de imponerse privaciones ni practicar la ascesis. (…) Pero si deseamos disfrutar durante mucho tiempo y con plenitud de cuanto nos brinda la vida no nos queda más remedio que modificar nuestra forma de comportarnos. No para mermar nuestra paleta de sensaciones, sino, antes bien, para ampliarla, para enriquecerla, para buscar otras satisfacciones que podrían resultar intensas. 

¿No distinguimos, acaso, en lo referente a las fuentes de energía, entre la energía fósil, que se agota y contamina, y las energías renovables, como las olas, la energía eólica o la geotérmica, que no se agotan? Podrían hacerse distinciones así al hablar de nuestro modo de vida. Podemos intentar satisfacer las necesidades y gozar de los placeres de la existencia consumiendo más, lo que supondrá una carga para los recursos del planeta y acarreará tensiones destructivas. Pero también podríamos hacerlo de otra manera, haciendo prevalecer el aprendizaje en todas las edades de la vida, animando a todos nuestros contemporáneos a que estudien lenguas, a que se apasionen por las disciplinas artísticas, a que se familiaricen con las diversas ciencias, para que así sean capaces de valorar lo que significa un descubrimiento en biología o en astrofísica. El saber es un universo inconmensurable; todos podríamos pasarnos la vida tomando cosas de él sin tasa y no lo agotaríamos.

Y no se trata solo de proponer el consumo de conocimiento en vez del consumo material: ampliar el conocimiento en cualquiera de sus formas, elaborar productos culturales, contribuir a concebir y resolver problemas, junto a otros, puede dar satisfacciones aún mayores que el simple consumo. La producción cultural y el acceso a su disfrute pueden, pues, constituir un eficaz instrumento para la transición a la Sostenibilidad. Así debe de reconocerse en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con metas precisas de promoción cultural, que constituyan, además, ocasión de creación de puestos de trabajo en áreas creativas: medios de comunicación públicos y de calidad, bibliotecas, videotecas, museos, salas de conciertos, teatros, cines, educación artística y musical, etc., etc. Una Sostenibilidad satisfactoria para todas y todos precisa de la Cultura, de la riqueza plural de las diversas manifestaciones culturales que constituyen un Patrimonio de la humanidad que es preciso proteger e impulsar.


Nos referiremos, para terminar, por su interés para la región, a la Carta Cultural Iberoamericana, que concreta y desarrolla, para Iberoamérica, la Declaración Universal sobre diversidad cultural de 2001 y que es concebida como “un instrumento dinamizador de la diversidad cultural y marco referencial para las acciones de cooperación existentes y futuras en Iberoamérica”.

Habitando En Soledad



Sabemos que es poco probable que estemos solos en el universo, sin embargo no hemos podido comprobar que exista vida más allá de nuestro planeta, de aquí surge la importancia de las misiones espaciales y sus descubrimientos, que nos abren una nueva posibilidad a algo que muchos buscan con la esperanza de saber de dónde de provenimos, y hacia dónde nos dirigimos como especie.

La semana pasada, la NASA adelantaba que hoy harían un importante anuncio que nos daría una nueva perspectiva, así como nuevas vertientes en investigación enfocadas a buscar vida en otros planetas y conocer nuestro origen. Y así ha sido, la NASA está haciendo historia al anunciar la existencia de 1284 nuevos planetas fuera de nuestro sistema solar, la cantidad más grande jamás anunciada en una sola misión.

El responsable de que esto se haya hecho posible fue la sonda de exploración Kepler, sí, aquella que nos ha dado tan buenas noticias y uno que otro susto, misma que terminó su misión principal en 2012 y desde 2014 está en una misión extendida (K2) dedicada a la investigación, exploración y descubrimiento de exoplanetas y supernovas.

Lo curioso de esto, es que el Kepler no es capaz de encontrar planetas por sí solo, el método que utiliza consiste en mirar por un largo periodo de tiempo, trozos de universo donde se encuentran una gran cantidad de estrellas, esperando que alguna de ellas cambie su brillo, lo que significa que algo está pasando (en tránsito) entre la estrella y el telescopio. Después de esto viene la parte complicada, ya que los investigadores deben determinar por medio de otros telescopios y métodos, si de verdad se trata de un planeta o simplemente fue un falso-positivo creado por otras estrellas o cuerpos.
Es así como hoy se ha confirmado, con el 99% de precisión, la existencia de 1284 nuevos planetas, 
los cuales se sumarán a los actuales descubrimientos llegando a la cifra de 2325 planetas confirmados fuera de nuestro sistema solar, donde además se está informando que existen otros 1327 en lista de espera, es decir, aquellos de los que se tiene menos del 99% de seguridad, por lo que requerirán investigaciones adicionales hasta descartarlos o sumarlos a la lista.

La mayoría de estos nuevos exoplanetas poseen una masa inferior a Neptuno pero superior a la Tierra, donde sólo nueve de ellos están dentro de una zona habitable, es decir, a una distancia considerable de su estrella que el permite tener una temperatura ni tan fría ni tan cálida, que ofrece la posibilidad de tener agua en estado líquido.


La NASA ha adelantado que durante el otoño ofrecerán nuevos resultados en la investigación de los exoplanetas que están en lista de espera, esto con el objetivo de tener una lista definida para empezar investigar más a fondo acerca de su composición y superficie, algo en lo que ayudará el próximo telescopio especial James Webb que ofrecerá una visión más amplia de las atmósferas de estos planetas cuando entre en operación en 2018.

El Gusto Por La Lectura


Que la lectura es un placer no es un secreto, pero ¿alguna vez os habéis preguntado por qué leer libros nos hace sentir bien? Parece ser que existe una explicación científica a este hecho. Según se deduce de un estudio de la Universidad de Búfalo (EE UU), publicado recientemente en la revista Psychological Science, cuando leemos un libro nos sentimos parte psicológicamente de la comunidad que protagoniza la narración (por ejemplo el colectivo de magos en el caso de la popular saga de Harry Potter). Este mecanismo satisface una necesidad humana fundamental: la de pertenencia a un grupo.

En concreto, para la investigación los investigadores trabajaron con dos best-sellers: Harry Potter y la piedra filosofal y Crepúsculo. Y estudiaron la afiliación psicológica con magos y vampiros, respectivamente, de más de un centenar de sujetos antes y después de leer dos fragmentos de ambos libros durante media hora. De este modo comprobaron que los lectores se sentían identificados con uno u otro grupo en función del libro que les habían proporcionado. Además, la pertenencia a las comunidades de ficción producía una mejora del estado de ánimo y la satisfacción similar a la de formar parte de grupos reales.

El escritor francés Antoine Houdar de la Motte dijo en su día que “mediante la lectura nos hacemos contemporáneos de todos los hombres y ciudadanos de todos los países” y ahora esa frase cobra más sentido que nunca ya que, según los autores, leer satisface una profunda necesidad psicológica que ha jugado un papel clave en la evolución: la necesidad de pertenecer a un grupo.
Por otra parte, en relación con lo anterior, también podemos afirmar que leer narrativa de calidad mejora las relaciones con los otros. 

En esta ocasión, es un estudio de la VU University Medical Centre de Ámsterdam, publicado por la revista PLOS ONE, el que se encarga de proporcionarnos una explicación a esto. Según este estudio,  leer libros de ficción que nos involucren emotivamente nos hace mejores personas ya que ayuda a desarrollar nuestra capacidad de empatía.

Para llegar a esta conclusión los investigadores escogieron a 163 estudiantes de dicha universidad, y les hicieron leer algunos capítulos o fragmentos de libros como Ensayo sobre la ceguera de Saramago o El regreso de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle y reportajes de actualidad sobre la revuelta en Libia o el desastre nuclear en Japón. 

Al estudiar posteriormente a los sujetos se comprobó que aquellos estudiantes que más se habían implicado emotivamente en las historias de ficción que les había tocado leer eran aquellos que mostraban mayor capacidad empática, manifestando el nivel más alto de empatía una semana después de haber experimentado la lectura.



EL TESORO DEL SABER


En los libros hallarás

el Tesoro del Saber 
para ti todo será
si aprendes a leer.

Pues son las letras,
la clave secreta
que a mundos nuevos
te dejan entrar.

Hay letras gordas
otras flaquitas
o alargaditas,
grandotas, chiquitas,
que tienen tres curvas 
o son derechitas también
y que al  ponerlas
unas con otras,
parecen notas de
una canción.  (Bis)

Pues son las letras,
la clave secreta
que a mundos nuevos
te deja entrar.

Y que al  ponerlas
unas con otras,
parecen notas de
una canción.



De una alegre y preciosa canción bis)



viernes, 6 de octubre de 2017

Superar Todos Los Obstáculos



Muchas veces ocurre que se nos presentan problemas y obstáculos que nos detienen y no sabemos manejar de forma apropiada por diferentes razones. Estos pueden presentársenos bien sea en la actualidad o para nuestro futuro.

Esto sucede siempre en nuestras vidas como algo normal puesto que la vida está llena de obstáculos, y como muchos dicen nada es fácil y todo requiere de trabajo y esfuerzo. A todos se nos presentan diariamente en el trabajo, al lidiar con otras personas o en algún punto de nuestra vida.

Estos pueden ser bien sea una ruptura, algún examen en la facultad, la toma de una decisión importantes, el desempleo entre otros. Unos más complicados que otros pero al fin dificultades que nos suceden.

Estas dificultades u obstáculos pueden suceder tanto en nuestro entorno como también presentarse en una batalla interna, ambas con la misma importancia porque al fin y al cabo estamos lidiando con ellos y nos causan preocupación.

Esto los vemos como barreras que no nos permiten avanzar en nuestro camino del día a día, provocando que nos atasquemos por momentos en dicho problema sin ver lo demás que está ocurriendo en nuestra vida y muchas veces tampoco podemos encontrar la solución de forma rápida y no logramos concentrarnos como quisiéramos.

Siempre estamos planeando nuestra vida, teniendo metas y tomando decisiones, pero estos obstáculos aparecen muchas veces cuando menos lo esperamos como si fueran pruebas que debemos superar para obtener eso que más anhelamos.

El éxito solo se consigue superando obstáculos. Lo que le ocurre a la gente con geniales ideas, grandes proyectos, y fantásticos sueños, es que se detienen ante los obstáculos. No perseveran en superar los obstáculos. Piensan “me equivoqué con esta idea, no puede hacerse” y abandonan.
A cada instante, la vida nos desafía a superar obstáculos, enfrentando nuestras debilidades e inseguridades. A veces, tenemos la impresión de que jamás conseguiremos realizar la tarea, pues nos olvidamos del poder interior que nos es inherente.

Éste poder siempre existió, pero a lo largo de nuestro crecimiento, fue siendo sofocado por las creencias negativas que nos inculcaron. La principal de éstas es la de que somos incapaces de vencer nuestras propias limitaciones y, al incorporarlas, asumimos una postura de timidez y encogimiento.

Desconstruir esa imagen de derrota y reemplazarla por una confianza inquebrantable, no es una tarea fácil. Pero tenemos, si, el poder de hacerlo, si tenemos el coraje de ir al encuentro de aquello que nos impone el miedo.

Salir de la parálisis solo puede ser posible si aún existe en nosotros una parcela, aunque sea mínima, de vocación para la felicidad. Será esa pequeña llama, que nos impulsará a enfrentar lo que sea preciso para salir del estado de sufrimiento y descreimiento.

Nada puede ser más compensador que entregarse a esta posibilidad y descubrir que el esfuerzo valió la pena, que los fantasmas que nos aterrorizaban la mente eran apenas eso, sombras, a las cuales les atribuimos gran poder durante mucho tiempo.

Pero la verdadera fuerza, aquella que emana de la dimensión espiritual de nuestro ser, solo puede ser descubierta a partir del momento en que tomamos la firme decisión de creer en su existencia. No alimentar más las dudas e incertezas es el paso decisivo para que experimentemos finalmente un estado permanente de alegría y serenidad.


Filosofía: El Justo Medio


Quién no ha pasado en su vida por algún momento de tristeza ya sea por enfermedad, por problemas económicos o familiares o por otra causa cualquiera. Todos alguna vez en nuestra vida hemos pasado o pasaremos por estas situaciones que nos amargan la existencia. Pues bien la Filosofía también nos puede ser de utilidad para afrontar y superar estas situaciones problemáticas.

El primer filósofo que nos puede ayudar es Heráclito que nació en Éfeso en el siglo V a.de C y que formuló la teoría del todo fluye, todo pasa Panta Rei decía él en su idioma. 

Según esta teoría. nada es permanente, de tal manera que no podemos bañarnos dos veces en el mismo rio, porque las aguas están en continuo movimiento y cuando me meto en él por segunda vez, no lo hago en las aguas que había cuando lo hice la primera, porque ya están muchos metros o kilómetros más abajo camino del mar.

Esta teoría, pues, nos puede servir para considerar con calma las situaciones problemáticas que se nos presenten, porque lo que en un momento determinado nos está ocurriendo no va a ser permanente. Esto no nos debe llevar a caer en el pasotismo, sino a hacerle frente a la situación que sea sabiendo que de una manera o de otra se va a resolver. Quien haya leído la obra cumbre de Cervantes recordará lo que D. Quijote le dijo a Sancho a raíz de las calamidades que estaban pasando: “... Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca”. Siempre que llueve escampa, lo cual no quiere decir que tiremos los paraguas, porque seguro que volverá a llover.

Así pues este filósofo nos enseña a tomar con calma las situaciones adversas, pero poniendo los medios necesarios para superarlas y sin perder nunca la paciencia, ni desesperarnos, ni deprimirnos.
Otro filósofo que nos puede ayudar en estas situaciones es Aristóteles y su teoría de la potencia y el acto. Todas las cosas son en potencia o en acto. 

Un niño cuando nace es en potencia un médico, un abogado o un profesional en cualquier otro campo de actividad, pero cuando llegue a ser médico, abogado u otro profesional lo será en acto. 

Con los problemas que se nos planteen en la vida ocurre lo mismo, porque todos los problemas tienen solución, es cuestión de buscársela. Mientras no se llega a ella está en potencia, pero al resolverla se actualiza, es decir, se realiza. Pero es necesario querer resolver la situación problemática, no meter la cabeza en la arena como hace el avestruz, o hacer como que no está como hacen los niños pequeños cuando algo no les gusta.

Hay un dicho popular que dice que hace más el que quiere que el que puede. Aristóteles con esta teoría nos ayuda a hacer real lo que puede serlo, aunque todavía no lo sea. También es de mucha ayuda su teoría del justo medio. En su obra Ética a Nicómaco, cuando habla de la virtud le dice que ésta está en el medio de dos vicios. Por ejemplo la temeridad es un vicio y la cobardía otro. En medio de ellos está la valentía, que es la virtud en este caso. No hay que ser temerario, porque éste no mide bien sus fuerzas ni la complejidad de la situación, lo que le puede ocasionar graves consecuencias; ni tampoco cobarde que ni siquiera se atreve a enfrentarse con ella, tanto si está acorde con sus posibilidades como si no. El valiente, por el contrario, estudia detenidamente la situación, mide sus fuerzas y posibilidades y si comprueba que está de acuerdo con ellas, se enfrenta a lo que sea sin miedo alguno.

Otro ejemplo lo tenemos en el derroche y la avaricia. El primero consiste en gastar por gastar, tan frecuente en nuestros días, la avaricia es todo lo contrario, es decir, es el afán de guardar y no gastar nada, aunque para ello el avaro tenga que vivir de forma miserable. Pues bien el justo medio entre estos dos vicios es la austeridad, tan necesaria en nuestros días. Más adelante veremos cómo Sócrates nos enseña a ser austeros.

El justo medio, pues, nos puede servir en muchas circunstancias de la vida, en las que tengamos que tomar una decisión importante.


Desarrollo Humano



Y yo digo desde nuestra lengua española que permite esta diferencia: “Estar o no estar, esa es la cuestión”, de donde el ser de un país o de una persona no es algo independiente, sino que lo vamos a hacer depender de “donde está” en el más amplio sentido del término.

Estar o no estar, esa es la cuestión. Lo que seamos, dependerá de dónde estemos y de cómo estemos en el conjunto de la sociedad. Por eso, el concepto de participación ciudadana se convierte en clave para este propósito.

Queremos llegar a precisar qué es Desarrollo como Desarrollo Humano y no como desarrollo económico ni como crecimiento económico ni como progreso técnico y hacerlo de tal forma que resulte razonablemente sostenible (o sustentable, si se quiere), esto es, que como proyecto humano no arriesgue la supervivencia de la humanidad ni la de la Tierra como hábitat único de la especie humana. 

Con otras palabras: dado que las proyecciones humanas llevan consigo altos grados de complejidad e incertidumbre, proyectar algo para el futuro y desear que sea sostenible no es cosa de dejar en marcha una máquina de movimiento perpetuo, sino algo que habrá de estar en continuo y prudente seguimiento para que sepa responder a los cambios. Por eso, cuando se dice de un proyecto aislado que es sostenible, como si eso fuese posible sin la sostenibilidad de la red de relaciones que lo constituye, se le está poniendo gratuitamente el adjetivo de sostenible. Nada es posible sino como posible junto a otros posibles, esto es, que ha de ser composible (Leibniz dixit).

No es tarea sencilla lo que nos proponemos, pero, en todo caso, para lograr el discernimiento de lo que es y no es Desarrollo Humano, cuánto más su oportuna gestión, se necesita  partir de algunos supuestos novedosos:

–necesitamos un nuevo concepto de sujeto, de sujeto ciudadano       para poder   comprender lo que es estar y lo que es ser. Hemos de  hablar del sujeto no como   entidad asegurada, sustantiva (¿con su carné de  identidad?) a la que le sobrevienen los cambios como algo   externo, sino del sujeto como la integral de todas sus relaciones;

–necesitamos otra idea de Estado para llegar a entender que no conocemos ninguna conformación política más eficiente, más justa y más transparente que el Estado Democrático de Derecho, mientras no lo gobierne una banda de ladrones que lo expolien y saqueen primero, y lo desarticulen y  desacrediten después;

-necesitamos una nueva concepción de lo que es el Espacio Público como red de relaciones conformadoras del ámbito común, el único espacio capaz de generar simetría social y justicia, el espacio donde estar para ser ciudadano de pleno derecho, pues, depende de la naturaleza de ese espacio generado y del modo en el que estemos en él, para decidir nuestro ser como ser social en pleno derecho. La vida en general y la vida ciudadana en particular antes que cantidad es cualidad y es siempre relación;

El espacio, todo espacio es ante todo RELACIÓN.
La vieja idea de espacio como receptáculo previo a las cosas que lo llenan con su presencia, esa idea de “espacio absoluto” que campea por la Mecánica newtoniana, pasó a mejor vida con la Teoría de la Relatividad. Era la vieja idea de espacio que se podía concebir vacío, como un receptáculo previo incluso a la aparición del mundo físico.

Leibniz, el primer gran relativista de la Modernidad, ya dejó claro en su polémica con Newton (a través de su discípulo Clarke) a inicios del siglo XVIII que el espacio absoluto era un constructor mental sin fundamento real alguno; que todo espacio real es relativo a las cosas y relaciones que lo generan. Por ello, define el espacio como “el orden de las cosas que son (existen) a la vez” y como “puramente relativo..; un orden de coexistencias..., porque el espacio señala en términos de posibilidad un orden de las cosas que existen al mismo tiempo, en tanto existen entrelazadas” (Tercera carta a Clarke (1716); G.phil.VII,pág. 363 y Init. rerum mathemat. (1714); G.Math. VII, pág. 18).

Leibniz está hablando del espacio como espacio físico. Todos los demás “espacios” lo son por analogía, pero esa analogía será procedente y certera en la medida en que no se desdibuje esta primaria definición de espacio cuya nota central es la relacionalidad como coexistencia de las cosas entre sí.


jueves, 5 de octubre de 2017

Anhelos


Nuestros deseos nos mueven y nos lanzan adelante, hacia el lugar en donde esta lo que deseamos; nos hacen tomar decisiones que marcan el rumbo que le vamos dando a nuestra vida. Caminamos tras nuestros deseos.

A veces nos parece que nuestros deseos son insaciables: corremos tras ellos pasando de uno a otro y cuando llegamos a tener aquello que deseamos aparecen nuevos deseos y metas por conquistar…

Vivimos con la sensación que nunca logramos todo lo que deseamos, que siempre tenemos deseos de más y más, que no hay nada ni nadie que pueda llenar los anhelos “sin fondo” de nuestro corazón. 

Nuestros deseos se encuentran todo el tiempo con el límite de nuestra realidad humana: están condicionados por el tiempo y el espacio: quiero estar aquí, pero también allí y allí… y en muchos lados a la vez; quiero tener una vida profesional y a su vez pasar más tiempo con mis hijos; quiero acompañar a mis padres, y me encuentro en proyectos laborales que me llevan lejos; quiero tener muchas cosas, y el límite de lo que gano no me lo permite; quiero poder controlar muchas cosas, y descubro que casi todo escapa a mi control; quiero la salud para las personas que amo, pero la enfermedad irrumpe de improviso.

En ocasiones, incapaces de tolerar este límite, no queremos escucharnos y buscamos aturdirnos y excedernos con cualquier cosa intentando colmar o calmar el vacío que tanto nos duele. Pero no podemos. La desilusión, el engaño, la frustración, y el miedo se vuelven fantasmas amenazadores. El corazón no nos deja engañarnos por mucho tiempo, y la vida misma nos va poniendo en situaciones y encrucijadas donde el mismo límite nos lleva a buscar algo más.

Nuestro corazón tiene deseos de eternidad, porque es al mismo Dios al que deseamos, lo sepamos o no. Desear a Dios supone, al mismo tiempo tensión y posesión; vacío y presencia; aquí y allá Dios es el que primero nos desea y su deseo despierta en nosotros esta inquietud, estas preguntas, esta atracción hacia “algo más”, hacia un más allá que nos trasciende y que no nos deja nunca satisfechos con lo que tenemos.

El deseo abre en nosotros el camino hacia Dios. Es la fuerza vital que nos anima a vivir y a crecer; es la fuerza de la evolución, el orden de la creación, de la vida y del amor. Es la chispa y el fuego, la luz y la oscuridad, la quietud y el movimiento, el tiempo y el espacio. Opuestos que se van resolviendo y unificando en la medida en que encontramos al Dios que buscamos y deseamos.


Los Sueños



Aunque mucho se habla de soñar despierto, hay que dormir para producir imágenes oníricas. Dormir es necesario para ciertas partes de nuestro organismo que deben cumplir funciones específicas que se realizan solo en esa etapa, pero también, existen otras de esas partes que no se desconectan o se ponen en modo “pausa”.

El sueño es una manera de probar que hay una relación indisoluble del hombre con la naturaleza y específicamente con la Tierra, pues nuestro cuerpo activa y desactiva el mecanismo del sueño en la noche y el día, respectivamente.

¿Por qué soñamos?
Entre la galería de imágenes que se presentan en nuestros sueños, suelen haber algunas respuestas que los científicos dan para explicar los sueños de manera lógica, tal como lo señala el estudio a cargo del doctor David Eagleman, neurocientífico del Colegio Baylor de Medicina, para quien el sueño y la memoria tienen estrecha relación: solemos soñar con acontecimientos que hemos vivido o experimentado, pero entre ellos también existen episodios oníricos falsos, que no serían otra cosa que fases de nuestro aprendizaje a lo largo de la vida.

Aparentemente, nuestro cerebro procesa, repotencia y recrea a su manera lo que hemos vivido produciendo esas imágenes que nos parecen a primera intención, disparatadas o completamente ilógicas.

Entre la razón y lo inexplicable
Sin embargo, a pesar de que la ciencia trata de darle explicación a todos los fenómenos alrededor de nuestra existencia, siempre hay un porcentaje de hechos que se agrupan dentro de lo que llamamos lo inexplicable. Ese pequeño porcentaje se compone de las historias que muchos de nosotros hemos escuchado, tal vez de nuestros abuelos, tíos o algún amigo o amiga, pero cuya naturaleza no han podido explicarlo las disciplinas racionales.



miércoles, 4 de octubre de 2017

La Fuerza Interior


Tener fuerza interior puede ayudarnos a salir airosos de cualquier situación desfavorable o puede, sencillamente, ayudarnos a evolucionar y seguir creciendo. También nos puede servir para saber cómo actuar ante los obstáculos que van surgiendo en nuestro andar por la vida. Entonces, es necesario reforzar ese poder interior que todos tenemos y que en algunos casos se halla “dormido”.
Si ante el fracaso te levantas una y otra vez, si tienes la capacidad de trabajar duro para conseguir tus metas, si nada ni nadie te detiene hasta obtener lo que deseas. Entonces, ¡enhorabuena! Tu fuerza interior es realmente poderosa.

“El verdadero buscador crece y aprende, y descubre que siempre es el principal responsable de lo que sucede.”
-Jorge Bucay-

La clave está en no desistir, en nunca “plantar bandera blanca” ni darnos por vencidos, aun cuando la tormenta haya creado tantas olas y estemos muy lejos del puerto más cercano. No se trata de una simple metáfora, sino de la vida misma, que a veces pareciera alejarnos de nuestras metas aunque sostengamos fuertemente el timón o icemos las velas.

En primer lugar, ellas tienen el control de lo que les ocurre, o al menos, actúan como si lo tuvieran. Algunos pueden decir que han sido bendecidos, otros que tienen buena suerte y otros que son empujados por una estrella, pero todos miran al futuro con esperanza.

Además, tienen esperanza porque saben que se van a equivocar pero también que van a aprender. Saben que no todo va a ser fácil, pero no encuentran una razón lo suficientemente poderosa que les diga que no van a poder.

En segundo lugar, las personas con una gran fuerza interior saben que hay cosas en las que no pueden influir ni cambiar, por lo tanto, no gastan sus energías en ellas. Por el contrario, se enfocan en aquello que está en sus manos y trabajan incansablemente para poder llevar a cabo lo que desean.

Esto se puede aplicar a cualquier ámbito de la vida diaria. Por ejemplo, si estamos en un embotellamiento de tránsito, ¿De qué nos sirve gritar, enojarnos o perder el control? Mejor es enfocar las energías en algo más productivo, como ser leer un libro, escuchar música, aprovechar para pensar temas para la siguiente reunión, etc (y siempre salir más temprano de casa para evitar estos eventos frecuentes en las grandes ciudades).

Cómo mejorar la fuerza interior

Si quieres mejorar tu fuerza interior deberás ver el pasado como una fuente de información a la cual puedes acceder cuando lo necesites. ¡Pero atención! Existen otras bases de datos para nutrirnos. Muchas personas viven atadas a su pasado y no es bueno. Todo lo que les ha ocurrido se convierte en un fardo o en una mochila pesada que no permite avanzar un solo paso. Los que realmente tienen una fuerza interior considerable saben que las vivencias del ayer son valiosas, pero que no hay que encadenarse a ellas.

Integración E Información


Los cambios operados en las tecnologías han comportado también cambios radicales en la organización del conocimiento, en los procesos cognitivos del ser humano y en la organización y prácticas sociales. Y es que la relación del hombre con la tecnología es compleja: él la crea y la utiliza para amplificar sus sentidos pero, a la vez, la propia tecnología lo transforma a su vez a él mismo y a la sociedad. En ese sentido, se puede dividir la historia del hombre en fases o períodos caracterizados por la "tecnología" dominante de codificación, almacenamiento y recuperación de la información (Adell, 1997; Bosco, 1995; Harnad, 1991; Levinson, 1990):

La aparición del lenguaje oral, que permite conservar la experiencia, acumular y almacenar la cultura y transmitirla a las nuevas generaciones (García Carrasco, Ferrer, Mompó y Naya, 1998 ; Ong, 1995), con un papel predominante de la memoria para almacenar la información.

La aparición y difusión de la escritura, que permite la independencia espacio-temporal entre emisor-receptor, libera de la inmediatez y permite la acumulación y preservación de los conocimientos para la posteridad, con algunos inconvenientes (la palabra escrita es más lenta, la audiencia es menor, es más elitista -al menos durante mucho tiempo- y es menos interactiva que el habla),ventajas evidentes (fiabilidad y sistematización que favorecieron el desarrollo de la ciencia, mayor capacidad para la reflexión, deliberación y estructuración) y nuevas necesidades (no se aprende a leer y escribir simplemente por modelado y repetición de lo que hacen los mayores, hacen falta medios extraordinarios, iniciación sistemática, escuelas...) (Adell, 1997; Bosco, 1995; García Carrasco y otros, 1998).

La aparición de la imprenta, que implicó una auténtica revolución en la difusión del conocimiento al hacerlo accesible a la población y al eliminar el carácter elitista, que dio origen a la cultura moderna (Adell, 1997; Eisenstein, 1994).

El uso de los medios electrónicos y la digitalización. Es la cuarta fase, la que hoy vivimos. Los avances tecnológicos han permitido crear entornos de comunicación totalmente nuevos, que no están sujetos a un medio físico y en los que la información se sitúa en un espacio no real (ciberespacio o espacio virtual), de modo que se puede transmitir la información de modo instantáneo y a nivel mundial. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, entendidas como el "conjunto convergente de tecnologías de la microelectrónica, la informática (máquinas y software), las telecomunicaciones y la optoelectrónica" (Castells, 2000a, 60) están produciendo una auténtica revolución, con cambios importantísimos en nuestra sociedad, que se concretan en una denominación: la sociedad de la información (Adell, 1997; Bosco, 1995; García Carrasco, Ferrer, Mompó y Naya, 1998; Castells, 2000a y 2000b; Echevarría, 1994; Harnad, 1991; Joyanes, 1996; Levinson, 1990; Negroponte, 1995; Ong, 1995; Postman, 1994; Terceiro, 1996; Marina, 1999), a la que se han dado diversas denominaciones que sirven para enfatizar sus características definitorias: así, Castells (2000a) la denomina "sociedad red", Echevarría (1994) "telépolis", Joyanes (1996) "cibersociedad", Negroponte (1995) "mundo digital", Postman (1994) "tecnópolis", y Terceiro (1996) "sociedad digital".

Se trata de una nueva sociedad en que se prevé que un porcentaje importante de la masa laboral mundial trabaje en el terreno de las NTIC, que se sustentará sobre nuevas actividades relacionadas con las redes, el comercio electrónico, los hipermedia (hipertexto, multimedia y realidad virtual) y los nuevos soportes de comunicaciones (cable, satélites, etc.) (Joyanes, 1999). Estas innovaciones tecnológicas están provocando cambios sociales importantísimos en la organización del trabajo, en las relaciones empresariales, en la cultura, en la educación, etc.

Son de tan hondo calado las repercusiones que Castells (2000a) habla de un nuevo paradigma tecnoeconómico, el paradigma de la tecnología de la información, cuyos rasgos constituyen la base material de la "sociedad red"


Sociedad E Integración


La integración tiene lugar como tema de debate, y  remite a una meta, un objetivo no cumplido,  pues si fuera un hecho no sería motivo de análisis. Proponemos reflexionar sobre interrogantes tales como “por qué integrar, para qué integrar, a quién integrar, a dónde integrar”.

La respuesta es: la persona con necesidades especiales o discapacitada. Entonces cabe una reflexión antropológica, una búsqueda de caracterización  del hombre que dé cuenta de toda la diversidad de posibilidades. Llegamos entonces de la pregunta fundante acerca de ¿quién se tiene que integrar a qué? ¿Qué o quién está des-integrado?

Esto nos pone del otro lado, o sea del de los no discapacitados, lo cual lleva a la cuestión de la exclusión, concepto cuestionable en tanto deriva de una postura egocéntrica. Martín Buber (1878-1965) brinda un fundamento de reciprocidad a las relaciones Yo-Tu, fundantes de la voluntad de integración.

Una de las formulaciones éticas kantianas es “no tomarse a sí mismo nunca como excepción”.
Terencio (185-159 ac) dice “hombre soy, nada humano me es ajeno”.

Apoyados en estas ideas, veremos a la integración social como una reivindicación legítima y necesaria,  y a la específicamente escolar como una tarea que seguramente beneficia al conjunto de los alumnos, pero que requiere garantías para  que sea lo más favorable  para el sujeto con discapacidad.

Reivindicamos la importancia de los recursos informáticos que hacen posible la comunicación en sentido amplio, y por consiguiente la integración escolar de algunos niños, garantizando el acceso a los contenidos curriculares con suficiente autonomía como para asegurar una inclusión en la escuela común.