El concepto de
"mente" es difícil de definir, puesto que busca transmitir la idea de
algo intangible e impreciso que pertenece al dominio de
las funciones
pensantes y cuyo asiento físico o material escapa al escrutinio de la ciencia humana
contemporánea.
Según la Wikipedia: «La mente es el nombre más común del
fenómeno emergente que es responsable del entendimiento, la capacidad de crear
pensamientos, el raciocinio, la percepción,
la emoción, la memoria,
la imaginación y la voluntad, y otras habilidades cognitivas. La mente integra
diversas facultades del cerebro que
permite reunir información,
razonar y extraer conclusiones.
En psicología es
común distinguir entre mente y cerebro, aunque la mente emerge del cerebro.
Desde las neurociencias la mente puede considerarse una experiencia subjetiva
creada por la actividad cerebral con el fin de producir un punto de referencia
para el movimiento(Rodolfo
Llinas en "El cerebro y el mito del
yo"). Siendo así, la mente puede considerarse una función más
del cerebro encargada de organizar la conducta hacia objetivos determinados
y que produce una experiencia subjetiva conocida como "yo" alrededor
de la cual se organiza el movimiento (conducta). La función mental sería una propiedad emergente
del cerebro, como la función digestiva lo es del aparato digestivo».
La Wikipedia sigue diciendo: «Para Howard Gardner la mente
consiste en un conjunto de mecanismos de computación específicos e
independientes. La inteligencia emerge
de la supraestructura conformada por las estructuras mentales.
Las estructuras mentales serían acciones cumplidas
o en potencia
exteriorizadas en movimiento o interiorizadas en pensamiento...
Existe la tendencia a comparar al cerebro con los
constructos electrónicos del hombre.
No se debe hacer, pues se suele caer en demagogia y alguna que otra falacia
argumental. No existe base científica que logre demostrar sin margen de error
que los datos de
las comparaciones sean fiables al 100%, por lo que esos estudios son
estimaciones por comparación entre conceptos equivalentes. Si bien las
equivalencias pueden llegar a satisfacer los requerimientos de ciertos
científicos, ellos mismos reconocen sus límites a
la hora de entender el funcionamiento exacto del cerebro... El software es al hardware [,
en el terreno informático,] lo que la mente es al cerebro [en el terreno
biológico]».
El libro "¿Existe
un Creador que se interese por nosotros?", impreso en varios idiomas en
2006 por la Sociedad Watchtower
Bible And Tract, comenta en sus páginas 63 y 64: «La mente comprende las
funciones de discriminación perceptiva,
adquisición de recuerdos, razonamientos, resolución de problemas,
así como la conciencia del
yo. Tal como los arroyos, riachuelos y ríos desembocan en el mar, así los
recuerdos, pensamientos, imágenes,
sonidos y sentimientos fluyen de continuo hacia la mente o a través de ella. La
consciencia, dice una definición, es "la percepción de lo que pasa en la
propia mente de un hombre"».
El tomo 2 de la obra "Perspicacia para comprender las
Escrituras", publicado en 1991 en varios idiomas por la misma Sociedad Watchtower,
explica en su página 365: «[La mente es la facultad] del cerebro que permite
reunir información, razonar y extraer conclusiones. El término
"mente" traduce varias palabras griegas afines que expresan
cualidades de la mente, tales como juicio, percepción, inteligencia,
raciocinio, pensamiento, intención, recuerdo, estado mental,
opinión, inclinación y actitud».
La revista "La
Atalaya" del 15-10-2001, editada por la misma Sociedad, páginas 17 y 18,
dice: «La palabra corazón se
usa unas mil veces en las Santas Escrituras, la mayoría de ellas en sentido
figurado. Por ejemplo, Jehová le dijo al profeta Moisés: "Habla a los
hijos de Israel,
para que recojan una contribución para mí: De todo hombre cuyo corazón lo
incite, ustedes han de recoger la contribución mía". Y los que dieron
contribuciones "vinieron, todo aquél cuyo corazón lo impelió" (Éxodo
25:2; 35:21).
Es obvio que un aspecto del corazón figurativo es la
motivación: la fuerza interna
que nos impulsa a actuar. Este corazón también refleja las emociones y
los sentimientos, así como los deseos y los afectos. Puede consumirse de ira o
inundarse de temor, estar desgarrado por el dolor o rebosante de alegría (Salmo
27:3; 39:3; Juan 16:22; Romanos 9:2). Puede ser orgulloso o humilde, amoroso o
malicioso (Proverbios 16:5; Mateo 11:29; 1 Pedro 1:22).
Por tanto, corazón a menudo se relaciona con la motivación y
las emociones, mientras que mente tiene que ver en concreto con
el intelecto. Éste es el sentido de tales términos cuando aparecen en el mismo
contexto bíblico (Mateo 22:37; Filipenses 4:7). Sin embargo, el corazón y la
mente no se excluyen entre sí. Moisés, por ejemplo, pidió al pueblo de Israel:
"Tienes que hacer volver a tu corazón [o, según la nota, "tienes que
recordar a tu mente"], que Jehová es el Dios verdadero" (Deuteronomio
4:39). Jesús preguntó lo siguiente a los escribas que conspiraban contra él:
"¿Por qué piensan cosas inicuas en sus corazones?" (Mateo 9:4).
Igualmente afines al corazón son las facultades del
entendimiento, el
conocimiento y
la razón (1 Reyes 3:12; Proverbios 15:14; Marcos 2:6), lo que indica que el
corazón figurativo también abarca el intelecto, es decir, la capacidad humana
de comprender, conocer y razonar.