Decidir es vivir, el mundo es de los que toman decisiones, y
más importante que poseer parte de este mundo es ser nuestros propios dueños, y
en todo momento decidir que queremos y que no, cuando tomamos decisiones,
creamos los vientos que impulsaran las velas de nuestra nave, hacia el destino
que deseamos.
Una persona que decide, se hace cargo de si misma, y se hace
libre de las conveniencias ajenas, ya que el acto de decidir te otorga el poder
de hacerte dueño absoluto de tus actos, y tomar el mando de tu existencia; si
no decides, tendrás la desagradable sensación de que estas a la deriva, que no
tienes control sobre lo que a diario te sucede, y ello te hará sentir tristeza
y frustración, cuando decides pones en marcha los engranajes de la máquina de
la vida, dándole un movimiento que te dejará la grata sensación, de tener parte
activa en los eventos que acontecen en el mundo que te rodea.
Si no tomas tus propias decisiones, otros las tomarán por ti
, y lo más seguro es que no serán las que tu hubieses querido, esto te
producirá la desagradable sensación de estar sentado a la orilla del camino de
la vida sin poder participar realmente, te sentirás al margen de
"todo", e irás perdiendo el interés en la vida, volcándote en hábitos
rutinarios que te darán la falsa sensación de cierto control sobre lo que
haces. Dejar en manos de otros las decisiones que solo te competen a ti harán
que hipoteques tu vida, que la alquiles a otros para que por el poder que les
otorga decidir por ti puedan vivir a través de tu vida, así como algunas
plantas o animales viven de otros parasitandoles.
El proceso mediante el cual otros viven a través de ti es
lento y doloroso, se empieza soportando comportamientos que causan emociones
contraproducentes para el equilibrio mental, se concede constantemente más
importancia a los deseos de los demás que a los propios , aún cuando estos
deseos te lastimen, se aceptan situaciones de maltrato, que merman la auto
confianza y mantienen las emociones en una montaña rusa, haciendo a la persona
dudar de sus propias percepciones y a veces hasta de su propia cordura. Tomar
cartas en un asunto tan sencillo como es vivir, a muchísimas personas les
resulta terriblemente difícil y complicado, lo cual diría que va totalmente en
contra de la naturaleza misma de la vida, porque la vida brota en cada esquina
sin complicación y con toda facilidad, la vida es un sin fin de eventos que se
suceden continuamente, osea un sin fin de decisiones, que hacen posible que
todo siga en un movimiento armónico constante.
Decidir es vivir, para estar vivo hay que participar en la
fiesta de la vida, bailando con las oportunidades, cogiendo fuerte y
apasionadamente por la cintura cada oportunidad para hacer cambios, respirando
al ritmo del latido del corazón del universo entero que habita dentro y fuera
de ti, si no participas, no podrás sentir realmente la brisa en tu piel, oír el
arrullo del agua, disfrutar de los sabores, conmoverte hasta el llanto con la
poesía de una puesta de sol, andarás por aquí como un zombie, respirando,
comiendo, moviéndote, pero con la sensación de que tu vida no tiene sentido.
Cada vez que decides te arriesgas, y es que asumir riesgos
da templanza a nuestro carácter y nos prepara para el siguiente paso, para el
siguiente nivel, nos da las fuerzas necesarias para desarrollarnos, mental,
emocional y espiritualmente, nos hace miembros útiles para nuestros allegados,
para nuestra comunidad, y para el mundo que nos rodea.
Decide que quieres decidir, si no lo haces, te estarás
negando la oportunidad que por derecho te pertenece a gobernarte a ti mismo, a
viajar de manera consciente, con los ojos abiertos.
A través de las decisiones
dejamos atrás el fumadero de opio que representa la casa de la duda, despierta
y transita por el viejo y sagrado camino de la libertad... Conviértete en el
Líder de tu vida, y dirígete exactamente en la dirección que tú quieres ir, no
te dejes paralizar por el temor, recuerda que las personas valientes no son
valientes porque no tienen miedo, su valentía reside en que a pesar de su miedo
ellas accionan hacia su objetivo.
Tus decisiones equivocadas o no, te harán Libre!
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