En algún lugar después de “quiero bajar de peso“, “quiero
dejar de procastinar“, y “quiero enamorarme“. El “quiero leer más“ es
una de las principales metas de muchas personas.
Y con toda razón…
Un buen libro puede ser una experiencia increíble. Te enseña
acerca de las cosas más allá de tus horizontes diarios, te conecta con las
mentes más brillantes y puede crear personajes tan reales que parece que los
conoces.
Hace algunos años (pero no demasiados) los libros y en
general el acceso a la información era accesible para muy pocas personas. En su
momento el clero y la Iglesia resguardaban los libros como oro.
Actualmente el acceso a la información es ilimitado. La
mayoría de nosotros tenemos el privilegio de leer los libros que queramos,
incluso de forma gratuita.
Una de las bibliotecas más grande del mundo es la Biblioteca
Pública de Nueva York. La cual tiene más de 3 millones de libros a lo
largo de sus estanterías. En cantidad es más de un millón de bytes de
información.
Piensa en esto:
¿Cuántos libros crees que has leído hasta ahora? ¿Cuántos
libros crees que podrás leer a lo largo de toda tu vida?…
Hagamos el cálculo:
La esperanza de vida es de 80 años (más si tienes suerte).
Supongamos que empiezas a leer (por hábito) a los 20 años.
Si lees un 1 libro por semana estarás leyendo 2880 libros
aproximadamente. Si en cambio lees 100 libros al año, serías capaz de leer
5000 libros en toda tu vida.
Imagínate cuantas historias increíbles e información valiosa
puedes descubrir.
Imagínate todo lo que te estás perdiendo simplemente porque
NO tienes el hábito de la lectura.
Quiero decir, ¿qué pasa con todas esas fantásticas aventuras
y bellos romances? ¿Qué hay de todas las batallas, héroes y villanos del pasado
que nunca has oído hablar? ¿Qué pasa con todas las cosas fascinantes
acerca del mundo que aún no sabes?
Yo he leído un montón. Y de todo, desde un complejo artículo
científico (que me toma tiempo) hasta una divertida historia de aventuras que
se me acaba volando.
Todos los libros que han pasado por mis manos me han ayudado
en algo. Ninguno fue desapercibido.
Pero, yo no siempre tuve el hábito de la lectura.
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