Es el mundo irreal
aquel que experimentamos con los sentidos. Y estos, son a su vez irreales
también. Sin embargo, es oportuno decir que el mundo que experimentamos con los
sentidos, el mundo que vemos y creamos desde el condicionamiento, desde el
miedo y desde el ego, es sin lugar a dudas, tan lógico como el 'mundo real'.
El mundo real y su
lógica jamás podrán amalgamarse con la lógica del 'mundo irreal'. En el mundo
irreal la muerte es una opción, no así en el mundo real en el cual la muerte no
se conoce. Lo mismo sucede con el dolor, el sufrimiento, miedo, etc.
Es una posibilidad que en tu camino al Despertar, en el cual tu visión comenzara a pasar de los ojos del cuerpo a los ojos del ser, la idea de querer juntar estos mundos surja como una acción a llevar a cabo. Acción en vano puesto que la realidad no puede tocar la irrealidad, así como el fuego no toca el agua sin desaparecer y así como la obscuridad no tiene cabida ante la luz. Veamos al mundo real como aquel que se experimenta desde la gracia, y al mundo irreal como aquel que se experimenta al volver del estado de gracia para comunicar la visión y así extender este conocimiento.
Es una posibilidad que en tu camino al Despertar, en el cual tu visión comenzara a pasar de los ojos del cuerpo a los ojos del ser, la idea de querer juntar estos mundos surja como una acción a llevar a cabo. Acción en vano puesto que la realidad no puede tocar la irrealidad, así como el fuego no toca el agua sin desaparecer y así como la obscuridad no tiene cabida ante la luz. Veamos al mundo real como aquel que se experimenta desde la gracia, y al mundo irreal como aquel que se experimenta al volver del estado de gracia para comunicar la visión y así extender este conocimiento.
Intentar cambiar el
mundo y detener las guerras, acabar con el hambre y la miseria, terminar con la
enfermedad y el sufrimiento universal y que la paz sea afuera, es también una
trampa. Siempre el ego intentara poner la carreta delante de los bueyes sin
tener en cuenta la sencillez que impregna esta consigna del retorno. Queremos
traer la paz a este mundo sin conocernos a nosotros mismos.
Queremos cambiar
desde la misma estructura que nos ha llevado a este pensamiento disfuncional.
La mente y los pensamientos están atrapados dentro de una estructura que
funciona dentro de los parámetros del miedo, la ansiedad, el futuro y el
pasado. Querer traer paz a este mundo ya es de por si un error, el mundo no
necesita paz.
Estamos hablando de
que somos nosotros y cada uno de los seres humanos los que necesitamos
experimentar la paz en nuestras vidas, paz que no es necesario encontrar ni
buscar porque nunca se fue a ningún lado... esta allí, dentro de cada uno de
nosotros, no la busques, sería triste verte buscar algo que no has perdido.
La
paz en el mundo está bien, comencemos por crear un pequeño paraíso a nuestro
alrededor. Crear el paraíso a nuestro alrededor es posible, siempre que estemos
en contacto con nuestro corazón, con nuestro ser o como quieras llamarlo. Si
partimos de esta experiencia veremos que en realidad no estamos creando nada
porque ya esta todo creado, la paz no necesita ser creada.
La tarea es
abocarnos al conocimiento de nosotros mismos disfrutando de cada paso, de cada
aliento, viendo y viviendo en el día a día la maravillosa oportunidad de entrar
cada vez más profundo en la experiencia del ser, en la experiencia de esta paz
que nos es inherente.
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