domingo, 21 de abril de 2019

Purificar La Memoria

Cuando estamos bajo el yugo de las memorias equivocadas, somos algo así como espectadores asistiendo a una película… que ya está hecha, en la cual no podemos hacer nada para cambiar el guión… solo nos cabe reaccionar con lágrimas o risas, según lo que nos aparece en la pantalla del cine.

Solo que nuestras memorias casi nunca ponen películas con final feliz… parece que prefieren los dramas y podemos correr el riesgo de acostumbrarnos al papel de víctimas.

Nos hemos acostumbrado a varios papeles… y poco sabemos de lo que no sea representar.

Que algo nos guste o no nos guste siempre tiene antecedentes… experiencias que nos hacen considerar que determinadas cosas y personas son buenas o no son buenas. Sería algo así como si tuviésemos dos cajitas… o mejor, tres cajitas y tan pronto como entramos en contacto con alguien o alguna situación, ya reaccionamos y lo colocamos en una de las cajitas. La del me gusta… la del no me gusta y la neutra o indiferente. Sin siquiera darnos la oportunidad de recibir a aquella persona o situación en el presente, donde podríamos percibir que, todo lo que nos llega tiene posibilidades infinitas por descubrir…

Y quien determina esa elección nunca somos nosotros… son nuestras experiencias pasadas, que están guardadas en memorias cargadas de emoción.

Determinan qué cosas y qué personas van a estar en cuál de las cajitas… y cómo haremos de todo para evitar a unas y atraer a otras para cerca de nosotros.

Pero ¿será que solo hemos venido aquí para seleccionar cosas y personas que queremos y que no queremos en nuestra vida?

En ese camino de limpiar las memorias no hay prejuicio o regla que se sostenga por mucho tiempo.
Yo misma, antes… tenía prejuicios en hacer el dejar de lado para algunas cosas que consideraba sin importancia, hasta que el Universo me ha demostrado lo contrario… y hoy entiendo que todo cuanto entra en nuestra realidad puede traer una ocasión preciosa para nuestra cura

.
Como dice el Dr. Len en el libro Límite Cero:
Cualquier cosa que surja en tu vida, independientemente de cómo haya aparecido, está disponible para la cura simplemente porque está ahora en tu radar.

La cura se produce por la purificación de las memorias que pasan constantemente, como una película a que asistimos día tras día por nuestra realidad.
Si no podemos elegir el guión de esa película, ya que ha sido escrito en el pasado… podemos elegir si queremos o no continuar asistiendo a esa película.

Podemos elegir hacer la limpieza de las memorias que nos prenden a las cosas ya vividas.
Al optar por la purificación de las memorias equivocadas que dictan nuestra realidad, cambiamos el reaccionar por el maravilloso Portal del Presente.

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