La mejor forma de vivir y de ser feliz es que te centres en
tu camino y sigas avanzando en la dirección hacia tu felicidad. Sin embargo, el
ser humano es tan complejo que también puede vivir a medias y desperdiciar
parte de su tiempo, cuando vive su existencia a través de vivir la vida de
los demás.
Este conflicto puede ser posible en personas con baja
autoestima, en aquellos que tienden a depender de alguien en su día a día, o en
personas que se sienten muy solas. Las personas que viven la vida de los demás
son aquellas que pasan más tiempo hablando de temas ajenos que propios en las
conversaciones con conocidos.
Es como si sintieran que su vida no es lo
suficientemente interesante como para ser compartida. Del mismo modo,
viven la vida de los demás, aquellos que se convierten en la sombra de alguien
bajo una amistad enmascarada que en realidad surge de un vínculo de desigualdad
total.
La persona que vive la vida de los otros vive los
acontecimientos ajenos como si le afectaran de alguna forma en su papel
protagonista.
Las personas que viven su vida a través de los demás,
se vuelcan en exceso en los otros, carecen de límites a la hora de darse a los
demás porque tienen un problema de amor propio. Es decir, no se quieren lo
suficientemente a sí mismas.
Por esta razón, el primer paso para poder avanzar es tomar
conciencia del problema emocional y trabajar la autoestima como un
objetivo real a través de la realización de cursos emocionales, la lectura de
libros de autoayuda, el pensamiento positivo y el deseo de cambio.
No te
conformes con ser un actor de reparto en la película de tu vida cuando puedes
ser protagonista.
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