viernes, 1 de septiembre de 2017

El Factor Humano

«El cielo ideal de las Humanidades, está en la realidad lleno de nubarrones violentos. Basta abrir los periódicos o escuchar las noticias. Y esa oscuridad nos lleva a pensar si esa prodigiosa invención de las “humanidades” no se nos ha deteriorado y si, a pesar de los indudables progresos reales, el género humano no ha logrado superar la ignorancia y su inevitable compañía, la violencia, la crueldad. El “género humano”, esa trivializada expresión, convertida en “desgénero humano”, en una degeneración».

Emilio Lledó. Fragmento del Discurso de recogida del premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2015.

La sociedad alcanza hoy niveles de sofisticación impensables hace solo unas décadas. Internet es un buen exponente de ello. Sin duda ha mejorado muchos aspectos cotidianos, como las comunicaciones o el acceso a la información. A cambio, nuestra vida se ha llenado de spam, virus informáticos, incompatibilidades de formato… Al igual que en la informática, la sofisticación del sistema educativo ha traído consigo muchos elementos superfluos, que en demasiadas ocasiones atraen la atención del docente, desviándola de lo que debería ser lo principal.

¿Y qué es lo principal? El simple hecho de formular esta pregunta es un buen indicador de lo difícil que resulta identificarlo entre tanto elemento «accesorio». El dramaturgo Peter Brook, en su libro El espacio vacío (1968), se planteó la misma cuestión referida al teatro. Para buscar la respuesta realizó un sencillo ejercicio consistente en eliminar todo lo que no era esencial para su arte. «Podemos deshacernos del telón, de los focos, del vestuario… y sigue siendo teatro», afirmaba Brook. Incluso se podría suprimir el guion o la dirección artística, y no dejaría de ser teatro. Lo único de lo que no podemos prescindir es de un actor, en un espacio y ante un público.

Si trasladamos este mismo ejercicio a la escuela obtendríamos un resultado muy parecido. Para poder hablar de educación solo es preciso contar con las personas que aprenden y, en su caso, que enseñan. 

La relación humana es lo principal, la esencia de cualquier acto educativo. Si esto falla, todo lo demás (recursos didácticos, programaciones, informes, etc.) también fallará.

Decía Gabriel García Márquez que una persona solo tiene derecho a mirar a otra desde arriba cuando le está ayudando a levantarse.

Hay ciertas profesiones, como la docencia, que precisan grandes dosis de humanidad entre quienes las ejercen. Son ocupaciones difíciles, como las que desempeñan médicos, policías, trabajadores sociales… y lo son porque su materia prima es el organismo más emocionalmente complejo del universo:

El ser humano
Trabajar para otras personas que te necesitan requiere cualidades especiales, como la empatía o la compasión. Estoy convencido de que todos los que, en un momento dado, elegimos una de estas profesiones teníamos esas cualidades. Sin embargo, también he podido comprobar que las condiciones laborales, el paso de los años o algunas circunstancias vitales pueden deshumanizar a estos profesionales.

José Iribas comparte en su blog un cuento que, junto con el consejo del gran Gabo, ayudan a no perder de vista la esencia humana del oficio de educar. Es la historia de un hombre que, paseando por la playa, topó con un niño que lanzaba frenéticamente estrellas de mar al agua. Había cientos en la arena. El oleaje las sacaba y el chico pretendía evitar que murieran devolviéndolas al mar.


Aquel hombre, después de averiguar el propósito de la tarea, quiso aliviar la conciencia del pequeño. 

Le explicó que se trataba de un proceso natural. Sucedía en muchas playas de todo el mundo. «¿No te das cuenta de que no puedes salvar a todas las estrellas?, ¿no estás haciendo algo que no tiene sentido?», le preguntó para hacerle pensar en lo inútil de su misión. El chico cogió otra estrella, la miró y respondió: «Para esta sí tiene sentido»; y la devolvió al mar con todas sus fuerzas.

Observar Donde Transitamos



La responsabilidad consiste en reflexionar antes de actuar, pensar en las acciones y en sus consecuencias. En pocas palabras es asumir nuestros compromisos y aceptar como propios los resultados de nuestros actos.

Es fácil perderse si uno no se detiene, caminar sin detenernos nos hace abandonar nuestra capacidad de observar, de comprender y aprender. Seguir hacia delante y detenerse no significa parar. Es cierto que recorremos el camino elegido, deseando alcanzar nuestra meta sin observar a nuestro alrededor pero esto no nos permite conocer el mundo que nos rodea, ni vivirlo, ni sentirlo.

Normalmente evitamos que la conciencia nos detenga y haga despertar nuestro corazón.

Nos transformamos en corredores fondistas, fuertes e implacables, pero a su vez perdemos parte de nuestra humanidad. 

Procesamos con tal rapidez la información que recibimos en el camino que sin darnos cuenta, nos vamos trasformando en excelentes autómatas programados en alcanzar el éxito, confundiendo la felicidad como si fuese una meta en sí misma.

Detenerse nos permite observar, analizar, entender, compartir y ayudar, nos prepara para avanzar y ser mejores personas, conscientes de pertenecer al mundo y vivir en él. 

Detenerse, nos facilita acercarnos a las personas que viven cerca de nosotros, entender sus caminos y vidas. 


No dejes que el mundo se vuelva invisible!!

Sentimientos Intensos


La superdotación, al igual que posee un componente intelectual muy potente, goza de unas características emocionales propias, entre las que queremos destacar la intensidad.

Una gran riqueza y complejidad (en el mejor sentido de la palabra) intelectual, va unida a una gran amplitud de matices emocionales, a un mundo interior muy desarrollado y complejo, en cuanto a emociones se refiere: no sólo hablaremos de emociones básicas, sino de un enorme bagaje emocional con matices sutiles.

A partir de esto, podemos darnos cuenta de que la intensidad emocional en las personas de Altas Capacidades, no es una cuestión de “sentir más, con más fuerza” que la mayoría de la gente, sino que estamos ante una manera diferente de sentir: con viveza, de manera absorbente, con gran penetración y complejidad…

La intensidad emocional puede ser expresada de diferentes formas:

Sentimientos positivos, negativos, ambos a la vez, emociones llevadas al extremo (polarizadas), emociones que cambian de un polo a otro a gran velocidad, en un breve período de tiempo, a causa quizá del componente cognitivo que posee el superdotado y que le ofrece una alta velocidad de procesamiento mental y gran agilidad y fluidez mentalidentificación con los sentimientos de otras personas, añadiéndolos e intensificándolos con los suyos propios, fenómenos de contagio emocional que pueden llegar a asustar a la persona con Altas Capacidades, hasta que detecta esas emociones del otro y las integra en sí mismo de manera “adecuada”.

Inhibición, timidez, tristeza, desorientación.
Corporalmente, intensidad emocional expresada a través de síntomas físicos como tensión en el estómago, dolores de cabeza, vértigos, náuseas…

Memoria afectiva muy fuerte, quizá incluso más potente que la memoria cognitiva, la persona superdotada recordará y revivirá los sentimientos que tuvieron lugar durante algún incidente ante la presencia de cualquier estímulo que los desencadene o por sus propios recuerdos, de manera que esto añade complejidad a las emociones que pueda estar sintiendo en el presente, sobre todo si éstas no son tan intensas como aquellas, lo que puede llegar incluso a interferir en su vida cotidiana.

La intensidad emocional también se manifestará a través de ansiedad, tensión como rasgo(más que como estado pasajero), sentimientos de culpa y sentimientos de sentirse fuera de control sin poder hacerse cargo de las situaciones ni de sí mismo en los casos de intensidad más extrema.
Intensidad emocional en relación a la muerte: sentimientos depresivos, angustia existencial.

Sentimientos de inadecuación e inferioridad, muy crítico consigo mismo, juzgándose con dureza.
Gran sensibilidad y capacidad de empatía en sus relaciones con los otros, lo cual no quiere decir que sepa convivir bien con ellos, más bien lo contrario, al sentirse desbordado, aparecen conflictos y, en muchos casos, la persona se aboca a la soledad, por sentirse incapaz de manejarse con tantas vivencias.

Especial cercanía con los animales, ya que se aprecia una sensibilidad especial en las relaciones entre ambos, a partir de sensaciones emocionales.

Desgraciadamente, suele prestarse poca atención a este aspecto de la persona con Altas Capacidades, salvo que sea disruptivo en sus relaciones con los demás. Históricamente, la expresión de sentimientos intensos se ha interpretado como una señal de inestabilidad emocional enfermiza, a tratar médicamente, y no como la manifestación de un rico mundo interior y de una sensibilidad extraordinaria, de una magnífica capacidad de asociación y combinación, no sólo cognitiva, sino, en este caso, emocional. Emociones y cogniciones no han de verse como algo separado en ninguna persona y esto se nos hace tremendamente evidente cuando trabajamos o conocemos a personas con Altas Capacidades.

Una gran pasión por aprenderexpresiones admirables en algunas áreas de talento, la fuerte motivación hacia el crecimiento como persona, pueden considerarse los aspectos positivos de esa intensidad emocional. Sin embargo, la propia persona es consciente de estas diferencias en ella respecto a la mayoría y eso, suele producir un sentimiento de orgullo, de ser “especial”, de felicidad por haber sido agraciado con dicho don, a la vez que, más frecuentemente, accesos de pánico, de inadecuación a la sociedad, convencimiento de ser “raro” o estar loco, enfermo, llegando a decir, en el caso de los niños “tengo un problema muy raro”, “soy raro” o en el de los adultos “soy un enfermo mental, un maniacodepresivo”, “no puedo ser superdotado si no sé manejar esto…”, generándose intensos conflictos internosautocrítica, baja autoestima

Pese a esto, si estudiamos esta característica intensidad emocional desde el punto de vista de una psicología más positiva, enfocada al desarrollo del individuo, descubriremos que esos “picos” emocionales son un gran potencial de crecimiento, como ya señaló Dabrowski en su teoría acerca de las sobreexcitabilidades, y, seguramente, el único modo de llegar a un estado de desarrollo superior como seres humanos.

Para no bloquearse ante esta ingente cantidad y calidad de emociones, es importante que la persona aprenda a valorarlas como su respuesta emocional normal, despatologizándolas, así como que, sobre todo en el caso de los niños, los adultos cercanos a ellos, acepten esas emociones, ayudándoles a entenderlas y ofreciéndoles un soporte de afecto y comprensión, apoyado incluso por contacto físico, no juzgándoles, ni intentando que cambien, no comparándoles con otras personas y, en la medida de lo posible, procurando no asustarse ante esas expresiones de intensidad, ya que eso produciría un contagio negativo, como hemos mencionado, incrementando la intensidad de las emociones negativas y el sufrimiento asociado, o el freno en el goce de las emociones positivas.



Un Día Como El De Hoy


Nostalgia
Hoy estoy aquí para recordarte tu pasado. Te propongo que cierres los ojos y pienses en tu infancia, recuerdes el aroma de la casa de tus abuelos, el olor del cabello de tu madre, los besos de buenas noches de tu padre, las peleas y los juegos con tus hermanos, la intensidad del amor en la adolescencia, la ilusión en la infancia; recuerda algo, lo que quieras, pero siéntelo.

¿Lo has hecho? Ahora estás en disposición de entender que de lo que te vengo a hablar hoy es de la nostalgia… Sentir nostalgia no tiene edad ni cultura, tanto los adultos como los niños lo hacemos y probablemente con mayor frecuencia de lo que creemos.

En realidad esto no es nuevo para nadie porque somos perfectamente conscientes de que de vez en cuando lo hacemos y somos capaces de hacerlo con total naturalidad. Sin embargo, lo que sí que es relevante es la razón por la que recurrimos al anhelo y el efecto que tiene en nosotros…

Recrearse en los recuerdos contribuye a serenar el estado de ánimo, elevar nuestra autoestima y fortalecer nuestras relaciones interpersonales. La nostalgia es una fuente de equilibrio y bienestar psíquico. Sí, parece que, aunque en ocasiones suframos por ello, rememorar y sentir intensa y vívidamente esos recuerdos es una manera de mantenernos en forma emocionalmente. Además, la nostalgia nos tiende un puente entre el pasado y el presente, lo cual nos ayuda a percibir la continuidad de nuestro yo y ser conscientes de que compartimos muchas cualidades con la persona que fuimos. La nostalgia produce esa sensación de que el ayer y el hoy se funden en uno…

De todas formas, no siempre la nostalgia ha tenido esta connotación tan variada; si atendemos a la etimología de la propia palabra nos daremos cuenta de que deriva de los términos griegos nóstos (regreso) y álgos (dolor) y, por tanto, en sentido literal describe el dolor que produce el deseo de regresar al pasado. Hoy en día asociamos esto a múltiples conceptos positivos como recordar viejos tiempos felices que nos hacen sonreír.

Es posible que en más de una ocasión te hayas torturado anhelando un tiempo anterior en el que te acompañaba una persona significativa que ya no está a tu lado, pero es probable que cuando recuerdas tu infancia te sientas bien y sonrías para tus adentros. No obstante, quiero aquí hacer un apunte y decirte que un tipo de recuerdos recurrentes que debes dejar a un lado es el de los errores; si te equivocaste no te empeñes en regresar, no tiene mucho sentido para ti y precisamente no te hace sentir bien.

Pero recordar también puede convertirse en algo altamente destructivo para una persona que está muy triste o deprimida. ¿Por qué? Porque experimentará sus recuerdos de forma muy compleja y desatará en sus pensamientos un agravio comparativo que le hará entrar en un bucle infinito. Al contrario de lo que contábamos antes puede hacerle sentir que el pasado está muy lejano y que, en comparación con la persona que fue, ahora es un verdadero desastre. La distancia temporal percibida será la razón por la que estas personas se sientan peor cuando recuerdan algo positivo lo que lo alejará cada vez más de la realidad. Por esta razón, si te sientes triste o sabes de alguien que esté pasando por un mal bache o que “viva en el pasado”, intenta eliminar esa tendencia a recordar “un tiempo feliz”. Con esto quiero decirte que, aunque la intención es buena, puedes hacer mucho daño intentando levantar el ánimo de alguien triste recordándole momentos felices.
Además, como seguramente habrás pensado en alguna ocasión, tendemos a ser más nostálgicos cuando nos sentimos tristes y turbados. Precisamente esto se debe a dos razones, una negativa y otra positiva. La primera es que podemos atender a ese bucle de“cualquier tiempo pasado fue mejor”, solidificando así la base del sufrimiento y derrotándonos. La segunda, sin embargo, cumple esa función positiva elevando nuestro bienestar si atendemos a los recuerdos que nos den un motivo para realzar nuestro ánimo.

También hemos dicho que rememorar puede ayudarnos a fortalecer nuestros vínculos. Recordarás lo que te une a los demás, lo importante y valioso que eres para ellos y lo significativo que resultó tu apoyo o el suyo para lograr superar ese bache. Nadie estaba tan cerca de esa persona como tú, ¿verdad?
Con todo ello, dar rienda suelta a nuestros recuerdos puede hacernos mucho bien pero tenemos que poner especial cuidado en que éstos no sirvan para hundirnos más si es que nuestro estado anímico no es bueno. La nostalgia no sólo nos proporciona bienestar, sino que también posee un efecto preventivo para protegernos de los pensamientos negativos que nos turban. Puedes acudir a tus recuerdos para calmar tu mal humor, para relajarte, para sonreír y para darte motivos para seguir creando otros tantos y bonitos recuerdos. Abre tu álbum de fotos y relee viejas cartas, encuentra el lugar que corresponde a tus recuerdos y no dejes que se pierdan en el olvido porque están ahí para hacerte feliz.




El Talento No Tiene Edad


Juventud, divino tesoro. Los millenials han entrado con fuerza en el mercado laboral en los últimos años y ya son muchas las empresas, sobre todo startups del mundo digital, que buscan conectar con ellos para atraerlos hacia sus filas. Su energía desbordante y el hecho de ser nativos digitales los convierten en un objetivo muy deseado para aquellas compañías que están en proceso de adaptarse a los retos de la actualidad.

En el otro lado están los colaboradores senior, pertenecientes a la generación del “baby boom”. Son aquellos empleados de más de 50 años, con una trayectoria profesional más consolidada pero acostumbrados a trabajar a la antigua usanza. Se trata de dos generaciones muy diferentes, cada una con sus propios valores y características, pero ambas igualmente útiles para la empresa.

Entre las diferencias más relevantes entre millenials y seniors podemos citar su motivación laboral. Los más jóvenes buscan flexibilidad de horarios y la oportunidad de colaborar y hacer contactos, así como recibir un feedback constante sobre su trabajo. Por su parte, los ‘baby boomers’ se sienten más estimulados por el reconocimiento de su estatus dentro de la empresa y del valor de sus contribuciones. Una buena forma de motivarlos es permitirles ejercer como mentores con los empleados de menor edad, lo que además  permitirá a ambas generaciones complementarse.

Y es que, ¿no sería buena idea combinar lo mejor de ambos? Los millenials aportan una visión fresca, se mueven como pez en el agua en el mundo digital y tienen mucha iniciativa, pero los seniors acumulan una experiencia muy valiosa y un conocimiento de la compañía que resulta tremendamente útil a la hora de solucionar todo tipo de problemas, además de servir como perfecto canal de transmisión de la cultura y valores corporativos de la empresa. También se caracterizan por tener un gran compromiso con la compañía, por lo que siempre se puede contar con ellos en situaciones delicadas.

Por su parte, los millenials tienen mayor capacidad de adaptación a los cambios y una cultura de trabajo más flexible y enfocada a objetivos. No sienten necesidad de pasar muchas horas en su puesto de trabajo, sino que prefieren tener flexibilidad para conciliar la vida laboral con la personal e ir cumpliendo metas día a día, sin vincular su productividad a los horarios. Además, mientras que para otras generaciones ven un hándicap en el uso de la tecnología, los millenials han crecido con ella y la manejan con total naturalidad.

Estas dos generaciones son muy distintas entre sí, pero su combinación es un cóctel de éxito para tu empresa. Saber reconocer y gestionar las virtudes y defectos de cada una de ellas es una labor que el departamento de Recursos Humanos debe saber llevar a cabo para aprovechar al máximo el talento que ambas poseen.




Razonamiento


En sentido amplio, se entiende por razonamiento a la facultad que permite resolver problemas, extraer conclusiones y aprender de manera consciente de los hechos, estableciendo conexiones causales y lógicas necesarias entre ellos. ... En otras palabras, un argumento es la expresión lingüística de un razonamiento.

Actividad mental que conecta conceptos y justificará una idea o resolverá problemas
El razonamiento es el conjunto de actividades mentales que consiste en la conexión de ideas de acuerdo a ciertas reglas y que darán apoyo o justificarán una idea. En otras palabras más simples, el razonamiento es la facultad humana que permite resolver problemas tras haber arribado a conclusiones que permiten hacerlo.

Tipos de razonamiento
Existen dos tipos de razonamientos, el razonamiento lógico, que hace uso del entendimiento para pasar de unas proposiciones a otras, partiendo de lo ya conocido o de lo que se cree conocer a lo desconocido o menos conocido. En este, los razonamientos que se hagan a través de esta forma pueden ser válidos o no válidos. Será considerado como válido cuando sus premisas ofrezcan un suficiente soporte a la conclusión y en el no válido sucede exactamente lo contrario.

Y luego se encuentra el razonamiento no lógico, también conocido como informal, el cual no solamente se basará en premisas como el anterior sino que además se ayuda de la experiencia y del contexto.

Un argumento es la expresión verbal de un razonamiento y nos permite arribar a conclusiones determinantes
El razonamiento, además, se corresponde con la actividad verbal de argumentar, porque un argumento es la expresión verbal de un razonamiento, luego de haber establecido principios de clasificación, ordenación, relación y significados.

El concepto lo usamos muchísimo también para designar a aquella serie de conceptos y de argumentos que una persona utiliza y expresa a viva voz con la misión de demostrar algo.

Pensemos en aquello sobre lo cual estamos convencidos porque la observación y el pensamiento nos permitieron determinarlo: tal negocio no funcionará como nuestro hermano cree porque no disponemos de los recursos económicos ni el lugar físico necesarios para que funcione como corresponde.
El razonamiento demuestra que la ausencia de las mencionadas cuestiones llevará al negocio al fracaso directo más allá de las ganas y de las ideas que tengamos.

Porque básicamente este sentido de la palabra es eso, una organización y estructuración de ideas en nuestra mente para luego arribar a una conclusión sobre un tema.

Muy útil a la hora de la persuasión
Pero no solamente para demostrar algo nos sirve esta actividad mental de producir razonamientos sino que también es efectiva a la hora de conseguir el favor de alguien, de persuadir a una persona.

Del otro lado, habrá un interlocutor que también usara su razonamiento para poder discernir cuál es la mejor opción de algo y por supuesto también para creer o no aquello que el otro propone demostrar.

Una capacidad poco desarrollada y la escuela es la responsable de no promoverla como debiera
A pesar de ser una capacidad intelectual en efecto muy importante para las personas, porque a través de ella, como señalamos, se podrán resolver desde los problemas más simples hasta los más complejos, resulta ser una de las que menos desarrolla la mayoría de las personas. Por ejemplo, la escuela que debería ser la principal responsable que esta capacidad se desarrolle, por la función formadora que desempeña, se centra más, a través de asignaturas como Lengua, en que el alumno estudie y aprenda de ortografía o gramática, pero están en deuda con el aprendizaje de los métodos de expresión que son esenciales para que los alumnos puedan hacer un uso más completo del lenguaje.



No Escatimar Esfuerzos


Si realmente quieres ser exitoso en tu vida y lograr tus objetivos y metas, debes albergar los hábitos y actitudes correctas que te mantendrán encaminado a ello. Hay una serie de características que debes adquirir y mantener de por vida para descubrir que más oportunidades y cosas buenas están por suceder, si sólo las permites.

Algunas características de los grandes son:
Ser Laborioso
El trabajo duro siempre paga. Y no me refiero a trabajar para alguien más… me refiero a focalizar esfuerzos en uno mismo y lograr metas y objetivos propios. No existe ni un solo individuo famoso en la historia que haya alcanzado sus objetivos en la vida sin trabajar para lograrlos. Ser laborioso significa trabajar más duro que los demás, estudiar más que los demás e incluso en ocasiones, sufrir más que los demás. Debes comprender la importancia que tiene la gratificación que se obtiene luego de lograr objetivos y metas propuestas, y luchar para conseguirla.

Para iniciar con el trabajo duro, deberías empezar organizando tu agenda, creando una lista de tareas y funciones diarias y encontrando la gente y recursos que pueden ayudarte. Debes tener en cuenta que tienes que ser tan independiente como sea posible para lograr más a largo plazo.

Disciplina Y Consistencia
La disciplina es lo que separa a los líderes de los seguidores. Si realmente quieres hacer cambios en tu vida, debes poder cumplir con tus deberes incluso si en ocasiones no quieres hacerlo, y mantener una excelente calidad y rendimiento óptimo cada vez. Ser consistente está ligado a ser paciente, donde sin importar la situación ni los obstáculos que se presenten, continuas entregando grandiosos resultados, para lograr tus objetivos y metas finales.

La disciplina y la consistencia se encuentran interrelacionadas. Si continúas practicando los buenos hábitos, y te adhieres a las tareas que te acercan a tus propósitos, será más fácil día  día. Podrás ser una persona diferente conforme te ajustes a lo que la vida te enseñe.

Flexibilidad
Los problemas forman parte de la vida de todo ser humano, pero sólo aquellos que gozan de flexibilidad logran sus metas y objetivos. Debes aprender de tus errores y convertirlos en acciones productivas la próxima vez que te ocurra algo similar. Aprende a levantarte después de cada caída y a doblegar tus esfuerzos para mejorar. Algunas de las personas más exitosas son conocidas por haber enfrentado grandes dificultades.

Optimismo
Necesitas permanecer positivo sin importar la situación ni los problemas que enfrentes. Es vital que permanezcas optimista y siempre confíes en que lograrás tus objetivos y metas. Si eres capaz de auto-convencerte, lograrás más rápido el éxito.

Paciencia
Algunas metas son grandes y toman tiempo. No te permitas pensar que son lo suficientemente grandes como para convertirse en imposibles. Se específico y fija metas más pequeñas con base en tu actual situación, y empieza a trabajar duro por pequeños logros que te llevarán a lograr metas más grandes.

Por último, nunca olvides que eres tú el responsable de los resultados de tus acciones, y que te conviertes en lo que piensas de ti mismo. Sigue adelante, no te detengas y nunca te rindas!



jueves, 31 de agosto de 2017

La Mente Ocupada


Muchas veces escuchamos que cuando estamos tristes, estresados o pasando por un momento complicado, lo mejor es mantenernos ocupados.

Un estudio realizado por la Universidad de Chicago revela que tener tu mente ocupada te hace feliz,  pues mientras estés distraído haciendo algo, te alejas de los pensamientos negativos. Mientras estás ocupado, te deshaces de estrés, la depresión y el aburrimiento.

Christopher K. Hsee, autor del estudio, reveló que es indispensable que todos los días hagas algo; cualquier cosa, incluso si no le encuentras sentido. Los investigadores de este estudio comentan que el deseo de evitar el aburrimiento y la depresión, junto al ocio motivador, son factores importantes para mantenerse ocupados. La necesidad de ganarse la vida o de ayudar a los demás son otros factores.

A los voluntarios que participaron en el estudio se les hizo llenar una encuesta y esperar 15 minutos para llenar otra encuesta. En ese período de tiempo los participantes tenían dos opciones una de no hacer nada durante los 15 minutos y la otra de dar un paseo durante el tiempo de espera.

Al entregar la primera encuesta se le entregaba un caramelo a cada uno. Al pasar el tiempo establecido los que hicieron el paseo se encontraban más felices que los otros que decidieron no hacer nada.

También demostraron que si no se les entregaba el caramelo más participantes se veían motivados a salir y dar el paseo.

Lo importante es mantenerse ocupado a cualquier edad, si te gusta bailar, caminar es el momento. Otra buena idea es leer, fortalecer tu memoria con rompecabezas y juegos de mesa incluso hasta arreglar tu clóset te hará sentir muy feliz.







Humanidades: Superación Personal


La superación personal, consiste en ser mejores cada día, en reconocer nuestros errores y corregirlos para acercarnos más a ser quienes realmente queremos ser.

El éxito no se consigue cuando día tras día nos quedamos en un mismo lugar, cuando nos conformamos con las personas que somos y no buscamos ser mejores, cuando cumplimos una meta y dejamos de trazarnos más.

Superarte personalmente, producirá tu éxito cada día.

La superación personal es un camino que no termina, es un camino sin fin alguno… Cada día serás mejor, pero al otro día podrás ser mucho más mejor.

Las personas exitosas son aquellas que un día se cayeron y se equivocaron, pero siempre se levantaron…

Aquellas que dejaron de quejarse  de su vida, para tomar el control de ella y crear su propia realidad…

Aquellas que aunque tenía defectos, cada día hallaban la manera de ser mejores y ser felices.

¡Es tiempo de que te levantes de donde estás!

Ya es momento de que empieces el camino de tu Desarrollo Personal.

Es hora de que empieces a tener conciencia de tu vida y de lo que haces por lograr lo que anhelas, ya llegó el día donde debes empezar a caminar en busca de ser mejor, de ser feliz y de cumplir tus sueños.

El éxito no viene en la lotería, no se hereda ni lo encontramos en las vitrinas del supermercado.

El éxito depende de ti y de tu trabajo, depende de que lo busques y lo logres, depende de quién eres y cómo piensas.

La superación personal es parte fundamental del éxito.

Así muchas personas quieran afirmar que el éxito es posible de lograrse fácilmente, sin esfuerzo y de la noche a la mañana “con suerte”…

…quienes no ganen la lotería igual pueden triunfar a través de la superación personal.

La superación personal a pesar de que en cierta forma suena aburrida y “para viejos” (como muchas veces he escuchado) realmente es el camino rápido al éxito total.

Hay gente que dice que le aburre la superación personal, y aun así dicen tener problemas de dinero. ¡No entienden para qué sirve la superación personal!

Si lo piensas bien, te darás cuenta que a través de procesos de superación personal, podrás crecer en diferentes aspectos de tu vida y superar tus miedos, enfrentándote a la vida con poder.

La superación personal te da éxito, no hay éxito sin superación.


Necesitarás superarte a ti mismo en todas las facetas de la vida, considera esta valiosa información desde hoy y verás el cambio.

Objetivo Ético De La Educación


El objetivo último de la educación, como de toda actividad humana éticamente válida, es la búsqueda de la realización del ser humano, debido a que lo contrario implicaría un absurdo intrínseco. 

Cada actividad humana estructurada, como lo es una ciencia y su aplicación técnica, persigue ese objetivo fundamental a partir de un instrumental propio, el que es desarrollado en función del ángulo específico de aporte que se busca realizar al objetivo global.

En concreto, las ciencias educativas tienen como objetivo último la realización plena del ser humano, para lo que desarrollan el instrumental pedagógico y didáctico como medio específico y propio. De este modo, los objetivos con respecto al desarrollo de habilidades, transmisión y generación de conocimientos, y otros que son específicos de las ciencias educativas, son instrumentales al objetivo fundamental y, por tanto, válidos únicamente en su correspondencia con aquél.

En este contexto, y desde que se asume el hecho de que la educación no es el mero aprendizaje de contenidos intelectuales sino que implica el desarrollo de toda la persona, entonces es claro que un objetivo intrínseco al proceso educativo debe ser la conformación de una «persona ética»(1). El ser humano es un todo, con diferentes dimensiones que necesita desarrollar para alcanzar su realización. La dimensión ética de los pueblos y las personas individuales es una de ellas, por lo que no puede haber desarrollo integral de la persona sin un desarrollo serio de su dimensión ética.

Podemos definir la ética como "la praxis de hacernos mutuamente personas en la historia"

(2). Entendemos aquí la “praxis” como el aprender haciendo, el desarrollar las certezas a partir fundamentalmente de la experiencia críticamente analizada, en un proceso personal y social que abarca a cada individuo y a la humanidad entera en forma simultánea e interactiva.

Es también un “hacernos mutuamente personas”, ya que no se trata de mecanismos automáticos sino del ejercicio de la libertad de un ser abierto e incompleto que necesita autodefinirse y autoconstruirse en interacción, para poder realizarse en la vida. Desarrollo de ideales, escalas de valor, pautas de validación de conductas, etc., son parte imprescindible de este proceso.

Finalmente, esta praxis se desarrolla “en la historia”, es decir, en un contexto concreto, en situaciones definidas, con condicionamientos y posibilidades delimitadas, y sin las cuales no solamente no es posible realizar juicios sobre el proceso, sino que ni siquiera es posible el que se dé proceso como tal.

En este sentido es válido que un ser humano -desde su dimensión ética- asuma como el objetivo fundamental de su vida la búsqueda consciente y perseverante de la propia realización, en una interacción verdaderamente humanizante con los demás.


miércoles, 30 de agosto de 2017

Las Opiniones

El periodismo de opinión es un género periodístico que se caracteriza por la exposición y argumentación de pensamiento de un personaje o medio de comunicación reconocido acerca de un tema. 

El origen de la opinión es la búsqueda de las causas de los hechos. 

Varios autores consideran que los géneros de opinión requieren ponerse en el lugar del otro para ampliar el horizonte perceptivo. En los periódicos, los géneros de opinión se utilizan para reforzar la línea editorial. Las páginas de opinión se han convertido en secciones protagonistas en los diarios desde principios del siglo XX, por sus abordajes y posiciones polémicas.

Los artículos de opinión versan sobre diferentes temáticas: política, economía, sociedad, espectáculos, deportes, entre otros.

De todas maneras debemos decir que cuando en una nación se produce un hecho relevante y contundente con concretas consecuencias para la comunidad, los artículos de opinión abundan en las páginas de los principales periódicos.

En cualquiera de los casos mencionados luego de la exposición del hecho, el autor da a conocer su opinión. El mismo dispone de una determinada y organizada estructura, que puede presentar variantes pero normalmente expone de manera sucinta, pero clara, el tema sobre el que se opinará, le sigue la opinión en cuestión y suelen también acompañarlo algunas informaciones o datos exclusivos que el autor obtiene sobre el suceso, normalmente a través de un off the record o fuente confiable.
Finalmente llega la conclusión que es la que cierra el mencionado artículo.






Mente Y Corazón


Corazón y cerebro podrían tener una relación más íntima que aquella que, más o menos desde siempre, se les ha atribuido coloquial y culturalmente. En efecto, desde este punto de vista, estamos habituados a conceder una especie de antagonismo entre ambos, como si el cerebro fuera asiento únicamente de nuestras cualidades racionales y el corazón de las pasionales. Curiosamente esta dicotomía, que mucho tiene de platónica, persiste incluso en nuestros días, a pesar de que sabemos bien que el corazón tiene pocas tareas más allá de bombear sangre, todas ellas fisiológicas. Pero entonces, podríamos preguntarnos, ¿por qué una tristeza muy fuerte o un episodio de felicidad también lo experimentamos como una alteración en los latidos de ese órgano?

La respuesta podría comenzar por una afirmación sencilla: a fin de cuentas, nuestro cuerpo es uno, una orquesta sinfónica que opera sincronizadamente para mantenernos con vida. Y aunque nuestros pensamientos, nuestras ideas, emociones, miedos y alegrías a veces parezca que no los vemos, parezca que sólo son mentales, en realidad no serían posibles sin el soporte físico del cuerpo, sin las hormonas, los neurotransmisores, el estómago que se contrae o las lágrimas que acuden a paliar el sufrimiento.

Prueba de esta conexión estrecha es un estudio publicado recientemente a propósito del efecto que el ritmo cardíaco podría tener en los procesos de razonamiento del cerebro.

La investigación estuvo a cargo de Igor Grossmann, profesor de psicología en la Universidad de Waterloo, quien en colaboración con otros académicos de la Universidad Católica Australiana analizó el ritmo cardíaco de un grupo de voluntarios en comparación con un grupo de control, esto al tiempo que se evaluaban sus cualidades de razonamiento y su capacidad para elaborar juicios, recordar y otras habilidades cognitivas afines.

Según lo observado, las personas en las que el ritmo cardíaco tiene variaciones constantes fueron también quienes mostraron un mejor desempeño en las pruebas de evaluación cognitiva. En especial cuando se trató de ofrecer una solución a un problema de tipo social visto desde una perspectiva externa a la de los involucrados (esto es, como un tercero que sólo opina), los individuos de ritmo cardíaco alterado fueron quienes ofrecieron alternativas que no estuvieron sesgadas por sus propios intereses o puntos de vista.

De acuerdo con el profesor Grossmann, esto no necesariamente indica que dichas personas sean “más sabias”, sin embargo, sí parece ser una ventaja con respecto a aquellas menor variación en sus pulsaciones.

Quizá ahora sólo queda responder por qué sucede esto y si tal vez, como podría sugerirse desde una perspectiva más psicológica, si acaso la diferencia estriba en que hay quienes pueden con mayor facilidad que otros dar libre curso a sus pensamientos, emociones y aun procesos fisiológicos, mientras que otros individuos los contienen, lo cual redunda en una mayor fluidez de personalidad que se transmite y ocurre en la vida social.

Cuando Me Expreso Bailando


Bailar es una manera de hacer poesía con el cuerpo. Dicen que la danza es una de esas artes en la que solo se destacan quienes se quieren mucho a sí mismos. Esto tiene mucha lógica, si se tiene en cuenta que para ser buenos bailarines tenemos que conocer bien nuestro cuerpo, conectarlo con nuestras emociones profundas y permitir que se expresen a través de movimientos dirigidos.

En el baile siempre opera una suerte de felicidad, aunque haya danzas que expresen un sentimiento dramático. En el baile también se pone en juego un acto de libertad, en tanto que se trata de una ruptura con los movimientos habituales y le permite a cada quien convertir su cuerpo en un medio artístico.

“Las expresiones más auténticas de la gente están en su baile y en su música. El cuerpo nunca miente”
-Agnes de Mille-

No todos podemos ser bailarines profesionales, pero definitivamente el baile sí está al alcance de todos y, de hecho, se encuentra presente en infinidad de situaciones sociales. Para eso están ahí  las discos y para eso también se hacen fiestas regionales o familiares. Muchos sentimos que una fiesta que no incluya baile es una fiesta incompleta, porque bailar es sinónimo de celebración y de alegría.
Los beneficios fisiológicos de bailar

El primer gran beneficio de bailar es físico. La danza es un ejercicio exigente, que implica un gran esfuerzo físico al que se le suma una alta demanda de coordinación entre las diferentes partes del cuerpo y la música que está sonando. Los conocedores indican que una hora de baile equivale a dos y media de ejercicios aeróbicos.

La verdad es que el cuerpo refleja nuestra personalidad y nuestros conflictos internos. Nada como bailar para que todo eso se torne evidente. Y ese es precisamente el primer gran aporte del baile: nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos, permite que se exprese nuestro mundo interior. La capacidad para seguir el ritmo de la música con el cuerpo promueve el reconocimiento de uno mismo y revela nuestras asincronías.

Pero no es solo eso. El baile es una actividad eminentemente social y, por lo mismo, no solamente nos permite conectarnos con nosotros mismos, sino también con los demás. Bailar nos exige, en la mayoría de los casos, adaptarnos al cuerpo y a los movimientos de otra persona. Sin darnos cuenta, esto incrementa la empatía y la sociabilidad. 

Además, es un excelente antídoto contra la timidez, especialmente durante la adolescencia. Bailar es, sin duda, capturar el ritmo de la vida en nuestro corazón.




martes, 29 de agosto de 2017

Autocontrol


El autocontrol es la capacidad de ejercer dominio sobre uno mismo, es decir, de controlar las propias emociones, comportamientos, deseos, o simplemente estar tranquilo. Esta capacidad nos permite afrontar cada momento de la vida con mayor serenidad y eficacia.

La persona que posee un alto autocontrol es capaz de dominar sus pensamientos y su forma de actuar, lo que puede ser beneficioso en multitud de situaciones. Por ejemplo, en un conflicto de pareja o una negociación laboral. Las investigaciones afirman que inteligencia emocional es clave para poder dominar esta habilidad.

Por tanto, el primer paso para controlar nuestro comportamiento y nuestra forma de pensar es tener un gran autoconocimiento. De esta manera, uno es capaz de reconocer sus emociones y es capaz de regular su forma de actuar. 

Pero, ¿qué beneficios tiene el autocontrol? El autocontrol aporta muchas ventajas, como por ejemplo las siguientes:
Permite afrontar las situaciones difíciles con mayor eficiencia
Ayuda a mantener la calma
Ayuda a tener mayor claridad de pensamiento
Beneficia la relación con los demás
Permite controlar el estrés cuando te sientes bajo presión
Ayuda a tomar mejores decisiones
Aumenta la capacidad de concentración
Mejor autoestima
Mejora el bienestar emocional

Poseer autocontrol no siempre es fácil: imagina si estás haciendo una dieta para adelgazar y al salir a cenar a un restaurante tienes que hacer un gran esfuerzo para no comerte el brownie que te sirvieron en el postre. 

El autocontrol es importante para los seres humanos, y algunos estudios afirman que las personas con un mayor autocontrol hacen más amigos, sacan mejores notas o tienen una vida más saludable porque sufren menos sobrepeso o fuman y beben menos alcohol.





Hagamos La Diferencia


“No es ni mucho menos “para destacar”, no van por ahí los tiros. El primer beneficiado de marcar la diferencia, de hacer las cosas mejor, que tu trabajo sea más imaginativo y entretenido, que tenga más calidad, que resulte menos monótono… eres tú”

Estamos tan acostumbrados a no demostrar nuestras emociones de bien, a no dejar ver que podemos ser amables, amorosos, a no darle importancia a ser diferentes, que el salirnos de esa rutina se nos antoja poco menos que imposible, más si le damos importancia a lo que nos dicta la moda; si la moda es llevar zapatos negros pues ahí vamos, son zapatos negros, si es ropa de color verde, pues que sean verdes. Por otra parte si la tónica es no desearle buenos días a un extraño porque nos preocupa lo que pensarán de nosotros, o no respetar una fila, o pasarnos una luz roja, total todos lo hacen; en resumen hacer y seguir haciendo lo que la raza o su conciencia nos indique y así vamos siguiendo a... a no sabemos quién. 

Atreverse a ser distinto, a hacer la diferencia es quizás el logro más interesante al que podríamos aspirar. La historia ha sido escrita por hombres y mujeres que en un momento dado hicieron algo distinto, rompieron parámetros para arriesgarse a proponer una nueva idea, a aclarar un concepto; seres humanos que se propusieron un reto iniciando una cruzada que marcó la diferencia en ellos y por ende en la humanidad.

Hacer la diferencia mostrando grandes o pequeñas cosas, no es tan importante como el sentir que lo hacemos desde nuestro corazón.

Si lo que vemos es un desorden, mala educación, impertinencia, deshonestidad, egoísmo, crítica, etc.
Tenemos la opción de poder de elegir y hacer la diferencia en pequeños actos como ceder el paso, abrir una puerta, ser amable, regalar sonrisas, expresarnos bien de los demás, en una palabra cumplir con el Nuevo mandamiento, que aunque tiene más de dos mil años resuena en nuestros oídos con un poder y vigencia de eco eternal: Amar, Amar, Amar. Se dice fácilmente más el realizarlo en conciencia es un reto, un reto al que todos podemos optar, amar y hacer la diferencia.


La humanidad  podría estar triste, mas si solo puedes consolar y hacer reír a un hermano, en él harás la diferencia. No nos desalentemos si sentimos que no podemos  salvar a todo el mundo, el amor es contagioso, hagamos la diferencia.

lunes, 28 de agosto de 2017

No Dar Espacio A La Monotonía


¿Qué pensarías si, dentro de unos años, echaras la vista atrás y vieras que en tu vida no ocurrió casi nada interesante y digno de recordar?

Eso es lo que ocurre cuando dejamos que nuestros días caigan en manos de la MONOTONÍA.

Ella, la monotonía, es la que nos impulsa y obliga a hacer siempre lo mismo: siempre un mismo mensaje, siempre el mismo trabajo, las mismas tareas, las mismas rutinas… la misma vida. Siempre todo igual, sin cambios.

Pero no solo eso: sino que todos estamos expuestos a caer en la monotonía a no ser que lo evitemos.
Y entre otras muchas consecuencias, caer en la monotonía implica dejar a un lado tus sueños, alejar las razones por las que cada día al despertarte deberías ser feliz. La monotonía te ata a un presente exactamente igual a tu pasado y te priva de algo que todos deberíamos permitirnos a diario: el factor sorpresa.

Piensa en la monotonía: alguien que siempre hace lo mismo y en los mismos horarios, que siempre tiene las mismas conversaciones, alguien que sigue una agenda que por muy llena o vacía que esté olvida incluir la improvisación y la diversión, que vive pendiente de sobrevivir pero que olvida vivir.
Por eso, cuando al cabo de los años mires hacia atrás… ¿Con qué te gustaría encontrarte?

La respuesta a eso la tiene tu presente; y básicamente es él quien quien marca el ritmo de tus días y quien va a servirte de trampolín hacia tus sueños.




Demos Color A La Vida


La mayoría de nosotros anhelamos la estabilidad; no queremos despertar con la incertidumbre de ignorar qué nos va a deparar la jornada.
Obviamente nunca lo sabemos del todo, pero cuando ya nos hemos insertado en esa pareja permanente, ese trabajo fijo y ese entorno consistente, al menos nuestro rango de novedades se reduce notablemente.
Después de un tiempo llevando una vida estable, aparece en el horizonte la sombra de la rutina. Cada día empieza a parecerse demasiado al anterior y sin apenas darnos cuenta, esto se convierte en un gran peso.
Es como si todo estuviera definido de antemano y no viéramos forma de salir de ese círculo vicioso.
“Una vida sin colores”, ese es el nombre que podemos darle a nuestra existencia cuando la rutina y la monotonía se apoderan del día a día. Una vida de blancos y negros.
Si no tuviéramos hábitos, el gasto emocional e intelectual de cada día sería enorme. En un mes estaríamos listos para una clínica de reposo.
Las costumbres cotidianas nos protegen de una eventual sobrecarga de decisiones. Hacen que las acciones que debemos repetir diariamente no se conviertan en un problema, sino que sean un ítem resuelto.
Eso está muy bien para aquellas actividades que garantizan el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y nuestra mente.
Hay que comer, hay que dormir, hay que lavarse, hay que ejercitarse. Es saludable que estas acciones se repitan, ojalá a la misma hora todos los días. Nos ayudan a funcionar adecuadamente.
Sin embargo, a veces no es solamente la hora de la cena lo que se repite de forma idéntica cada día.
El hábito se vuelve inercia y la inercia, anquilosamiento. Después de un tiempo atrapados en esas costumbres, comenzamos a sentirnos como si estuviéramos gastando la vida en lugar de vivirla.
Aun así, no estamos dispuestos a alterar nuestra rutina. El precio de hacerlo puede ser muy alto. No se renuncia a un trabajo así como así; ni se renueva el amor o la amistad simplemente con pestañear.
La palabra “rutina” viene de “ruta” y alude a esos caminos trillados que seguimos recorriendo.
Rutina y “monotonía” son primas hermanas. Esta última indica que caminamos a un solo ritmo. Es como si solo pudiéramos interpretar una canción siempre en el mismo tono, sin subir o bajar, el mismo sonsonete.
Ambas, rutina y monotonía, conducen a un estado de ánimo en el que no hay entusiasmo, ni interés  genuino en nada.
Esa uniformidad, esa falta de matices, termina por afectarnos emocionalmente. Empobrece nuestras vidas y no nos permite disfrutar, ni valorar lo que tenemos. También reduce notablemente nuestra creatividad. Tu cerebro se acostumbra a no exigirse.
Introducir variedad en el día a día no es tan riesgoso, ni tan difícil como quizás lo supones.
Puedes empezar con lo más simple: tomar una ruta diferente para ir a tu trabajo, o bajarte un par de calles antes y caminar hasta allí, tratando de observar con cuidado lo que encuentras a tu paso.
Puedes proponerte hablar con alguna persona que ves todos los días y a quien escasamente saludas. También puedes ensayar a leer un poema, en un rato libre que te quede.
Intenta desconectarte de los aparatos tecnológicos un día o al menos, una tarde. Observa el lugar en donde vives y piensa cómo podrías organizar los muebles de una forma diferente.
Piensa en los pasatiempos que antes disfrutabas, o en esos talentos que fuiste dejando en el camino. Quién sabe, tal vez te animes a intentar recuperarlos.
El arte es una vía de lujo para alterar cualquier rutina. Toda actividad artística va en contra de lo rutinario por su propia naturaleza. Te invita a establecer un punto de quiebre.
En menos tiempo del que imaginas, te vas a dar cuenta de que también tus pensamientos y tus sentimientos comienzan a cambiar.
Notarás cómo el mundo tiene muchas realidades en las cuales no habías reparado. Que hay lugar para la novedad, para la sorpresa. Te sentirás mucho mejor y los colores habrán aparecido de nuevo en tu vida.


Persistencia


La comunicación no verbal es esencial para conectar con los demás.

Todos conocemos personas que no quieren mostrar sus sentimientos, o que hablan en un tono monótono y se muestran impasibles. Son individuos que tienen buenos conocimientos               técnicos, pero  temen abrirse a los demás y por ello no consiguen comunicar su mensaje. 

A unos, sus padres les enseñaron a no mostrar sus emociones en público y a otros, hacerlo les parece demasiado teatral. 

Sin embargo, para que el mensaje que trasmitimos resulte creíble, debemos apoyar nuestras palabras en  nuestros gestos. El movimiento del cuerpo, la expresión facial, el contacto visual, la voz (tono,  inflexión,  volumen, velocidad, acento), la vestimenta y  sus complementos, el contacto físico  (estrechar la mano),  el tiempo (puntualidad) y el espacio (distancia que nos separa de los demás) son  elementos que  conforman la comunicación no verbal. Entre las técnicas utilizadas para mejorar las  habilidades no  verbales está la de filmar a los participantes de un curso y después analizar el material  haciendo críticas  constructivas con la ayuda de otras personas. 

Para lograr nuestras metas con buenos resultados seguiremos la ley de las tres P, es decir,        Planificar,  Practicar y Preparar.  Los comunicadores que no se preparan son incapaces de          transmitir su mensaje y dejan a los receptores confundidos y  aburridos. Es un error lo que la   mayoría de la gente piensa:   que la práctica es sólo para los profesionales de la oratoria.  Todo el que ha de comunicar algo  necesita practicarlo. Para guiarnos llegada la hora de practicar, se proporcionan  tres valiosas  pistas. En primer lugar, conocer el ratio de práctica por actuación, según el cual se necesitan diez  horas de  práctica para actuar una hora. En segundo lugar, hablar solos: en otras palabras, saber  aprovechar el tiempo que pasamos en  soledad                 (en el coche, por ejemplo) para ensayar nuestra  autopresentación, contar historias o probar   cuál es el momento  oportuno para introducir una  anécdota en el discurso, entre otros.

En último lugar, ser sistemáticos en la práctica de los  ensayos  será la clave de una                    presentación intachable.

Thomas Edison pensaba que mucha gente se da por vencida poco antes de llegar a la meta porque  cuando se rinden, no son conscientes de lo cerca que están de alcanzarla. 

Seguramente usted  también  se habrá preguntado cómo algunas personas han logrado llegar  tan lejos siendo sus  cualidades tan limitadas. Tal vez debería cuestionarse también si no se      tratará una cuestión de  persistencia. 

Dar  continuidad es un proceso que consiste en contactar con alguien para reforzar una  meta. 
Así, por  ejemplo, podemos enviar una nota para agradecer el tiempo que nos ha dedicado un  cliente o llamar a  un amigo para ver cómo se encuentra. 

Desgraciadamente, dar continuidad es un  arte que se ha perdido  y las personas que han          sabido conservarlo se destacan del resto. Y, sin  embargo y curiosamente, nunca  antes había  resultado tan fácil hacerlo, ya que en la actualidad contamos con infinidad de programas   informáticos y las alarmas que  nos pueden  recordar cualquier ocasión. 

Como última  advertencia, no está de más señalar que la línea que separa  el dar seguimiento aun asunto del resultar  excesivamente persistente y convertirse en alguien  molesto es muy delgada: tengan mucho cuidado de no cruzarla. 


El Arte De Aprender


Cómo sacarle provecho a todas las situaciones
No importa tu edad, lo importante es que tengas una actitud activa y dinámica frente al aprendizaje, para siempre estar incorporando nuevas motivaciones que te ayudarán en tu crecimiento personal.

Para la filosofía oriental, la vida es una escuela en la cual tienes la oportunidad de aprender diferentes cosas. Alguna vez te has preguntado:¿se puede aprender de todo lo que sucede, ya sea bueno o malo?
Sí se puede, pero para ello deberías analizar y reflexionar qué es lo que te toca aprender, cuál es el motivo de este aprendizaje y cuál es el significado que posee para tu desarrollo personal.

Existen 3 tipos de aprendizaje:
Lo que debes aprender en esta vida: por ejemplo, a ser caritativo, comprensivo, etc.
Los aprendizajes de cada día: muchas veces se aprende de pequeños detalles tanto de la vida práctica (por ejemplo, arreglar un enchufe) como situaciones más sutiles (por ejemplo, aprender a callar ante un error ajeno).

Lo que puedes aprender de ver actuar a las demás personas a tu alrededor: pueden ser actitudes positivas, por ejemplo el hecho de tratar con una persona que siempre tiene una palabra de aliento para con los demás.

También se da el caso de aprender lo que no se debe de hacer en determinada situación, como ante un fracaso laboral, afectivo etc. (por ejemplo, buscar consuelo en el alcohol o las drogas).

Para aprender necesitas:
Desarrollar una actitud activa y positiva frente a la vida. Estar dispuesto a mejorar a no cometer varias veces el mismo error.

Saber virar las situaciones a tu favor, aunque se traten de hechos adversos o negativos. Siempre hay que intentar sacar una sabiduría o aprendizaje para que, si no se vuelve a presentar un hecho similar, puedas afrontarlo desde otro punto de vista y salir victorioso.

Desgraciadamente, muchas veces hay que aprender con dolor, ya que en ocasiones puede ocurrir que te cierres en tu criterio propio, en tener la verdad del hecho, y no te das la oportunidad de ver diferentes ópticas del problema.

Saber aprender, dejar aprender
Al comprender la necesidad de aprender que tienes, verás que todas las personas están en el mismo camino y muchas veces te puedes encontrar ante la difícil situación de tener que dar un paso al costado para dejar que otro pueda aprender tal vez algo que tú ya hiciste.
Nunca dejes de aprender, cada día puedes aprender algo nuevo y no sabes cuánto puede cambiar tu vida.