“No es ni mucho menos “para destacar”, no van por ahí los
tiros. El primer beneficiado de marcar la diferencia,
de hacer las cosas mejor, que tu trabajo sea
más imaginativo y entretenido, que tenga más calidad, que resulte menos
monótono… eres tú”
Estamos tan acostumbrados a no demostrar nuestras emociones
de bien, a no dejar ver que podemos ser amables, amorosos, a no darle
importancia a ser diferentes, que el salirnos de esa rutina se nos antoja poco
menos que imposible, más si le damos importancia a lo que nos dicta la moda; si
la moda es llevar zapatos negros pues ahí vamos, son zapatos negros, si es ropa
de color verde, pues que sean verdes. Por otra parte si la tónica es no
desearle buenos días a un extraño porque nos preocupa lo que pensarán de
nosotros, o no respetar una fila, o pasarnos una luz roja, total todos lo
hacen; en resumen hacer y seguir haciendo lo que la raza o su conciencia nos
indique y así vamos siguiendo a... a no sabemos quién.
Atreverse a ser distinto, a hacer la diferencia es quizás el
logro más interesante al que podríamos aspirar. La historia ha sido escrita por
hombres y mujeres que en un momento dado hicieron algo distinto, rompieron
parámetros para arriesgarse a proponer una nueva idea, a aclarar un concepto;
seres humanos que se propusieron un reto iniciando una cruzada que marcó la
diferencia en ellos y por ende en la humanidad.
Hacer la diferencia mostrando grandes o pequeñas cosas, no
es tan importante como el sentir que lo hacemos desde nuestro corazón.
Si lo que vemos es un desorden, mala educación,
impertinencia, deshonestidad, egoísmo, crítica, etc.
Tenemos la opción de poder de elegir y hacer la diferencia
en pequeños actos como ceder el paso, abrir una puerta, ser amable, regalar
sonrisas, expresarnos bien de los demás, en una palabra cumplir con el Nuevo
mandamiento, que aunque tiene más de dos mil años resuena en nuestros oídos con
un poder y vigencia de eco eternal: Amar, Amar, Amar. Se dice fácilmente más el
realizarlo en conciencia es un reto, un reto al que todos podemos optar, amar y
hacer la diferencia.
La humanidad podría estar triste, mas si solo puedes
consolar y hacer reír a un hermano, en él harás la diferencia. No nos
desalentemos si sentimos que no podemos salvar a todo el mundo, el amor
es contagioso, hagamos la diferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario