Mezquino es un adjetivo que define la actitud de una persona
ruin o hipócrita que comete acciones que pueden perjudicar a los demás sin
hacerse responsable de sus actos. Una actitud mezquina está marcada por la
arrogancia de vivir muy centrada en sí misma y no mirar con la misma actitud a
los demás. Está llena de ego y de un yo muy inflado.
Una persona mezquina no tiene una autoestima alta sino inflada a partir de una imagen totalmente distorsionada de sí misma. Una persona mezquina puede ser muy creída en situaciones concretas, por ejemplo, en el éxito. En ese caso, puede colocarse en un rol de superioridad frente a los demás.
Una persona mezquina no tiene una autoestima alta sino inflada a partir de una imagen totalmente distorsionada de sí misma. Una persona mezquina puede ser muy creída en situaciones concretas, por ejemplo, en el éxito. En ese caso, puede colocarse en un rol de superioridad frente a los demás.
Un hombre o una mujer que miente con frecuencia a su pareja
y juega con sus sentimientos, actúa con mezquindad. Conviene puntualizar que
una persona puede ser mezquina en momentos puntuales cuando se comporta de un
modo innoble, pero también puede serlo de un modo habitual por una vanidad del
carácter.
La persona mezquina puede ser tacaña y egocéntrica no solo
en el plano material sino también, en el ámbito emocional. Por ejemplo, a nivel
anímico, una persona que se comporta de este modo no elogia fácilmente a sus
compañeros de trabajo cuando han alcanzado un éxito ya que siente envidia por
los triunfos ajenos. Este tipo de comportamiento produce infelicidad al propio
mezquino que termina encerrado en sí mismo. Una persona mezquina es
individualista y poco generosa al compartir su conocimiento con los demás
porque teme que los demás brillen por encima de su propio ego.
Una persona también puede ser mezquina a nivel económico al gastar menos de lo que puede permitirse. La obsesión por el plano material puede llevar a gestos de mezquindad en ciertos momentos. Todo lo desea y lo anhela para sí mismo, por esta razón, sufre cuando da porque siente que con aquello que puede perder, puede hacerse pequeño y diminuto.
Por ejemplo, una persona miserable que pudiendo ayudar con su colaboración a una buena causa da una aportación mínima. Por ejemplo, también es posible utilizar este concepto para afirmar que una persona ofreció una propuesta mezquina por un piso que quería comprar.
Una persona también puede ser mezquina a nivel económico al gastar menos de lo que puede permitirse. La obsesión por el plano material puede llevar a gestos de mezquindad en ciertos momentos. Todo lo desea y lo anhela para sí mismo, por esta razón, sufre cuando da porque siente que con aquello que puede perder, puede hacerse pequeño y diminuto.
Por ejemplo, una persona miserable que pudiendo ayudar con su colaboración a una buena causa da una aportación mínima. Por ejemplo, también es posible utilizar este concepto para afirmar que una persona ofreció una propuesta mezquina por un piso que quería comprar.
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