El esfuerzo, el empeño que ponemos en conseguir lo que
queremos, es lo que le da valor a nuestros sueños. Porque cuando lo damos todo,
cuando nos encontramos en ese momento en el que estamos dispuestos a perder sin
que esto detenga nuestros pasos, entonces estamos preparados para llegar hasta
donde nos propongamos.
Sin embargo, hay muchas barreras que tendremos que sortear.
Piedras camufladas de errores, de conformismo, de miedo… Muchas ocasiones
en las que saborearearemos la oportunidad de volver atrás, a nuestra zona de confort. Esa que nos llama a cada
instante mientras busca justificar que regresemos a ella con cada
problema que intuimos en el horizonte.
Dejar que tus miedos, que tus inseguridades y que por
sistema lo que los demás digan te importe es un claro preliminar de un fracaso
anunciado.
El esfuerzo que te recompensa
Seguro que has escuchado en más de una ocasión la típica
frase que dice así: “si cuesta, es que vale la pena”. Este es un enunciado
que pronunciamos, a veces sin darnos cuenta, con el fin de dar ánimos e
impulsar a otros a no rendirse. Porque si cuesta, si te está haciendo sudar, si
pone a prueba tu capacidad es que estás dando lo mejor de ti. Cuando las
dificultades hacen acto de presencia no te están queriendo decir que no
vales nada, ¡qué vuelvas para atrás porque no sirves! Todo lo contrario,
te
están retando…
“La actitud respecto a las dificultades va a depender de que
las veamos como un reto o como una amenaza”
Todo esto es un reto. Si fuese tan fácil conseguir lo que
quieres todo esto no tendría valor alguno. Estaría al alcance de
cualquiera, pero esto no es así, ¿verdad? Solo unos pocos consiguen alcanzar
cumbres altas.
Muchas personas dejan su trabajo estable por ir en busca de
lo que realmente los llena y les hace feliz. Otras, se lanzan a la aventura con
muy poco dinero en sus bolsillos. Puede que fracasen, que se den de bruces con
una realidad mucho más dura de lo que esperaban. Sin embargo, esto no los para
y, aunque así fuese, están felices de haberse arriesgado,
de haberlo intentando.
“Nunca sabrás de hasta dónde puedes llegar, de lo que eres
capaz o de si lo que está en tu mente se hará realidad si no te pones en marcha”
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