La intolerancia es la capacidad o habilidad que posee una persona de
no soportar las opiniones diferentes a las de él. La
palabra intolerancia es de origen latín intolerantia.
La intolerancia es sinónimo
de intransigencia, terquedad, obstinación, testarudez por no respetar a las personas que
poseen pensamientos diferentes bien sea en el ámbito político, religioso,
cultural, sexual, racial, etcétera. En referencia a lo anterior, se puede
deducir que la intolerancia es un antivalor que no permite una buena convivencia
entre las personas.
El término intolerable es un adjetivo que describe
una cosa o alguien que no se puede tolerar, por ejemplo: cuando se observa una
situación de maltrato infantil, la misma se torna intolerable para quien vive
la situación como para quien la observa o, el individuo que no acepta ideas
distintas a las de él se puede decir “es intolerable estar con él” o "¡que
intolerante es!".
Asimismo, una persona intolerante puede cometer otras faltas
como: la discriminación, la agresión, el irrespeto, producto de la falta de
tolerancia a las ideas diferentes de sí. Por ende, la intolerancia es una
actitud negativa que afecta las relaciones entre los prójimos.
Se entiende por intolerancia a la acción de no soportar las
expresiones que se oponen a determinado tipo de valores o ideologías y que por
tanto se vuelven contrapuestas a las propias.
Muchas veces la intolerancia se
relaciona con el miedo y con el temor a lo desconocido,
convirtiéndose todos en
sentimientos negativos no sólo en individuos sino también en conjuntos sociales
enteros.
La tolerancia es el respeto hacia las distintas creencias o ideas, ya sean de índole política, religiosa o de cualquier otra naturaleza. Lógicamente, la actitud contraria es la intolerancia.
Si existiera la garantía absoluta de que hay una única verdad, no tendría sentido la discrepancia de opiniones. Solamente en las matemáticas y de una manera parcial hay un único criterio de verdad (no hay opiniones distintas sobre el resultado de una suma).
En cambio, en todo lo demás existen visiones y valoraciones enfrentadas. Entre ellas podemos mencionar el ateísmo frente a la creencia en algún Dios, las concepciones políticas o las tendencias sexuales.
La tolerancia es el respeto hacia las distintas creencias o ideas, ya sean de índole política, religiosa o de cualquier otra naturaleza. Lógicamente, la actitud contraria es la intolerancia.
Si existiera la garantía absoluta de que hay una única verdad, no tendría sentido la discrepancia de opiniones. Solamente en las matemáticas y de una manera parcial hay un único criterio de verdad (no hay opiniones distintas sobre el resultado de una suma).
En cambio, en todo lo demás existen visiones y valoraciones enfrentadas. Entre ellas podemos mencionar el ateísmo frente a la creencia en algún Dios, las concepciones políticas o las tendencias sexuales.
En algunos casos, hay
personas que a pesar de la pluralidad de opciones consideran que su punto de
vista es el único verdadero y, además, adoptan una actitud combativa en
relación con quienes no comparten sus creencias. Cuando esto ocurre se está
practicando la intolerancia.
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