“Si aumentas la conciencia, los cambios en tu vida vienen
solos”
Vivir las crisis con plenitud es posible, afirma Jon Kabat-Zinn, promotor
del mindfulness en occidente. Es más, según dice, si aumentamos la
conciencia, los cambios en nuestra vida vienen solos.
Pero no se queda en una afirmación vaga e imprecisa, sino
que este investigador lleva años dedicando su vida a evidenciar científicamente
algo que la experiencia humana reconoce desde hace años: la exploración,
la introspección y la conexión profunda nos ayudan a generar cambios duraderos.
Así, según afirma en una entrevista concedida al periódico
español de La Vanguardia,
gracias al mindfulness o, lo que es lo mismo, la conciencia plena, logramos
prestar atención de manera activa al momento presente sin juzgar.
A través del desarrollo de esta capacidad logramos abrazar
la realidad de las cosas, lo cual resulta curativo y transformador a todos los
niveles, ya que incluso se produce una transformación neurológica.
Podríamos decir que la atención plena propone aumentar
nuestra consciencia para lograr un cambio de actitud, de perspectiva y de vida.
No nos dicen que nos enamoremos de la vida, sino que la aceptemos y la
experimentemos como tal.
Este es un enfoque novedoso porque prácticamente la
totalidad de nuestras disciplinas sanitarias de occidente están orientadas a la
eliminación de los síntomas, al alivio de la incomodidad, a la destrucción del
caos y a la necesidad de “normalidad”.
Sostener la experiencia desde la presencia
En la escuela nos enseñan a pensar para resolver pero, sin
embargo, la atención plena busca que simplemente se
experimenten las vivencias para lograr el cambio o la profundización en lo que
es uno mismo y en lo que hay a su alrededor.
Los cambios neurológicos tras el entrenamiento adecuado en
mindfulness se producen en regiones relacionadas con el aprendizaje y la
memoria, las cuales se ensanchan. Concretamente, la amígdala se refuerza (recordemos que esta es la
centinela de nuestras emociones, pues se encarga de reaccionar ante las
amenazas y de avisar al resto de nuestro cerebro).
¿Cómo podemos conseguir todo esto a través del mindfulness?
¿Cuál es la verdad que trasciende a ello? No hay respuesta para esto. Simplemente
se trata de dejar de vivir dormido y comenzar a estar despierto. Sin hacer
nada ni intentar cambiar, solo meditando y haciéndonos conscientes (algo que,
sin duda, requiere mucha disciplina).
Así, por ejemplo, si abrazamos los pensamientos
negativos que nos hacen entrar en una espiral dañina,
impediremos que estos sigan reproduciéndose. Es obvio que no todo es bello en
la vida, simplemente tenemos que aumentar nuestra conciencia para dejar de
alimentarlo.
Porque una mente distraída es una mente infeliz. Solo si
conjugamos y reunimos todo en uno, lograremos salud, bienestar y sabiduría.
Porque “el cultivo de la atención plena es un acto radical de cordura,
amor y compasión por uno mismo”.
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