Vivir el momento presente es algo de lo que todos somos
conscientes, pero que muy pocos hacemos realidad debido a las prisas, el
trabajo, el estrés y
otros muchos factores que hacen que cada día sea como otro cualquiera.
Solamente, cuando nos encontramos enfermos o ante una situación adversa somos
conscientes del aquí y el ahora, de nuestro presente, ese que ignoramos sin
darnos cuenta.
Pero, sacrificar nuestro presente por pensar en el
futuro nos impide disfrutar del “ahora”. Este “ahora” que constituye todo
lo que tu vida significa, donde se encierra todo lo positivo, toda nuestra felicidad.
“No te detengas en el pasado, no sueñes con el futuro,
concentra la mente en el presente”
-Buda Gautama-
Bien es cierto que el presente tan solo dura un instante. Un
minuto que ya haya pasado se puede considerar pasado y el minuto al que nos
dirigimos es nuestro futuro. El tiempo es efímero y cuesta saborearlo.
Lo curioso es que le damos más importancia a nuestro
pasado y nuestro futuro que a nuestro propio presente. Ese que pasa tan
rápido delante de nuestros ojos, tanto que ni nos damos cuenta de ello
.
“Estamos acostumbrados a mirar dónde vamos a pisar, en vez
de fijarnos en nuestras propias pisadas”
Esto no quiere decir que no debamos pensar en nuestro pasado
ni en nuestro futuro. El pasado nos ayuda a aprender y
progresar; y el futuro nos ayuda a conseguir nuestras metas, a
motivarnos y soñar con aquello que deseamos. Pero, ¿dónde queda el presente en
todo esto?
Valora tu presente, al igual que tu pasado y tu futuro
Como ya mencionamos, el futuro es ese minuto, esa hora que
está por llegar. Pensar en el futuro como algo lejano e idealizado es una
vía de escape ante un presente con el que no nos sentimos conformes.
¿Por qué pensamos que lo que está por venir será siempre
mejor? Porque todas las personas piensan así, pero ¿funciona? Cuídate de
idealizar ese futuro en el que piensas, tal vez, cuando llegue te sorprenda la decepción. ¿Esto era todo? Pensarás. Tu futuro será un
sueño decepcionante que no te satisfará.
Porque tras llegar a esa meta, seguirás pensando en el día
de mañana y así sucesivamente. Siempre intentando ver más lejos cuando
deberías ver los pasos que estás dando, cómo verdaderamente estás caminando.
¿Qué consejos deberías tener en cuenta para centrarte en el
hoy y no en el mañana?
Si deseas hacer algo, hazlo ya. Tanto si es un viaje, cambiar de trabajo, darle
un giro a tu vida. No pienses que el día de mañana será mejor que ahora. Si
estás seguro de algo no lo pienses, ¡solo hazlo!
No pienses en lo que pueda pasar, disfruta de lo que tienes
ahora, lo que tenga que pasar, ¡pasará!
Sé realista en tu presente y no idealices un futuro
imaginario. Si quieres un futuro que se cumpla, debes hacerlo presente
ahora.
El momento apropiado siempre será ¡ahora!
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