viernes, 25 de agosto de 2017

Expandiendo Cultura


¿Qué es la cultura?

En el sentido lato del término cultura significa: “cultivo”, en la cuarta acepción implica “el resultado o efecto de cultivar los conocimientos humanos y de afinarse por medio del ejercicio de las facultades intelectuales del hombre” (Diccionario de la Real Academia de la Lengua); en este sentido, cultura coincide con la educación intelectual y moral; es decir el hombre culto es el que participa de los más altos valores conservados por esta tradición de la sociedad; en este sentido, la cultura se asocia a la educación intelectual y moral, el concepto de cultura ha oscilado como en un péndulo, entre dos concepciones diametralmente opuestas. Por un lado, la formación de la personalidad, lo que los griegos llamaron Paideia y los latinos Cultus Anima (cultivar el alma); y por otro, lo que el hombre realiza para dominar la naturaleza, modificar el ambiente natural y adaptarlo a sus necesidades, fines, intereses y valores.

La cultura en la antigüedad y su relación con la naturaleza
Como mencionábamos anteriormente para los griegos y latinos “ el sentido de la cultura es armonizarse o cultivar una naturaleza dada de antemano” Martinell, Alfons; Roselló, David: "Diseño y elaboración de proyectos culturales" 

La cultura en la modernidad
Para la modernidad el concepto predominante fue independizarnos de “la naturaleza animal para configurar lo verdaderamente humano.

Para estos autores, en el siglo el siglo XI dos corrientes circularon en el mundo, La tradición ilustrada y la tradición romántica, la primera “insiste en la noción de universalidad y con ella la de razón y naturaleza iguales para todos los hombres”; la segunda discute el universalismo y valora la diversidad de culturas”. La primera concepción nos independiza y separa de la naturaleza, la segunda intenta incluirnos, a pesar de nuestros instintos, formas de vida, valores y costumbres.

En síntesis, en la concepción ilustrada la civilización europea propicia la oposición entre naturaleza y cultura, pueblos cultos e "incultos", por lo tanto el viejo continente era la cuna de la cultura y de la civilización, considerando algunos pueblos más desarrollados que otros, en tanto que los otros pueblos con catalogados y etiquetas como atrasados e inclusive como bárbaros o salvajes. La tradición romántica, inspirada en Rousseau supone por el contrario una comprensión exhaustiva de los procesos históricos de cada cultura y civilización y cuestionando la idea de progreso como máxima bandera para el desarrollo de los pueblos, “mostrando cómo cada cultura es autónoma y no puede ser juzgada con los parámetros con los cuales se juzgan otras culturas.

En América Latina es la lucha de la civilización contra la barbarie tantas veces difundida en toda la literatura del siglo XIX y mitad del siglo XX . Dicho con otras palabras, “Se trata de ver que, gracias a la cultura, se supere el "animalitas" para llegar al "humanitas"; es decir; “la cultura en la modernidad es el camino hacia la humanización”. Martinell, Alfons; Roselló, David (cit. ant.)., donde el hombre apeló por la azada para dominar la naturaleza; sin embargo en el contexto contemporáneo, para la primera mitad del siglo XX la noción cambió.

Contexto contemporáneo
En la primera mitad del siglo XX esta concepción fue cambiando paulatinamente, caracterizándose por “ el debate filosófico y antropológico occidental por el sinnúmero de esfuerzos para consolidar un concepto extenso y amplio de cultura que, incluyendo las artes y las ciencias, no se limite a ellas” en Diseño y Elaboración de Proyectos culturales (cit. ant.)

Hacia el tránsito de una sociedad moderna a una sociedad postmoderna

Al analizar los fenómenos que impactan a los seres humanos, se pueden establecer distintas clases de relaciones. Estas relaciones se pueden dividir en cinco: relaciones con las cosas, los lugares, la gente, las organizaciones y las ideas, los cuales constituyen los componentes básicos de las situaciones.


Hugo W Arostegui

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