sábado, 1 de diciembre de 2018

La Crítica Constructiva

El concepto de crítica puede referirse al juicio que se pronuncia sobre una obra o un asunto. Constructivo, por su parte, es aquello que resulta útil para construir.

Una crítica constructiva, en este marco, es una expresión valorativa que se comparte con el objetivo de ayudar a otra persona. La intención es lograr que el otro realice un cambio positivo, obteniendo beneficios de dicha modificación.

Por ejemplo: “¿Te puedo hacer una crítica constructiva? Estás usando la pintura equivocada, es mejor emplear esmalte sintético para pintar este tipo de superficies ya que tiene mayor durabilidad”, “El jugador manifestó que valora las críticas constructivas”, “Cuando era joven no prestaba atención a las críticas constructivas, pero con el tiempo me di cuenta de que estaba equivocado”.

El ser humano tiene una tendencia natural a expresar sus opiniones y pensamientos para influir en los demás. Cuando se realiza una crítica, es posible tener en cuenta los intereses y las necesidades del prójimo o, por el contrario, querer imponer la visión personal y derribar el parecer del otro. En el primer caso, se habla de crítica constructiva, mientras que en el segundo suele aludirse a una crítica destructiva.

Un editor le puede indicar a un escritor que no desarrolle párrafos muy extensos ya que son difíciles de seguir. Además le recomienda apelar a oraciones breves para que sus textos tengan un mayor impacto. Estos comentarios pueden considerarse como una crítica constructiva. En cambio, si un editor le dice a un autor que debería cambiar de oficio porque su material es muy pobre y a nadie le genera interés, se trata de una crítica destructiva.

Día a día nos enfrentamos a las opiniones ajenas desde que leemos las noticias por la mañana hasta que las revisamos nuevamente antes de acostarnos, pasando por todos los momentos en los que tratamos directamente con otras personas o interactuamos con los diferentes canales de información disponibles a través de Internet. La crítica es una herramienta muy común en la comunicación actual, sino la más común de todas.


Lejos de ser un intento vanidoso de invadir el espacio ajeno, la crítica es un mecanismo casi natural, que nos permite poner en palabras nuestras sensaciones y nuestros sentimientos con respecto al mundo que nos rodea, a los estímulos externos. 

Sin embargo, mucha gente siente una profunda dificultad para aceptar las opiniones ajenas, en gran parte por un miedo a enfrentarse a sus propios defectos y carencias, o quizás por creer que no tienen la capacidad de mejorar.

Medios Y Opinión Pública


Los estudios sobre la comunicación de masas constatan que los medios tienen efectos significativos en la sociedad, aunque apenas hay un consenso sobre la naturaleza y alcance de tales efectos. El problema del grado de influencia de los media en los individuos y en la sociedad ha tenido diferentes respuestas.

Como observa Wolf, "toda la historia de la investigación comunicativa se ha visto determinada de varias maneras por la oscilación entre la actitud que detecta en los medios una fuente de peligrosa influencia social, y la actitud que mitiga este poder, reconstruyendo la complejidad de las relaciones en las que los media actúan" (Wolf 2001: 9). No obstante,, hay que reconocer que se trata de una cuestión que pertenece al sector más amplio de las teorías más generales sobre los medios de comunicación y que, como afirma McQuail, "el poder de los medios puede variar con el tiempo" (McQuail 2000: 501).

No hay que descartar que la mayor o menor posibilidad de influencias de los medios depende también de los momentos más o menos críticos de la sociedad. Parece que en los tiempos de crisis los medios tienden a ser más influyentes, por ejemplo en la caída del comunismo en Europa, la guerra del Golfo y de Irak y actualmente la crisis financiera a nivel mundial.

También se ha demostrado que los medios tienen más influencia cuando se trata de noticias que no se conocen ni se pueden conocer directamente, sino únicamente por la información que dan los medios. El poder o los efectos potenciales de los medios pueden variar en función de las circunstancias históricas y sociales. Lo cual no significa que el problema pierda interés.

Todo lo contrario. Es difícil, por no decir imposible, infravalorar la importancia y el papel dominante que ha tenido y sigue teniendo el problema de los efectos, a pesar de que haya tenido en los diferentes períodos significativos cambios de matices y de planteamientos y de respuestas, más o menos conductistas o funcionales.


Entre las investigaciones sobre los efectos socioculturales de los medios destacan actualmente los estudios empíricos que confirman el nexo que existe entre los medios y la opinión pública.

Lo Que La Mente Refleja


La vida continuamente nos da la oportunidad de conocernos, entendernos y crecer; ya sea por medio de situaciones, experiencias y personas; o por medio de nuestro cuerpo. Todas nuestras vivencias nos ofrecen la oportunidad de interiorizarlas. Desafortunadamente, lejos de tomar dicha oportunidad para nuestro desarrollo personal, nos pasamos la vida huyendo al enfrentamiento de lo que acontece en nuestras vidas.

Sabemos por experiencia que los hechos mentales se suscitan conjuntamente con hechos físicos, es decir, hay un determinado paralelismo entre unos y otros. Nuestra mente tiene el poder de materializar todo aquello que en ella se genera. Cada idea que pensamos, nos da la posibilidad de moldear cada aspecto de nuestra vida.

Sin lugar a dudas, nuestras emociones son parte integral de nuestro pensamiento, y por ello, repercuten en nuestra “vida física”. Estas emociones y sus consecuencias pueden ser positivas o negativas, según nuestra perspectiva y el manejo que de ellas hagamos. Las emociones positivas como el amor, la alegría, la amistad, etc. son las que ayudan a tener buena salud. En contraste, las emociones negativas como el resentimiento, la culpa, el enojo, etc. producirán malestares y nos harán más propensos a las enfermedades.

Por otro lado, nuestros pensamientos, creencias y actitudes rigen nuestro devenir, y con frecuencia no alcanzamos a entender ni imaginar las dimensiones de esto. Todo lo que hay en nuestra vida, es y será consecuencia de nuestras acciones pasadas o presentes, de lo que hacemos o dejamos de hacer.

Como ya hemos mencionado, una de las acciones que muy comúnmente tendemos a realizar es, huir del dolor, no sólo del emocional, sino también del físico. La medicina actual ofrece un remedio para todo y para todos; pastillas para el dolor de cabeza, para el insomnio, el control de peso, etc. 

Diariamente se anuncian en televisión los “productos milagro”, que prometen acabar con todos nuestros males sin hacer esfuerzo alguno. Pero, ¿acaso sentir es malo? Sentir nos dice que estamos vivos, que hay algo (bueno o malo) que atender. El problema es que estamos sumergidos en el estrés cotidiano y buscamos la solución más rápida, acabar con el síntoma para poder continuar.

Vemos el síntoma y no la razón por la cual aparece, sin darnos cuenta que este viene por una serie de consecuencias y circunstancias. No nos tomamos un tiempo para averiguar qué está provocando esa sensación.

Sabemos que el individuo es un todo. Un conjunto que no se puede separar en partes distintas. Las enfermedades causan dolor físico y fuertes reajustes importantes en la vida, de modo que producen estrés, y por tanto ansiedad, angustia y depresión.


Sería muy bueno que la próxima vez que algo nos duela, busquemos la causa profunda y no sólo la solución inmediata y superficial.

Asertivos


A muchos nos educaron en la idea de que siempre debíamos intentar satisfacer y priorizar a los demás, que no era correcto anteponer nuestras propias necesidades por encima de las de los otros,  y que cuando alguien decía algo que no nos gustaba debíamos callar.

Pero junto a la educación recibida, existen también otros factores que determinan que no te comportes habitualmente de forma asertiva.

La falta de asertividad es un círculo vicioso: cuando no eres asertivo probablemente te sientas menos valioso al ver como pisotean constantemente tus derechos, lo que te convertirá en una persona todavía menos asertiva en el futuro.

Recuerda que cuando no defiendes tus derechos o expresas tus emociones, estás invitando a los demás a que te traten de esa misma forma.

Algunos roles están directamente relacionados con conductas no asertivas, como por ejemplo ciertos puestos de trabajo de bajo nivel o el rol tradicional de las mujeres en algunas culturas. Todavía en muchos lugares existe el estereotipo de que las mujeres deben ser sumisas mientras que los hombres deben ser agresivos.

La paradoja es que nosotros mismos nos presionamos para actuar conforme el rol que se supone que debemos desempeñar en cada momento: casi todos somos más pasivos y menos asertivos delante del director general que frente el compañero de trabajo con el que compartimos mesa.

Cuando estás estresado es habitual sentir que estás perdiendo el control de tu vida. En esas situaciones puedes actuar sin pensar y terminar expresando las emociones de forma muy agresiva o incluso extremadamente pasiva, como si nada tuviera ya importancia.

Este comportamiento, de nuevo, alimentará la sensación de ansiedad y probablemente provoque rechazo en los demás, con lo que el círculo vicioso vuelve a alimentarse.

Mucha gente cree que han nacido más agresivos o más pasivos y que no hay nada que puedan hacer para cambiarlo.

Esta afirmación no es correcta del todo. A pesar de que es probable que exista una tendencia natural a reaccionar de una manera u otra, todo el mundo puede aprender a ser más asertivo.

Es clave que sustituyas los pensamientos negativos que te surgen cuando haces valer tus derechos.
Evita pensar cosas como Soy un mal amigo por no dejarle dinero a mi colega y cámbialo por una visión más positiva y personal como Merezco que me respeten y no puedo dejarle dinero a alguien que nunca me lo ha devuelto”.

No puedes cambiar tus emociones, pero sí la forma en que las interpretas.


Integración Sensorial


La utilización terapéutica de las salas de estimulación multisensoriales abarca diferentes dimensiones de intervención, que se adaptan específicamente a las necesidades de cada usuario y en las cuales se utilizan distintas metodologías

En ocasiones, y sobre todo al tratar de usuarios con trastornos del neurodesarrollo, el término integración sensorial puede confundirse. Por un lado, se trata de un proceso neurobiológico de orden superior que permite interpretar y organizar las sensaciones que percibimos, de nuestro propio cuerpo y del entorno, con el fin de responder de forma eficaz en relación a los datos sensoriales recibidos.

Por otro lado, la Integración Sensorial es un marco de referencia específico en Terapia Ocupacional. Su autora, Jean Ayres analizó las bases neurofisiológicas del proceso sensorial y su relación con algunas disfunciones en la actividad humana, sobre todo desde el ámbito infantil, considerando la integración sensorial como el punto de partida para el posterior desarrollo a nivel emocional, cognitivo, motor y comunicativo. Este proceso combina los datos sensoriales recibidos en una sola función cerebral que posibilita la formación de percepciones, comportamientos y aprendizajes. 

Se centra en tres sentidos básicos: el táctil, el propioceptivo y el vestibular, muy conectados entre ellos y claves en la interpretación y respuesta de los estímulos del medio.


El cerebro es un órgano que trabaja como un todo, por lo que el aprendizaje será mayor cuanto más se relacionen y confluyan los sistemas sensoriales entre sí. Al trabajar con población infantil, Ayres comprobó mediante actividades lúdicas, la influencia de la integración sensorial en la participación del niño en sus actividades diarias. 

En las sesiones, el objetivo es controlar el input sensorial en los espacios de vestibulación y de estimulación propioceptiva a través del juego, de manera que se adquieran espontáneamente respuestas adaptativas que integren esas sensaciones.

Aspiraciones


Una persona tiene aspiraciones en su vida, es decir, tiene objetivos que cumplir, metas que se marca de acuerdo a sus inquietudes personales y su modo de ser. Las aspiraciones son totalmente subjetivas, cada ser humano es único e irrepetible. De ahí que personas de la misma edad puedan diferenciarse porque cada uno se encuentra en una etapa vital diferente.

Las aspiraciones conectan con el deseo de realización personal de aquel que quiere aportar un valor añadido a su vida a través del sentido concreto que aporta el cumplimiento de una misión. Una aspiración es una motivación importante. En este este sentido, a modo de coaching, una persona puede tener aspiraciones distintas en el ámbito profesional y en el ámbito personal. Las aspiraciones personales conectan también con las cualidades personales de cada uno.

La vida, como un proceso de evolución constante, también tiene matices distintos en función de cada etapa. Una persona también varía en sus aspiraciones en función del momento de la vida en el que se encuentre. Una persona adolescente tiene unas aspiraciones distintas a la de una persona de sesenta años, simplemente, porque su grado de experiencia, el conocimiento que tiene de sí misma y la fase de la vida en la que está también es diferente.

Una aspiración puede ser tan importante que en el caso de no realizarse, una persona puede experimentar una enorme frustración en su interior al sentir que tiene una asignatura pendiente de llevar a cabo. Por suerte, la vida es un aprendizaje constante, siempre existen momentos de luchar por los verdaderos sueños del corazón. Lo importante es que tú te des la oportunidad a ti mismo de ser feliz.

En la medida en que una persona realiza sus aspiraciones también crece como persona, es más madura y tiene más experiencia. Pero además, también aumenta su autoestima personal y el concepto que tiene de sí misma. 


Para llevar a cabo las aspiraciones personales es fundamental ser constante, definir de forma asertiva los objetivos, buscar un plan de acción para alcanzar una meta y tener confianza en uno mismo.

viernes, 30 de noviembre de 2018

Humanos Imprevisibles



Muy simplificadamente para conocer el comportamiento futuro de un sistema determinista complejo necesitas dos cosas:
Conocer el estado actual del sistema.
Conocer como dependen los estados futuros del sistema del actual y de las circunstancias sobrevenidas (además de las propias circunstancias sobrevenidas).

En el caso de los seres humanos el “estado actual del sistema” es algo enormemente complejo porque los seres humanos tenemos una memoria muy amplia, muchas cosas en nuestro pasado modelan qué pensamos ahora, qué expectativas tenemos ahora, etc. Eso dificulta enormemente tener un conocimiento preciso de (1). El componente (2) es posiblemente tan complejo o más que el anterior, y la cantidad de estados mentales y micro-detalles en nuestro estado mental que hacen que decidamos hacer una u otra cosa es tan enorme que no parece que podamos formular de manera clara ecuaciones de evolución (como sí podemos hacer con sistemas físicos, químicos o biológicos con un puñado de grados de libertad, mientras que en el caso de los humanos el número de grados de libertad que caracterizan las posibilidades es enorme).

Resumen: Los seres humanos son impredictibles, en gran medida, porque no podemos conocer exactamente su estado mental en cada momento (posiblemente ni ellos mismos, ya que pueden tener motivaciones inconscientes). En segundo lugar nadie se ha acercado siquiera a estudiar cómo es la dinámica de evolución psicológica de un ser humano prototípico, porque de hecho es muy difícil empíricamente caracterizar su estado, medirlo o conocerlo por completo.


El Flagelo De La Mal Nutrición


Cerca de 821 millones de personas -uno de cada nueve habitantes del planeta-, padecieron hambre el año pasado, lo que supone el tercer aumento anual consecutivo, según el último informe sobre el hambre de la ONU.

Existe gran cantidad de información sobre la distribución geográfica del hambre y sus principales causas -en particular factores climáticos y los conflictos prolongados- que imponen una pesada carga a los agricultores de subsistencia, señaló Graziano da Silva. Añadió que es esencial mejorar los medios de vida de la población rural pobre y aumentar su resiliencia en los contextos de desastres y conflictos.

“Tenemos que ponernos más serios para acabar con los conflictos”, subrayó David Beasley, Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Hay también otras formas de malnutrición que se están propagando, en especial la obesidad, que afecta ahora al 13,3 por ciento de la población mundial adulta y está en vías de superar al número de personas subalimentadas en el mundo. Ocho de los 20 países con las tasas de obesidad en adultos que aumentan de forma más rápida, se encuentran en África.

“El sobrepeso y la obesidad deben ser un tema de políticas públicas, no un problema privado”, insistió a su vez Graziano da Silva, y añadió que “los gobiernos deben asumir la responsabilidad de proporcionar alimentos saludables y nutritivos que sean accesibles y asequibles para todos”. Recordó igualmente que las herramientas de políticas necesarias incluyen legislación nacional y programas específicos para promover el consumo de alimentos frescos locales.

La Agenda 2030 exige una alianza firme y amplia y el CSA, que reúne a un amplio abanico de partes interesadas, ofrece un “espacio único de diálogo”, afirmó el responsable de la FAO.

La labor del CSA
Los delegados del CSA debatirán las directrices voluntarias sobre sistemas alimentarios y nutrición, que se esperan finalizar para el 2020.

Estas directrices tienen como objetivo ayudar a los gobiernos y socios relevantes a mejorar los sistemas alimentarios, hacerlos más sostenibles de manera que confirmen las creencias, culturas y tradiciones de las personas y garanticen que se beneficia a las más vulnerables. Están orientadas a desarrollar un enfoque integral, teniendo en cuenta la fragmentación normativa existente entre los sectores de la alimentación, agricultura y sanidad.


Las directrices se centrarán en tres dimensiones en particular: las cadenas de suministro de alimentos, desde la producción y el procesado hasta el envasado y la comercialización; los entornos alimentarios, las condiciones físicas y socioculturales que determinan las opciones alimentarias y el estado nutricional de las personas; y el comportamiento del consumidor, que se ve influido por los dos primeros factores, así como por las preferencias personales.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Educarnos En Valores



Los valores humanos son aquellos aspectos positivos que nos permiten convivir con otras personas de un modo justo con el fin de alcanzar un beneficio global como sociedad. No los comprendemos como un rasgo únicamente individual, sino todo lo contrario: un valor resulta tan útil y beneficioso para nosotros como para el resto de nuestros semejantes, y existe en cualquier sociedad sin importar el país, la cultura o la religión. En otras palabras, son aquellos aspectos de nuestra educación que consideramos buenos y honestos para nosotros y los que nos rodean, como la empatía, el respeto, la solidaridad o el optimismo.

Del mismo modo, las características propias de estos valores y su importancia pueden variar dependiendo del contexto, pero todos comparten cuatro puntos clave: su importancia varía en la vida de la persona a lo largo de la misma, pueden cambiar según la experiencia, mantienen una jerarquía (hay personas que consideran que el respeto está por encima de la generosidad, y viceversa) y suponen una satisfacción al practicarlos y vivir conforme a nuestras creencias.

Los valores humanos de cada persona son aquellos que nos guían a lo largo de todas nuestras acciones y decisiones, e incluso en nuestra lista de prioridades vitales, y,

Los 10 valores humanos más importantes 

Existen cientos de valores morales que guían a los seres humanos —y, a menudo, podemos comprender algunos de ellos como prolongaciones de otros, tales como la crítica constructiva de la empatía o de la sensibilidad— por ello, si bien resulta imposible establecer una lista jerárquica de todos ellos por su importancia, sí podemos hablar de aquellos valores humanos a los que otorgamos más importancia como sociedad.
Bondad
La bondad es uno de los valores humanos más generales de nuestro ser. Puede traducirse en cientos y cientos de miles de acciones según cada contexto, pero siempre recoge el deseo de hacer el bien, tener buenas intenciones con el resto de las personas, ser amable o ayudar en la medida de nuestras posibilidades.
Sinceridad
Como virtud, la sinceridad se traduce en vivir y relacionarse sin intenciones ocultas a través de nuestros actos o palabras. Se trata de uno de los valores morales por antonomasia, pues ser sincero con uno mismo nos lleva siempre a ser sincero con los demás.
Empatía
Asimismo, la empatía está muy relacionada con la sinceridad. Quien busca la bondad, la felicidad o la sinceridad con uno mismo, entiende que cualquier ser humano también vive en búsqueda constante de lo mismo. Por ello, la empatía, que nos ayuda a ponernos en la situación de nuestros semejantes, también nos ayuda a entenderlos, apoyarlos y ayudarlos cuando es necesario, que es lo mismo que nosotros deseamos, ¿o no?

Como madres y padres preocupados, creemos que una buena forma de trabajar la empatía y la educación en valores es a través de nuestros propios hijos, que serán los encargados de luchar mañana por un mundo mejor, y en Ayuda en Acción te recomendamos algunas películas infantiles que transmiten valores positivos tanto para la empatía como para el resto de valores que nos hacen humanos.
Amor
Al igual que otros valores relacionados como la alegría u el optimismo, el amor es, muy probablemente, uno de los sentimientos más fuertes de un ser humano: ¡amor por el arte!, ¡por nuestros seres queridos!, ¡amor por lo que hacemos! Como valor humano, el amor es el motor que inicia el dar y el recibir, el convivir, el compartir, el respetar o el confiar.
Paciencia
Contraria al aquí y al ahora,  a tolerar una incomodidad o una preocupación y a comprender que hay días buenos y días malos, pero pocos problemas sin solución.
Gratitud
Podíamos haber elegido otros valores, como la amistad, pero en Ayuda en Acción sabemos que la gratitud es, casi siempre, la mayor recompensa para el que da y el gran gesto del que recibe. Es tan simple y tan compleja en sí misma como agradecer a las personas que nos han ayudado o apoyado.
Perdón
A diferencia de la gratitud, el perdón no solo nos empodera como personas, sino que nos permite mostrar el camino correcto a aquel individuo que ha obrado mal con nosotros y quizá con terceros; con el perdón desistimos del castigo o la venganza frente a una persona que se comportó injustamente con nosotros.
Humildad
La humildad se basa en el hecho de que nadie lo sabe todo. Como seres humanos, nos movemos entre nuestros propios límites y debilidades; ,y, por ello, se preocupa por el bien de todos los que le rodean.
Responsabilidad
A su vez, la responsabilidad adopta muchas facetas, desde aquella colectiva a la individual vinculada a nuestros deberes, compromisos y obligaciones con terceros. Quizá es uno de los valores humanos que más dificultad entraña, y para el que os recomendamos recordar siempre que la responsabilidad empieza en uno mismo.
Solidaridad
Por último, como ONG preocupada por principios como el esfuerzo colectivo, la transparencia institucional y la dignidad de todas las personas, en Ayuda en Acción creemos que la solidaridad es uno de los grandes valores humanos de nuestro tiempo.


La solidaridad es el sentimiento y el principio que nos permite ayudar a cualquier ser humano en cualquier momento, en especial, en situaciones de desamparo, y creemos que recoge muchos de los valores humanos sobre los que hemos podido hablar en este artículo, como la bondad, el amor, la humildad o la empatía. Porque creemos que aprender sobre ellos es una buena forma de crecer como personas, y ayudar a que otros puedan educarse en valores es la mejor forma de construir un mundo mejor.

El Instrumento De La Lectura


No hay dudas que la actividad lectora constituye uno de los instrumentos de cardinal importancia para alcanzar éxitos verdaderos tanto en el estudio, como en el trabajo. La lectura, como actividad verbal, ha desempeñado, desempeña y desempeñará un papel determinante en el desarrollo humano. Para apreciar su valor pragmático basta saber que aproximadamente las tres cuartas partes de lo que se aprende llega por vía de la lectura. A pesar de la aparición de nuevas vías y medios de asimilación de conocimientos, la lectura continúa siendo uno de los modos fundamentales para recibir la información visual o táctil.

"...la lectura estimula, enciende, aviva, y es como soplo de aire fresco sobre la hoguera resguardada, que se lleva las cenizas, y deja al aire el fuego. Se lee lo grande, y si se es capaz de lo grandioso, se queda en mayor capacidad de ser grande. Se despierta el león noble, y de su melena, robustamente sacudida, caen pensamientos como copos de oro."
J. Martí

Se ha adoptado por las ideas de F. de Saussure sobre la primacía del lenguaje oral sobre el lenguaje escrito, sustentada en que existen lenguas orales sin la correspondiente graficación de ese código.

No obstante, el código escrito no solo constituye un sistema de transcripción, sino que constituye un código completo, complejo y autónomo, un verdadero medio de comunicación. Esta afirmación tiene una vital importancia didáctica para la enseñanza de la lectura, pues adquirir el código escrito no es solo aprender la correspondencia sonido-grafía; sino, enseñar todo un sistema nuevo independiente al oral. Naturalmente, que no se debe descuidar su relación con la oralidad, pero siempre resaltando que no es una mera transcripción.

Si la única forma de poder adquirir el código escrito, correctamente, es a través de la lectura de textos auténticos; entonces, se debe insistir, antes de definir lo que significa lectura en este contexto, la distinción entre el código escrito y el oral. Sería importante para evitar las ambigüedades que frecuentemente encontramos por el uso indebido de este término. 

Claro, que no se está criticando la utilización metafórica del mismo, mas sí, la precisión necesaria dentro del lenguaje científico.


Es necesario que se entiendan las diferencias entre el canal oral, que debe ser escuchado y el canal escrito que debe ser leído. No confundir, con la oralidad y la escrituralidad, que evidentemente son otros aspectos lingüísticos. Por tanto, es bueno enfatizar que para poder entender lo que significa lectura es necesario conocer las características fundamentales que diferencian los dos canales básicos de la comunicación humana.

Senderos intrincados


El Camino de la Vida es similar a subir una montaña muy alta de la cual ni siquiera intuyes la cima. Puedes tomar el camino más seguro o aventurarte por otros senderos más intrincados.

A veces eliges el camino de la comodidad y de la seguridad, otras te aventuras por senderos nuevos y descubres que la felicidad es un logro personal. Hay muchas formas de iniciar el viaje a la autorrealización: se puede llevar mucha carga o andar ligero, se puede compartir el viaje con pesadumbres y amarguras o vivir cada instante como si fuera único.

Durante todo el libro se establece un diálogo entre la autora y el lector que compartirán estrechamente este viaje interior. El lector será incitado a soltar lastre, a tomar decisiones, a vivir plenamente, a afrontar la realidad, a cambiar lo que no le gusta, a ser responsable de su vida, a salir de su jaula; en ocasiones se sentirá molesto, a veces las provocaciones del narrador le irritarán; hallará retos, sugerencias, invitaciones, ideas, alternativas prácticas a su búsqueda y comprenderá que el verdadero camino es el del esfuerzo y la creatividad. y que vale la pena.


Marta Molas Capdevila es licenciada en Pedagogía y diplomada en Relaciones Públicas. Ha sido directora de un centro especializado en Pedagogía de la comunicación. Es escritora y profesora de Desarrollo Humano. 

Soledad Nadie Quiere Compartir


Una vez alguien me dio un consejo que no he querido ni podido olvidar nunca: no corras detrás de alguien que sabe dónde estás, ni siquiera por una exigencia moral. Cuando pregunté por qué debía ser tan radical con mi forma de actuar, lo que me contestaron me ha servido para abrir los ojos en muchos momentos de mi vida.

En primer lugar, me dijeron, ‘no corras detrás de nadie, ni siquiera detrás de ti mismo, porque nadie necesita a alguien detrás, necesita a alguien al lado‘. Después, me afirmaron: ‘si ya no te aporta nada, déjalo ir porque si aún tiene algo que ofrecer a tu día a día, no hará falta que se lo supliques’.

“El secreto no es correr detrás de la mariposa, es cuidar el jardín para que ellas vengan hacia ti.”
-Mario Quintana-

Más abajo hablaremos de qué ocurre al buscar a alguien que no eres tú sin encontrar respuesta pero, ¿y si lo que ocurre es que corres detrás de ti mismo? Parece raro, pero puede pasarte. Muchas veces nos sentimos mejor cuando huimos de lo que nos pasa o dejamos que todo huya al nuestro alrededor
.
Cuando corremos detrás de algo que ya no está, estamos corriendo detrás de nosotros mismos y eso nunca es bueno. Es necesario mirar siempre hacia delante, persiguiendo algo que no sabemos dónde está y que queremos encontrar como nuestro futuro. Si corremos detrás de lo que fuimos y no somos, nunca nos superaremos.

En muchas ocasiones no nos atrevemos a parar en seco porque nos da miedo mirar al vacío y reflejarnos en él. Sin embargo, nunca encontraremos vacío siempre que aceptemos que es a nosotros a quienes deberíamos querer primero y para querernos tenemos la obligación de superarnos día a día. Esto mismo ocurre cuando pensamos en nuestra relación con los demás.

Seguro que estás pensando que decir todo esto es muy fácil, pero que en nuestra vida existe ese grupo pequeño de personas que queremos que estén o sigan estando ahí, a pesar de que no quieran que estemos. No es fácil, por ejemplo, aceptar como parece que pueden sacarnos de la vida de otra persona después de haberla compartido.

Sin embargo, por muy complicado que sea, es muy beneficioso que nos recordáramos que para mantener una relación viva el mayor ingrediente que se necesita es el interés. Si no hay interés, no hay relación, porque lo que nos mantiene unidos son las ganas de conocerse recíprocamente, con todo lo que eso conlleva.

“La ausencia paulatina de tu interés por mí, la falta progresiva de tus ‘buenos días’, la elección egoísta de tu lejanía, fueron los que determinaron que no hiciera falta viajar a Macondo; bastaba besar tus labios para sentir… Cien años de Soledad.”
-Gabriel García Márquez-



Realización Personal


Uno de los sentimientos de plenitud más importantes que puede experimentar una persona es la realización personal, la sensación de ser una persona autónoma, independiente y capaz de afrontar nuevos retos. Una persona que se siente realizada encuentra un sentido profundo a su día a día, valora el aprendizaje que ha adquirido a lo largo de la vida. Para experimentar este sentimiento de realización personal conviene encontrar el equilibrio entre vida personal y vida profesional porque ambos espacios son dos pilares muy importantes.

La realización es una constante a lo largo de la vida, siendo que ésta cambia y evoluciona
En ocasiones, puede suceder que una persona se sienta realizada en el ámbito profesional al haber cumplido sus expectativas de trabajo, sin embargo, puede sentirse insatisfecha con ciertos aspectos de su vida personal. La realización personal no es un punto de llegada porque como la vida misma, este proceso de superación personal es interminable a lo largo de la vida. A lo largo del camino de la existencia, existen etapas en las que una persona puede tener un nivel de satisfacción personal muy elevado mientras que en otro momento, puede sentirse poco realizada. ¿Por qué ocurre esto? Porque las expectativas de la vida cambian, las circunstancias evolucionan de una forma constante y además, las personas también maduran y cambian de opinión.
¿Qué es importante para potenciar la realización personal?
1. En primer lugar, tienes que buscar el equilibrio entre los planes a corto plazo y los proyectos a largo plazo.

2. Además, también es esencial ser sincero con uno mismo para ser coherente a nivel de pensamiento, sentimiento y acción. Vive tu propia vida sin pensar en qué dirán los demás, lo importante es que te sientas bien contigo mismo.

3. Realiza balance para reflexionar sobre tus vivencias. Existen dos etapas en las que las personas tienden a hacer balance: en Navidad (recta final de año) y en la fecha del cumpleaños. Sin embargo, es muy saludable vivir de una forma consciente y hacer balance de una forma habitual.

4. Comparte tiempo con tus amigos y seres queridos porque la compañía de los seres cercanos también suma felicidad a la vida.

5. Tienes que estar preparado para encontrar obstáculos en el camino. En ese caso, transforma los obstáculos en aprendizaje poniendo en práctica tu superación personal. Es decir, utilizando tus recursos para saltar ese obstáculo y ver más allá del temor que en ocasiones, produce lo desconocido.



miércoles, 28 de noviembre de 2018

Desigualdad Social

La desigualdad social es una circunstancia socioeconómica en la que un colectivo o comunidad son tratados de manera diferente por los demás sujetos o grupos de su entorno.

Seguramente habrás oído hablar más de una vez de la desigualdad social, término que en los últimos años ha cobrado especial protagonismo cuando se trata de analizar las relaciones geopolíticas internacionales o la inclusión de sectores sociales que, por diversas razones, han estado históricamente marginados.

La desigualdad social es una de las lacras actuales. Veamos qué es, cómo se produce y las consecuencias que acarrea. Familias con hijos e hijas como la tuya están sufriendo sus efectos en su vida cotidiana.

La desigualdad social es una situación socioeconómica que se presenta cuando una comunidad, grupo social o colectivo recibe un trato desfavorable con respecto al resto de miembros del entorno al que pertenecen.

No solo se manifiesta en aspectos como el poder adquisitivo, que es sin duda la causa principal de la exclusión y la falta de oportunidades en muchos lugares del mundo.

Otros elementos que pueden motivar la desigualdad social son la cultura, la etnia, la raza, la religión, el origen y la nacionalidad, las costumbres y la ideología.

Es por esto que en casi todos los casos la desigualdad social conlleva, además de una situación de marginación y aislamiento, el señalamiento de esos grupos sociales que se han visto afectados directamente por esta circunstancia.

La lucha por alcanzar una igualdad social plena ha ido variando a lo largo del tiempo en función de los cambios que han experimentado las sociedades.

Nunca ha existido un sistema socioeconómico completamente igualitario. De hecho, los privilegios y las jerarquías sociales han existido incluso desde las primeras formas de organización social que surgieron en la antigüedad.

La lucha contra la desigualdad social ha transcurrido paralelamente a la aparición de los derechos fundamentales. La Declaración de los Derechos del Hombre, en 1789, y la aprobación de la Carta de los Derechos Humanos, en 1948, son dos acontecimientos esenciales en este sentido.

Ambos textos elaboraron el marco necesario para el reconocimiento de los derechos inherentes a la condición humana, entre ellos, el de la igualdad y sus diferentes manifestaciones: social, política, económica o cultural.

Hoy día, pese a que los Derechos Humanos constituyen un concepto general al cual se han adherido casi todas las naciones del mundo, la situación de desigualdad social no está del todo erradicada.


Por el contrario, existen indicios claros de que en los últimos años ha ido en aumento, lo cual le convierte en uno de los principales retos para la gobernanza mundial en el siglo XXI.

La Exclusión Social



La exclusión se puede producir debido a diferentes factores, así también puede ser el resultado indirecto de procesos de desarrollo, ya sea por el hecho de seguir ciertos ideales de una comunidad, por una precaria situación económica, o bien en algunos casos se produce cuando la sociedad responde a los intereses de un grupo minoritario que ejerce el poder. La privación o dificultad para la satisfacción de ciertas necesidades secundarias e incluso algunas de las necesidades básicas (tales como disponibilidad de servicios como agua potable, desagüe y electricidad) es una característica común en todos los grados y tipos de marginación.

En los últimos años, los avances tecnológicos, la evolución del  y el cambio en la estructura familiar han generado nuevas formas de exclusión, como, por ejemplo, la de aquellas personas que no tienen la formación adecuada para adaptarse a los actuales procesos productivos; los parados de larga duración; los jóvenes que no consiguen su primer empleo o una estabilidad laboral; las mujeres que son discriminadas en cuanto a oportunidades de empleo y salario; los discapacitados físicos y psíquicos que se encuentran en unas condiciones muy desfavorables para acceder a un puesto de trabajo; las personas que trabajan por un sueldo mísero y sin protección social, dentro de la llamada economía sumergida; y muchas familias monoparentales cuyos ingresos son insuficientes.

Es un flagelo que atenta contra los derechos humanos más elementales de las personas, crea inestabilidad en los sistemas democráticos y produce efectos económicos regresivos. Superarla no es una tarea fácil, sin embargo es claro que por su naturaleza y complejidad amerita políticas que trasciendan los usuales enfoques economicistas, que la restringen sólo a un problema de carencia de recursos económicos o de ingreso, y que apunten hacia el diseño de acciones más sistémicas e integrales, donde el fin último sea el desarrollo de las capacidades humanas y el bienestar social.


En América Latina, donde según distintas fuentes, la pobreza afecta al 50% de la población, superarla no es sólo un imperativo ético sino un requisito fundamental para el desarrollo económico, político y social de los países y como tal debe ubicarse en la agenda de prioridades. Los esfuerzos en este camino señalan la existencia de una serie de obstáculos, que refuerzan estructuralmente la pobreza y la desigualdad. 

Muchos de ellos tienen que ver con las dificultades derivadas de la inserción a la economía internacional, otras con el funcionamiento de las instituciones y organizaciones vinculadas a lo social y otras con la adopción de políticas que presentan una visión restringida y distorsionada de los problemas sociales y sus causas.

Filosofía De La Educación


La Filosofía de la Educación pretende una comprensión fundamental, sistemática y crítica del hecho educativo.

Este carácter específicamente filosófico de la asignatura, distinto del que ofrece una Teoría General de la Educación, debe despertar en el estudiante un claro asombro investigador, una perplejidad activa y una reflexión en profundidad que permitan conocer el hecho educativo desde sus presupuestos antropológicos y filosóficos. Tarea no fácil, pero tarea posiblemente gratificante y necesaria.

Filosofía de la Educación; es la disciplina que estudia el comportamiento de la educación a la luz de las leyes que regulan el desarrollo de la sociedad humana, desde que el hombre apareció en la tierra, hasta el momento actual y de las que gobierna cada formación económica-intermedio social en particular; disciplina que además, estudia las diferentes concepciones del mundo y la formas como ellas conciben el hecho educativo, en sus elementos y movimientos fundamentales.

La Filosofía de la Educación puede considerarse como el saber teleológico de la educación. La consideración de la finalidad conforma nuestra disciplina, de manera que no sólo consta del estudio del fin de la educación, sino también del estudio del sujeto y de la propia acción educativa, pero contempladas desde la perspectiva de la finalidad. ¿Para qué se educa? Tal es la cuestión última en la Filosofía de la Educación. La filosofía de la educación trata de comprender o interpretar la educación en relación con la realidad sin perder el punto de vista de esta realidad, reflexiona sobre su naturaleza, esencia y valores de la educación.

El hombre es el único ser educable. Este ser es simultáneamente biológico, psíquico y social. Pero no lo es en forma pasiva sino activa. Está frente al mundo provisto de una actividad espiritual, de una concepción de la vida. A través de esta idea básica encuentra la explicación de muchos "por qué", aparte de la posibilidad de enfocar a la realidad como a un todo.

En primera instancia la filosofía es, pues, una concepción del mundo y de la vida que repercute sobre la conducta. Esto sucede no sólo con la filosofía de los "filósofos profesionales", sino también con la "filosofía" del hombre común. Toda teoría filosófica conduce a una actitud e intenta explicar unitariamente la realidad. 

Por eso dice que la filosofía es una reflexión totalizadora en cuyo campo entran tanto lo natural como lo humano.

De lo dicho se deriva la importancia de la filosofía para la educación. Si ésta pretende formar al hombre en su integridad, ¿quién más que la filosofía puede darle una idea de esa integridad? El educador no puede emprender su misión, si antes no se ha trazado por lo menos un esbozo del punto a que se debe llegar, es decir una "imagen" del hombre a formar.


Por eso, esencialmente, la filosofía que fundamente la acción educativa debe ser una "filosofía de lo humano".

Cultura Y Personalidad


Filosofía
Cultura Y Personalidad.
Es de extrema importancia el influjo real en el sociocultural en la personalidad no tomada esta pro el sentido de temperamento y puesto que se define como contornos sociales estereotipados conformados por la cultura. En todas sociedades existen tipologías predominantes de personalidad llamadas personalidades básicas que se forman pro el conjunto de características concordantes con el orden total de las instituciones. Los individuos son productos de sociedades diferentes.

Esta interrelación entre cultura y personalidad plantea que en la mayoría de las situases se reflejan las influencias del contexto social y este puede ser reflejado a través de los sistemas de personalidad. Así la comprensión de la estructura social deberá pasar por la comprensión de los factores de personalidad.

Estudios sobre las sociedades desarrolladas dan como tipo en los medios agrarios a la personalidad dirigida por tradición, en aquellos en fase de industrialización con el tipo dirigido internamente por sus propios criterios y el dirigido por otros que se encuentra en las sociedades terciarizadas.

Personalidad puede verse como un producto de la estructura social o viceversa o de manera interdependiente, pero sea cualquiera el enfoque hay unos supuestos básicos.

Las instituciones sociales transmiten los valores básicos y realizan el control social para minimizar el comportamiento desviado. La personalidad contribuye al mantenimiento de los sistemas sociales y determina las características de las instituciones.

En toda sociedad existen unas características de comportamiento y funciones iguales a todos los individuos, una universalidad de terminadas exponencias comunes. Según Kardmer que separa las instituciones en primarias o secundarias.
No siempre que los individuos adoptan unas pautas comunes, en parte por unos márgenes de libertad inherentes a cualquier individuo, los desajustes culturales existentes hoy en día lo cual demuestra que:
Ø       Existen más clases de variación de la personalidad de las clasificadas.
Ø       En sociedades concretas se dan distintos grados de ajuste:
Ø       Mas grados de conflictos por la diversidad de roles que ha de realizar un individuo que pueden llevar a incertidumbre en la conducta.

La sociedad actual es pluricultural con lo cual existe la posibilidad de que un individuo cumpla y a la vez realice una transgresión actuando sobre la misma norma. Se dan asimismo actuaciones de carácter grupal y criterios de conformismo en los cuales se busca la seguridad en esas pautas de actuación.


La dialéctica cultura-personalidad es muy compleja a partir de las influencias de la sociedad desarrolladas en unos contextos sociales muy complejos y con una fuerte heterogeneidad de las influencias culturales.