jueves, 14 de febrero de 2019

Conciencia Colectiva


Un estudio comprueba como dos o más mentes que mantienen el mismo pensamiento o emoción llegan a tener un efecto tangible.

El universo está lleno de misterios que desafían nuestro conocimiento actual. Hay extraños fenómenos para estimular la imaginación y abrir previamente un mundo inimaginable de posibilidades. ¿Serán verdad? Tú decides.

Estudios en la Universidad de Princeton, aseguran que dos o más mentes que mantienen el mismo pensamiento o emoción al mismo tiempo pueden tener un efecto tangible en el entorno físico. El poder del pensamiento no es sólo una ideológica, hablamos de una  manifestación física, de una cohesión entre los individuos.

Roger Nelson  junto con un grupo de investigadores, coordinó la investigación, en el laboratorio de Princeton, Engineering Anomalies Investigación (PEAR) durante más de 20 años,  para poner a prueba el poder de la conciencia humana.

Las investigaciones comenzaron a mostrar en la década de 1990 que la mente humana puede influir en las acciones de una maquina conocida como REG, que funciona como un generador de eventos aleatorios. Los pares de personas, sobre todo con un vínculo emocional entre ellos, parecían tener más impacto en la REG.

Los datos fueron recogidos durante los eventos de grupo, tales como rituales, conciertos, y actividades creativas profundamente atractivas,  así como en situaciones mundanas o caóticas.
Esto empezó a generar miles de incógnitas ¿Podría la alegría o el dolor compartido en grandes acontecimientos generar cambios en el comportamiento de nuestros instrumentos?

Se han comenzado a encontrar respuestas a través del Proyecto de Conciencia Global. A través de éste, los investigadores han observado simultáneamente desviaciones en Regs  de todo el mundo,
mientras suceden alguna difusión mundial en grandes eventos. La pregunta básica de los científicos es: ¿Hay alguna estructura de datos aleatorios durante los períodos de atención compartida a los acontecimientos mundiales? 

Los hallazgos sugieren profundas conexiones inconscientes entre los seres humanos, que pueden ser la fuente de las relaciones que encontramos en los datos.
¿Creas que sea momento de tengamos pensamientos positivos en masa? Posiblemente tendría un cambio físico positivo?


Formación De Los Nuevos Ciudadanos

Varias reflexiones se han planteado en el sentido que en las instituciones educativas se debe fomentar la formación de personas críticas, deliberantes y pensantes; además son muchos los métodos y caminos que se proponen al respecto, por ello, el presente documento se orienta a plantear criterios acerca de las posibilidades de contribuir a formar ciudadanos desde las instituciones educativas de carácter formal.

Barbero J. M.(2001), plantea algunos asuntos que considera, están por resolver en nuestro medio en torno de las relaciones entre la sociedad y las nuevas generaciones. él dice que son varios los retos que tiene el país con respecto de la juventud y los que tienen las jóvenes y los jóvenes con el país. Estos retos pueden ser similares para diferentes actores sociales, en diferentes contextos, sobre todo para aquellos que participan en la vida de las instituciones escolares, lo cual puede hacer de ellas escenarios donde sea posible la formación de personas participen de la atención a los siguientes aspectos.

Ser ciudadanas y ciudadanos cuando hay poco sentido de comunidad, cuando se carece o se desconocen los mitos fundadores, y poco se evidencian símbolos capaces de cohesionar un nosotras y nosotros donde quepamos todas y todos.

Construir nacionalidad en países des institucionalizados. Países con precarias instituciones estatales, que hacen difícil que la gente encuentre proyectos políticos y/o éticos que respondan a sus expectativas.

Ser ciudadanos y ciudadanas en presencia de subculturas donde se privilegia el desconocimiento de la ley, se idealiza el modo de ser, de pensar y de actuar de personajes que han transgredido las normas y las pautas de convivencia social, y donde se acepta y se valora la cultura del "vivo", de la trampa y del engaño.

Barbero también plantea algunos escenarios institucionales, en los cuales se pueden realizar esfuerzos tendientes a hacer realidad el deseo que todos seamos partícipes de la construcción del colectivo social. Estos se ubican en los terrenos de la política, la religión y la educación.

En el campo de la política, se trata de reubicar la orientación de la vida pública para que esta sea expresión real de país, de la vida, de las culturas y de las demandas de las ciudadanas y ciudadanos. Para ello, se necesita establecer diferentes maneras de incidir en el desarrollo de la vida social, que trasciendan la representación y la delegación de responsabilidades. Con ello se busca reivindicar la presencia de las personas, su pertenencia social y la definición de los compromisos que cada sujeto esté dispuesto a cumplir. El asunto, es recuperar en las personas el derecho a ser sujetos activos y participantes, en últimas, es construir nuevos modos de ser ciudadanas y ciudadanos.

Con respecto de las religiones, los desafíos llevan a pensar las maneras de respetar los diferentes modos de trascendencia de la vida humana, de formar sujetos con elementos de ética pública adecuados. Se trata de reconocer que hay muchas formas de espiritualidad que no pasan por las religiones, y que algunos aspectos de lo moral deben ser pensados en relación con los asuntos públicos.

En el escenario de la educación, son varios los tópicos que se deben tener en cuenta, teniendo como base que estamos viviendo realidades que se modifican rápidamente y que en la nuevas situaciones que nos muestra el mundo de hoy, se hace necesario reconocer la existencia de otras culturas, en las cuales se privilegia la oralidad, la escritura, la sonoridad y la imagen. En este sentido, la escuela tiene el deber de escuchar y de adecuarse a las nuevas demandas de la realidad: es por ello, que los desafíos en este campo tienen que ver con aquello de hacer de la escuela una institución contemporánea, que oriente esfuerzos para efectos de contribuir en los procesos de formación de ciudadanas y ciudadanos críticos.

Lo anterior, nos lleva a mirar los aspectos que se relacionan con el papel que puede cumplir la sociedad a través de la institución escolar, para que las personas asuman como miembros de su comunidad y se vinculen a los asuntos públicos en calidad de ciudadanas y ciudadanos. En este sentido, se piensa que la escuela, al contribuir al proceso de socialización de los sujetos, puede canalizar los esfuerzos del Estado, la Nación y la Sociedad, orientando sus acciones hacia la formación de ciudadanas y ciudadanos reflexivos, críticos, deliberantes y creativos.

De lo dicho, se desprende la necesidad de abordar diferentes aspectos que permitan mirar el papel que puede cumplir la escuela como escenario donde se posibilita la formación de sujetos ciudadanos, es decir, personas con sentido ético, participativo y creativo, frente a la sociedad en la cual desarrollan sus vidas.


Se trata de mirar los compromisos y demandas que le plantean las nuevas realidades a los asuntos de la formación de ciudadanas y ciudadanos a partir de la acción de las instituciones escolares. En principio, atendiendo algunos de los conceptos desde los cuales se mira el fenómeno de la ciudadanía, después mostrando las posibilidades de aplicarlo en la acción educativa generada en la escuela.

El Espejismo De La Realidad


"Cuando la realidad se vuelve irresistible, la ficción es un refugio. Refugio de tristes, nostálgicos y soñadores". 
Mario Vargas Llosa

La representación de situaciones, la expresión de emociones y estados de ánimo, la posibilidad de capturar momentos inasibles, la inclusión de fantasías, sueños e ilusiones como parte de la existencia humana, hicieron posible la ficción literaria en todas sus formas: La lírica, y por extensión, la música,  se alimentan de los sentimientos y las pasiones humanas; la dramática y su derivado tecnológico contemporáneo, el cine, construyen realidades alternas de la cotidianeidad; de igual manera, la narrativa y su producto más actual, depurado y característico, la novela, tiene como objetivo fundamental escudriñar la naturaleza humana, explorar y buscar el ser del hombre en todas sus dimensiones.

Sin embargo, existen limitaciones: la literatura está enmarcada en un contexto. Por una parte como producto artístico es producto de la subjetividad, de la forma como el escritor a partir de sus propias experiencias y vivencias, interpreta y re-elabora una realidad en la cual se halla inmerso y de la que no puede escapar, "Toda novela es un testimonio cifrado; constituye una representación del mundo, pero de un mundo al que el novelista ha añadido alguna cosa: su resentimiento, su nostalgia, su crítica."1 En este sentido, la literatura llamada de "evasión" está también ligada de alguna manera al contexto en el cual se produce; en segundo lugar está determinada por su historicidad, por los hechos sociales que dominan el quehacer de una comunidad en un momento puntual de su desarrollo; de otra parte, la literatura es la pretensión de hacer posible lo imposible; compartimos la afirmación del Premio Nobel Mario Vargas Llosa:"La utopía no es realizable, 

la sociedad perfecta no existe ni va a existir, básicamente porque es imposible que la idea de la sociedad perfecta coincida en dos seres humanos. Varía con cada individuo, cada uno nos la creamos sobre la base de nuestras fantasías particulares, nuestros deseos, nuestra psicología. No se puede universalizar una idea de la felicidad, es cosa de fanáticos."


El compromiso social, las críticas que se suscitan con respecto a los graves problemas que aquejan a la sociedad postmoderna, le dan sentido a la nueva literatura. El éxito  del "Boom" latinoamericano es la parodia continúa del descubrimiento de  sociedades casi inviables, en las cuales la supervivencia misma se puede convertir en felicidad, sociedades increíbles pero muy reales, donde "soñar no cuesta nada" como reza el aforismo popular y donde seguimos soñando con la secreta ilusión de que alguna vez los sueños se conviertan en realidades asibles y permanentes.

Vientos De Cambio


En algún momento todos nos sentimos llamados a un cambio en nuestras vidas y no nos damos cuenta de este reclamo que nace de nuestra Alma... Sí, así como lo escuchas, es un reclamo de nuestra Alma. Podemos sentir que vivir no tiene la misma emoción que antes, podemos sentirnos confundidos sobre qué dirección seguir en nuestra vida, de repente algunas cosas ya no tienen el valor que tenían antes, etc… etc… te ha pasado alguna vez esto?

un error que muchas veces cometemos bajo esta situación, es que no le damos a estos momentos la importancia que tienen, no nos ocupamos de buscar ayuda para hacer el cambio o transformación que nuestra Alma nos reclama dejándonos llevar cada día por la rutina, hacia donde la corriente del día a día nos lleve, perdiendo así la oportunidad de rediseñar nuestra vida y crear la vida que nos merecemos. Sería eso vivir para ti?... dejar de ser el capitán de tu propio barco?

Si te está pasando esto, debes saber que lejos de estar mal estás en un momento extraordinario, no puedo describírtelo de otra forma, porque son estos momentos los que crean un antes y un después en nuestras vidas. Así es que abraza este momento con todas tus fuerzas, con todo tu cuerpo, con todo tu corazón, con toda tu mente. Se que es difícil, pero es extraordinariamente hermoso, porque encierra algo precioso que agradecerás por siempre.

Todo lo que es valioso en la vida y por lo que vale la pena luchar tiene un aspecto desagradable, pero lo que hoy es motivo de lágrimas y desagrado, mañana será motivo de felicidad y alegría.

Así es que por favor, muévete con la certeza, la confianza de que lo MEJOR está esperándote más adelante, de que simplemente te estás puliendo como se pule una piedra preciosa porque algo valioso se está gestando en tu vida. Escúchalo, obsérvalo, siéntelo.

Estos son momentos que si Dios te preguntara si quieres atravesarlos, obviamente le dirías que NO porque lo que ves en tu vida no parece agradable, pero estos momentos son como una piedra de Diamante, que solo cuando la atraviesas, la rompe y la pules puedes ver la hermosura que se escondía detrás de ello. Pero antes que eso, una piedra rústica no tiene nada de atractivo, cualquiera la desecha. Por eso, te digo, confía, yo también he atravesado estos procesos, por eso se bien lo que se siente. Y créeme, al final, amarás haberlos atravesado porque tu vida no será la misma, tu madurez, tu crecimiento, serás realmente un Ser Humano de más profundidad.

Así es que confía, porque la Mariposa más bella es un gusano antes de desplegar su hermosura. Una tempestad tampoco puede permanecer para siempre, luego soplan nuevos vientos, viene la brisa fresca y la calma llega, todo vuelve a florecer nuevamente. Esa es la Transformación que la vida, que tu Alma te está pidiendo. No deseches la oportunidad por favor. Ábrete a este proceso, tú eres más Grande que cualquier circunstancia que puedas atravesar.


Ningún momento por difícil que sea puede tocar la profundidad que hay en ti, como ningún Logro puede elevarte a la cúspide de tu Grandeza. 

Cuidar Las Palabras


Necesitamos aprender a cuidar las palabras. Lo que decimos siempre tiene más impacto del que vemos y puede hacer una gran diferencia.

Para explicar esto, Benjamin Zander cuenta la siguiente historia: «Lo aprendí de una mujer que sobrevivió a Auschwitz. Ella tenía 15 años y su hermano 8. Sus padres habían desaparecido.

Iban en el tren rumbo a Auschwitz. Miró hacia abajo y vio que a su hermano le faltaban los zapatos y le recriminó: “Eres tan tonto que no puedes conservar tus cosas”. Palabras que cualquier hermana mayor le hubiera dicho a su hermano menor.

Por desgracia, fue lo último que le dijo porque no volvió a verlo. El niño no sobrevivió.

Y cuando la mujer salió de Auschwitz hizo esta promesa: “Nunca diré nada que no pueda quedar como lo último que dije.”»

Cuidar las palabras es un reto
¿Podemos ser más cuidadosos de las palabras que utilizamos en el día a día? Claro que sí. Para lograrlo necesitamos aprender a estar más conscientes de lo que decimos y dejamos de decir.

Para afrontar este reto, tengamos presente que las rutinas diarias nos distraen tanto, que muchas veces ni nos damos cuenta de lo que expresamos. Hablamos como si estuviéramos en “piloto automático”.

Al mecanizarnos, es fácil descuidar los detalles en lo que decimos, tanto de fondo como de forma. También es fácil que seamos muy reactivos frente a lo que vemos o escuchamos que nos desagrada.
Nuestro cerebro está configurado para que seamos reactivos. Es un mecanismo neurológico que nos permite protegernos y sobrevivir.

Pero para evitar los errores que esto trae en nuestras comunicaciones, hace falta un esfuerzo consciente y capacitación constante. Lo que nos permite mejorar el lenguaje cotidiano.

Siempre podemos respirar antes de responder
Necesitamos practicar el hábito de respirar antes de responder. Especialmente con las personas que más nos importan. Esta es  una gran oportunidad de mejora para cuidar las palabras y aumentar la inteligencia emocional.

Siempre podemos tomar unos segundos antes de reaccionar con una respuesta impulsiva, particularmente cuando estamos frente a una situación que no nos gusta.

No se trata de buscar tiempo para un análisis, sino una breve pausa para tomar control de nuestra respuesta.

Seguramente has escuchado muchas veces la importancia de contar hasta diez para no responder con impulsividad. Pues sí, eso funciona porque nos permite respirar, oxigenar nuestro cerebro y nos da tiempo para pensar la respuesta.

La pausa de la respiración nos permite recordar la importancia de cuidar las palabras. Y a esto le podemos agregar el poderoso ejercicio de validar nuestra interpretación de lo que hemos escuchado. Así evitamos las reacciones que nos producen nuestros prejuicios.


Preguntar para entender mejor una situación es un excelente ejercicio para reducir nuestra reactividad y cuidar las palabras que decimos.

Fatiga Emocional


La fatiga emocional y el estrés están muy relacionados y normalmente van de la mano. La fatiga en sí misma, es un cansancio muy intenso y generalizado que nos puede afectar tanto físicamente, mentalmente y también emocionalmente. En realidad muchas veces una fatiga lleva a la otra. 

La fatiga emocional, es un agotamiento extremo que va relacionado con sensaciones de estrés y ansiedad, sentimientos de angustia o incluso depresión. Todos podemos sentir este cansancio emocional extremo de vez en cuando, aunque algunas personas tienen tendencia a experimentarla más a menudo. Muchas veces el sobrecargarse de actividades y cosas por hacer, hace que esta fatiga emocional se haga más evidente.

Imagínate por ejemplo, que tienes muchas cosas que hacer, y al final solo puedes hacer la mitad, y sólo quieres estar sentad@ en el sofá, o piensas que no puedes con el día que te toca vivir, que no vale la pena, porque no lo conseguirás. incluso que no tienes fuerza para conseguir lo que te propones.

Todo esto, es un ejemplo, de fatiga emocional, cuando hay una sobrecarga, una saturación de emociones, que nos bloquean y nos quitan fuerza física y emocional. Por tanto, esta fatiga, también tiene que ver con emociones contenidas, frustración no gestionada y sentimientos de incomprensión. El estrés y la fatiga pueden surgir cuando nuestras propias exigencias laborales, familiares, personales no nos dejan atender nuestras necesidades y deseos. 

También puede surgir ante momentos de cambios, o situaciones emocionales intensas, tales como: un cambio de casa, una ruptura con la pareja, nacimientos de hijos, volumen de trabajo intenso, etc.

La mejor manera de prevenir la fatiga emocional pasa por conocerse mejor, para poder gestionar de otra manera las emociones. Si en vez de sobrecargarnos, vamos dejando que las emociones salgan, esto hará que no nos sintamos tan fatigados emocionalmente. 

Es importante señalar, que no hay emociones buenas y malas, que todas son adaptativas, y que es necesario darles un espacio a todas esas emociones para poder sentirnos mejor con nosotros mismos. 

Descubrir qué mensaje nos están transmitiendo nuestras emociones, va a ser clave para poder gestionarlas de una manera más saludable, y así poder combatir esa fatiga emocional que nos invade. 

La fatiga emocional y el estrés no afecta a todo el mundo de igual manera, ni las mismas situaciones son estresantes para todos. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que nos haga sentir frustrados, enfadados o ansiosos, de manera constante o intermitente. 

miércoles, 13 de febrero de 2019

El Razonamiento Libre


Explicación: El razonamiento es una herramienta que forma parte de nuestra estructura biológica y, como cualquier otra de las que disponemos, funciona de forma autónoma, pero también depende de la voluntad para poder hacer un trabajo óptimo y que este aporte los mayores beneficios a nuestra vida.

Nuestro estómago, por ejemplo, es la herramienta que nos permite conseguir la energía acumulada en los alimentos. El trabajo que realiza de forma autónoma consiste en el procesado de los compuestos orgánicos que ingerimos para obtener sus nutrientes. Sin embargo, para que el aporte nutricional y energético sea óptimo depende de la voluntad, ya que esta es la que determina qué alimentos son ingeridos.

De la misma manera sucede con El Razonamiento, que es la herramienta con la que obtenemos el conocimiento acumulado en la realidad que nos envuelve. Su labor consiste en procesar información para obtener conclusiones, pero también depende por completo de la voluntad porque es quien selecciona la información que debe ser razonada.

Esto significa que la voluntad influye determinantemente en el razonamiento y de la misma manera que lo hace en la nutrición, es decir, a través de la selección de la materia prima que es utilizada en dichos procesos. Luego, podemos afirmar que la voluntad dirige el ejercicio del razonamiento y condiciona el resultado de su trabajo.

Lamentablemente, este control supone una merma en la eficacia de nuestro razonamiento, porque de la misma manera que no siempre le hacemos llegar a nuestro estómago los alimentos más sanos, de entre todos los que están a nuestra disposición, tampoco le hacemos llegar a nuestro razonamiento toda la información de la que disponemos ni la de mejor calidad.

Así que la reducción de la eficacia es obvia, porque si al razonamiento solo le entregamos aquella información sobre la que deseamos razonar, sus conclusiones no serán imparciales y de calidad, sino predeterminadas y sesgadas. Por tanto, no serán las más provechosas para aumentar nuestro conocimiento. 

Debemos tener en cuenta que cuando censuramos la información que le aportamos a nuestro razonamiento, lo que hacemos es coaccionarlo del mismo modo que coaccionaríamos a un juez si le dijésemos cómo debe juzgar o no le aportásemos todas las pruebas existentes. Por eso, afirmo, que lo sometemos y no le permitimos trabajar con libertad ni eficientemente.

En mi opinión, los seres humanos ejercemos esta forma de coacción sobre el propio razonamiento. Es decir, del mismo modo que los gobiernos restringen la información para controlar el pensamiento de la ciudadanía,

las personas restringimos la información para controlar las conclusiones de nuestro “pensador”.


Luego, no juzgamos la realidad a partir de un razonamiento libre, y este es el motivo por el cual vivimos en una sociedad que podría definirse como absurda, caótica o sin sentido aun teniendo capacidades racionales.

Desarrollar Habilidades

Es absolutamente innegable que la palabra “alegría” existe en cualquier diccionario.  Sin embargo, esta palabra parecía no existir en la vida real. Esto podría sonar absurdo, pero es cierto. Esto se debe al hecho de que, como seres humanos, continuamente estamos esforzándonos por ser mejores personas para nuestro propio bien y para tener éxito en la vida. Es un hecho también, que esto tiene que ver con el deseo de desarrollar nuestras habilidades personales.

Por lo tanto, debemos aprender cómo se pueden mejorar y desarrollar dichas habilidad, a fin de convertirnos en mejores personas, más productivas y orgullosos de nosotros mismos. Todo el proceso de preocupación y búsqueda por ser más y mejor cada día, lleva a las personas a desarrollar la confianza en sí mismas, la capacidad de dirigir sus propias vidas, a  adoptar decisiones, o que les permite crecer, desarrollarse y superarse de manera integral.

Desear mejorarte a ti mismo o intentar ser una mejor persona no es algo tan difícil. Para empezar, se requiere de desear realmente ser alguien mejor. Entre los tantos aspectos que deseamos cambiar, siempre se encuentran el querer ser un mejor empleado o ser el mejor de tu profesión. Ser un mejor individuo. Ser quizás un mejor ciudadano o simplemente, salir de ese concepto en el que tú mismo te has encasillado. Por otro parte, el tratar de ser mejor y desarrollar tus habilidades puede determinar el que lo seas realmente y conseguir un pase directo a ese éxito tan anhelado. Por lo tanto, si tu objetivo es ser una mejor persona, dicho objetivo no podría porque resultar perjudicial.

Pero como todo, la mejora personal necesita de una serie de procesos o pasos, que deberás tomar en cuenta a fin de que este proceso de mejora te ayude a explotar tus habilidades:

Establece metas. Esta es la primera cosa que debes tomar en cuenta. Tienes que determinar qué quieres en la vida, que cosas anhelas a largo y corto plazo. Esto es esencial puesto con este paso, podrás comenzar a determinar qué es lo que necesitas trabajar a fin de ser una mejor persona. Las personas debemos tomar las riendas de nuestra vida, enrutarla hacia metas y objetivos claros, concretos y realizables.


Brillar Con Luz Propia

Aunque mucha gente crea lo contrario, no lo necesitas: no es necesario tener una pareja para brillar con luz propia. Porque tú ya llegaste al mundo con una estrella en tu interior, es la misma que te guía en noches de oscuridad y ella quien, cuando así lo quiere y si se da la oportunidad, elige salir a bailar con otra estrella igual de luminosa.

Decía Platón con gran sabiduría que “al contacto del amor todo el mundo se vuelve poeta”. De pronto, hallamos fortalezas donde las creíamos perdidas y el mundo, sin más, adquiere una pátina de luminoso esplendor. Este éxtasis emocional es algo que sin duda merece vivirse. Sin embargo, la pasión no es el único estado del que vive el ser humano. También se puede brillar en soledad, en ese estado de calma y satisfacción personal donde nada sobra y nada falta.

“Hay dos maneras de difundir la felicidad: ser la luz que brilla o el espejo que la refleja”
-Edith Wharton-

Una pareja puede darnos vitalidad, felicidad, sexualidad, ternura e intimidad. Sin embargo, y esto deberíamos tenerlo claro, al ser amado no se le puede utilizar como pócima mágica para sanar nuestras insatisfacciones vitales. Si tú no brillas por dentro, no puedes arrebatarle la luz a otra persona esperando que su energía valga para ambos. Valdrá durante un tiempo limitado, pero al poco, se irá apagando en un lento fenecer.

A día de hoy, muchos de nosotros vivimos aún encapsulados en ciertas ideas preconcebidas sobre un amor ideal que ha de llegar para apagar nuestras frustraciones. Sin embargo, las frustraciones no se apagan, ni se destruyen, ni escapan por el coladero de los sueños rotos, sino que se superan en primera persona.

En las relaciones afectivas suele suceder algo similar. Hay personas que tienen luz propia, son casi como auténticas “bombillas” en medio de la oscuridad. Son seres que pueden brillar porque gozan de plenitud personal, de una buena autoestima y de esa magia fascinante que resulta hipnótica para muchos. 

Es común que otros se sientan cautivados e inicien una relación esperando que esa calma y esa luz, alivie sus miedos, sus insatisfacciones y esos rincones privados de callada penumbra.

Queda claro, no obstante, que hay muchos tipos de relación de pareja. Hay quien se une para calmar anhelos, otros para disfrutar de la intimidad y hay quien busca una vinculación auténtica con la que construir un futuro. No hay pues un modelo perfecto de relación, pero sí relaciones que nos enriquecen o que nos empobrecen. Quien nos busca solo para quitarnos nuestra “luz” en provecho propio, para consolar sus tristezas o inseguridades conseguirá que vayamos perdiendo una por una todas nuestras fortalezas.

Poder Ver Y Mirar


En general los seres humanos tenemos una visión muy particular de la realidad: creemos que ocurren fenómenos afuera nuestro y que nosotros simplemente los percibimos tal como ocurren. Rara vez reflexionamos sobre “nuestra manera de mirar los fenómenos” o percibir.

El ejemplo del mito de la caverna de Platón, presente en La República, nos señala esto. Si lo recuerdan, Platón describió en su alegoría un espacio cavernoso en el cual se encuentran un grupo de hombres prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza. 

Atrás de ellos se encuentra una hoguera y la entrada de la cueva que da al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver. Para los prisioneros, las sombras son la realidad, no pueden suponer que son simple reflejo de algo que acontece afuera. Platón lo llama “el mundo sensible” (lo inmediato, lo que alcanzan a percibir).


Para el Buda, nuestra vida en general es una ilusión y la mente cree que entiende la realidad apoyándose en los condicionamientos aprendidos desde nuestra infancia temprana (algo similar a la caverna). Pero el trabajo meditativo va des-condicionando estos procesos, des-armando estos filtros hasta que podemos ver las cosas tal cual son. 

Por eso el Buda alentaba a sus discípulos con la famosa frase: “acude y mira”, y se autodenominaba “el despierto”, aludiendo a nuestra somnolencia terrenal. Su mérito consistió en desarrollar un método para trascender esta limitación tan humana.

La Imaginación Creativa


La mayoría de las veces que se habla de imaginación se piensa en niños. No cabe duda que la imaginación en la etapa infantil es fundamental, pero no es menos importante en la edad adulta. Como elemento clave de la creatividad, la imaginación se convierte en una capacidad fundamental para tener algo que todos necesitamos en algún momento: ideas. 

Las ideas están detrás de todo tipo de creaciones, proyectos, planes y soluciones. Son las buenas ideas las que nos permiten resolver los problemas que se plantean en estas situaciones, las que nos permiten salvar los obstáculos que surgen por el camino. 

“Al mundo no lo mueve el dinero, lo mueven las ideas brillantes”
-Bernardo Stamateas-

Lo bueno de las ideas es que son como las plantas: de una pequeña semilla puede salir una flor, una planta o un árbol. Pero una semilla por sí misma no es nada si no la plantas. Y si quieres que brote tienes que sembrarla en condiciones óptimas. Esas condiciones dependen de cada semilla. Unas son más delicadas y otras nacen incluso en condiciones extremas. En cualquier caso, todas las plantas tienen el mismo principio: la plantación de una semilla.

Pero no todas las semillas brotan. Y de las que brotan no todas se desarrollan con la misma fuerza y vigor ni dan frutos igual de sabrosos. Todo depende de las condiciones a las que estén sometidas y de los cuidados que reciban. Algunas incluso darán lugar a nuevas semillas, algunas de las cuales podrán dar lugar a nuevas plantas en el futuro.

Con las ideas pasa igual. Tienes que sembrar muchas ideas para que algunas prosperen, incluso para que alguna llegue a ser una gran idea. Esas ideas que germinen y crezcan tendrán que ser alimentadas y cuidadas, incluso protegidas cuando venga el mal tiempo.

Así, como para recoger hay que sembrar, la clave está precisamente en dejar fluir las ideas. Pero, ¿cómo? Seguramente hayas experimentado que, cuanto más necesitas una idea y más te pones a ello más difícil es que surja algo interesante. Esto no es nada raro, sino que es lo normal. Tienes a tu cerebro tan ocupado pensando en pensar que no le dejas libre para que fluyan las ideas. Las ideas necesitan tener la pista libre para salir.

La imaginación no es solo una cosa de niños. Sin embargo, ellos mejor que nadie saben sacarle partido. ¿Por qué? Principalmente porque no le ponen trabas a sus pensamientos, porque se dejan llevar por las ideas que surgen y se dejan inspirar por cosas sencillas. Un niño es capaz de crear un imperio con dos cajas y tres palos (incluso con menos).


Como adultos podemos recuperar la capacidad de imaginar y de generar y desarrollar ideas. Da igual que no todas lleguen a algún sitio. Lo importante es el entrenamiento, porque eso es lo que te permitirá convertir una buena idea potencial en una gran idea. Cuantas más ideas tengas más posibilidades hay de dar con una de estas y más preparado estarás para gestionarla.

Crea Tus Opciones


Los seres humanos, frecuentemente, nos formulamos preguntas sobre nuestra existencia y el mundo que nos rodea, pues expresamos una tendencia innata a reflexionar y analizar nuestro ser y nuestro entorno. 
Algunas de estas incógnitas tienen una respuesta simple, pero otras no tanto, pues hay hechos que a la mente humana le cuesta entender. En ocasiones, además, el entorno es demasiado complejo y, por tanto, aventurarse a defender una verdad de manera radical puede no ser la mejor opción.
Piensa un momento en las diferentes tareas que hay en nuestra sociedad, y luego plantéate quiénes son los que las hacen. ¿Quiénes son los encargados de hacer avanzar la ciencia, por ejemplo? Las personas a las que se les da mejor esta tarea, ¿no? ¿Quiénes son los que viven de la música? Los mejores músicos. ¿Quiénes trabajan en los hospitales? Los mejores preparados para ello.
Puede que no estés totalmente de acuerdo con esta idea, y que pienses que no siempre son los mejores los que hacen cada tarea. En parte tienes razón, y esto es porqué la humanidad aún no ha aprendido a organizarse de forma óptima. Pero, en términos generales, sí que es cierto que los más capacitados son los que llevan a cabo cada tarea. Esta es la tendencia natural que sigue siempre la naturaleza.
En el caso del universo, este hecho aún es más claro. El universo sí que está perfectamente organizado, y los responsables de cada tarea siempre son los más adecuados para ella.
Así que, si tu tarea consiste en crear cosas nuevas para que el universo se enriquezca, es porqué esta tarea resuena perfectamente con tu esencia. La creatividad forma parte de ti y de  cada una de tus células, y por eso el universo te ha encargado la tarea de hacerlo avanzar.
¿Quieres saber quién eres? Eres un creador. Y no uno cualquiera. Eres un experto creador. De todas las almas que hay en el universo, tú formas parte de la élite creativa.
Si te lo miras desde este punto de vista, podrás comprender mejor el sentido de tu vida, i la importancia que tiene.
Habitualmente, nos valoramos en función de parámetros como la belleza física, la simpatía, el dinero o la profesión, y dado que la mayoría de la gente no destaca especialmente en ninguno de estos aspectos, nos consideramos mediocres. Creemos que un gran porcentaje de la humanidad, en el cual seguramente nos encontramos incluidos, no aporta nada de especial a la vida; que nada de lo que hacemos tiene mucho valor y que todo seguiría igual si no estuviéramos.

Pero esto no es cierto; ni para ti ni para nadie. Tú, como todo el mundo, tienes la capacidad de crear situaciones completamente nuevas en cada momento de la vida, y es aquí donde está tu valor como persona: tú eres valioso por tu creatividad. Si alguna vez has pensado que tu vida no tiene sentido, quítatelo de la cabeza: tú, al moverte y actuar en el día a día, contribuyes activamente al crecimiento del universo. Y esto tiene un valor incalculable.

Daños Colaterales

El concepto "daño colateral" fue agregado en tiempos recientes al vocabulario de las fuerzas militares para denotar los efectos no intencionales ni planeados de una acción armada. 

Calificar de "colaterales" los efectos destructivos de una intervención militar supone una desigualdad existente de derechos y oportunidades, ya que acepta a priori la distribución desigual de los costes que implica emprenderla. Sin embargo, es en el campo del análisis social donde el concepto adquiere las dimensiones más drásticas de la desigualdad: en nuestro mundo contemporáneo los pobres son privados de oportunidades y derechos y, de este modo, se convierten en los candidatos "naturales" al daño colateral de una economía y una política orientadas por el consumo. 

En los diferentes ensayos que componen este libro, Zygmunt Bauman -uno de los pensadores más audaces e influyentes de nuestro tiempo- explora la íntima afinidad e interacción entre el crecimiento de la desigualdad social y el aumento de los "daños colaterales", sus implicaciones y sus costes.

Cuando se sobrecarga un circuito eléctrico, la primera parte que se quema es el fusible. El fusible, un elemento incapaz de resistir el voltaje que soporta el resto de la instalación (de hecho, la parte menos resistente del circuito), fue insertado deliberadamente en la red: se derrite antes de que lo haga cualquier otra parte del sistema, en el preciso momento en que la corriente eléctrica sobrepasa el nivel seguro de tensión, y así interrumpe el funcionamiento del circuito entero junto con todas las unidades periféricas que se alimentan de él. Esto ocurre porque el fusible es un dispositivo de seguridad que protege otras partes de la red evitando que se quemen de forma definitiva e irreparable. 

Pero también significa que la operatividad y la duración del circuito entero -y en consecuencia, la electricidad que es capaz de absorber y el trabajo que es capaz de hacer- no pueden ser mayores que la resistencia de su fusible. Una vez que el fusible se quema, todo el circuito se detiene. 


Un puente no colapsa cuando la carga que sostiene supera la fuerza promedio de sus tramos; el puente colapsa mucho antes, cuando el peso de la carga sobrepasa la capacidad portante de uno de sus tramos: el más débil. La "capacidad de carga promedio" de las pilas y los estribos es una ficción estadística que tiene escaso o nulo impacto en la utilidad del puente, del mismo modo en que no se puede calcular cuánto peso resiste una cadena por la "fuerza promedio" de los eslabones. 

Calcular promedios, fiarse de ellos y usarlos de guía es la receta más segura para perder tanto el cargamento como la cadena que lo sostiene. No importa cuánta fuerza tienen en general los tramos, las pilas y los estribos: el tramo más débil es el que decide el destino del puente entero. 

martes, 12 de febrero de 2019

La Incertidumbre de Siempre

El cambio se produce cuando descubrimos que la clave está en aceptar que la incertidumbre siempre estará ahí, y que es necesario seguir adelante, que nuestra felicidad no dependa de elementos externos y aprovechar las circunstancias inesperadas para descubrir nuevas oportunidades que, tal vez, mejoren nuestras expectativas.
Desvincular la acción del resultado de la misma. Lo importante es hacer cada pequeña cosa lo mejor que podamos y olvidarnos de los resultados concretos de esa acción. La vida no deja de sorprendernos, y  es muy probable que las cosas ocurran de manera diferente a como lo habíamos planeado.
Aceptar las situaciones y orientar nuestras acciones hacia todo aquello que, desde nuestro ámbito de actuación, podemos gestionar. Aceptar, que no hay que confundir con resignarse, nos permite partir desde la serenidad y nos da fuerza interior al saber que vamos a poner todo el esfuerzo, energía, ilusión y hasta pasión en todo aquello que queremos y sabemos que podemos hacer y eso, a buen seguro, nos va a hacer sentir mejor.
Fluir en nuestro presente, siendo conscientes de sólo podemos actuar aquí y ahora, ya que sobre nuestro pasado no podemos hacer nada, y nuestro futuro es todavía incierto. Rumiar sobre lo que ya fue o anticiparnos a lo que será, no nos aporta nada positivo.

Trabajar a fondo la resiliencia, nuestra capacidad de adaptación a las circunstancias, y de afrontar la adversidad. A menudo ante la incertidumbre nos decimos que debemos ser fuertes,  pero no es la fortaleza la que más nos va a ayudar, sino nuestra resiliencia. Si lo comparamos con las propiedades de los materiales, un objeto fuerte y rígido, ante una presión va a partir mientras que un objeto elástico se va a adaptar. Esa es la diferencia importante.

Agnotología

El estudio de la ignorancia, es explorar lo que no sabemos y por qué no lo sabemos, qué es lo que mantiene viva la ignorancia en nuestra sociedad, cuáles son los factores que permiten que la ignorancia sea usada como instrumento político y social, entre otros aspectos relevantes al tema. La ignorancia tiene su historia, sus actores, así como una geografía política que ha sido determinante en los hechos y acciones que tienen al planeta en su estado actual.

Un ejemplo típico es la adicción al tabaco. Desde hace varias décadas ha existido una estrategia muy efectiva de la industria tabacalera, para que la sociedad no conozca a detalle los efectos del cigarrillo en la salud. Incluso uno de los lemas de la industria era: “La duda es nuestro producto”, sembrando incertidumbre cuando se publicaban resultados de investigación seria sobre el tema, cuestionando la metodología, los modelos conceptuales usados, la contundencia de los resultados, los conflictos de intereses de los autores, entre otros. Para no ir muy lejos, hubo una época en que los profesionales de la medicina ¡promocionaban el uso del cigarro! (Parekh, 2012). Recordemos también las escenas de tantos clásicos del cine en los que fumar un cigarrillo era símbolo de personalidad, valor, inteligencia, belleza física, sensualidad, etcétera. A pesar de los enormes esfuerzos que ha realizado la sociedad, el gobierno y los profesionales de la salud, la adicción al tabaco continúa cobrando un saldo enorme en morbilidad y mortalidad.

El modelo de la agnotología puede utilizarse de diversas maneras para reducir esta epidemia de ignorancia culturalmente inducida, una de ellas es en nuestras actividades educativas. Un interesante ejemplo fue reportado por Bedford, para enseñar a los estudiantes sobre la información distorsionada del cambio climático (Bedford, 2010). 

A pesar del abrumador consenso científico del calentamiento global, hemos sido testigos en los últimos tiempos de lo frágil que es la consciencia social sobre el tema, y lo manipulable que puede ser un sector importante de la sociedad (incluyendo estudiantes y maestros), sobre la solidez de las conclusiones de la investigación científica publicada. 

Uno de los factores más importantes que provocan la distorsión de la percepción social del calentamiento global es la información errónea difundida en medios de comunicaciones formales e informales, incluyendo las redes sociales. El estudio directo de esta información incorrecta es una oportunidad para los educadores y divulgadores de la ciencia, ya que utilizando el modelo de la agnotología pueden promoverse las habilidades de pensamiento crítico en los estudiantes, así como incrementar la consciencia social de los procesos de la generación y difusión del conocimiento científico, como el arbitraje por pares, y mejorar la comprensión de los fenómenos básicos que ocurren en nuestro planeta.

Creo firmemente que la situación actual, a pesar de lo deprimente que aparenta ser, es una oportunidad dorada para que todos los que consumimos información nos constituyamos en ‘agnotólogos’, y en nuestras experiencias docentes y de aprendizaje personal exploremos mejores maneras de abatir el fenómeno de la ignorancia culturalmente inducida. Tenemos que mejorar nuestra comprensión de cómo y por qué estas diversas formas de ignorancia permanecen (e incluso aumentan) en la sociedad moderna.

 La ignorancia no debe ser invisible.

Motivación Personal

Si hay algo que nos da motivación personal son nuestros objetivos. Cuando nuestros objetivos no son motivadores, no hay voluntad que valga, simplemente perdemos la motivación personal de ir detrás de ellos. Por esta razón es que nos concentramos en diseñar objetivos que nos motiven a ir hacia nuestras metas.

Podemos asegurar que si definimos bien lo que queremos, nada podrá interferir en nuestras metas. No hace falta voluntad, sino emoción. Pero entonces… ¿qué son y cómo definimos objetivos motivadores?

Anthony Robbins, una de las personas que más ha aportado al campo de la PNL y la motivación personal, sostiene que para alcanzar nuestras metas debemos apoyarnos en tres cimientos.

Nuestras metas deben generarnos emoción: Piensa en diferentes objetivos que tengas en tu vida, y si te tomas el tiempo suficiente, podrás ver que algunos de ellos, a pesar de desearlos hace mucho tiempo, no te generan sensaciones corporales. Sin embargo, cuando visualizas otros objetivos, seguramente notas que aparecen emociones intensas.

Si continúas focalizándote en ellos, si los describes con mayor precisión, si ves lo que verías al alcanzarlos, si escuchas lo que escucharías, incluso podrías sentir ahora mismo lo que sentirías una vez logrado.

Definitivamente las emociones mueven. Y para ir detrás de esas metas, necesitamos emociones, porque necesitamos movernos. Este es un cimiento fundamental, y una de las razones por las cuales muchas personas persiguen objetivos toda su vida sin lograrlo, porque no cuenta con la fuerza de la emoción.

Otro punto importante de este cimiento, es el siguiente: concéntrate en lo que quieres, ¡no en lo que no quieres! Es decir, el objetivo debe estar formulado en positivo para que nos genere motivación personal.

Pregúntale a una persona que quiere dejar de fumar, qué le mueve a hacerlo. La claridad de esa respuesta puede inducirte a determinar si esa persona lo logrará o no. A modo de ejemplo, una persona podría decir: “Solo quiero dejar de fumar” y otra afirmar “Quiero recuperar mi capacidad pulmonar”. No solo podrás notarlo en lo lingüístico, sino también en la forma en que lo dicen.
Recuerda entonces, concéntrate en lo que deseas, no en lo que no deseas. “Dejar el problema y pensar en la solución”, es otra forma de transmitir este concepto
.
Ya tenemos nuestro objetivo definido, sabemos que nos mueve la emoción, y entonces necesitamos hacernos de las herramientas para ir tras él. Tal vez tengas que ahorra dinero, planificar, capacitarte, observar lo que otros hacen, determinar posibles caminos y opciones, en definitiva, establecer el mapa que te guiará durante este camino. Este es el segundo cimiento. Saber cómo hacerlo.

El segundo cimiento, al contrario de lo que se cree, es el menos importante. Si realmente sientes motivación personal por tus objetivos, sabrás qué hacer y cómo hacerlo. Solo requiere un poco de planificación.

A veces necesitaremos un mentor, un guía, alguien que nos ayude. Debes contemplar esta posibilidad.
Este es el cimiento más importante de la motivación personal. Solemos adjudicar el hecho de no alcanzar nuestras metas a motivos económicos, a otras personas, a no contar con suficiente tiempo, y otras explicaciones que nos damos.


No obstante, las estadísticas y estudios realizados muestran que la mayor incidencia en el abandono de un objetivo responde a razones psicológicas. Y más específicamente, a conflictos internos.

Integridad


Con tanto ruido ético que vive el país, comparto algunas ideas acerca de la integridad. Alguna de ellas quizá le sonarán algo evidentes – si usted está del lado de los íntegros -, pero ojalá aporten en algo a quienes son aún reacios o nuevos al concepto…

 1.La integridad es la base de la imagen y la buena reputación. La imagen no es algo que se pueda crear artificialmente: responde a la realidad de nuestro comportamiento diario, el que además es cada vez es más visible por todos. Una buena reputación en clave para la vida, la marca personal y la carrera: abre toda clase de puertas y con ella tenemos la mitad del camino hacia la confianza ganada.

 2.La integridad genera confianza. Ser integro pasa por ser correcto, decente y serlo por igual en todos los ámbitos en los que nos movemos. Es decir, ser siempre uno mismo, sin dobleces ni contradicciones y además, coherentes con los valores que predicamos. La integridad – con valores que no cambian según la conveniencia o el interés del momento – es clave para ganar la confianza de los demás y poder influir en ellos, si es el caso. Y la confianza es la base de cualquier interacción humana. Sin confianza ninguna relación se da, ni se dará jamás.

 3.La integridad es hermana de la transparencia. La vida es más fácil cuando se vive con un sólo set de valores y no tenemos que recordar qué dijimos a cada quien. Es un desgaste inútil vivir varias vidas, ponerse máscaras, ocultar verdades, tener duplicidades, mentir o crear historias o excusas. Todo eso desgasta, roba energía y al final, igual, todo se sabe. Nada como vivir en paz y dormir con la conciencia tranquila – claro, eso vale para quien tiene conciencia.

 4.La integridad necesita humildad. Un potencial “riesgo” de la integridad es el ego que podría venir de sentirse de alguna manera “moralmente superior”. Debemos estar atentos a evitar la arrogancia, la intolerancia, la estrechez de mente o la inflexibilidad para aceptar otras perspectivas, estilos de vida o formas de pensar. Y eso es un reto.

 5.La integridad genera buenos contactos. La gente se junta con sus iguales y sabe reconocerse entre los demás. Así como el ladrón cree que todos son ladrones como él, la gente íntegra empatiza y gusta de navegar junta, hacer negocios y crear redes entre quienes pensar, recomendar, contratar, promover. Entonces, si trata de tener un grupo de referencia apropiado – y poderoso -, la integridad es una ventaja competitiva insustituible.


 La integridad genera respeto y admiración. Todos deseamos ser respetados y admirados por nuestros hijos, y ojalá subordinados, parejas, jefes, clientes y pares. Y nada como la integridad para inspirar ese respeto y admiración. Y es que ser integro no es fácil. Vivir de acuerdo a nuestros valores en cada acto y con cada decisión requiere carácter y disciplina y no siempre genera una “ganancia” inmediata o a corto plazo. Es más fácil cortar esquinas, buscar atajos o saltarse las reglas, pero las personas serias – las que cuentan – reconocen el valor intrínseco de quienes son íntegros y leales a sus valores, – lo que al final del día impacta muy positivamente en la calidad de vida y nivel de felicidad -. Y si, la integridad sigue “de moda” y lo estará siempre.

lunes, 11 de febrero de 2019

Administrar El Esfuerzo


Hace unos años leí por casualidad un artículo de Jorge Bucay y descubrí que al menos una persona en el mundo compartía mi visión acerca del esfuerzo, un término para mi muy sobrevalorado y que aplicado de manera continua no aporta resultados que tengan un gran valor. Él es más drástico que yo ya que le quita absolutamente todo el valor al esfuerzo. Para mi tiene un valor tener capacidad de esforzarse, siempre que sea en el sentido correcto y con la intensidad adecuada.

El esfuerzo, tal como yo lo entiendo, es la capacidad que uno tiene para obligarse a hacer algo que no le apetece ni le gusta en absoluto. La dedicación, en cambio, es la capacidad que tenemos para poner todas nuestras energías en algo que nos apasiona.

El mensaje que intento transmitir es: si tu trabajo supone un 80% esfuerzo y 20% dedicación, mejor que empieces a hacer esfuerzos por conseguir otro trabajo que invierta ese porcentaje, porque ni tu vas a estar bien ni tu trabajo va a tener la calidad que debería.

Cuando tu trabajo supone sobre todo una carga, hay varias opciones a elegir:
Seguir esforzándose en ir cada mañana a hacer que el día pase lo más rápido posible.
Intentar hacer que te acabe gustando tu trabajo.
Intentar cambiar de trabajo.

La mayor parte de la gente sigue la alternativa 1, porque ha costado mucho conseguir ese trabajo, porque supone un esfuerzo levantarse cada mañana para acudir a ese trabajo, y porque desde siempre nos han dicho que son las cosas conseguidas con esfuerzo las que tienen valor.

Y es una gran mentira. Pasar toda tu vida esforzándote no tiene ningún sentido. Pasar toda o casi toda tu vida dedicándote es una gozada. Las cosas conseguidas con dedicación son las que realmente tienen un gran valor.

Jorge Bucay pone un ejemplo con un cuento, como suele hace. Lo cuento resumido y con mis palabras:
CUENTA EL CASO DE UNA PERSONA QUE VA A COMPRARSE UNOS ZAPATOS Y PIDE UN NÚMERO 39. EL ENCARGADO LE DICE QUE POR LOS AÑOS DE EXPERIENCIA QUE TIENE PUEDE DECIRLE QUE SU NÚMERO ES UN 41, PERO ÉL INSISTE EN QUE QUIERE UN 39, PIDE UN CALZADOR, CON BASTANTE ESFUERZO LOGRA PONÉRSELOS, PAGA Y SE VA. CUANDO LLEGA A SU OFICINA SU COMPAÑERO LE VE SUFRIR Y LE PREGUNTA:
-SON LOS ZAPATOS, ME APRIETAN UNA BARBARIDAD.
-¿Y POR QUE NO TE COMPRAS UNOS MÁS GRANDES?
-MIRA, LLEVO UNA VIDA ABURRIDA EN UN TRABAJO ABURRIDO, Y TENGO MUY POCOS BUENOS MOMENTOS. ME MATAN ESTOS ZAPATOS, PERO DENTRO DE UNAS HORAS LLEGARÉ A CASA, Y EN CUANTO ME LOS QUITE ¿TE IMAGINAS QUE PLACER?

Y ese es uno de los motivos por el que necesitamos distracciones en el trabajo: no nos gusta lo que hacemos, supone un gran esfuerzo, y de vez en cuando necesitamos “quitarnos los zapatos” para sentir algo de placer. Cuando el placer lo sientes porque te gusta lo que estás haciendo y te estás dedicando a ello, no esforzándote en hacerlo, esa necesidad no aparece.

Volviendo a la realidad, un trabajo que suponga 100% dedicación no creo que exista. Cualquier trabajo tiene una parte que seguro que nos supone una carga y que no nos gusta hacer. Nuestra capacidad de esfuerzo, aparte de dedicarla a hacer de la mejor manera posible esa parte que no nos gusta, tenemos que enfocarla sobre todo a minimizar esa parte de nuestro trabajo o a conseguir que nos guste. Cuanto más reduzcamos esa parte, mayor será el valor que aportaremos en nuestro trabajo y mejor nos encontraremos cada día, entrando en un bucle que se realimenta, pues a medida que nos encontremos mejor, el trabajo que hagamos con dedicación lo haremos aún mejor.


En resumen: creo que es importante distinguir esos dos términos y trabajar para potenciar uno y reducir el otro. Una persona puede estar trabajando 12 horas diarias sin esfuerzo cuando lo que está haciendo realmente le apasiona. Otra persona puede estar trabajando 4 horas diarias haciendo un gran esfuerzo cada día. 

El esfuerzo hay que usarlo bien: hay que usar el esfuerzo para intentar salir de situaciones que nos suponen esfuerzo, no para perpetuarnos en ellas. Es en la dedicación donde hay que perpetuarse.

Los Caninos Y Sus Dueños


El cariño o amor que sentimos hacia nuestros compañeros caninos (y el que recibimos por su parte) tiene una razón de peso. Varios experimentos llevados a cabo por un equipo de científicos del departamento de Ciencia Animal y Biotecnología de la Universidad Azabu (Japón) han demostrado que la hormona del amor, la oxitocina, es la que, con la evolución de este animal junto a su mejor amigo, ha creado una conexión tan fuerte como la que se crea a nivel biológico entre padres e hijos. Así, el simple contacto visual entre el perro y su dueño fortalece sus vínculos afectivos, según concluye el estudio que recoge la revista Science.

 La oxitocina, esa sustancia química que actúa como neurotransmisor en el cerebro, no solo genera vínculos afectivos entre los seres humanos sino también entre otras especies, concretamente los perros. Para demostrarlo, los investigadores llevaron a cabo varios experimentos con 30 perros (15 hembras y 15 machos) de diferentes razas y edades, y sus dueños (24 mujeres y 6 hombres).

 En uno de ellos, perros y dueños fueron conducidos a una habitación donde permanecieron durante 30 minutos, registrando mientras los científicos sus interacciones. Los niveles de oxitocina de ambas especies (medido través de su orina) aumentaron tras el contacto visual prolongado. Así, cuanto más contacto visual habían tenido los dueños con sus perros, mayor fue el aumento en los niveles de esta hormona en el cerebro.

 “Cuando perro y dueño se miran, ambos muestran un aumento de la oxitocina”, afirma a Sinc Takefumi Kikusui, líder del estudio.

 Las conclusiones del estudio son claras: humanos y perros refuerzan sus vínculos biológicos en un circuito neuronal impulsado por la oxitocina, de la misma forma que se construye entre individuos de la misma familia. Y la forma de crear y reforzar este vínculo es sencilla y directa: una simple mirada recíproca.


Dichos Inoportunos


Pensar Antes De Hablar
Dichos Inoportunos
Con independencia del problema o conflicto en que te encuentres, hay que tener siempre presente una regla de oro básica: “Pensar antes de hablar”. Si no respetamos esta premisa, corremos el riesgo de incrementar la confrontación con nuestro interlocutor.

Esta regla consiste en no “reaccionar” sino “actuar”. Cuando reaccionamos, nuestras palabras son impulsivas, irreflexivas, y pueden molestar u ofender a nuestro interlocutor. En cambio, cuando actuamos, nos hemos tomado varios segundos para pensar lo que vamos a decir.

Esos seis, 8 o 10 segundos que nos demoramos en dar la respuesta nos permiten reflexionar sobre nuestra actitud: “Lo que voy a decir ahora va a mejorar o empeorar esta relación personal” y actuar en consecuencia.

Gran parte de los errores que cometemos en la vida son el resultado de “reaccionar sin pensar”. Aunque los segundos que invirtamos en buscar en nuestro cerebro la frase adecuada nos parezcan eternos, es esencial tomarse esta pausa.

No importa que ésta resulte extraña a los demás. Lo único que importa es no perder el control de las emociones negativas que nos embargan en esos momentos para no avivar la confrontación y evitar, si es posible, convertir a esos incómodos interlocutores en nuestros enemigos. 

Porque las situaciones difíciles, inesperadas -- o socialmente delicadas, como visitar a un amigo enfermo grave, asistir a un funeral, o hablar con un desconocido-- pueden surgir en cualquier ámbito… ¡Incluso provocadas por nosotros mismos!