lunes, 4 de marzo de 2019

El Arte De Crear


Creatividad es liberar tu imaginación, confiar en tu intuición, buscar nuevas ideas con pasión y aterrizarlas en la vida.

El arte de crear pide cultivar el arte de observar y explorar, aprender del riesgo, ver como posible lo imposible, dejar de lado la mente racional y trabajar más con el pensamiento lateral del hemisferio derecho.

Los creativos dicen que las ideas les llegan cuando se sueltan y entran en un estado sereno que los expertos llaman ‘flujo’.

El profesor Robert Tucker, autoridad mundial en materia de innovación, asegura: “las compañías de más crecimiento viven abiertas al cambio porque saben que allí están las mejores oportunidades”.

Son empresas innovadoras como 3M, Virgin o Apple que cuentan con un sistema para administrar nuevas ideas y logran una innovación participativa de empleados, clientes y aliados.

Una empresa innovadora aplana la pirámide corporativa, evita una jerarquía limitante y empodera a las personas.

Para innovar evita suposiciones que crean barreras y que Daniel Goleman llama ‘creencias asesinas de la creatividad’, porque bloquean la innovación: yo no soy creativo, imposible, ya fue probado y no sirvió.

Otras bien dañinas son: ¿y si fracaso?, nunca se ha hecho así, no necesito cambiar, así soy buen jefe. Innovar te regala clientes más satisfechos y te ubica por encima de la competencia.

Para aprovechar tu creatividad mantén despierta tu capacidad de asombro, ponle alas a tu imaginación, cuestiónate sin criticarte, juega y no temas equivocarte. Un creativo confía y no le teme al futuro. Una persona que jamás cometió un error, nunca probó nada nuevo.

Tú te beneficias del futuro con técnicas como estas: sal y visita a tus clientes, habla con ellos y mira qué quieren, lee vorazmente y aprende y desaprende cada día. Elige conocer lo último en tecnología o tendencias, experimenta con nuevos métodos o propuestas, haz un nuevo libreto.

También el humor es importante y, como dice Daniel Goleman en su excelente libro El espíritu creativo: el humor acelera las ruedas de la creatividad. Para Roger Von Oech, un experto mundial en este tema, la creatividad no brota de un chispazo genial, nace de acumular abundantes conocimientos, de una gran disciplina, de un enfoque metódico, y de mucha perseverancia.

Para crear cultiva dos actitudes: una constructiva y otra destructiva.

La primera es usar la imaginación para generar nuevas cosas y vivir abierto al cambio.

La segunda exige desterrar prejuicios, estereotipos y viejas creencias sin vigencia. Es más fácil poner que quitar, pero debes despojarte de lastres mentales que son los principales enemigos de la creatividad. El reto es creer en tu creatividad y abandonar la funestaVMP (Vieja Manera de Pensar).

Pregúntate con frecuencia: ¿cuál será mi siguiente innovación revolucionaria?, ¿cuál la de mi empresa?

Cree que siempre hay un mejor modo de hacer las cosas.

Vence la rutina, sal de caminos trillados, rompe paradigmas y cree para crear. La rutina mata el amor y las ganas de vivir.

Elige ser innovador y recuerda lo que dijo Einstein: ¿cómo quieres resultados diferentes si sigues haciendo lo mismo? Destierra la terquedad y acentúa la flexibilidad.


Ante La Adversidad


Todos atravesamos momentos difíciles a lo largo de nuestras vidas .Afrontar la adversidad es algo más que un deseo o un propósito, es una necesidad, una obligación que integrar en la mente y el corazón. Ahora bien, si hay algo que todos sabemos es que aplicar este enfoque y desplegar adecuados recursos del cambio no siempre es fácil.

Las dificultades que nos encontramos en uno u otros momentos de nuestras vidas como la pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa o la mala noticia de un despido pueden ahogarnos en un océano de malestar. Tanto si lo queremos como si no, nadie es inmune a la adversidad. Ninguno nos encontramos a salvo de los vaivenes del destino, buenos y malos.

Es en estos momentos de adversidad cuando atravesamos emociones muy poderosas como la tristeza, la impotencia, la frustración, etc… Ahora bien, hay un dato interesante que vale la pena tener en cuenta.

En un estudio llevado a cabo por los psicólogos Linley, PA, y Joseph, S. de la Universidad de Warwick, Reino Unido se demostró que las personas capaces de afrontar los momentos difíciles, adquieren valiosos aprendizajes para encarar el futuro con mejores recursos.

“Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos”
-Viktor Frankl-

Cuando la adversidad decide golpearnos y experimentamos esas emociones tan poderosas, resulta beneficioso expresar aquello que sentimos. Podemos hacerlo con un familiar o amigo, o a través de la escritura, para llegar a hacerlo cada vez más consciente y poder desahogar esos nudos emocionales.

Si ponemos palabras a cómo nos sentimos, nos será más fácil ir canalizando presiones, miedos, angustias. De ese modo, podremos asociar nuestros pensamientos con los sentimientos de forma rápida y casi simultánea.

Por eso, cuando nuestras emociones sean demasiado negativas, podemos emplear la escritura como medio para expresarlas, librándonos de ellas sin tener repercusiones exteriores.

La creatividad como canal para liberar emociones
Expertos en el tema como Scott Barry Kaufman, autor del libro Conectado para Crear, nos explica que hacer uso de la creatividad, es un mecanismo idóneo para liberar emociones. 

Cualquier situación adversa puede ser vista como una interrupción de nuestra trayectoria vital, pero si la relatamos y la expresamos, estaremos más cerca de la posibilidad de aceptarlo y seguir avanzando.
Incluso si tenemos dificultades a la hora de la escritura, también podemos utilizar otro tipo de actividades como la pintura, el baile, el deporte o el teatro… Todos estos tipos de arte son canales para poder llegar a controlar y elaborar lo que sentimos.


Tras esto, podemos poner en marcha todo nuestro propio mecanismo de resolución de problemas, ahí donde utilizar  nuestros propios recursos para avanzar y hacernos paso ante la dificultad que se nos presentan.

La Consciencia De Ser

Filosofía
La Consciencia De Ser

La consciencia es un enigma, probablemente el mayor enigma tanto en filosofía como en ciencia. Las cuestiones fundamentales que plantea son: ¿qué es la consciencia? ¿de dónde procede? y ¿para qué sirve? 

El filósofo australiano David J. Chalmers distingue entre los “problemas fáciles” y el “problema duro o difícil” (hard problem) de la consciencia. Los problemas fáciles tratan la consciencia como una facultad mental más y analizan temas como la discriminación entre estímulos sensoriales, la integración de la información para guiar el comportamiento o la verbalización de estados internos, cómo se integran los datos sensoriales con la experiencia del pasado, cómo focalizamos la atención o lo que distingue el estado de vigilia del sueño. Pero el “problema difícil” de la consciencia es saber cómo los procesos físicos cerebrales dan lugar a la consciencia, cómo las descargas de millones de neuronas pueden producir la experiencia consciente, la experiencia subjetiva. 

Si ser consciente implica la existencia de un “yo” y este yo, como nos dice la neurociencia, es una ficción, ¿qué consecuencias tendría este hecho para la consciencia? Por otra parte, ¿existe un solo yo? El psicólogo estadounidense William James planteó la existencia de al menos tres yos diferentes: un yo material, otro social y un tercero espiritual. Además, los enfermos con cerebro escindido han mostrado que pueden surgir tras la separación del cuerpo calloso dos yos distintos. 

El psicólogo californiano Michael Gazzaniga dice que el hemisferio izquierdo es dominante para la mayoría de las funciones cognoscitivas, como la resolución de problemas, mientras que el hemisferio derecho es muy deficiente para resolver problemas difíciles. El resultado de muchos años de investigación sobre el cerebro hendido le hace concluir que el hemisferio derecho tiene una experiencia consciente muy diferente de la exacta y literal del hemisferio izquierdo. 

Aunque ambos son conscientes, la consciencia del cerebro izquierdo supera con mucho a la del derecho. ¿Cuál sería pues el sustrato neuronal que hace surgir estos dos tipos de consciencia en los hemisferios cerebrales? Existe un “vacío explicativo”, como dice el filósofo de Harvard, Joseph Levine, entre las funciones cerebrales y la experiencia subjetiva. 

La cuestión fundamental es, pues: ¿cómo podemos superar el abismo que separa lo objetivo y lo subjetivo, el cerebro y la experiencia consciente? Es un planteamiento muy parecido al planteamiento tradicional cuerpo/alma o mente/cerebro, que han discutido los filósofos desde hace más de 2.000 años. Y aún siguen discutiendo. 

Otra cuestión que se plantea es la siguiente: si un sistema, como el cerebro, puede resolver problemas y procesar información de manera inconsciente, ¿para qué sirve la consciencia? 

Algunos filósofos afirman que cuando comprendamos suficientemente bien el funcionamiento del cerebro, el concepto de consciencia se disipará del mismo modo que se disipó el concepto del flogisto una vez que se comprendió el proceso de la oxidación. El flogisto era un hipotético constituyente volátil de todas las sustancias combustibles que, según se creía, se liberaba en forma de llama durante la combustión. 

Sir Charles Sherrington, premio Nobel de Medicina y Fisiología del año 1932, era de la opinión que la consciencia era científicamente inexplicable. Y el psicólogo Stephen Pinker, de la Universidad de Harvard, piensa que puede que podamos entender la mayoría de los detalles de cómo funciona la mente, pero la consciencia puede permanecer oculta. También el filósofo británico Colin McGinn opina que el problema es demasiado difícil para nuestras mentes limitadas, añadiendo que estamos cerrados cognoscitivamente ante ese problema. Afortunadamente, no todos los científicos y filósofos piensan lo mismo. 

Definición de consciencia 

La consciencia es un concepto que entendemos intuitivamente, pero que es difícil o imposible de describir adecuadamente en palabras. Se puede decir que consciencia es el estado subjetivo de apercibir algo, sea dentro o fuera de nosotros mismos. 

No existe ninguna definición consensuada de la consciencia. Pero consciencia significa experiencia subjetiva, o sea, lo opuesto a objetividad. En algunos escritos la consciencia es considerada sinónimo de mente. Pero la mente incluye procesos mentales inconscientes, y puede definirse como el funcionamiento del cerebro para procesar información y controlar la acción de manera flexible y adaptativa. 

La consciencia tiene contenidos, pero aunque pueda tener una enorme variedad de contenidos no puede tener muchos al mismo tiempo. La consciencia no es un fenómeno pasivo como respuesta a estímulos, sino un proceso activo de interpretación y construcción de datos externos y de la memoria relacionándolos entre sí. 

Se ha equiparado la consciencia a la vigilia, pero estar despierto no es lo mismo que ser consciente de algo en el sentido de apercibirse de algo. En el sueño podemos apercibir imágenes mentales visuales o auditivas. 

Los actos voluntarios y la toma de decisiones son aspectos importantes de la experiencia consciente. Por ello, uno de los significados más comunes de consciencia es que es un sistema de control ejecutivo que supervisa y coordina las actividades del organismo. 

Para el profesor de psicología de la Universidad de Princeton, Philip Johnson-Laird, el cerebro es un sistema organizado jerárquicamente que procesa información en paralelo y cuyo nivel más alto que controla la conducta corresponde a la consciencia, aunque interacciona con varios subsistemas inconscientes. 

Se ha considerado a la consciencia íntimamente relacionada con la memoria operativa, la atención y el procesamiento controlado. La memoria operativa es importante para la solución de problemas, la toma de decisiones y la iniciación de la acción. La relación con la atención es clara: prestar atención a algo es ser consciente de ese algo. El ejemplo más clásico de atención selectiva es el conocido como “efecto cocktail party”, por el que seleccionamos información interesante en medio de un gran ruido de fondo. 

También se ha considerado la consciencia como sinónimo de auto-consciencia. Pero como se puede ser consciente de muchas cosas que no son la propia persona, hoy se estima que la auto-consciencia es una forma especial de la consciencia. 

Todo el mundo sabe lo que es consciencia, dicen el fallecido premio Nobel Francis Crick y su colaborador alemán Christof Koch, pero mientras sepamos tan poco de ella, lo mejor es no dar ninguna definición que pueda inducir a errores o que sea restrictiva, o ambas cosas a la vez. 

En la bibliografía anglosajona se utilizan dos palabras distintas que en español se suelen traducir por consciencia. La primera es “awareness”, que yo traduzco por apercepción; la segunda es "consciousness" que se traduce por consciencia. Esta diferenciación es importante, ya que existe la expresión en inglés “unconscious awareness” que se traduciría por “apercepción inconsciente”, lo que sería imposible si la palabra “awareness” se tradujese por consciencia, como suele hacerse. 

Algunos autores definen la apercepción como un estado en el que tenemos acceso a cierta información que puede usarse para controlar la conducta. La consciencia está siempre acompañada de apercepción, pero la apercepción no tiene por qué estar acompañada por consciencia. 

Se pueden distinguir dos tipos de consciencia. La consciencia primaria, que es la experiencia directa de percepciones, sensaciones, pensamientos y contenidos de la memoria, así como imágenes, ensueños y sueños diurnos. La consciencia reflexiva es la experiencia consciente per se. Este tipo de consciencia es necesaria para la auto-consciencia, que implica darse cuenta de ser un individuo único, separado de los demás, con una historia y un futuro personales. La consciencia reflexiva incluye el proceso de integración, o sea, de observar la propia mente y sus funciones; con otras palabras: conocer que se conoce. En realidad, la experiencia consciente en el humano adulto normal implica tanto la consciencia primaria como la consciencia reflexiva. 

Ser Responsable


¿Qué entendemos por responsabilidad? Si te paras a pensar, este concepto, seguramente, lleva revoloteando encima de nuestras cabezas desde que somos pequeños. Casi desde el momento en el que empezamos a decidir si obedecer o no, y si queremos “desafiar a la autoridad” (papá y mamá). “Tienes que ser responsable”.

Si le preguntas a un niño, que significa ser responsable, dirá algo como “hacer las cosas bien”, “hacer lo que dice papá y mamá” “hacer los deberes”. Los adultos utilizan el término responsabilidad para que los niños entiendan y asuman que hay que portarse bien y cumplir con las tareas que dicen los adultos.

¿Crees que el termino responsabilidad engloba algo más que obligaciones?, ¿qué es lo que te viene a ti a la cabeza cuando hablamos de responsabilidad?

¿Qué es responsabilidad? Definición
Si nos fijamos en el origen etimológico, el significado de responsabilidad no tiene tanto que ver con las tareas a realizar o las obligaciones. Sino con el compromiso.

Convertirse en una persona responsable significa ser capaz de tomar decisiones conscientemente, llevar a cabo conductas que persigan mejorarse a uno mismo y/o ayudar a los demás. Y lo más importante, una persona responsable acepta las consecuencias de sus propios actos y de sus propias decisiones.

La palabra responsabilidad, proviene del latín “responsum” (el obligado a responder de algo o de alguien). Los verbos linos “Respondere y Spondere” están estrechamente relacionados y se utilizaban mucho en el ámbito jurídico. El primero, significaba defender o justificar un hecho en un juicio y el segundo, jurar, prometer o asumir una obligación”.
 Hispanoteca – Lengua y cultura

Por tanto, podemos definir a una persona responsable como aquella que asume los resultados de las decisiones que acepte o tome. La RAE la define responsabilidad como: “Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente.”

La definición de responsabilidad que realiza la RAE, hace especial hincapié en la necesidad de que la persona que asume la responsabilidad cumpla con las consecuencias negativas de sus actos.
Por lo que vemos, es un término que tiene distintas valoraciones y que puede resultar bastante abstracto, pero que todos damos por hecho y utilizamos de forma cotidiana.


Talento Y Constancia

Hace unos días recibí un correo electrónico de un lector que me explicaba su situación referente a la generación de hábitos y como tras tres días de generar un cambio al cuarto ya había perdido la motivación para lograr su implementación, no se pone metas claras lo cual evidencia una clara falta de constancia, que él mismo me señala.

Puedo ver por sus palabras que es una persona sumamente talentosa, pero aquí el punto es lograr dar el siguiente paso, mantener el ritmo para mejorar y honestamente creo que la única forma de hacerlo es mediante un método que le permita comprometerse consigo mismo para ver una realidad alterna en base a resultados.

Desde mi perspectiva creo que ya ha dado el paso más importante y es saberse capaz de lograr un cambio que le permita enfocarse más y ser mejor, eso para mi ya es haber iniciado el camino.
Mi recomendación al respecto radica en aspectos más prácticos, es decir de hacer que las cosas sucedan, tal y como hacemos con una receta de cocina, pero ahora para nuestra vida diaria.

El primer paso sería generar motivación diaria, es decir si reconocemos un problema de constancia entonces hay que encontrar la razón que originalmente nos ha motivado a ser mejores y a partir de ahí anotar diariamente esta razón en un cuaderno diario, con fecha y todo, al final del día es necesario apuntar nuestro avance, digamos una breve síntesis de dos líneas en la que manifestamos un logro que nos encamine al éxito en este sentido.

Un ejemplo de esto es: “Hoy quiero atender las tareas más importantes del día, dar todo y más en mis actividades, por mi, por mi familia y por llevar una vida mejor”.

Final del día: “Hoy logré concentrarme en revisar las listas de posibles sancionados y terminé esta actividad sin distracciones.”

Se lee muy trillado, sin embargo funciona, hacer esto de manera diaria (constante) nos invita a comprometernos y recordar lo que es importante para nosotros.

Cuando llegue el desgano (que definitivamente llegará) entonces habría que brindar una dosis adicional de motivación mediante la comunicación clara de nuestra intención de cambio a las personas que nos interesan, puede ser nuestra pareja, nuestra familia o nuestros amigos; el punto es que el compromiso ya no solo es personal, sino que hay alguien más que sabe hacia dónde queremos ir y esto nos obliga un poco más.

El segundo paso es establecer una meta “sencilla”, algo que sea tan simple como desconectarnos de las redes sociales por unas dos horas al principio y tratar de avanzar en nuestras actividades, esto no es de veintiún días como lo señalan algunos, no es la recete mágica de “en tanto tiempo logras esto” el cambio es real y puede tardar más tiempo o menos dependiendo de la complejidad, es más puede ser que quizá no alcancemos ciertas metas porque nuestros intereses cambian y es válido ser flexibles y reconocer esto.

Al empezar a lograr pequeños cambios, son mini victorias que nos van haciendo ver que estamos avanzando en algo, y esto es la automotivación más grande. De aquí pueden irse gestando metas mucho más grandes que van surgiendo en base a la misma necesidad de ser mejores, evitar el estrés y descubrir un mundo con buenos resultados.

Lo más importante es no desesperarse y al equivocarse volverlo a intentar, en algún momento nuestra propia resistencia resulta inútil cuando vamos viendo beneficios palpables en nuestra vida.


Mi Análisis Realista del día de hoy es: Esta ha sido una breve introducción a una forma que funciona para iniciar con la generación de cambios prospectivos hacia una vida mejor, el punto es reconocer que la mejora productiva continua existe y que debemos darnos la oportunidad de cambiar.

El Trato Humanitario



Humanizar el servicio y realizarlo con un trato más personalizado es garantía de aceptación y reconocimiento. Es una garantía de éxito.

Es por eso, que evitar conductas automatizadas, y dar prioridad al trato individualizado, indica a los clientes la preocupación y el interés por hacer su estancia en nuestra empresa más agradable.
Al fin y al cabo, es lo que deseamos la mayoría cuando somos consumidores, el reconocimiento de que NO somos uno más, que el cliente importa y mucho. 

El cliente es nuestra razón de ser y cómo se sienta en todo momento debe ser nuestra preocupación.
¿Cómo se sentiría un cliente si, en el momento de irse, después de disfrutar de un buen almuerzo o cena en un restaurante se cruzara con personal de cocina o de limpieza y ninguno le saludara?
¿Qué pensará un cliente si mientras disfruta de su momento dentro de un local de hostelería escuchara reiteradamente la "cantinela" buenos días señores, entendiendo que es un mensaje "lorito repetidor" sin verdadero sentimiento?

Se debe implantar conductas de mejora en la atención. Son necesarias porque generan satisfacciones y éstas repercuten positivamente en la empresa.

En mi opinión, y creo que en la de muchos clientes, no se está haciendo todo lo correctamente que se podría.

Además existe otra estrategia que está empezando a ver resultados muy positivos y que también tiene que ver con destacar en el trato personalizado y huir de métodos globales. Los nuevos inversores y sus asesores siguen apostando por la hostelería pero se alejan de empresas rentablemente contrastadas y eligen invertir en compañías nuevas que no están ligadas a una marca o una franquicia.

De esta manera, se humaniza y personaliza la oferta de productos y servicios sin seguir pautas ya marcadas que desestiman en parte el trato más humanizado y personificado. Se evitan las globalizaciones comerciales.

Una de las múltiples ventajas de las empresas no franquiciadas, aparte de la tan ansiada diferenciación, es la posibilidad de implantar o realizar cambios y ofertas según necesidades marcadas en un momento determinado con mucha más celeridad. 

Esto les permite ofrecer esa sensación, tan admirada y alejada de lo estructurado en exceso, como es generar asombro; y además pueden realizar actualizaciones al momento, siendo más rápidos y, por lo tanto, más efectivos y sorpresivos.


Atención Plena

El concepto de atención plena se define como la capacidad de estar totalmente concentrado en una actividad determinada sin que otros pensamientos o sentimientos nos asalten. Es algo complejo, debido a que desde pequeños nos enseñan a ser multitarea y atender varias obligaciones a la vez, pero no nos dan las herramientas para hacerlo de manera correcta.

En algunas ocasiones, sobre todo cuando la carga de trabajo es excesiva, estamos acelerados y sentimos una sensación de nerviosismo sin saber muy bien el por qué. Lo que ocurre es que estamos saturados de información y nuestra mente nos recuerda constantemente todas las tareas que tenemos por concluir.

FACTORES QUE IMPIDEN LA ATENCIÓN PLENA
Hay ciertos factores, sobre todo, externos, que impiden que focalicemos nuestra atención en las tareas, provocando que el estrés se apodere de nosotros. Al distraernos, sentimos que no estamos cumpliendo con nuestras obligaciones y nos da la sensación de que tenemos muchas tareas pendientes, cuando en realidad, es probable, que solo necesitemos media hora para concluirlas.
Uno de los principales causantes de nuestra falta de focalización es el entorno digital. 

Las aplicaciones móviles y las redes sociales como WhatsApp, Twitter o Facebook hacen que desviemos nuestra atención del trabajo para consultar los mensajes que nos van llegando. En este sentido, hay que extremar las precauciones, ya que el uso excesivo de las herramientas digitales puede provocar tecnoestrés

El ruido también es importante, provoca que nuestra capacidad de concentración sea menor y es probable, que optemos por abandonar nuestra labor.

Además, hay que tener en cuenta que a veces somos nosotros mismos los que nos boicoteamos. Nuestra cabeza salta de un pensamiento a otro y en ocasiones, la falta de control u organización nos juega malas pasadas, provocando un caos en la gestión de nuestro tiempo.




domingo, 3 de marzo de 2019

Hay Momentos Y Momentos

La vida es tan incierta, que la felicidad debe
Aprovecharse en el momento en que se presenta.
Alejandro Dumas

Hay momentos en la vida, donde lo único que tenemos que hacer es disfrutar y dar gracias por estar ahí. Disfrutar significa percibir o gozar los productos y ventajas de algo.

También, tener alguna buena condición física o moral, o gozar de comodidad, regalo o conveniencia. 

Es tener el favor o la amistad de alguien, disfrutar es sentir placer o alegría.
Agradecer es sentir y mostrar gratitud, la gratitud es el sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y se debe corresponder a él de manera voluntaria.

Créame, hay momentos en los que sólo se tiene que disfrutar y agradecer, pero algunos no los saben apreciar, por el contrario… les inquietan, les sorprenden e incluso buscan cualquier excusa para negarlos y cuestionarse… Sí, desgraciadamente, algunos no saben disfrutar, agradecer y apreciar esos momentos donde sólo se tiene que estar, sentir y compartir. 

Actúan como si disfrutar y agradecer fuese una pérdida de tiempo, un impase antes de una circunstancia comprometedora, como si disfrutar fuese algo negativo, y como si agradecer fuese cuestión de cubrir deudas adquiridas, porque sí, los hay que por no agradecer… no piden y tampoco dan, y por no disfrutar prefieren seguir adelante haciendo de su vida una línea recta e insensible sin variación… como si disfrutar fuese augurio de futuras desgracias.

Y hay también los que se pasan la vida disfrutando… y los que se pasan la vida agradeciendo… y por qué no… también los que procuran encontrar un momento más para disfrutar y agradecer.

Estos últimos son por mucho los más atinados… los que viven en el equilibrio de saber valorar lo que hacen, lo que tienen, lo que obtienen o lo que reciben… esa podría ser casi seguro la mejor de las fórmulas…

Vivir tomándose el tiempo de disfrutar y de agradecer lo que se vive.

No siempre todo lo que sucede trae una segunda intención… la vida es mucho más simple, es uno mismo quien se la complica en su incapacidad de valorar qué es, quién es, lo que hace, cómo lo hace y lo que da y cómo lo da… a veces… también se recibe porque merecemos recibirlo, porque es nuestro, porque es suyo… porque le pertenece.

Por eso, hoy le invito a tomarse el tiempo de disfrutar y de agradecer todos los días, porque, efectivamente, cada día tiene un momento perfecto para ese grandioso ejercicio de detenerse, de sentirse y de mirar a su alrededor y poder apreciar el gozo y la gratitud.

Hay que educarnos a nosotros mismos para disfrutar y para ser agradecidos, porque esos pequeños grandes momentos son los que dan sentido a nuestra vida, aunque algunos no tengan esa capacidad.
Dejemos de pensar que algo falta, que alguien falta para disfrutar, dejemos de pensar que el agradecimiento es producto de acciones y recompensas… fluyamos mejor con lo simple, con cada mañana, con cada movimiento, olor, sabor o tacto que puede sentir, con alguna sencilla conversación… fluyamos con el trabajo, con lo cotidiano, con las personas que nos rodean, con nuestras ideas, sentimientos y pensamientos.


En verdad la vida es incierta, aprovechemos mejor cada instante para disfrutar, agradecer y ser felices, porque lo único que falta es decidirse. Como siempre, usted elige.

Emocionalmente Torpes

Nos han enseñado que hay que guardar una cierta distancia y proyectar una imagen de confianza, competencia, autoridad. Además como líderes debemos transmitir energía, alegría, positivismo y por supuesto ocultar cualquier sentimiento de debilidad o miedo.

¿Qué ocurre cuando queremos parecer perfectos?, que generalmente se consigue el efecto contrario.
Parece ser que fisiológicamente hablando es imposible discriminar emociones,  si ocultamos nuestro lado oscuro también ocultamos nuestro mejor yo y nos desconectamos.

Por otro lado hay estudios que demuestran que los seres humanos tenemos una capacidad innata para leer las emociones de los otros,  y en concreto la falta de autenticidad la detectamos al instante; tan sólo con una mirada nos es suficiente, ocurre de forma subconsciente, una persona que no es auténtica nos chirría  aunque no sepamos muy bien por qué razón.

Queríamos ser perfectos y lo que hemos conseguido ha sido el efecto contrario, desconectarnos del todo. 

El profesor Frank Bond de la universidad de Londres nos recomienda 4 ejercicios para hacer gimnasia emocional:
Reconocer que tenemos emociones: Este paso para para mi ya es de nivel avanzado.
Etiqueta la emoción: Miedo, inseguridad, simplemente esto de ponerle un nombre hace que la emoción se diluya y deje de ser tan intensa.

Vive tu emoción: vívela intensamente, experiméntala, está ahí por algo, no huyas de ella.

Actúa según tus valores: una vez que hemos aceptado las emociones estamos en la mejor situación para tomar las mejores decisiones posibles. “¡Claro que tengo miedo!, es normal, pero voy a avanzar con miedo y todo”.

Por supuesto los grandes líderes son emocionalmente ágiles, no fingen ni ocultan sus emociones, tienen el coraje de ser ellos mismos, con todo lo que ello implica, con todas sus consecuencias; viven todas esas emociones sin anestesia. De esa forma consiguen crear conexiones auténticas con toda la gente que tienen alrededor.

“las personas podrán olvidar lo que dijiste, podrán olvidar lo que hiciste, pero nunca olvidarán cómo las hiciste sentir"
- Maya Anyelou,


¡Hagamos gimnasia emocional!,  propongo que seamos emocionalmente ágiles, que dejemos de ser robots sin emociones queriendo proyectar imágenes que no son reales, tengamos el coraje de ser nosotros mismos con todas sus consecuencias y sintamos todas esas emociones de las que siempre huimos sin anestesia.

Unidad En La Diversidad


Se visualiza como una conciliación de las diversidades expresada en la realización de objetivos comunes. Se intenta una visión unitaria de lo múltiple. La identidad de nuestros pueblos subsume en sí los elementos de su rica diversidad.

A la manera de la teoría de los conjuntos, América Latina es concebida como una confederación de identidades. Como dice Mario Benedetti, “cuanto más matizadas, más unidas, y cuanto más unidas, más fuertes y creadoras”. 

De igual manera que en el mito del eterno retorno, el proyecto de recomponer la antigua unidad perdida sería el impostergable proyecto de Iberoamérica.

Compartimos esta visión. Visualizamos a esa América, a la vez, como una y plural. En el origen de esta cosmovisión están las ideas e iniciativas políticas de los líderes de la independencia americana. Las mismas fueron de carácter integrador, alentando siempre, al decir de Uslar Pietri, perspectivas continentales. Procuraban superar las estrechos proyectos nacionalistas en aras de una apertura hacia la integración regional. Por ende, la utopía y un proyecto estratégico de los líderes del MERCOSUR coinciden en que las diferentes naciones (nuestras “patrias chicas”) deberían articularse en una Patria Grande Sudamericana. 

Debe entenderse que hay algo más que diversidades sin interconexión en nuestros pueblos americanos. Existe también la autoconciencia de pertenecer a un colectivo que trasciende nacionalismos y regionalismos y procura proyectar un futuro compartido. 

El dilema de la identidad viene desde nuestra historia independiente, de libertadores como Bolívar y pensadores como Sarmiento: ¿ser o no ser? El tratamiento de Sudamérica como bloque regional con afinidades identitarias no es caprichoso, sino que resulta consecuencia de los datos concretos de una realidad sociológica que se impone. Por consiguiente, no alienta fundamentalismos ni resentimientos.

Es el resultado de lo que llamamos la ampliación de la conciencia de pertenencia nacional en una identificación regional o continental. Esto es: extender la autoconciencia a un ámbito supranacional, sin detrimento de la propia identidad. 

Se ha hablado así de “la América de las patrias”, de “la nación de Repúblicas” y de “el patriotismo regional”. Se ha propuesto la “unidad en la mega diversidad”, “hacer de muchas patrias un solo pueblo”. Esos fueron los anhelos de muchos referentes iberoamericanos. 


Superficialidad

Del latín superficialis, el adjetivo superficial hace referencia a aquello que está vinculado con la superficie. Lo superficial es algo que se encuentra en la capa exterior de una cosa, sin avanzar en profundidad.

Por ejemplo: “Las heridas son sólo superficiales y no comprometen ningún órgano”, “El terremoto causó daños superficiales pero no afectó la estructura edilicia”, “El coche tiene varias marcas superficiales aunque su funcionamiento es impecable”.

Superficial también es algo que carece de firmeza o fundamentación: “La investigación periodística es superficial y no ahonda en las causas del problema”, “El editor me dijo que es un libro superficial y que no merece ser publicado”, “Nunca vi una película que tratara el tema de la guerra de una forma tan superficial”.

Este adjetivo puede ser dicho sobre una persona, lo que supone una ofensa o, al menos, una crítica negativa. Un sujeto superficial es frívolo y sólo está interesado en las apariencias. No juzga las cosas por su esencia, sino por su aspecto: “Mi novia es un poco superficial: pasa la mitad del día leyendo revistas de moda y ni siquiera sabe el nombre del presidente”, “La estrella de Hollywood volvió a mostrarse como una persona superficial al confesar que no estaba al tanto de los problemas sufridos por el pueblo haitiano tras el sismo”.

Para la física, la tensión superficial es la acción que desarrollan las fuerzas moleculares y que generan que la capa superior de un líquido tienda a albergar el volumen en la menor superficie posible.

La pobreza lingüística es un mal que ha afectado a un sinnúmero de países y continúa haciéndolo, formando jóvenes que en muchos casos no son capaces de escribir sus propios nombres y apellidos correctamente. Cuando nació Internet, los maestros se escudaron en que el chat y los emails eran los responsables de la creciente ola de faltas de ortografía y de errores gramaticales. Con el furor de los teléfonos móviles, los mensajes de texto (o sms) compartieron la culpa, dada la “necesidad” de acortar al máximo las oraciones para ahorrar dinero.

Sin embargo, no todos los usuarios de Internet y teléfonos móviles hemos visto nuestros conocimientos ortográficos y gramaticales desvanecerse, con lo cual resulta un tanto injusto apuntar con el dedo a la tecnología y acusarla de “anti educativa“. ¿No es acaso gracias a ella que el conocimiento se ha vuelto mucho más accesible? ¿No debemos a las redes informáticas la posibilidad de realizar todo tipo de cursos a distancia con tutorías en tiempo real y contacto con estudiantes de todas partes del mundo?

Las personas de habla hispana podemos pensar que esto es algo nuestro, que acrecentará el porcentaje de laísmo en España y de conjugaciones verbales erróneas en Latinoamérica. Pero, no. Ocurre en Francia, donde los adolescentes se comunican por medio de interjecciones y monosílabos, en Japón, donde cada vez es más difícil inculcar a sus jóvenes la importancia de la escritura, y en muchos otros países, con formas diferentes, pero con la misma consecuencia: se está desperdiciando un legado rico y de muchísimos años, que nos ofrece millones de posibilidades, para quedarse simplemente con la superficie, con los elementos básicos y, como si esto no fuera lo suficientemente terrible, se usan mal.


Cada día se vuelve más cierto que quienes estudian un idioma extranjero lo observan y respetan más que muchos nativos. El mayor problema es que el ser humano tiende a emparchar sus errores, lo cual le resulta mucho más cómodo que corregirlos desde la raíz; esto se traduce en simplificar las reglas lingüísticas cuando ya no queda tanta gente que las cumpla, convirtiendo en correcto lo incorrecto. 

La pregunta es ¿cuán lejos se puede llegar en este proceso? ¿Podrán las generaciones futuras entender la literatura clásica o, incluso, la de nuestros tiempos?

Me Sobra Un Ojal O Me Falta Un Botón

Me Sobra Un Ojal O Me Falta Un Botón
José Larralde
Letra de la canción
Bendito el que hizo por qué 
pa' disculpas de los males,
 
bendito el que hizo por qué
 
pa' disculpas de los males,
 
si te lo querés saber
 
preguntá y después contame.
 

Porque tengo razón
 
que no tengo razón,
 
que me falta un ojal
 
que me sobra un botón.
 
Porque sí, porque estoy,
 
porque no, que me voy,
 
porque soy, porque doy,
 
porque fui.
 

Pregúntale al disgraciado
 
el motivo de sus males,
 
pregúntale al disgraciado
 
el motivo de sus males,
 
el porque le va a salir
 
como chancho en los maizales.
 

Porque tengo razón
 
que no tengo razón,
 
que me falta un ojal
 
que me sobra un botón.
 
Porque sí, porque estoy,
 
porque no, que me voy,
 
porque soy, porque doy,
 
porque fui.


Todos Podemos

Esperar a que alguien venga a salvarnos es un error porque nadie sabrá hacerlo mejor que nosotros mismos. Eso sí, quizás a veces con un poco de ayuda. El mejor salvador lleva nuestro nombre porque nosotros también podemos ser nuestros héroes. 

No es preciso que nos pongamos un traje especial ni que luchemos contra enemigos con poderes especiales. Tan solo hay que prestarse atención y cuidarse cuando lo necesitemos. De lo contrario puede que el malestar aparezca un día para quedarse.

Ser nuestros héroes nos ayudará a mejorar la autoestima, facilitará el camino hacia nuestros sueños y demostrará al resto que tenemos la capacidad para hacer aquello que deseamos. Nuestra felicidad depende de nosotros y en definitiva, de nuestra heroicidad. 

La importancia de tomar decisiones
Un héroe se define por su valentía, por su capacidad de actuar y de algún modo, por construir la felicidad y el bienestar. ¿Cómo lo hace? Tomando decisiones, eligiendo qué hacer y hacia dónde ir.

Por ello, si queremos convertirnos en nuestros héroes nuestras decisiones serán muy importantes
El problema es que estamos decidiendo continuamente pero no nos damos cuenta. Desde la ropa que nos ponemos hasta lo que vamos a comer o cómo pasaremos el día. Nuestra rutina está repleta de ellas. Ahora bien, la mejor decisión es la que tiene que ver con nuestra actitud. ¿Cómo elegimos enfrentar el día o simplemente, cómo nos tomamos las cosas que van sucediendo?

A menudo, creemos que tenemos menos poder del que verdad poseemos sobre nosotros. 

Por ello, decidir de qué modo vamos actuar y cuál va a ser nuestra actitud ante las diferentes situaciones será fundamental. Un héroe es consciente de ello y lo cultiva. ¿Nos ponemos manos a la obra?

Dejemos de dar protagonismo a esas voces internas que no nos dejan avanzar y nos anclan a la zona de confort y decidamos salvarnos de esa “mala comodidad”.



sábado, 2 de marzo de 2019

La Cultura De La Ignorancia

"El cinco por ciento de la gente piensa, el diez por ciento de la gente piensa que ellos piensan, y el otro ochenta y cinco por ciento preferiría morir antes que pensar. "
- Thomas Edison

El teatro montado en La Moncloa revela el profundo nivel de ignorancia que envuelve el imperio en su agonía prolongada. La ignorancia de los hechos, la ignorancia de las matemáticas, la ignorancia de la historia, la ignorancia de la realidad, y la ignorancia de lo ignorantes que nos hemos convertido como nación, nos han preparado para una caída épica y, en cierto modo nos merecemos todo lo que nos está ocurriendo. Es casi como si nos encanta revolcarnos en nuestra ignorancia como una cerda gorda perezosa en un agujero de barro. Los señores de la casta son capaces de retener su poder, el control y enormes riquezas mal halladas, porque los siervos educados del gobierno son demasiado ignorantes para reconocer las contradicciones evidentes en la propaganda que están inundado diariamente por los medios controlados por el Estado.

"Cualquier ataque formal sobre la ignorancia está condenado al fracaso porque las masas están siempre dispuestos a defender su posesión más preciada - su ignorancia." - Hendrik Willem van Loon

Los niveles de ignorancia son multidimensionales y diversos, cruzando toda la educación, el ingreso y filas profesionales. El hedor de la ignorancia se ha asentado como una niebla tóxica sobre nuestro país. Los miembros que constituyen la clase dominante de este país, ignoran a propósito los hechos y la verdad para la conservación y la mejora de su riqueza y poder aunque son dependientes de éstos por lo que está claro que no tienen los conocimientos necesarios para entender lo que les está pasando. La clase baja se revuelca en su ignorancia con sus opciones de vida, la falta de preocupación por el matrimonio o la crianza de los hijos, falta de interés en la educación de ellos mismos, y escondiéndose detrás de la cruz de victimismo culpando a otros de sus propios fracasos. 

Todo el mundo nace ignorante y el camino hacia la conciencia y el conocimiento se encuentra en los libros de lectura. Ricos y pobres por igual son libres de leer y educarse. El gobierno, sindicatos de maestros, y un pueblo no son necesarios para alcanzar el conocimiento. Se requiere mucho trabajo y es preferible aferrarse a su ignorancia voluntaria y  permanecer estúpido.

La juventud del país se consume en la trivialidad tecno-narcisista, apenas levantan la vista de sus iGadgets el tiempo suficiente para hacer contacto visual con los demás seres humanos. La combinación tóxica de la educación pública otorgada por el Estado, impartido por el manipulado intelectual profesorado sin inspiración y sin motivación, los niños cuyas madres trabajan, se han convertido en una generación de jóvenes ignorantes de la historia, de los conceptos matemáticos básicos, y han perdido (de hecho nunca la han ganado) la capacidad o el interés de leer y escribir. Se les ha enseñado a sentir en lugar de pensar críticamente. Han sido programados para creer en lugar de preguntar y explorar. Lemas y memes han sustituido a los conocimientos y la comprensión

Inevitablemente han elegido la ignorancia infligida a sus cerebros por miles de horas dedicadas a canto, mensajes de texto, facebooking, búsqueda de vídeos de un adorable gato en Internet, viendo a imbéciles cantantes de rap racistas, reality shows , y sentados como zombies durante días controlando la voladura de las ciudades, matando prostitutas, y asesinando a policías con su nueva PS4 en su televisión de alta definición de 65 pulgadas, en lugar de obtener una verdadera comprensión del mundo mediante la lectura de Steinbeck, Huxley y Orwell . La tecnología ha reducido nuestra capacidad de pensar y el aumento de nuestra ignorancia.

"Durante mis ochenta y siete años, he sido testigo de toda una sucesión de revoluciones tecnológicas. Pero ninguna de ellas ha eliminado la necesidad en el individuo o la capacidad de pensar "
-.Bernard M. Baruch

Los jóvenes tienen una cosa a su favor. Aún son jóvenes y pueden despertar de su letargo autoimpuesto de la ignorancia. Deben empezar a cuestionar el paradigma que están heredando y examinar críticamente las acciones mendaces de sus mayores. El futuro del país está en sus manos, así que espero que dejen a un lado los iGadgets y abran los ojos antes de que sea demasiado tarde. Necesitamos.

La ignorancia de los jóvenes puede ser atribuido a la inexperiencia, la falta de sabiduría, y la inmadurez. No hay excusa para el nivel épico de la ignorancia mostrada por las generaciones mayores en los últimos treinta años. La Generación X ha trazado el rumbo de este barco del estado durante décadas. El barco de los locos es una descripción más apropiada, ya que han estimulado la mentalidad del derecho que ha abrumado a los recursos fiscales del país. 

Nuestro bienestar, construido sobre una montaña del Himalaya de la deuda, permitido por un banco central de propiedad de Wall Street, y perpetuada por enjambres de corruptos sobornó a políticos, es la prueba definitiva para el nivel aparentemente ilimitado de la ignorancia que envuelve nuestra civilización. 

El modo de pensar impregna nuestra cultura desde los más ricos a los más pobres. Mega-corporaciones utilizan su influencia indebidamente (sobornos disfrazados de contribuciones de campaña) para elegir candidatos flexibles de oficina, contratan lobbies para escribir las leyes y regulaciones que rigen sus industrias, y se codean con los banqueros y otros titanes de la industria para cosechar los máximos beneficios de la campos cada vez más estériles de una tierra antiguamente próspera, de la leche, el vino y el aceite. 


“No podemos hipotecar los bienes materiales de nuestros nietos sin arriesgar la pérdida también de su herencia política y espiritual. Queremos una democracia que sobreviva a todas las generaciones por venir, para no convertirse en el fantasma insolvente del mañana. " 
- Dwight D. Eisenhower

La Búsqueda Del Sentido Absoluto

Filosofía
La Búsqueda Del Sentido Absoluto

La primera fuerza o necesidad que el hombre experimenta ya desde su adolescencia, es la de encontrar un sentido a su propia vida. La voluntad de placer, de gozar de la vida, no es la fuerza fundamental del hombre, no es la que puede explicar toda la historia de la humanidad y de cada hombre en particular. Tampoco la voluntad de afirmarse y de ser alguien en la sociedad es la  última  y más importante tendencia del hombre.

Lo que en realidad el hombre más necesita es encontrar un sentido a su existencia, ubicarse en el mundo del porque y saber si todo tiene un sentido, o en cambio es solo una promesa que nunca se realizara.

El hombre es capaz de vivir e incluso morir por sus ideales y principios, pero no puede inventar el mismo estos ideales. No podemos como nos propones Sartre, inventar nosotros el sentido de nuestra vida. Podemos descubrirlo, no inventarlo.

La vida del hombre no es, pues, un estado de satisfacción, sino una tensión, un conflicto, una lucha para descubrir una solución al problema fundamental.

El hombre es esencialmente esta tensión entre el tedio y el deseo. Experimentar el vacío la pérdida del sentido de la vida  es lo que constituye la angustia existencial del hombre..

A veces, el hombre quiere huir de esta realidad y compensarla con el dinero, con el sexo, la droga, el poder, la actividad frenética.

Pero la pregunta existencial: "Vale la pena todo esto .. ? ", vuelve a inquietar siempre al hombre. 

Vale la pena  encarar este tema y buscar las pistas de solución


Mantener El Autocontrol


Esto es lo primero que debes saber: mantener la calma es algo que se aprende. Aunque venimos al mundo con una dotación genética que nos hace más o menos impulsivos, lo natural es que comencemos la vida dejándonos llevar por las emociones y las pasiones. Nuestro lóbulo frontal aún no está totalmente desarrollado.

Si tenemos la fortuna de contar con condiciones favorables para nuestra evolución y desarrollo, vamos aprendiendo que para actuar razonablemente debemos controlar los impulsos. También nos vamos dando cuenta de que si no hay ese autocontrol, terminamos actuando de manera errática y acabamos haciendo o diciendo frases que a la larga nos perjudican.

“La vida es como un viaje por la mar: hay días de calma y días de borrasca; lo importante es ser un buen capitán de nuestro barco”
–Jacinto Benavente–

La mala noticia es que no todos hemos una educación que favorezca el autocontrol; la noticia positiva es que pasada la infancia podemos realizar esta educación nosotros mismos. Una vez que somos conscientes del problema -en nuestro pasado existen numerosos ejemplos de haber metido la pata por precipitación- podemos actuar para corregir esta dinámica.

En este caso, es verdad que estamos introduciendo un factor de represión sobre nuestros impulsos. Entrar en el mundo de la cultura siempre exige una cuota de renuncia a esos apetitos y deseos que van en contra de la convivencia con otros.

Pero en realidad, a quien más le sirve el autocontrol es a nosotros mismos. Nos impide desperdiciar energía emocional inútilmente y nos permite ser más asertivos..

La pérdida de control ocurre cuando se presenta un estímulo estresante. Bajo el rótulo de “estresante” podemos ubicar lo que nos asusta y/o nos amenaza. También aquello que nos cuestiona, nos pone en entredicho o se opone a nuestros deseos.

Si no has cultivado el autocontrol, lo que ocurre con ese tipo de estímulos es que te ponen en una actitud defensiva, que se expresa como agresividad: gritas, gesticulas de manera violenta, empleas lenguaje ofensivo o diseñas un discurso hiriente y también amenazante.


Puedes controlar esos impulsos si logras mantenerte quieto y en silencio unos 20 segundos. Si sientes que te resulta imposible no reaccionar, simplemente ponte de pie y corta con la situación por un instante breve, inspirando y expirando profundamente. Es muy cierto aquello de que “hay que contar hasta diez”. 

A veces, la diferencia entre un gran acierto y un gran error son precisamente esos pocos segundos de ruptura.

Cuando Se Acaba El Tiempo

El tiempo se acaba. El tiempo siempre corre en nuestra contra y solamente lo hace así porque nosotros decidimos que tiene que terminarse. Porque pese a que en realidad nunca vaya a pararse, seguirá transcurriendo a una velocidad que ni podremos ni querremos seguir. La señalaremos como imposible de aguantar antes de que nos expulse de sus cadencias.

 El tiempo se termina cuando nosotros decidimos que se termine porque es nuestro tiempo, pero nuestra hora comenzará sólo cuando nosotros queramos convertirnos en dueños de nuestro propio futuro. En tanto eso no suceda el tiempo se termina. No debemos esperar más.

Debemos apoderarnos de la capacidad de equivocarnos sin pausa, de estamparnos contra las imposibilidades de lo material protegidos por la sustancia etérea de los sueños que nos traen la felicidad. Cubrirnos, poco a poco, con una fina pero consistente capa del idealismo que recogemos mientras soñamos para poder ubicarla posteriormente en el mundo de las horas y los días, de la luz y los despertares.

No podemos permitirnos que la realidad cambie sólo a la hora de dormir y que las recetas con las que nuestras mentes nos ilustran mientras descansamos en la cama se olviden al abrir los ojos cada mañana. Soñar es gratuito y debemos acostumbrarnos a que los sueños se hacen realidad cuando decidimos que no podemos seguir escapando de nuestras ansias por poder mirar a los ojos y no ver engaños en los espejos.

Para poder actuar sin hipotecas ni deudas, sin deberes ni restricciones, por obligación hacia nosotros mismos y desprecio ante quienes llenan nuestras vidas de cerrojos que nos convierten en seres inermes y fácilmente manipulables.

Hay millones motivos, millones de latidos que fuerzan y empujan desde dentro, que contribuyen a generar sensaciones, que ayudan a romper el silencio. Y son millones de motivos y de latidos compatibles en su esencia y condenados en la actualidad a un aislamiento que los convierte en frustración individual cuando deberían funcionar en realidad como nexos de unión parar actuar colectivamente.

Nos encontramos ante una desconexión del hombre con el hombre tan profunda que la simple petición de ayuda, el más elemental llamamiento a la solidaridad, aparece como un precipicio de caída infinita, de insondable fondo, de oscuro vértigo. Y no podemos permitirnos mantener este aislamiento, no podemos continuar con la negación de lo más humano que surge desde nuestro interior. La llamada desesperada hacia el exterior debe ser recuperada como instrumento de identificación de posturas comunes ante la realidad.

La expresión individual de miedos y sueños, de frustraciones y aspiraciones, debe convertirse, una vez generalizada, en ese motivo que ponga a andar de nuevo las ansias de transformación que siempre han caracterizado a los marcados, a los insatisfechos, a los soñadores, a los justos y a los locos. En definitiva a los buenos. Porque las cosas nunca son mucho más complicadas que como las plantean los niños.

Están los buenos y están los malos. Están las cosas bonitas y las cosas feas. La inocencia de la infancia y la incredulidad de la experiencia. Por el camino, muchos seres humanos que tropiezan en busca de la identidad que injustamente se les niegan.

Que al menos no se abandonen y no se rindan, que retornen a la seguridad y la compañía de las señas de identidad compartidas.