domingo, 3 de marzo de 2019

Hay Momentos Y Momentos

La vida es tan incierta, que la felicidad debe
Aprovecharse en el momento en que se presenta.
Alejandro Dumas

Hay momentos en la vida, donde lo único que tenemos que hacer es disfrutar y dar gracias por estar ahí. Disfrutar significa percibir o gozar los productos y ventajas de algo.

También, tener alguna buena condición física o moral, o gozar de comodidad, regalo o conveniencia. 

Es tener el favor o la amistad de alguien, disfrutar es sentir placer o alegría.
Agradecer es sentir y mostrar gratitud, la gratitud es el sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y se debe corresponder a él de manera voluntaria.

Créame, hay momentos en los que sólo se tiene que disfrutar y agradecer, pero algunos no los saben apreciar, por el contrario… les inquietan, les sorprenden e incluso buscan cualquier excusa para negarlos y cuestionarse… Sí, desgraciadamente, algunos no saben disfrutar, agradecer y apreciar esos momentos donde sólo se tiene que estar, sentir y compartir. 

Actúan como si disfrutar y agradecer fuese una pérdida de tiempo, un impase antes de una circunstancia comprometedora, como si disfrutar fuese algo negativo, y como si agradecer fuese cuestión de cubrir deudas adquiridas, porque sí, los hay que por no agradecer… no piden y tampoco dan, y por no disfrutar prefieren seguir adelante haciendo de su vida una línea recta e insensible sin variación… como si disfrutar fuese augurio de futuras desgracias.

Y hay también los que se pasan la vida disfrutando… y los que se pasan la vida agradeciendo… y por qué no… también los que procuran encontrar un momento más para disfrutar y agradecer.

Estos últimos son por mucho los más atinados… los que viven en el equilibrio de saber valorar lo que hacen, lo que tienen, lo que obtienen o lo que reciben… esa podría ser casi seguro la mejor de las fórmulas…

Vivir tomándose el tiempo de disfrutar y de agradecer lo que se vive.

No siempre todo lo que sucede trae una segunda intención… la vida es mucho más simple, es uno mismo quien se la complica en su incapacidad de valorar qué es, quién es, lo que hace, cómo lo hace y lo que da y cómo lo da… a veces… también se recibe porque merecemos recibirlo, porque es nuestro, porque es suyo… porque le pertenece.

Por eso, hoy le invito a tomarse el tiempo de disfrutar y de agradecer todos los días, porque, efectivamente, cada día tiene un momento perfecto para ese grandioso ejercicio de detenerse, de sentirse y de mirar a su alrededor y poder apreciar el gozo y la gratitud.

Hay que educarnos a nosotros mismos para disfrutar y para ser agradecidos, porque esos pequeños grandes momentos son los que dan sentido a nuestra vida, aunque algunos no tengan esa capacidad.
Dejemos de pensar que algo falta, que alguien falta para disfrutar, dejemos de pensar que el agradecimiento es producto de acciones y recompensas… fluyamos mejor con lo simple, con cada mañana, con cada movimiento, olor, sabor o tacto que puede sentir, con alguna sencilla conversación… fluyamos con el trabajo, con lo cotidiano, con las personas que nos rodean, con nuestras ideas, sentimientos y pensamientos.


En verdad la vida es incierta, aprovechemos mejor cada instante para disfrutar, agradecer y ser felices, porque lo único que falta es decidirse. Como siempre, usted elige.

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