lunes, 11 de marzo de 2019

Nada Se Detiene



¿Te has dado cuenta de lo que dice esta frase? Pues habrá que tenerlo en cuenta, ¿no?

Si va y viene y no se detiene, tú tienes solamente dos opciones: pasar olímpicamente y seguir haciendo lo que has hecho hasta ahora, o subirte en marcha. Porque la vida no se va a detener, no te va a preguntar: «¿subes, guapo?». ¡No!, no lo va a hacer.

Serás tú el que tendrás que preguntarte qué quieres de la vida y, con arreglo a tu propia respuesta, si quieres llegar a algún sitio, conseguir tus objetivos o alcanzar tus sueños, deberás dar un salto importante para subirte al tren, ese tren que va y viene y no se detiene, ese tren que te va a llevar si te has decidido a subir.

Porque, ¿sabes lo que pasa?, que si no te agarras a la vida, si no la enganchas con fuerza, si no pegas ese salto y te subes a ella, te quedas fuera. Después no vale eso de «qué suerte tienen algunos, seguro que están enchufados» o «a mí no me dieron la oportunidad».

La vida pasa para todos, y el que quiere se engancha. La vida va y viene para todos y… ¡qué malo es cuando se detiene! Por eso unos se suben en marcha y otros no. ¿Tú qué prefieres?

Esa pregunta es la que debes hacerte cada día, porque debes vivir el presente y en este presente es cuando deberás tomar tus decisiones, decisiones de hoy que te llevarán al futuro, a ese futuro que deseas y que debes empezar a construirlo hoy, ahora, en este momento. 

Luego y mañana, será tarde. El tren se habrá marchado. ¿A qué esperas?

La vida va y viene y no se detiene, pero la vida quiere ir contigo porque necesita de ti y tú tienes que estar dentro y aportarle a ella tus propios dones, capacidades y valores. No tengas miedo. ¡Súbete a la vida!

¡Sé valiente, cierra el paraguas y mójate!

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