Los seres humanos observamos el mundo que nos rodea y
describimos la realidad a través de las palabras. En ese caso, la grandeza es
una forma de definir a una persona que es admirable en sus acciones y gestos.
Una persona que tiene una enorme grandeza es honesta, sincera, tiene valores
humanos, gestos que son un ejemplo para los demás.
Las personas extraordinarias
son aquellas que tienen un don especial, una humanidad enorme, son personas solidarias que no solo piensan en
sí mismas sino que aplican la filosofía de vida de
dejar este mundo mejor de lo que ellos lo encontraron.
Personas con grandeza como referentes
Es decir, a través de sus acciones y de sus palabras
siembran esperanza, paz
y fe a todos aquellos que están alrededor. Por tanto, las personas con una
enorme grandeza se convierten en un referente social que tiene un enorme valor
transformador. Son líderes que dejan una huella positiva en los demás, incluso,
más allá de su ausencia.
Desde otro punto de vista, también puede ocurrir que una
persona tenga delirios de grandeza.
Esta expresión se utiliza para referir a aquellas personas que son
muy vanidosas y siempre quieren estar aparentando ante los demás. Es decir, son
personas que dan más importancia al tener que al ser y viven más pendientes del
qué dirán los demás que de su propio criterio. Las personas que tienen delirios
de grandeza tienen una falsa imagen de sí mismas pero además, también pueden
resultar un tanto artificiales en ciertos momentos al
valorar asuntos que son totalmente superficiales.
A nivel humano, conviene puntualizar que no existe mayor
grandeza que la práctica del bien. Es decir, realizar el
bien es un gesto que ennoblece el corazón.
Mientras que una buena acción humaniza todavía más a aquel que la realiza, por
el contrario, una mala acción limita el potencial de un ser humano.
Desde un punto de vista esencial y antropológico, conviene
puntualizar que todo ser humano está dotado de una inmensa grandeza porque es
un ser único e irrepetible dotado de dones tan valiosos como la inteligencia y
también, la voluntad. Además, todo ser humano también tiene la grandeza de una
infinita capacidad de superación personal. Pero todo
ser humano es libre y tiene la capacidad de elegir entre la virtud o la realización de acciones que no son buenas.
La grandeza siempre debe de producir admiración pero a veces, produce
envidia en aquellos que se entristecen del bien ajeno.
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