miércoles, 20 de marzo de 2019

Mirada Introspectiva

La introspección es la capacidad que todo ser humano tiene para mirar dentro de sí mismo y bucear en su mundo interior.

Un mundo interior que a diferencia del mundo externo es inmaterial, no tiene colores y es invisible a la vista. Sin embargo, la introspección te permite llegar a tu mundo interno a través de la sensibilidad, la reflexión y la toma de conciencia.

Para cultivar la introspección es fundamental buscar el silencio, eliminar distracciones externas para poder pensar con calma y tranquilidad. Existe un entorno que es especialmente propicio para cultivar la introspección. Pasear por la naturaleza y conectar con el lado trascendental de la vida y del universo te permite descubrir la grandeza de tu ser. Para cultivar la introspección puedes hacer un proceso de coaching, realizar ejercicios de relajación, leer un libro de autoayuda, conversar con un amigo verdadero sobre temas profundos, escribir un diario personal…

Vivimos en una sociedad que lleva al ser humano a vivir centrado en la exterioridad como muestra el valor del consumismo, las redes sociales, el teléfono móvil, la televisión… Sin embargo, el ser humano nunca es feliz mientras busca fuera de sí mismo aquello que solo puede encontrar en su corazón.

Con frecuencia, existen personas que también evitan la introspección por el miedo a aquello que van a encontrar en su interior.

El trabajo y la necesidad de estar permanentemente ocupado son dos formas habituales de evitación de la introspección que solo producen efectos negativos a largo plazo porque para ser feliz de verdad, es fundamental buscar el equilibrio entre mundo interno y mundo externo. Para cultivar la introspección es fundamental tener claro el orden de valores de la vida porque el ser es más importante que el tener.

Por tanto, practica la introspección para responder a las preguntas más importantes de la vida: ¿Quién eres? ¿Qué quieres hacer con tu vida? ¿Qué sentido tiene tu existencia? ¿Cuál es la verdad que hay en tu corazón? Las grandes preguntas de la vida, que muestran cuestiones filosóficas solo pueden responderse desde la profundidad que surge del diálogo contigo mismo.


Para cultivar la introspección contigo mismo tienes que buscar tiempo para estar a solas contigo y disfrutar de tu propia compañía en planes agradables. El ser humano es social e individual al mismo tiempo. Para conectar en la relación con los demás, tienes que cultivar también la relación contigo mismo con paciencia, cariño y respeto. 

Eres un ser único e irrepetible, tomate tu tiempo para conocerte.

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