¿A quién no le gusta que le presten interés?. Mentiría
posiblemente el que dijera que no lo necesita.
Sin embargo ,a pesar de lo mucho
que lamentamos que no se no preste el adecuado interés, somos nosotros mismos
los que en muchas ocasiones no prestamos interés a los otros o lo hacemos de
una manera inadecuada. ¿Cómo mostrar interés por los demás?
Evidentemente hay una cosa que es previa y muy importante,
que es escuchar. Si no escuchas
es imposible que la otra persona sienta que le estás prestando atención, porque
no se la estarás prestando.
Pero escuchar no es bastante. Si bastara con eso podríamos
igualmente hablar con las paredes y sentirnos satisfechos, porque no
necesitaríamos ninguna reacción de la persona que nos escucha. Pero sí
necesitamos una reacción, y si la reacción no es la adecuada entonces no
podemos evitar sentirnos decepcionados.
No todos los mensajes son iguales. Cuanta mayor importancia
tiene el mensaje para la persona que lo emite, mayor es la expectativa de una
reacción por parte del oyente. Si le cuento a un amigo que me estoy
comiendo un pollo con patatas y no me dice nada puede que no me siente muy
bien, pero si le cuento que un pariente ha fallecido, o que me ha tocado la
lotería y no muestra ninguna reacción, seguro que me sienta mucho peor.
Martin Seligman en su libro Flourish: A Visionary New Understanding of Happiness and Well-being:
( “Florecer: una nueva comprensión visionaria de la felicidad y el bienestar”)
nos muestra cuáles son las posibles reacciones en los casos en que una persona
nos comunique algo que para ella sea importante, según sea activa o pasiva y
constructiva o destructiva.
Lo mejor será verlo con un ejemplo. Ramón le dice a Pedro: ”
Acabo de conocer a una chica maravillosa, llevamos varios días viéndonos y no
nos podemos separar”.
Reacción Activa- Constructiva:
Lenguaje verbal: “Me alegro muchísimo por ti. Tienes que
estar muy contento. ¿Dónde la conociste? ¿Cómo se llama? Vamos a celebrarlo”.
Lenguaje no verbal: con una sonrisa plena, mirando a quien
habla, con una postura abierta.
Reacción Pasiva-Constructiva:
Lenguaje verbal: “Muy bien. Me alegro”.
Lenguaje no verbal: con poca o ninguna emoción.
Reacción Activa- Destructiva:
Lenguaje verbal: ” Bueno… fíate tú de las mujeres. No lances las campanas al
vuelo. Seguro que te corta las alas y te acaba complicando la vida”.
Lenguaje no verbal: muestra de emociones negativas, como
fruncir el ceño.
Reacción Pasiva- Destructiva:
Lenguaje verbal:” Creo que mañana va a llover, no voy a
poder ir a jugar al paddle”.
Lenguaje no verbal: sin mirar a los ojos, marchándose.
Adivina cuál de esas reacciones hace sentir mejor a la
persona y cual hace que se sienta peor. Evidentemente he puesto los ejemplos
más extremos para ilustrar las posibilidades pero si haces análisis de
conciencia verás que muchas veces, sin ser posiblemente consciente de ello
reaccionas de manera pasiva o destructiva ( o incluso de manera
pasiva-destructiva).
El reaccionar de manera activa constructiva, no nos asegura
el éxito en el 100% de los casos. Puede que incluso haya personas que no
respondan a tu actitud, pero en la gran mayoría de las ocasiones verás cómo
tu popularidad crece y tu satisfacción con tu comportamiento respecto a
los demás también lo hace.
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