miércoles, 13 de marzo de 2019

El Equilibrio Emocional

Se denomina equilibrio emocional a las respuestas emocionales adecuadas que un individuo brinda hacia el entorno que lo rodea. Si bien la noción de adecuación puede pecar de cierta vaguedad, es importante hacer notar que el desequilibrio es la consecuencia de una relación entre el sujeto y el ambiente que genera profunda insatisfacción. Es por ello que las diversas escuelas abocadas al estudio de la psique humana conceden una relevancia decisiva a las relaciones que un individuo establece con sus semejantes.

En tanto organismo vivo, al ser humano se le aplica las nociones de estímulo y respuesta. De esta manera, a cada hombre el desempeño diario le depara una serie de situaciones de stress ante las cuales debe reaccionar. Si esta reacción o respuesta logra evadir o transformar en algo positivo el stress, la persona mantendrá un equilibrio en sus emociones; de lo contrario sufrirá sus consecuencias negativas que se trasuntarán en una inadaptación. Es por ello que el equilibrio emocional guarda mucha relevancia para entender el desenvolvimiento laboral, escolar, deportivo, etc. De cualquier individuo.

La sanidad mental de una persona se manifiesta cuando existe un equilibrio entre sus deseos y la realidad que vive, es decir, cuando se vive armónicamente con el entorno y con las posibilidades que la vida nos ha dado en los aspectos psíquicos, económicos y físicos. Poniéndolo en palabras más simples y directas, cuando aceptamos los familiares que tenemos y las relaciones, buenas, no tan buenas, muy buenas o regulares que entablamos con ellos, cuando no nos resistimos a aquellas cualidades físicas que disponemos y a las que no, y también cuando aceptamos la realidad económica que nos toca en gracia, sea la misma excelente, buena o mala, entonces estaremos en equilibrio.

Todo esto que mencionamos implica aceptarnos como somos, con nuestras limitaciones por supuesto, porque nadie es perfecto, nadie tiene todo lo que quiere siempre, ni el más lindo, ni el más magnate ni aquellos que no están cerca de ser ambas cuestiones.

Entonces cuando conseguimos una adaptación sana a esa realidad que nos ha tocado en gracia diremos que estamos en equilibrio emocional. Además, debemos decir que esta es una posición adulta y la mejor que podríamos tener para encontrar el equilibrio emocional, porque a sabiendas de lo bueno y malo que tenemos continuamos para adelante en busca de la superación, esa debería ser la actitud y el camino a tomar.

También es importante que mencionemos que el equilibrio emocional no es algo inamovible, sino muy por el contrario, está en constante movimiento y por ello mismo es necesario cuidarlo todos los días de nuestra vida para que no sufra desviaciones pronunciadas que nos hagan caer en estados de desequilibrios graves. Por supuesto que hay afecciones más graves que otras y algunas pueden afectarnos de manera transitoria y otras permanecer, tal es el caso de la depresión, la esquizofrenia, por nombrar algunas de las más corrientes.

Asimismo debemos dejar en claro que la persona con equilibrio emocional no es aquella que no padece angustia, temores, depresiones sino aquella que es capaz de mantener el equilibrio entre sus anhelos y su realidad.


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