En el silencio que inquieta los tímpanos,
La mente despierta ruidosos recuerdos de algún momento,
Del helado olvido o de un tierno reflejo atesorado.
Así es esta vida, quizás es lo único que nos da la pauta de
que es eso:
La vida… nacer, crecer, reproducirse, envejecer y morir.
El silencio es un filósofo ermitaño y sabio
Si lo escucháramos más a menudo sin temor alguno
La mente aprendería a respetar la soledad,
Aunque somos seres que vivimos conectados a otros,
La soledad es para los que tienen en el alma el silencio
como amigo.
El silencio aturde cuando tu interior está lleno de
trabajos inconclusos, de rabia, desazón.
Está lleno de frustraciones desvalidas… de caos y encuentros
de nuestras propias convicciones pero es eso la vida.
Un aprendizaje constante. Hasta el mismo día en que cruzamos
a lo desconocido.
Aprendemos desde el primer respiro…hasta el último expiro.
Decimos conocer todo y no es mas que la frase redicha de
Sócrates: “solo sé que no se nada”.
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