A lo largo de nuestra vida profesional vivimos varias
etapas, unas más fructíferas ,donde tenemos objetivos claros o es lo mismo
estamos enfocados, pero también existen etapas menos fructíferas ,
aquellas etapas en las cuales lo que hacemos y lo que conseguimos no se
alinean.
Entra en juego la desmotivación, que transforma la
confianza en duda y como un filtro en nuestro objetivo comienza a desenfocar
nuestro proyecto profesional o personal diluyendo expectativas e ilusiones.
¿Cómo nos desenfocamos?
Cuando la atención se nos desvía , perdemos el enfoque en nuestro
objetivo principal y por lo tanto las metas que nos trazamos no son efectivas.
¿Tirarías una flecha si vieras borroso?
NO, por supuesto. Visualiza al tirador con su arco
como apoya los pies firmes, respira hondo, mira directamente a su objetivo y sin
dudar lanza la flecha. Ahora piensa que pasaría si en el último momento duda o
se levanta un viento que puede desviar su trayectoria, fácil, se desviaría la
flecha hacia otro punto.
A nosotros en nuestra vida profesional o personal nos puede
pasar lo mismo, nos olvidamos de lo que realmente nos importa y nos alejamos de
nuestros objetivos, entonces entramos en una etapa de dudas, de centrarnos en
lo que no conseguimos y saturamos nuestro tiempo en cosas que realmente
no son importantes, creyendo que cuanto más hagas mejor te irá. Esta idea solo
te lleva a comenzar proyectos que luego no terminas y te conducen a
desmotivarte y desear abandonar.
Es ahí donde tienes que parar, anclar los pies en el suelo y
recalcular tus objetivos hacia lo que te motive, te devuelva tu idea
inicial.
Reorganiza, revisa tu plan de acción y enfocarlo de nuevo.
Sí, así de fácil y a la vez complicado, PARA, RESPIRA Y
SIENTE donde o cuando perdiste el objetivo, donde tu foco empezó a difuminar
tus ideas, porque nunca olvides que todo empieza por una primera idea.
Calla a tu saboteador interior y comienza una lista
escribiendo:
Los objetivos que quieres conseguir
Trazar las metas
Revisar tu plan de acción
Reajustar tus valores
Prestar atención en lo realmente importante
Nuestro enfoque va hacia donde la mente dirige nuestras
acciones.
Tú diriges tus acciones y recuerda no lo tienes porque hacer
solo, como coach puedo ayudarte a encontrar tu foco, crear estrategias que
muestren el camino que en su día trazaste y sino trazar un camino nuevo.
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