En un mundo donde se te da lo que corresponde por hacer lo
que debes hacer no es sorprendente ver lo que pasa cuando haces más de lo que
se espera que hagas.
Son pocas las personas que hacen más de lo que deben hacer,
de eso que establece su cargo, la gran mayoría se limita a hacer lo básico, lo
normal, lo suficiente para quedar bien, para recibir ese pago tan anhelado.
Pero hay otro grupo que siempre da más, hace más y contribuye
más. Lo tiene como un hábito, como parte de su día a día, como algo de su
naturaleza. No se concibe haciendo sólo lo que le piden.
Por tanto, siempre están recibiendo más de diferentes formas,
algunas veces puede ser en forma de dinero, otras veces les llega en forma de
bendiciones diversas, asensos inesperados, reconocimientos de personas que no
sabían que los estaban observando, entre otros.
No es común, y es por eso que esas personas resaltan del
resto. Lo vemos en actores, en figuras públicas, en políticos, en empresarios,
y también en el señor o señora de la esquina, en el maestro del colegio, en el
carnicero de enfrente.
Por supuesto las grandes figuras son las más llamativas,
porque son famosas y las redes sociales lo amplifican todo, pero es cierto que
también lo podemos ver cerca de nosotros si prestamos atención.
Dar más de lo que se espera tiene un gran poder. Puede ser
saludar con entusiasmo en las mañanas cuando llegamos al trabajo, o prestar una
ayuda espontánea a alguien que lo necesita, o donar una cantidad de dinero
anónima a alguna institución que viene realizando un gran trabajo en la
comunidad.
El común denominador siempre es el mismo: Dar o Hacer
más de lo que se espera.
No sé en qué te desempeñas, si eres empleado o empresario, o
ama de casa, o trabajador independiente. Pero estoy seguro de que si adquieres
el hábito de dar o hacer más de lo que se espera tu vida empezará a tener una
inspiración diferente, una frescura de satisfacción nueva, y también
importante, un impacto mucho mayor.
Hay cosas que no tenemos por qué hacer pero si las hacemos
estaremos haciendo una diferencia y ya esa es una razón para hacerlas.
Simplemente porque podemos hacerlas.
No dejes de dar o hacer algo que pueda hacer una diferencia o
aportar un valor a otros, porque el efecto de esa acción puede ser determinante
para alguien
.
No necesitas saber el nombre de ese alguien, no necesitas
saber a cuántas personas impactantes, quédate tranquilo y satisfecho de saber
que lo hiciste y punto. El Universo/Dios/La Vida sabrá recompensarte. Créeme.
Nada se le escapa.
Así que sé el líder que puedes ser y forma el hábito de dar y
hacer más de lo que se espera!
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