¿Qué nos está pasando?, ¿en
qué nos hemos convertido? Damos más importancia a las apariencias y al dinero.
Descuidando con esto lo más valioso, ese algo que mantiene a la humanidad en un
desequilibrio constante, pero que a la vez ha hecho que el mundo evolucione.
Estoy hablando del bello arte de pensar y de buscar la verdad, pues actualmente
ya nadie quiere interrogarse a sí mismo, nadie se cuestiona sobre la
existencia, el origen del universo, la economía, la política. Pues solo nos
interesa saber las mentiras absurdas que los medios de comunicación y las redes
sociales se han encargado de vendernos.
La ignorancia y la mentira están consumiendo cada
vez más al hombre, como un virus y este no lo quiere eliminar pues cree que es
más grave la cura que la enfermedad. El cree que fabricando un mundo de
mentiras y de consumo desenfrenado puede llegar a la plenitud del alma. Kant
afirmaba que el hombre se encontraba en una minoría de edad, esto quiere decir que
no es capaz de pensar por sí mismo. ¡Es tan cómodo ser menor de edad¡ , si
tengo un libro que piensa por mí, un pastor que reemplaza mi conciencia,
un médico que dictamina acerca de mi dieta, y así sucesivamente, no necesitare
esforzarme.
Si solo puedo pagar, no tengo necesidad de pensar: otro asumirá
esta fastidiosa tarea por mí. Con este planteamiento de Kant se puede concluir
que el hombre es un títere, y adivinen quien es el titiritero, el sistema. El
cual por medio de la televisión, revistas y redes sociales piensa por él.
Logrando con esto que las personas no se den cuenta de las injusticias que les
cometen y de lo bien que esta el sistema capitalista con esto. Generando que el
ser humano se hunda en una ignorancia eterna, descuidando el paraíso de la
razón y adentrándose cada vez más en un infierno lleno de irracionalidad y
materialismo infinito.
Estanislao Zuleta, planteaba que todo hombre quiere
vivir en un paraíso, donde todo lo queremos fácil y ya. No queremos pensar, ni
mucho menos luchar por un objetivo en común. Anhelamos un paraíso individual y
lo queremos alcanzar sin importar que le pase al otro. Esto es totalmente
cierto y tal vez sea esta la razón por la que hay tantas guerras y tanto
egoísmo, pues no nos preocupamos por las demás personas: siempre es yo, primero
yo, segundo yo y el resto que se joda. A raíz de esta forma de pensar se ha
generado una desigualdad social enorme.
Pues mientras unas pocas personas se
abastecen de grandes recursos, hay una mayoría que se muere de hambre y no puede
hacer nada para dejar de sufrir, pues el egoísmo humano impide mirar al otro
como semejante, llegando al punto de hacerse el de la vista gorda si ve que
otra persona está sufriendo.
Existe un desequilibrio completo en la forma de
pensar y actuar. Las personas no son consecuentes con lo que dicen, las
personas que defienden una religión o una ideología, en vez de generar paz y
ayudar a la sociedad, son los que se han encargado de discriminar; crear
desigualdad y generar guerras a lo largo de la historia. ¿Qué les está pasando
a esas personas que creen en Dios y defienden su religión matando a otras
personas o discriminando a los que no piensan igual teológicamente? , creo que
se les ha olvidado que a las personas hay que mirarlas con los mismos ojos con los
que se mira a Dios. Ahora me pregunto: ¿qué les está pasando a las personas que
buscan llenarse de dinero, a cambio de destruir el medio ambiente y
generar pobreza?, que no saben que la riqueza debe ser espiritual y
mental, no material.
¿Qué nos está pasando a la gente del común, que solo
sabemos criticar y no dar soluciones, que somos una sociedad totalmente
inhumana, pues nos preocupamos por nosotros mismos y no por nuestro semejante?
Vuelvo y me pregunto; ¿en qué nos hemos convertido? Por eso considero que
deberíamos trabajar en mejorar como personas fundamentalmente revisar a lo
largo de la historia en que ha fallado el ser humano, para que la
sociedad atraviese esta crisis actualmente.
Platón afirmaba que el ser humano vive en una
caverna ; en donde se encuentra atado por unas cadenas y todo lo que ve
allí son nada más que sombras. Jamás ha salido de ese lugar. Este
filósofo expone con este relato, que todo ser humano vive en la mentira,
que todo lo que se ve y se siente no es verdad. Las sombras son las cosas que
vemos todos los días: el comportamiento de las personas; la televisión y los
medios de comunicación. Las cadenas son fuertes y nos atan a esa mentira
eterna y sofocante , donde el hombre ha sido esclavo de la ignorancia, hasta el
punto de vivir en una alegría momentánea .Conformándose así con vivir en
la caverna , por miedo a lo que hay afuera de ella.
Ahora, ¿qué pasaría si saliéramos de la minoría de
edad?, ¿si dejáramos de soñar con un paraíso individual o si simplemente nos
liberáramos de las cadenas y escapáramos de la caverna? El mundo sería un
mejor lugar para vivir obviamente. Pero esto solo se logrará cuando cada uno de
nosotros aprenda a mirar a la otra persona con amor y se dé cuenta de que todos
merecemos ser tratados con el mismo respeto, sin importar religión, raza,
cultura o forma de pensar.
Solo así se dará el primer paso para la
construcción de una mejor y más equitativa sociedad.