martes, 3 de octubre de 2017

Filosofía: Metafísica De La Enseñanza


De acuerdo con Hans Ulrich Gumbrecht (2009), lo que es o está «presente», en su más simple acepción, es lo que «tenemos delante y podemos ver» (praeessere), esto es, lo que es tangible, corporalmente incluso. Producir (producere) la presencia es «llevar hacia delante», «empujar hacia delante», algo así como hacer nacer, llevar, crear, hacer aparecer algo: producir la presencia o tornar visible algo en el mundo.

Pero la presencia no es una categoría únicamente referida al espacio, sino al tiempo. Existe la posibilidad de cierta «tangibilidad» en el orden temporal: podemos hacernos presentes en nuestro propio tiempo, en la generación de la que formamos parte y en la que estamos, inevitablemente, adscritos. 

Estar presente en algo es, dicho lo más sucintamente posible, prestar atención; estar atentos a lo que nos pasa (Stiegler, 2008; Stiegler, 2010).

La tentativa de recuperación (filosófica) de una cultura pedagógica de la presencia puede entenderse como un ejercicio de crítica de la metafísica occidental, entendida en su sentido más literal de la palabra: lo que está más allá de lo meramente físico. Este es el sentido de la metafísica que Gumbrecht apunta como primordial. En el campo de las humanidades, el impulso metafísico supone un gesto intelectual que trata siempre de ir más allá de lo que se considera como mera superficie física, como si lo que importase de verdad fuese el significado que siempre está del lado de lo profundo, de lo oculto o de cierta esencialidad.

Con ese gesto, contribuimos a desmaterializar el mundo. El enfoque de este texto es el específico de una filosofía de la educación. Como campo de estudio, la filosofía de la educación forma parte de las humanidades. Parte de la tesis de este texto es que si hay un rasgo que caracteriza la autocomprensión de las humanidades, como campo de saber, es la convicción, históricamente constatable, de que su tarea primordial, si no exclusiva, es atribuir significado a los fenómenos que analiza. Esta vocación comienza, probablemente, con la modernidad, al mismo tiempo que el cogito cartesiano se reproduce en diferentes dicotomías –espíritu/materia, mente/cuerpo, profundidad, superficie, significado/significante– en las cuales el primer polo del par es concebido como jerárquicamente superior al segundo.

La consecuencia de este privilegio de la parte más espiritual (e inmaterial) de la dicotomía es una escisión categorial entre el ser y la apariencia, volviendo imposible la afirmación de que en la esfera de los asuntos humanos ser y aparecer coinciden; o dicho en los términos de Gumbrecht: una desmaterialización del mundo provocada por una radical separación entre el concepto y el acontecimiento, que es lo que excita y violenta siempre el pensamiento. 

Existe, pues, una «hipertrofia hermenéutica», un exceso de búsqueda de significación en el terreno de las humanidades –y un pensamiento filosófico de la educación no se escapa a sus efectos– que impediría una «cultura de la presencia» (Gumbrecht, 2010, 9). Lo que Gumbrecht propone pensar –y en este texto se asume como central para la pedagogía, su estudio, su investigación y enseñanza, y para el aprender– es lo más parecido a algo que George Steiner dijo en Presencias reales, cuando imaginaba una sociedad de encuentros primarios con la cultura y sus variadas producciones: «Un modo de educación, una definición de valores desprovista, en la mayor medida posible, de “metatextos”. 

Una ciudad para pintores, poetas, compositores, coreógrafos, no para críticos de arte, literatura, música o ballet, estén en la plaza pública o en la Academia» (Steiner, 1989, 19).

En nuestro caso: una ciudad de aprendices capaces de estar atentos, de hacerse presentes tanto en su conocer como en su ignorancia.


Somos Lo Que Creamos


Todo lo que creemos ha ocurrido y está registrado en tu cuerpo, el envejecimiento parece ser algo que te está pasando, cuando en realidad es en gran parte algo que tu cuerpo ha aprendido a hacer.

Ha aprendido a cumplir con la programación que tú, el programador, le suministraste.

Como mucha de esa programación fue inconsciente, dictada por creencias y supuestos de los que difícilmente tenías conciencia, es importante derruir todo el edificio de ideas que te dio el mundo material tal como lo conoces…

No hay límites para la energía, la información y la inteligencia concentradas en la existencia de una persona…

Mira hacia la tierra donde nadie es viejo, no está en ninguna parte, sino en ti.

El cuerpo es un río de átomos, la mente es un río de pensamientos, y lo que los une es un río de inteligencia.

En el preciso instante que pensamos “estoy feliz” un mensajero químico traduce nuestras emociones.


Encontrar El Sentido


En algún momento de nuestra vida o en varios llegamos a preguntarnos qué sentido tiene nuestra existencia. Vivimos el día a día tan rápido, que no tenemos tiempo de pararnos a pensar en nosotros mismos, en lo que somos, en la razón de ser de nuestra vida, en nuestro propósito.

Cualquiera de nosotros nos hemos sentido perdidos en determinados momentos, hemos pensado que hemos cometido un error o nos hemos planteado qué estamos haciendo con nuestra vida. Esa sensación de vacío, no tiene por qué ser algo negativo, sino que puede ser un punto de inflexión que nos haga reflexionar sobre aquello que queremos realmente y cómo lograrlo.
“Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.”
-Viktor Frankl

¿Qué es el sentido de mi vida?
El sentido de la vida es tema muy debatido en muchos ámbitos a lo largo de la historia. Filósofos, escritores, científicos, teólogos, han tratado de dar una respuesta a esa gran pregunta, pero en realidad no es posible encontrar una respuesta universal, sino que se trata de buscar en nuestro interior y hacernos preguntas para averiguar cuál es el propósito de nuestra existencia.

El psiquiatra y escritor Viktor Frankl, fue internado durante la II Guerra Mundial en el campo de concentración de Auschwitz y esa experiencia tan traumática junto a su formación, le ayudaron a realizar una profunda reflexión sobre el sentido de la vida que plasmaría en diversos libros, entre los que destaca el titulado El hombre en busca de sentido”.

El Doctor Frankl, sostenía que la vida tiene sentido en cualquier circunstancia, porque en situaciones de sufrimiento y de adversidad si una persona es capaz de dar sentido a la adversidad, puede convertir su tragedia en un logro, en una forma de superación.
“El amor a uno mismo es el punto de partida del crecimiento de la persona que siente el valor de hacerse responsable de su propia existencia.”
-Viktor Frankl-

Soy yo quien le da sentido a mi vida
Uno de los aspectos fundamentales en cuanto al sentido de nuestra vida, es que no debemos buscar ese sentido fuera de nosotros, en otras personas, en circunstancias que están fuera de nuestro alcance, sino solo dentro de nosotros mismos.


lunes, 2 de octubre de 2017

Frases De Filosofía De Platón


¿Para quién es la filosofía?:

“- Ningún dios se ocupa en filosofar, ni desea adquirir el saber (ya que lo posee), y ningún otro que posea el saber se ocupará en filosofar. Pero, por otra parte, tampoco los ignorantes se ocupan en filosofar, ni desean adquirir el saber; ya que es fundamentalmente la desgracia de la ignorancia que quien no es ni bello, ni bueno, ni tampoco inteligente, se imagina serlo tanto como es necesario. Aquél que no piensa estar desprovisto no tiene por tanto el deseo de aquello de lo cual no cree necesario estar provisto.
– En estas condiciones, ¿quiénes son, Diotima, los que se ocupan en filosofar, puesto que no son ni los sabios ni los ignorantes?
– Es algo tan claro, respondió ella, que incluso un niño lo vería: son los intermedios entre una y otra especie, y el Amor es uno de ellos. Puesto que la ciencia, sin duda alguna, está entre las cosas más bellas; pues el Amor tiene a lo bello por objeto de su amor; en consecuencia es necesario que el Amor sea filósofo y, en tanto que filósofo, intermediario  entre el sabio y el ignorante.”

La sabiduría es un estado del alma:

“- Pero cuando (el alma) busca sola y por sí misma, entonces llega al campo de lo puro, lo eterno, lo inmortal y lo inmutable, y siendo de naturaleza semejante a ello, permanece sola por sí misma e independiente, se queda por siempre a su lado y deja de vagar, permanece entonces en el campo de lo absoluto, lo constante y lo inmutable, en contacto con aquello que es de naturaleza similar. Y este estado del alma es lo que se llama sabiduría”.

El camino de la dialéctica:

“- Es necesario, por tanto -dije-, que, si esto es verdad, nosotros consideremos lo siguiente: que la educación no es tal como proclaman algunos que es. En efecto, dicen, según creo, que ellos proporcionan conocimiento al alma que no la tiene del mismo modo que si infundieran vista a unos ojos ciegos.
– En efecto, así lo dicen- convino.
– Ahora bien, la discusión de ahora -dije- muestra que esta facultad, existente en el alma de cada uno, y el órgano con que cada cual aprehende, deben volverse, apartándose del mundo del devenir, con el alma entera -del mismo modo que el ojo no es capaz de volverse hacia la luz, dejando la oscuridad, sino en compañía del cuerpo entero-, hasta que se halle en condiciones de afrontar la contemplación del ser, e incluso de la región más brillante del ser, que es aquello a lo que llamamos bien. ¿No es eso?
– Eso es.
– Por consiguiente -dije-, puede haber un arte de descubrir cuál será la forma más fácil y eficaz para que este órgano se vuelva; pero no de infundirle visión, sino de procurar que se corrija lo que, teniéndola ya, no está vuelto donde debe ni mira donde es menester.
– Tal parece- dijo”.

“- Pues bien- dije yo-, si este órgano del alma hubiese sido, ya desde la niñez, sometido a una poda y extirpación de esa especie de pesos de plomo, emparentados con el nacimiento y el devenir, que, adheridos por medio de la gula y de otros placeres y apetitos semejantes, mantienen vuelta hacia abajo la visión del alma; si, libre de ellos, se volviera de cara a lo verdadero, ese mismo órgano de aquellos mismos hombres  vería también con la mayor agudeza esa realidad superior, de igual modo que ve ahora aquello hacia lo cual está vuelto.
– Es natural- dijo.”


Constantes


"Sin cultura no hay libertad posible. La certeza de ese pensamiento, que no se limita a la cultura artística, sino que implica el concepto de una cultura general integral, incluyendo preparación profesional y conocimientos elementales de una amplia gama de disciplinas relacionadas con las ciencias, las letras y las humanidades, alienta hoy nuestros esfuerzos"

Toda cultura es un acto de formación y reformación continua y a la vez constituye una estructura de comportamiento que para tener homogeneidad, necesita repetirse. Sus cambios implican no sólo transformaciones del medio, sino también del hombre y de las relaciones de éste con otros, y de éstos en conjunto con la producción de bienes materiales.

Las interacciones globales en la actualidad presentan el problema de tensión entre la homogeneización y la heterogeneización cultural, por lo que todo profesional tiene que mantener actualizada su cultura en todos los ámbitos del conocimiento.

Indudablemente una solución para ello radica en la superación postgraduada, ya que la educación de postgrado constituye una de las respuestas insustituibles de la universidad contemporánea a las demandas y cambios sociales acelerados, en la actualización y formación profesional, en particular en los profesionales de la educación en los distintos niveles de enseñanza, los que se convierten también en precursores y formadores de nuevas demandas de actualización y desarrollo.

Los mismos actos no pueden generar resultados diferentes.
Cambiar la dirección y recalcular la ruta no es una derrota, sino es la actitud de quien sabe sacarle partido a los errores, aunque, evidentemente, para lograr esto, es necesario tener la  mente siempre  abierta para aprender y también para  desaprender y alejar de tu vida  todo aquello que frena tu entusiasmo, de todo lo que no te deja crecer, en definitiva, alejarte de todo lo que te impide ser tu mismo.

Y usar el afán por superación, como tu mejor herramienta para dejar de lado las excusas, para  lograr, por fin, los objetivos que te lleven a alcanzar tus sueños y tus metas.

Entregar siempre lo mejor que hay en ti
Todos tenemos ese “algo especial”, que nos diferencia de los demás y tu, por supuesto, también cuentas con ello, por eso es que tienes que moverte, enfrentar  tus miedos y  abandonar para siempre las excusas que te inmovilizaron.


Empieza a buscar dentro de ti que es lo que te apasiona, que es eso que sabes hacer y además te emociona hacerlo,  ya sea cocinero, cuenta cuentos, cura corazones, o mago de las finanzas, da igual, lo importante es que encuentres eso que te haga vibrar, que sea capaz de levantarte como un resorte cada día y con la clara determinación de entregarte sin reservas, sentir que te nace desde dentro esa necesidad por ser mejor, de superarte siempre, porque sabes  que has venido a hacer algo diferencial en este mundo y será en  la gratitud de los demás dónde sabrás con certeza de que estabas hecho para eso.

Valioso Presente



La vida es un regalo. Y por eso debemos celebrarla cada día. Podrá parecer cursi, pero debemos disfrutar de cada instante, como si no hubiera mañana.

Solo las personas que otorgan una gran importancia a vivir el momento son las que logran sentirse plenas y felices, a pesar de no tener grandes riquezas o tener problemas comunes. A pesar de las dificultades, hemos de ser capaces de sobreponernos a los malos sentimientos (apatía, odio, miedo, aburrimiento, tristeza) y luchar por ver en cada instante algo positivo. ¡Solo desde una mentalidad optimista podemos construir una vida llena de aventuras!

1. "El tiempo que se disfruta es el verdadero tiempo vivido." Jorge Bucay
¿Disfrutas cuando estás sumido en una rutina agobiante y estresante? Probablemente no. Tal como nos señala el gran Jorge Bucay, el verdadero tiempo vivido es aquel en que hemos decidido disfrutar, haciendo lo que nos gusta y rodeados de un entorno físico y humano que nos estimula positivamente. Una frase para celebrar la vida, totalmente inolvidable.

2. "Advertir la vida mientras se vive, alcanzar a vislumbrar su implacable grandeza, disfrutar del tiempo y de las personas que lo habitan, celebrar la vida y el sueño de vivir, ese es su arte."  Doménico Cieri
Una magnífica reflexión. ¿Te tomas tu tiempo para parar de trabajar y pararte a pensar la suerte que tienes de estar vivo? Muchas personas no lo hacen y los años pasan sin que se den la oportunidad de valorar lo que tienen.

3. "La vida en sí es el más maravilloso cuento de hadas." Hans Christian Andersen
Despertemos de la rutina y miremos a nuestro alrededor. La vida es un regalo que debemos apreciar. Cada minuto que estamos en este mundo es una oportunidad para descubrir personas, lugares y aficiones únicas. ¡Aprovechemos el tiempo!

4. "La celebración es nuestra forma de recibir los regalos de la existencia." Osho
El filósofo y escritor indio nos descubre el porqué de nuestra necesidad de celebrar ciertos acontecimientos. Hay personas que no gustan de celebrar las pequeñas cosas del día a día, y no saben lo que se pierden.

5. "No hay más que una vida; por lo tanto, es perfecta." Paul Éluard
Una interesante reflexión. La vida que nos ha tocado es única e intransferible. De nosotros depende vivirla con la intensidad que merece. ¿Te atreves a lograr que cada día sea excepcional?

6. "Solo hay dos maneras de vivir tu vida. Una de ellas es como si nada fuera un milagro. La otra es como si todo fuera un milagro." Albert Einstein
Un pensamiento excepcional del físico alemán, y que resume perfectamente la filosofía de esta recopilación de frases. Celebremos la vida a cada instante, con la curiosidad de un niño.

7. "El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías."                   Fiódor Dostoievsky
¿Lo has notado? Tenemos una extraña tendencia a detectar las tristezas del día a día y regocijarnos en ellas. ¿Por qué no cambiamos de mentalidad? También hay muchos aspectos de la realidad que podríamos celebrar con gran alegría.

8. "Cada momento es especial para quien tiene la visión de reconocerlo como tal."                      Henry Miller
En sintonía con los autores de las otras frases célebres, Henry Miller destaca aquí la capacidad para reconocer la excepcionalidad de la vida.

9. "Celebremos cada ocasión con vino y palabras dulces."                                                             Plauto
Una frase metafórica (o tal vez no tanto) que nos invita a tener una predisposición jovial y desenfadada ante la vida, sean cuales sean las circunstancias que nos haya tocado afrontar.

10. "La vida es una bengala roja de sueños."                                                                                         W. B. Yeats
Tal vez la frase más poética de esta lista. La vida puede ser vivida como un sueño, sin limitaciones ni ataduras. La cuestión es atreverse a intentarlo.


Educación En Valores


“El fin de la educación no es hacer al hombre rudo, por el desdén o el acomodo imposible al país en que ha de vivir, sino prepararlo para vivir bueno y útil en él”
José Martí
“Nuestro estudio no tiene como los otros, un fin especulativo: si hemos emprendido esta investigación, no es para llegar a saber qué es la virtud -en tal caso, nuestro estudio sería inútil-, sino para llegar a ser bueno”
Aristóteles

Los diferentes puntos de vista acerca de la Educación en valores están relacionados a interrogantes como: ¿qué son los valores?, ¿qué es la valoración?, ¿qué relación existe entre la educación en valores y el proyecto educativo?, ¿es tarea de la Universidad formar valores?, ¿cómo podrá la Universidad medir la formación y el desarrollo de valores profesionales? Estas preguntas si bien no agotan las inquietudes y preocupaciones existentes, al menos introducen el análisis de los valores en la formación profesional.

Muchas de estas preocupaciones acompañan al mundo actual de modo más general, se habla de crisis de identidad, de fe y de epistemología. De identidad por la ausencia de un sentido claro de pertenencia y por la carencia de proyectos comunes unificadores; de fe, por la incapacidad de creer en algo, por la imposibilidad de cambio y la falta de confianza en el futuro y; epistemológica, por la supremacía del conocimiento y la razón, que se expresa en una racionalidad instrumental-administrativa-gerencial, capaz de aplastar lo afectivo y sentimental.

Algunos afirman que vivimos en una sociedad sin valores; otros que han aparecido nuevos valores asociados al nuevo paradigma socioeconómico y cultural; también hay quien dice que el problema está en la existencia de multivariedad de valores, lo que produce confusión y desorientación en la actuación y valoración de los seres humanos. Quizás esté ocurriendo todo ello, valdría la pena abordar el asunto teniendo en cuenta que en todas las sociedades y en las diferentes épocas el hombre como guía ha tenido que enfrentar sus propios retos de desarrollo, ¿por qué no podría hacerse ante el acelerado desarrollo científico-tecnológico y la globalización del mundo actual?

No obstante a esta realidad, no es ajeno el hecho de que existen cuestiones no resueltas en la comunicación y en la vida de los hombres, en su educación, en su calidad de existencia, que impiden el desarrollo de una personalidad integral y adecuada a la sociedad en que ésta se despliega.

El estudio sobre el comportamiento humano ha sido y es interés de diferentes ciencias: la filosofía, la psicología, la sociología y la pedagogía, las que desde sus diferentes objetos de estudios enfocan su campo de acción. Así los debates pueden ser desde los distintos puntos de vista. No obstante, el objetivo común está en la comprensión e interpretación de los porqué de las actuaciones de los seres humanos, para lograr orientar el comportamiento humano hacia las tendencias más progresistas y desenajenantes de la humanidad, su crecimiento espiritual y material, todo ello dentro de los requerimientos que impone la sociedad, de ahí que, en el centro de su análisis se hallen los conflictos entre el ser y el deber ser, y derivado de ello entre el hacer y el saber hacer.

Por otro lado a partir de los diferentes enfoques científicos existen disímiles concepciones, que expresan la complejidad del fenómeno, su carácter multilateral, sistémico y contradictorio, pero que de igual manera contribuyen a avanzar en el esclarecimiento de su alcance.

La comprensión de ¿qué son los valores?, ha sido objeto de reflexión y polémica por los más relevantes filósofos hasta la actualidad. El objetivismo y el subjetivismo como corrientes axiológicas son expresión de ello, manifiesto en “si el hombre crea el valor o lo descubre” (Guervilla, 1994; 31). 

“El valor como el poliedro posee múltiples caras y puede contemplarse desde variados ángulos y visiones, desde una posición metafísica, los valores son objetivos: valen por sí mismos; desde una visión psicológica, los valores son subjetivos: valen si el sujeto dice que valen; y desde el aspecto sociológico, los valores son circunstanciales: valen según el momento histórico y la situación física en que surgen” (Guervilla, 1994, 32). Por supuesto que con ello no se puede concordar, es necesario integrar todas las posiciones científicas en una concepción única y coherente, puesto en cada uno existe una verdad.


Entender el valor como la significación socialmente positiva (Fabelo, 1989) es verlo contribuir al proceso social, al desarrollo humano. Esto quiere decir, que la significación socialmente positiva del valor está dada por el grado en que éste exprese realmente un redimensionamiento del hombre, de las relaciones en que vive, y no de sujetos aislados, grupos o clases sociales particulares. Esta objetividad del valor trasciende los intereses particulares, para ubicar en el centro al hombre como género. Pero ello no es suficiente, pues su objetividad depende de la subjetividad y su carácter social, de la individualidad, y viceversa, quiere decir, que en el centro de la comprensión de los valores están las relaciones entre lo objetivo y lo subjetivo y entre lo individual y lo social.

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Frases:

1. “Nunca te rindas tratando de hacer lo que realmente deseas hacer. Donde hay amor e inspiración, nada te puede salir mal”- Ella Fitzgerald

2. “En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: Sigue adelante“                    - Robert Frost

3. “Yo creo bastante en la suerte. Y he constatado que, cuanto más duro trabajo, más suerte tengo”       - Thomas Jefferson

4. “Si te caes siete veces, levántate ocho“                                                                                           - Proverbio japonés

5. “La diferencia entre ganar y perder, frecuentemente, es no rendirse“                                                    - Walt Disney

6. “Nunca tires la toalla. Úsala para limpiarte la frente y sigue avanzando“                                            - Desconocido

7. “Sigue tus sueños, trabaja duro, practica y persevera”                                                                         - Sasha Cohen.

8. “Incluso la noche más oscura terminará con la salida del sol“                                                             - Victor Hugo

9. “Nuestra gloria más grande no consiste en no haberse caído nunca, sino en haberse levantado después de cada caída”                                                                                                                                           – Confucio


10. “El único lugar en el cual ‘éxito’ viene antes de ‘trabajo’ es en el diccionario                                    – Vincent Lombardi

domingo, 1 de octubre de 2017

El Cultivo Del Intelecto


La estimulación de nuestra mente es fundamental para el desarrollo intelectual. 

Adquirir conocimientos, habilidades, destrezas en todo el transcurso de nuestras vidas incrementa el poder mental y la posibilidad que cada persona posee para cultivarse, entender los cambios del mundo y adaptarse fácilmente a ellos.

La dedicación, paciencia, constancia e interés por conocer cosas nuevas permiten formar nuevos esquemas en el cerebro, los cuales van a ayudar a que nuestra mente tenga una capacidad más amplia para comprender conceptos, y también aceptar diferentes ideas. Novedosas y saludables experiencias nos permiten formar flamantes enlaces y conexiones cerebrales que van a ayudar a que nuestra mente se desarrolle aún más.

Es importante crear un ambiente de seguridad, amor, respeto, atención, responsabilidad y madurez para que nuestro crecimiento intelectual alcance su mayor potencial. Hallarnos emocionalmente estables y sentirnos parte de una comunidad nos va a permitir un estado de paz y concentración que sin lugar a dudas es factor categórico en el desarrollo del intelecto.

La acumulación de buenos hábitos mentales es otra de las cosas que no solo va a cambiar nuestras vidas sino a contribuir con el desempeño de nuestra creatividad y desarrollo intelectual. Reinventar cosas habitualmente para revisar y encontrar maneras de lograr metas, es un hábito mental extremadamente productivo.

Entonces, para empeñarnos en el desarrollo intelectual de nuestra persona es imprescindible la adquisición de nuevos conocimientos, la formación de buenos hábitos mentales, la creación de un ambiente sano, armonioso, limpio y ordenado.


Además, no se puede negar que desarrollando el intelecto cultivamos también el espíritu. Una mente vigorosa no pierde el tiempo en necedades y absurdos, todo lo contrario, anda enfocada, ecuánime y en equilibrio.

Conceptos



Filosofía

Conceptos
El concepto, es el elemento lógico central en la construcción del conocimiento, por lo tanto, es una forma de razonamiento lógico, reflejo de las propiedades y nexos internos, esenciales y determinantes en la captación intelectual de los objetos. Regulado por leyes, entre los objetos del mundo material y la interpretación ideal. Por tanto, es uno de los componentes determinantes del saber básico de toda disciplina científica, tecnológica o humanística.

El concepto es resultado de la captación intelectual de las características esenciales de un objeto. Ellos no afirman ni niegan, sólo designan objetos del mundo ideal o real. Es por medio  de él que el hombre conoce el mundo, lo interpreta y se lo apropia.

Se denomina pensamiento conceptual, a la serie de operaciones intelectuales y estrategias que el sujeto ejecuta para la aprehensión de las características esenciales o definitorias de los objetos. Por el contrario, la noción, -que es una operación también intelectual pero dual- no es precisa y no incluye ni hace referencia a la esencia del objeto.

La conceptualización, es por tanto, un proceso lógico por el cual la mente humana elabora conceptos que sirven para identificar los objetos o fenómenos de la realidad real o ideal. En tal sentido conceptuar es ir más allá de la noción, es comprender, captar la esencia, lo invariable de las cosas.

Históricamente el pensamiento conceptual surge en el período en que hacen aparición las relaciones gentilicias en la sociedad, cuando se han desarrollado los diferentes sistemas de vida social y la producción. Sobre este desarrollo surgen las primeras actividades de análisis y síntesis de la conciencia humana, formas que son necesarias para que se formen en primera instancia las nociones y a continuación los conceptos.

Los primeros conceptos eran difusos e indivisos, se confundían con las nociones generales. No cabe la menor duda, de que en esta primera etapa no había un proceso de comprensión en forma consciente, pero sí un proceso orientado a solucionar en forma más independiente la relación hombre naturaleza. Es indudable que este fue el inicio de la actividad analítica y sintetizadora que facilitó dicha relación.


El desarrollo del lenguaje, del pensamiento y el nexo orgánico entre el concepto y la proposición facilitan el surgimiento del pensamiento científico. 

El Mundo De Los Ruidos


En el mundo de la comunicación, llamamos ruidos a las interferencias o deformaciones que desvirtúan el sentido de los mensajes e impiden que lleguen a los receptores, según las intenciones de los emisores. Por extensión, ruido es todo aquello que nos impide oír o escuchar aquello que nos interesa, es lo que nos distrae y nos desconcentra, sin llegar a captar nuestra atención..

La sociedad mediática en la que vivimos nos proporciona incontables oportunidades para comunicarnos, aspiración permanente de los seres humanos, que somos sociales por naturaleza. 

El avance incesante de las tecnologías en este siglo XXI cada vez nos hace más fácil la satisfacción de esa necesidad de comunicación, poniendo a nuestro alcance tal cantidad de posibilidades que, cuando las consideramos en su conjunto, sentimos una especie de angustia de pensar que no vamos a ser capaces de abarcarlas todas, de aprovecharlas todas. Acabamos de aprender el mecanismo de una nueva aplicación y  aún no acabamos de dominar su manejo cuando ya ha surgido una nueva, que vuelve a desafiar a nuestra habilidad para comprender su utilidad. Los programas, cada vez más sofisticados, los motores de búsqueda, ya saben interpretar y prever nuestras preferencias, nuestras intenciones y sutilmente se convierten en guías que dirigen nuestros pasos… Estamos comunicados, sí, pero también sobrecargados de información, permanentemente distraídos por las llamadas de atención de los artilugios que nos la sirven en bandeja, adelantándose a nuestros deseos, a nuestras preguntas, a nuestras curiosidades.

Es difícil mantener el equilibrio  y la serenidad, la libertad y la autonomía en ese mundo de ruidos predeterminados. Es muy fácil perderse por entre los infinitos recovecos y los continuos estímulos que nos convocan a acudir a donde no sabemos si nos interesa ir, que nos crean compromisos que no podemos cumplir.

Probablemente tendremos que desarrollar nuevas destrezas para orientarnos y no perdemos en el intrincado bosque de los ruidos, practicando los viejos consejos de los sabios antiguos.  

La Filosofía, como nos dice Delia Steinberg en su precioso texto “los Juegos de Maya”, puede hacer la función que hizo el hilo de Ariadna que ayudó a Teseo a encontrar el camino de salida del laberinto. Sus claves, sus enseñanzas atemporales, sus consejos para la vida cotidiana nos permiten mantener el sentido de la marcha por el sendero de la búsqueda de la Sabiduría, más allá de los ruidos interiores y exteriores.



La Buena Comunicación


¿Cuántas veces comunicamos algo y los demás lo interpretan en forma muy diferente a lo que esperábamos? ¿Cuántos conflictos personales se generan a partir de un malentendido? Vivimos en sociedad y dependemos los unos de los otros en infinidad de aspectos. Por eso es fundamental tener la capacidad de expresarnos y aprender a comunicarnos de forma eficiente con los demás.

Tanto si queremos prosperar, como si queremos cultivar una intensa vida social que nos satisfaga a nivel personal, necesitamos mejorar nuestras habilidades para la comunicación. Pero, para ello, es necesario tener en cuenta algunas claves que nos ayudarán a ello.

“Para aprender a comunicarnos efectivamente debemos darnos cuenta de que todos somos diferentes en la forma en que percibimos el mundo y usar ese conocimiento como guía para comunicarnos con otros…”.
-Tony Robbins-.

Cuando reiteramos nuestro mensaje dando demasiadas explicaciones, una y otra vez, nuestro interlocutor puede sentirse menospreciado, como si pensáramos que no es capaz de entenderlo a la primera. Siempre es posible plantear algo sumamente profundo y significativo, pero de manera sencilla, sin tantas aclaraciones y repeticiones.

Para conseguir que nuestra comunicación sea efectiva, tenemos que expresarnos de manera específica y clara. Dejemos a un lado las ambigüedades y generalizaciones y digamos exactamente lo que queremos. Si nos expresamos sin rodeos, el efecto será mucho mejor.

“No hay nada más admirable que una persona que habla claro desde el principio”.
-Candidman-.

Aunque sea una obviedad, no siempre nos damos cuenta que el objetivo principal en una conversación es comunicarse de una forma eficaz. Si aprendemos a expresar correctamente nuestras ideas, seremos capaces de entendernos mejor con los demás y conseguir acuerdos de provecho para las dos partes. Por lo tanto, debemos centrarnos en este objetivo y dejar de lado aquello que nos dificulte esta misión, es decir, necesidad de autoafirmarnos, críticas negativas, vanidad, etc.

Existe una fórmula sencilla para poder llevar a cabo una conversación que resulte comunicativa y agradable a la vez que lograremos transmitir nuestras emociones.

La primera será escuchar muy bien a nuestro interlocutor. En este caso no estamos hablando sólo de educación, ya que escuchar a los demás atentamente nos predispone de una manera positiva ante ellos y nos proporciona una valiosa información sobre la persona que tenemos delante. Reflexionar antes de hablar, también resulta de suma importancia. No hay que dejarse llevar por la improvisación. Si vamos a mantener una conversación de importancia, es necesario dedicar algo de tiempo para prepararnos los argumentos, de esta manera no correremos el peligro de dar un paso en falso

Es conveniente, de igual manera,  prestar una especial atención al lenguaje de los gestos ya que aunque las palabras son las que llevan el peso de un discurso, las miradas y los gestos son las que comunican los sentimientos. También resulta de extrema importancia ser modesto.

A nadie le  gusta conversar con alguien cuyo tema principal de una conversación sean sus méritos. Los hechos y no las palabras son las que deben demostrar lo que valemos, por tanto, es mejor pecar de humilde que de soberbio.

No estamos tratando de vender nuestra persona, sino de entendernos con los demás.

Muy importante es tratar de conectar a través de las emociones con los demás. Debemos tratar de expresar nuestros sentimientos con la empatía y con la humildad y por supuesto pensar en un buen final para concluir nuestra exposición de una forma divertida o agradable, para dejar un buen sabor a las personas que nos han estado escuchando, lo que nos predispondrá a su favor.


Lo que nunca deberemos de hacer es mentir, por muchas excusas que encontremos o ser demasiado impulsivo. Es positivo ser natural y espontáneo.

Excelencia


La excelencia, es la característica de ser bueno, de hacer las cosas de manera óptima.

Cuando somos excelentes, hacemos las cosas bien sin ninguna excusa, sobresalimos de la mediocridad, estamos por delante de los que hacen todo “a medias”.

La excelencia nos impulsa a ser mejores cada día, y no por competir con otros, sino por ponernos en reto a nosotros mismos para crecer, para llegar más lejos.

Pero, si algo es cierto, es que solamente seremos excelentes en lo que amamos, en lo que nos apasiona… No podremos ser buenos cuando no nos sentimos motivados a serlo, no podrás ser bueno cuando haces en tu vida lo que realmente no quieres hacer.

Hoy en día llamamos valores a las virtudes y hemos olvidado que en latín la palabra virtud significa fuerza o poder. Por qué? Porque el verdadero poder está en los valores que le dan firmeza y solidez a nuestra vida, a las personas y a las instituciones. Las empresas exitosas son siempre empresas de gente excelente porque es rica en valores y en humanismo. La fuerza de una empresa y su verdadero capital están en las personas valiosas, no en su tecnología ni en sus activos financieros. 

Excelencia es practicar seis valores que se escriben con la letra S. Seis valores que traen Satisfacción y provocan Sonrisas cuando los ejercitamos en nuestro trabajo y en nuestras relaciones.

1. Sinceridad. Valor que nos afianza en la verdad y que es indispensable para comunicarnos y entendernos. En la sinceridad está el fundamento de la confianza y en la confianza la base de todas las relaciones.
2. Sencillez. Valor que nos acerca a los demás sin orgullo, nos permite aprender y escuchar, y nos vuelve flexibles y tolerantes. La humildad es una cualidad de los verdaderos líderes y de aquellos que ejercen un influjo positivo.
3. Servicialidad. Ser serviciales es anticiparnos a las necesidades de los demás y darles satisfacción con rapidez, con amor y con calidad. La verdad es que el único trabajo que nos realiza es aquel que hacemos por el placer de servir. Todos tenemos una deuda de servicio con otros y con la vida.
4. Seriedad. Es decir, ser responsables y cumplir nuestros compromisos. Cuando somos serios nos creen porque en nuestro trabajo hay orden y disciplina y lealtad. La verdad es que sólo hay credibilidad donde reinan la honradez y la seriedad.
5. Solidaridad. Gracias a este valor mantenemos despierta nuestra sensibilidad y derrotamos el egoísmo. La persona solidaria es protagonista del cambio con la justicia social y le da solidez a la vida con su generosidad. El dilema para todos en la vida es éste: solidarios o solitarios.
6. Simpatía. O sea, el permanente cultivo del buen humor, de una sana alegría y de sentir lo que sienten los demás. En efecto, eso es lo que nos dice la etimología de la palabra: sentir con el otro (del griego: syn patein). La simpatía es la alquimia del amor y es fuente de armonía.


Incautos

Filosofía
Incautos
El saber es cosa que se dice, que es el decir, y bien el saber habla solo, he ahí el inconsciente.
El saber es puesto en el centro, en el banquillo de la experiencia analítica. No se trata del saber en relación al conocimiento, sino que se liga en una relación de red, un significante en relación a otro significante.

El saber inconsciente como un saber en lo real es el eje que motiva este breve trabajo, ya que es una de las vías por las que Lacan plantea su diferencia con Freud.

En el texto de La equivocación del S.sS., Lacan parte de la pregunta: ¿qué cosa es el inconsciente? Reafirma la idea freudiana de que se trata de pensamientos y nos recuerda los aforismos: el insconsciente estructurado como un lenguaje y el inconsciente como el discurso del Otro.

Vale decir que todo lo que es del inconsciente no juega más que sobre efectos de lenguaje.

El orden de esta indeterminación que constituye la relación del sujeto con un saber que lo sobrepasa resulta de la práctica psicoanalítica.(por eso se interpreta)Es decir que existe un decir que se dice sin que uno sepa quién lo dice, o sea, el pensamiento se oculta.

El analista cubre entonces que pueda decirse algo sin que ningún sujeto lo sepa.

Freud señala que es de un lugar que difiera de toda aprehensión del sujeto donde un saber es librado, ya que él no se entrega más que en aquello que del sujeto es la equivocación.

La pregunta que se le impone a Lacan es: ¿del saber que no se libra más que a la equivocación del sujeto, cuál puede ser el sujeto que lo sepa antes? Allí él responde que se trata del S.s.S., sujeto supuesto saber. Lugar ocupado para nosotros mismos por Freud.

Se trata del lugar de Dios, el padre, el nombre del Padre.

Sin este lugar, enfatiza Lacan, la teoría psicoanalítica sería un delirio.

Avanza planteando que es de una posición muy abierta que se sostiene la posición del analista. Ya que no sólo es requerido para construir la teoría de la equivocación esencial, con respecto al sujeto de la teoría: S.s.S.- Una teoría que incluye una falta en su interior que deber reencontrarse en todos los niveles: inscribirse aquí como indeterminación, allí como certeza y formar el nudo de lo ininterpretable.

Sino que es justamente en su práctica que el psicoanalista debe igualarse a la estructura que lo determina. No en su forma mental. He allí el callejón sin salida: sino en su posición de sujeto inscripta en lo real. Lo que define propiamente el acto.

Y reafirma que en la estructura de la equivocación del sujeto supuesto saber, el psicoanalista debe encontrar la certeza de su acto y la ciencia que hace su ley. Finalmente nos recuerda que el acto analítico no triunfa tan bien, sino cuando es fallido.

Los no incautos, los que no se dejan capturar, lo que no pueden imaginarse incautos del inconsciente. Los que erran, lo que quieren pasarse de listos.

Lacan avanza por este sesgo, el de los no incautos, para marcar que se trata de ajustarse a una ética que ponga en juego la dimensión que implica ser cada vez más incautos del saber inconsciente ya que es nuestro único patrimonio de saber.

Se pregunta si él es lo bastante incauto como para no errar, si se ajusta al discurso analítico.



Verdadero O Falso

Filosofía
¿Cómo sé, de verdad, que algo es verdad?
¿Qué es la verdad? ¿Lo que veo, lo que siento, lo que creo, lo que entiendo?... ¡Este es uno de los problemas más verdaderos de la filosofía! ¿O no? ¿Sabéis distinguir lo verdadero de lo falso?
Antes de nada. Solemos llamar “verdad” a una cualidad de nuestros pensamientos (proposiciones) o de las frases (enunciados) con que los expresamos. Una proposición o enunciado es “verdadero” cuando lo que pensamos o decimos se corresponde con la realidad. ¿Pero cómo sabemos que se corresponde?
1 “Porque se ve, dicen algunos. Sé que el enunciado “El delantero ha marcado un gol” es verdadero porque lo acabo de ver por televisión (o porque alguien que lo ha visto me lo ha contado)”
2 “Porque se siente con el corazón, dicen otros. Es como una especie… de emoción.  Sé que es verdad que “le película de ayer era muy bonita” porque me gustó mucho.  Porque se siente con el corazón, dicen otros. Es como una especie… de emoción.  Sé que es verdad que “le película de ayer era muy bonita” porque me gustó mucho”
3 “Porque quiero creerlo, por un esfuerzo de voluntad, como la fe. Qué “Dios creó el mundo” es verdad porque lo creo, solo por eso (aunque no tenga “pruebas”, ni entienda demasiado qué es Dios ni cómo creo el mundo)”
4 “Porque tenemos pruebas experimentales. Sé que es verdad que “el agua hierve a cien grados” porque hemos hecho muchos experimentos, cuidadosamente diseñados, en los que se ve como el agua hierve a esa temperatura”
5 “Porque, después de pensarlo, lo entiendo como necesario (no puede ser de otro modo). “Dos más dos son cuatro” es verdad porque razono y concluyo que es imposible que dos más dos no sean cuatro”
Según hagamos caso a uno u otro de estos “criterios de verdad” (por cierto: ¿cuáles serán los “criterios” más verdaderos, y por qué?) podemos hablar de:

Saberes racionales. Son los que obedecen al criterio (5), (4) y, a veces, un poquito el (3). Los que solo aceptan el criterio (5) son denominados “saberes puramente racionales” o “lógicos” (la filosofía se considera habitualmente como uno de estos saberes). Y los que siguen el criterio (5) y el criterio (4) (más, a veces, un poquito el (3)), se denominan “saberes empírico racionales” (son lo que llamamos “ciencias”).

Saberes irracionales. Son los que dicen obedecer los criterios (1), (2) y (3). Por ejemplo, lo que solemos llamar saber común o vulgar obedece a menudo el criterio (1). La gente piensa que nuestros juicios estéticos (sobre lo bonito y lo feo) obedece el criterio (2). Los dogmas o verdades religiosas obedecen, típicamente, al criterio (3).
Es importante reflexionar sobre cómo sabemos si algo es verdadero o falso. ¿Cuáles son los métodos y enfoques que permiten acercarse a la verdad y distinguirla de la falsedad? Sin entender en líneas generales esos métodos y enfoques es fácil caer en el error de aceptar cualquier mentira o falsedad, especialmente si la presentan con convicción personas que tienen posiciones de poder e influencia (gobiernos, autoridades religiosas, personalidades de televisión, etc.).
Es bueno ser críticos y cuestionarlo todo. Pero también es importante reconocer cuando al menos la verdad básica de algo se ha establecido claramente. Si los seres humanos pensáramos siempre que “no hay nada seguro”, ¿cómo podríamos vivir o hacer algo? ¿Nos paramos frente a un auto porque “nunca se sabe con seguridad” si nos va a atropellar? ¿No ponemos el despertador porque “nunca se sabe con seguridad” si sonará, o si en realidad existe, o si nosotros existimos y vale la pena que nos levantemos? Estos ejemplos parecen tontos, pero demuestran que hasta para funcionar de día en día necesitamos un método y un enfoque que nos ayude a establecer si una cosa es verdadera o falsa.



Claridad De Propósito


¿Cuál es la causa más común de estrés en nuestra vida? ¿Y la de los ataques al corazón? ¿Y la de muchas de nuestras enfermedades? Aunque pueda sorprendernos a primera instancia, la causa más común  de muchas de nuestras enfermedades es la falta de encontrar sentido a nuestra  vida. 

En el nuevo milenio mucha gente se preocupa por el mundo y nuestro  lugar en él. Nos hacemos muchas preguntas acerca de cómo conseguir la felicidad. Tan a menudo en nuestros días tenemos todo tipo de cosas que se supone son para hacernos más felices: Títulos, buen trabajo, casa, familia… pero  dentro de nosotros hay una voz apagada que nos continúa preguntando: ¿Es eso  todo? ¿Eso es todo lo que hay? …¡No puede ser! ¡Tiene que haber algo más! Algo  falta… pero ¿qué es? 

La respuesta de lo que nos falta es ‘claridad de propósito’. El poder saber responder a las siguientes preguntas: ¿Tiene sentido la vida?, ¿quién  soy?, ¿qué deseo?, ¿qué siento?, ¿cómo me satisfago?, ¿qué he venido a hacer aquí?, ¿qué pasa tras la muerte?... Para  la mayoría de nosotros, lo que la sociedad nos ha enseñado para poder responder  a estas preguntas nos lleva a callejones sin salida. Nos deja todas  esas preguntas sin respuesta. 

Podemos saber cómo encontrar sentido a nuestra vida a corto plazo con metas y logros, pero a largo plazo continuamos luchando con la misma profunda pregunta: ¿Cuál es el sentido de mi vida? La respuesta a esta pregunta es una de las más importantes en nuestra vida. Conocer  la respuesta nos pone los fundamentos para la real y plena satisfacción. 

Podría ser que tú fueras una de esas personas que podría llenar fácilmente una página hablando sobre lo que tiene sentido para ti en la vida. Pero si lo comparas con la vida que realmente estás viviendo, ves que hay algo más que una pequeña diferencia. Pues aunque la gente pueda llegar a definir lo que es una vida con sentido, la vida que vive nada tiene que ver con su ideal. 

Ésta  falta de propósito se manifiesta en nosotros como una perpetua angustia. Pues  aunque tengamos una vida con comodidades, podemos detectar una tristeza interior  que ha estado allí desde hace tiempo, una pena que no es fácil de identificar,  un vacío en lo profundo de nuestro ser…

Continuamente pensamos que si solo tuviera  algo más, entonces sí que sería feliz. Solemos decir: cuando termine mis  estudios…, cuando encuentre un trabajo…, cuando tenga un salario más elevado…, cuando tenga pareja…, cuando tenga hijos…, cuando mis hijos sean mayores…, cuando tenga una casa más grande…, cuando tenga un coche…, cuando tenga un coche  mejor…, cuando tenga una pareja mejor…, cuando me jubile… Y sin  darnos cuenta se nos ha escapado la vida.Pues aunque vayamos consiguiendo cada una de  esas cosas continúa  persistiendo el sentimiento de que algo nos falta, de que no sabemos exactamente  qué es lo que queremos hacer con nuestras vidas.

Podemos esperar pacientemente hasta que nos jubilemos… o hasta que llegue nuestra muerte, si es que ya nos hemos conformado con ‘lo que nos ha tocado vivir’. Pero también podemos elegir encontrar el sentido de nuestra vida ahora, en este momento de nuestras vidas. Podemos elegir dejar atrás nuestras enfermedades y sentimientos limitativos y empezar a disfrutar de la vida en su máxima expresión.

Para  ello habrá que dejar atrás años de condicionamiento, décadas de falsedad, y  enfrentarse a la verdad. La verdad que nos permitirá vivir en completa libertad.  La verdad que nos permitirá ‘ver la  vida tal como es’ y no  ‘tal como nosotros la vemos’, la  verdad que nos permitirá crear una gran diferencia en nuestras vidas y en la de  los demás. 

Creatividad


Tienes una mente altamente creativa, todos la tenemos, si todavía no lo has descubierto es porque no te has parado a percibir cuan creativo/a eres. Muchas personas se quejan de aquello del síndrome de la página en blanco, de la falta de inspiración, les gustaría tener más ideas cada vez que se ponen a pensar en cómo mejorar sus productos y servicios, a escribir un post, a tuitear o a hacer cualquier actividad que necesite creatividad. 

Cómo funciona la creatividad
La creatividad la llevamos todos de casa, sólo que algunos la entrenamos y otros no. Picasso dijo aquello de “Si viene la inspiración que me encuentre trabajando”, y tenía toda la razón, a la inspiración hay que educarla para que llegue en el momento preciso y para que nos desborde de ideas, proyectos y nuevos retos.

Cómo decía al principio, tú tienes una mente creativa, lo que ocurre es que a veces a tu creatividad no la dejas salir. El estrés al que te ves sometido y la tensión que en muchas ocasiones sentimos, el miedo y la incertidumbre no son buenos amigos de la creatividad, pues la mantienen oculta y bloqueada.

Por este motivo somos más creativos cuando:

Hacemos algo que nos relaja. ¿Cuántas actividades relajantes llevas a cabo en comparación con todas las obligaciones?
Nos duchamos. Creo que es el lugar en el que se me ocurren más ideas, no es fácil dejar la mente en blanco en la ducha.
Cuando hacemos un viaje en coche, cuando observamos un paisaje, cuando nos dejamos llevar por la música.
Cuando nos tomamos una tarde libre, cuando nos relajamos, cuando no tenemos obligaciones importantes.

Y todo esto ocurre porque la tensión es menor, y las ideas empiezan a brotar.
Querer que haya mucha innovación y creatividad en una empresa en la que se respira mucha tensión es tan efectivo como querer vender calefactores en el desierto. La creatividad está, existe en todas las personas de tu equipo, pero el estrés y la creatividad nunca fueron buenos amigos.

Sin embargo son necesarios los opuestos, y el estrés también nos hace falta, quizá lo que tengamos que hacer sea dejar un poco más de hueco a la creatividad, generar espacios para la creatividad, en los que las buenas ideas sean las protagonistas.



Satisfacción Personal


La satisfacción personal es el estado más alto de bienestar y armonía interna que una persona pueda tener.
Estar satisfecho personalmente, significa estar feliz con la vida que se vive.
Estar en paz mental por las acciones que se realizan y estar inmensamente complacido por los resultados que se obtienen.
Las personas hoy en día se conforman con llamar “Satisfacción personal” el lograr una meta impuesta por la sociedad, como por ejemplo ascender en un empleo.
Sin embargo, es aquí donde viene el punto importante de todo esto.
La satisfacción personal se alcanza sólo si se cumple con los siguientes requisitos:
1. Adquirir Un Propio Sistema De Creencias
Lo primero que debes hacer para alcanzar la satisfacción personal, es dejar de lado todas las creencias y paradigmas que la sociedad te ha implantado a través de los años.
Algunos de esos paradigmas es por ejemplo que…
…tienes que ir a la Universidad para “ser alguien en la vida”…
…debes conseguir un empleo para tener asegurado tu futuro…
…los jóvenes menores de 18 años no son responsables…
…hay que respetar a los viejos simplemente por ser viejos, etc.
Todo esto y cantidad de cosas más, son ideas y conceptos que por años vienen implantándose en nuestra mente, porque a nuestro alrededor los cree todo el mundo sin cuestionarlos.
Entonces lo que tú debes hacer, es no sólo liberarte de todo esto en tu mente, sino también crear tu propio sistema de creencias.
Creer sólo en lo que a ti te parezca cierto, y no en lo que todo el mundo dice que es verdad sin siquiera tener pruebas.
Al poder confiar en las creencias que tú mismo has elegido, simplemente empezarás a regir tu vida bajo esas creencias, y por ende, serás más feliz y más satisfecho personalmente.
Con esto, lo que logras es simplemente entender y aplicar el hecho de que la satisfacción personal no sólo la da las cosas materiales, sino también los valores y la información que lleves en el interior de tu ser.
2. Llevar A Cabo Tus Pasiones
Cuando ya en tu mente eres consciente de todo lo que crees, y has elegido libremente los conceptos o las ideas poderosas que te enseñan a vivir tu vida, entonces es hora de empezar a aplicar todo eso.
Tu vida y cada uno de tus días, debe ser el diseño perfecto del cumplimiento de tus pasiones, sueños y deseos.
Cuando ya eres libre para escoger lo que piensas, también te haces libre para vivir la vida que deseas, ¡Y ésta es la mejor parte!
Ahora en tu mente no hay presiones para seguir el camino que todos siguen, sino que tienes el poder de diseñar tu propio camino de la forma que lo deseas.
Llevar a cabo tus pasiones significa ser quien realmente quieres ser, hacer lo que más te gusta…
…poner en práctica tus talentos y cualidades, explotar tus afinidades por cualquier cosa en especial (como la música, la pintura, etc).
Ahora tú eres como el director de tu propia película.
3. Buscar La Plenitud Día Tras Día
Y claro, llevando a cabo el anterior punto, sin duda alguna lograrás el éxito en todo lo que te propongas de ahora en adelante.
Sobre todo porque tendrás la motivación para hacer lo que te gusta y no serás como la mayoría de empleados que se la pasan esperando el viernes y se aquejan del lunes.
Para ti, todos pueden ser viernes
Sin embargo, y aunque el éxito es algo grandioso y supremamente importante, tú debes enfocarte en buscar tu plenitud total para estar en el punto más alto de satisfacción personal y bienestar.
La plenitud no es sólo cumplir tus deseos, sino entender realmente qué es lo que deseas y cómo lo puedes lograr de la forma más óptima.
Cuando estás pleno en una relación amorosa, no es sólo por tener pareja…
Es porque la relación con tu pareja es saludable para tu vida, es positiva, es un apoyo en tu camino a llegar lejos.
Es una motivación para hacer las cosas bien, y finalmente es algo que te provee entusiasmo y mucho placer.
De esta forma es que se puede conocer si somos plenos en algún área de nuestra vida.
4. Hacer Las Cosas Por Sí Mismo
Esto es algo importante… Si quieres tener satisfacción propia, no puedes estar preocupándote de satisfacer a alguien más.
Tú eres lo más importante, tus creencias y el estilo de vida que escogiste llevar.
Así que, debes hacer las cosas para sentirte bien contigo mismo, para sentirte orgulloso por lograr algo; no para impresionar a otros o para compararte con alguien, ni mucho menos para que los demás reconozcan tus logros.
Esta mentalidad a lo mejor individualista, es lo que más puede ayudarte a crecer.
Sobre todo, ten en cuenta que si individualmente te enfocas en contribuir contigo mismo positivamente, lo estarás haciendo con el mundo también.
Si tú eres feliz, tu sonrisa puede encender sonrisas en el rostro de otra persona triste.
Cuando disfrutas de abundancia financiera, puedes con tu dinero hacer obras de caridad que te complazcan y que ayuden a otros a crecer.
Al llevar una vida saludable, tienes más energía para trabajar en tus talentos que probablemente darán algo bueno al mundo.
Y en todo caso, si tú vives la vida correctamente y aportando valor a tu vida así como al mundo, serás una carga menos entre la humanidad consumista, pesimista y perezosa.
Conclusión
De esta manera, y llegando ya a este punto donde estás llevando a cabo tus pasiones y estás contribuyendo con el mundo por medio de tu felicidad y entusiasmo, ya empiezas a saber lo que significa la satisfacción personal.
Yo, mientras escribo estas líneas, estoy viviendo al máximo mi pasión de ayudar a otros por medio de lo que me gusta hacer.
Siempre me sentí forzado a crecer y buscar un trabajo, a estudiar aun cuando no quería…
Pero ahora, luego de escoger mi propio sistema de creencias y de llevar a cabo mis pasiones, puedo decir que estoy cada día más satisfecha personalmente
Espero con todo el corazón que tú puedas llegar a este punto