domingo, 1 de octubre de 2017

Incautos

Filosofía
Incautos
El saber es cosa que se dice, que es el decir, y bien el saber habla solo, he ahí el inconsciente.
El saber es puesto en el centro, en el banquillo de la experiencia analítica. No se trata del saber en relación al conocimiento, sino que se liga en una relación de red, un significante en relación a otro significante.

El saber inconsciente como un saber en lo real es el eje que motiva este breve trabajo, ya que es una de las vías por las que Lacan plantea su diferencia con Freud.

En el texto de La equivocación del S.sS., Lacan parte de la pregunta: ¿qué cosa es el inconsciente? Reafirma la idea freudiana de que se trata de pensamientos y nos recuerda los aforismos: el insconsciente estructurado como un lenguaje y el inconsciente como el discurso del Otro.

Vale decir que todo lo que es del inconsciente no juega más que sobre efectos de lenguaje.

El orden de esta indeterminación que constituye la relación del sujeto con un saber que lo sobrepasa resulta de la práctica psicoanalítica.(por eso se interpreta)Es decir que existe un decir que se dice sin que uno sepa quién lo dice, o sea, el pensamiento se oculta.

El analista cubre entonces que pueda decirse algo sin que ningún sujeto lo sepa.

Freud señala que es de un lugar que difiera de toda aprehensión del sujeto donde un saber es librado, ya que él no se entrega más que en aquello que del sujeto es la equivocación.

La pregunta que se le impone a Lacan es: ¿del saber que no se libra más que a la equivocación del sujeto, cuál puede ser el sujeto que lo sepa antes? Allí él responde que se trata del S.s.S., sujeto supuesto saber. Lugar ocupado para nosotros mismos por Freud.

Se trata del lugar de Dios, el padre, el nombre del Padre.

Sin este lugar, enfatiza Lacan, la teoría psicoanalítica sería un delirio.

Avanza planteando que es de una posición muy abierta que se sostiene la posición del analista. Ya que no sólo es requerido para construir la teoría de la equivocación esencial, con respecto al sujeto de la teoría: S.s.S.- Una teoría que incluye una falta en su interior que deber reencontrarse en todos los niveles: inscribirse aquí como indeterminación, allí como certeza y formar el nudo de lo ininterpretable.

Sino que es justamente en su práctica que el psicoanalista debe igualarse a la estructura que lo determina. No en su forma mental. He allí el callejón sin salida: sino en su posición de sujeto inscripta en lo real. Lo que define propiamente el acto.

Y reafirma que en la estructura de la equivocación del sujeto supuesto saber, el psicoanalista debe encontrar la certeza de su acto y la ciencia que hace su ley. Finalmente nos recuerda que el acto analítico no triunfa tan bien, sino cuando es fallido.

Los no incautos, los que no se dejan capturar, lo que no pueden imaginarse incautos del inconsciente. Los que erran, lo que quieren pasarse de listos.

Lacan avanza por este sesgo, el de los no incautos, para marcar que se trata de ajustarse a una ética que ponga en juego la dimensión que implica ser cada vez más incautos del saber inconsciente ya que es nuestro único patrimonio de saber.

Se pregunta si él es lo bastante incauto como para no errar, si se ajusta al discurso analítico.



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