Somos
animales simbólicos, ya que al adaptarse al medio crea la cultura, que se
agrupa en universo simbólicos y abstractos, a los que dota de significados;
además de transmitir relaciones abstractas como los ideas, los sentimientos,
las concepciones del mundo y dan lugar a las religiones, la ciencia, el
lenguaje,… Una de sus primeras manifestaciones en la Prehistoria, aparte del
lenguaje, sería el enterramiento de los muertos, lo que implica unas creencias
en el más allá.
El ser
humano también ha sido definido como un animal social porque somos capaces de
construir formas comunitarias de relación con los demás, por ejemplo la
familia, una ciudad,… Pero los animales también forman grupos (manadas,
bandadas….) o “sociedades” para ir a las charcas de agua o emprender
migraciones a otros climas. Entonces ¿en qué se diferencia la sociedad humana
de la animal? Se diferencian en que la sociedad humana consiste en un grupo de
personas que cooperan y que dependen unos de otros con el fin de cumplir los
objetivos de una vida. Para ello cada individuo desarrolla una actividad
diferente, de modo que se cubran todas las necesidades de los miembros. Además
nuestras sociedades evolucionan y se adaptan a los tiempos, por lo que también
tienen una visión de futuro.
Hemos
sido definidos como animales morales debido a que los Homo Sapiens calificamos
a acciones y costumbres concretas como buenas o malas. Tenemos una conciencia
moral en nuestro interior que origina sentimientos de culpa o de bienestar, en
función de que uno sepa que haya actuado bien o mal. Esto se ha trasladado a
nuestra sociedad en forma de leyes, normas de convivencia, los preceptos de las
religiones,…
Si no atendemos a los experimentos realizados con los
chimpancés y bonobos,
los cuales han demostrado que tienen métodos y procedimientos que se transmiten
de una generación a otra de forma no genética, sino mediante el aprendizaje; se
puede decir que el ser humano es un animal cultural. Esto es debido a que es
capaz de inventar, transmitir y aprender; es decir que una persona es capaz de
adquirir e interiorizar hábitos y conductas no recibidas genéticamente.
Otro
rasgo importante es el apareamiento humano, realizado por obtener placer y no
con fines de reproducción como en el mundo animal.
La
vergüenza de la desnudez, como han señalado algunos de mis compañeros en sus
respuestas, no puede ser considerada como un rasgo inherente a nuestra
condición de seres humanos, ya que es una característica cultural, relacionada
al principio con la actividad sexual y como medio de marcar diferencias entre
los distintos integrantes de una sociedad. Respecto al rasgo de que si los
humanos intentamos adaptar nuestro entorno a nosotros, en vez de adaptarnos
nosotros, no puede ser considerada una característica de nuestra especie ya que
es el resultado del potencial desarrollado por el Homo Sapiens.
Como
conclusión permítaseme decir que todas las características del ser humano
anteriormente citadas están estrechamente interrelacionadas entre sí, y que su
origen y desarrollo dependió de las otras. Como características “rectoras” yo
señalaría a la racionalidad humana y la capacidad de convivir en sociedad.