“La palabra es
el hombre mismo.
Sin ellas, es inasible.
El hombre es un ser de palabras.”
Octavio Paz
Hombre y lenguaje, imposible hablar de uno, sin la
presencia del otro. Es el lenguaje la más grande creación concebida por el
hombre en todos los tiempos, pues a través de él ha logrado capturar el
pensamiento, la acción y sentimiento de seres de distintas épocas. El hombre es
el único de los seres vivientes que tiene la suficiente capacidad para
representar simbólicamente la realidad. Esta afirmación será el punto de
partida de mi reflexión sobre el papel que juega el lenguaje en la conformación
del ser humano.
El lenguaje es el medio por el cual nos expresamos,
es la comunicación que consiste en emitir e interpretar señales. Las señales
forman parte de un código o sistema y esto nos permite entenderlas: Las señales
de los sordomudos son un código: (lenguaje mímico), las señales en calles y
carreteras son un código: (lenguaje gráfico), el alfabeto es un código:
(lenguaje oral o escrito).
Hoy podemos viajar a través de los tiempos:
Desvestir al pasado, descubrir el presente e inventar el futuro, el uso del lenguaje
nos permite eso y más.
La lingüística es la ciencia que estudia todos los
aspectos de las lenguas, tales como su origen, evolución, características,
utilización y relación.
El lenguaje es universal ya que permite una gran
diversidad de formas o maneras de expresión que conllevan al establecimiento de
la comunicación. La estructura del lenguaje en su calidad de modo de
comunicación está relacionada con otros elementos de particular relevancia.
La lingüística estudia el lenguaje en sus dos ramas
principales: el habla y la escritura; no obstante, el lenguaje oral y el
escrito son tan sólo uno de los múltiples lenguajes que el hombre utiliza para
comunicarse.
La expresión verbal es una forma directa de hacer
llegar un mensaje, de hacerse comprender, motivar, etc., a pesar de que el
sujeto no esté físicamente frente a su interlocutor. El empleo de la voz como
medio de comunicación produce importantes efectos, pues las vibraciones de la
voz son capaces de conmover y de emocionar a toda una audiencia.
La palabra escrita, por su parte, es otro medio de
comunicación valioso, cuyo propósito fundamental es dejar huella y registro de
mensajes que pueden referirse a un pasado remoto o cercano, a sucesos de
actualidad, e inclusive a especular sobre el futuro. Obviamente este medio
implica mayores exigencias en términos de redacción y estilo que las de
expresión oral, puesto que la escritura permite afinar el mensaje y en
consecuencia incrementa las posibilidades de estructurar un contenido, evitando
confusiones respecto al significado.
Por lo anterior, el lenguaje es el vehículo de
comunicación más eficiente, en cualquiera de sus formas y maneras de expresión;
de ahí que el lenguaje y la comunicación vayan de la mano.
La comunicación humana es un fenómeno
intrínsecamente social. Desde las primeras comunidades humanas (la horda, el
clan, la tribu) el hombre ha tenido necesidad de comunicarse para interactuar
en su grupo social y así resolver los retos que desde siempre la sobrevivencia
le ha planteado.
El ser humano es gregario por naturaleza, es decir,
se une a otros seres semejantes a él y convive con ellos participando en la
evolución y desarrollo de su grupo. De esta convivencia se desprende la
necesidad de comunicación, la cual, en un principio, era rudimentaria, con base
en gestos y gritos indiscriminados, es decir no seleccionados; después, al
evolucionar el hombre y ser capaz de aprender de sus aciertos y errores, se
llegó a una forma de comunicación únicamente humana: El lenguaje.
“La primera actitud del hombre ante el lenguaje fue
la confianza: El signo y el objeto representado eran lo mismo”
,
cita Octavio Paz, y comparto su afirmación, pues históricamente, el hombre fue
capaz de hablar cuando, a partir del momento iluminado en que discriminó los
sonidos, los aplicó, primero, a determinados objetos que formaban parte de su
entorno y, posteriormente, a ideas cada vez más subjetivas y abstractas que
emanaban de sentimientos y vivencias que formaban el bagaje de experiencias de
que era objeto y sujeto. Esto ocurrió dentro del contexto social en el que
interactuaba, ya que como ente social no puede vivir aislado.
Paz escribió que “Al cabo de los siglos los hombres
advirtieron que entre las cosas y sus nombres se abría un abismo.”
El
argumento que encuentro es que se descubre una de las características inherentes
del lenguaje: su arbitrariedad.
El lenguaje es arbitrario porque los creadores de
una lengua usaron su arbitrio, no la relación lógica para nombrar a un objeto
de acuerdo al gusto o a la circunstancia, lo cual es arbitrario, aunque se debe
comprender que era imposible que los hablantes primitivos pudieran sentarse a
discutir cómo nombrar los objetos, pues carecían de los elementos básicos de la
lengua articulada, es decir, las palabras.
Es claro entender que las expresiones iniciales y
primitivas no las conocemos en la actualidad, pues una lengua es algo vivo,
como la comunidad que la utiliza, y varía desarrollando diferentes cambios a
través del tiempo y del espacio.
Con la confección de los más sencillos instrumentos
de trabajo surgió la necesidad de comunicarse con los demás hombres en el
proceso de la actividad laboral y de empleo de los instrumentos; así nació el
lenguaje articulado.
Puedo afirmar que la creación del lenguaje oral
antecedió con mucho al lenguaje escrito y que ambos surgieron tanto del
desarrollo del pensamiento humano y sus diferentes estadios evolutivos, así
como de la conciencia paulatina desarrollada en el hombre de cubrir sus
necesidades de cualquier tipo, incluidas desde luego las de comunicación.
Con el lenguaje escrito, el hombre dejó la
prehistoria y entró al periodo denominado historia. Desde el momento en que
deja piedras labradas, rollos, documentos que relaten sucesos vividos por él y
su grupo, se convierte en un sujeto de la historia.
La lengua escrita está supeditada a la oral, aunque
cada una de ellas cubre diferentes objetivos, pues la lengua hablada es por
excelencia el mejor instrumento creado por el hombre para realizar su
comunicación y la escrita es la forma mediante la cual el hombre conserva su
pensamiento por medio de las letras o grafías, a través del tiempo y del
espacio, lo cual nos lleva a considerar un rasgo fundamental de la palabra
hablada, ser momentánea.