viernes, 1 de julio de 2016

Raspando El Tarro


Cuando fuimos niños, se dice que la necesidad acentúa nuestro ingenio, recurrimos muchas veces al que quizás entendíamos era el último recurso que nos quedaba y este, el recurso, era más que evidente para nosotros, “debíamos raspar el tarro”

Esto sucedía y por supuesto aún sucede cuando lo que requeríamos no solamente era escaso por causa de la excesiva demanda, como lo puede ser un pote de “dulce de leche” por ejemplo en este caso el producto en cuestión, el dulce de leche era un elemento además de delicioso a nuestro paladar y por supuesto, muy disputado por los pequeños y no tan pequeños a un punto tal de que a medida de que iba bajando el contenido del recipiente proporcionalmente se agudizaba nuestro ingenio para poder saborearlo, de ahí el considerado, recurso extremo, de ponernos a raspar el tarro hasta sacarle brillo con nuestra cuchara.

Pienso que en los días actuales se ha descontinuado la costumbre de utilizar al máximo los recursos disponibles, ahora constituimos la tan mentada “sociedad de consumo” lo que significa que hemos logrado en este supuesto avance de nuestra civilización tener a nuestro alcance el acceso mucho más liberal a los bienes de consumo utilizando la modalidad del crédito y al uso abusivo de sus posibilidades de endeudamiento, 

Ahora lo que raspamos son muestras tarjetas de crédito y a lo que le sacamos el mayor brillo posible es al pago de intereses por tal concepto

Así las cosas


Hugo W Arostegui  

jueves, 30 de junio de 2016

Divagues


La mente se comporta como receptora de todas las inquietudes que de alguna forma repercuten en el interior de un intelecto tan ocupado como el mío que intenta inútilmente no dejar pasar sus reclamos, Y digo inútilmente, pues la estridencia de su constante insistencia ya ha despertado al bucólico adormecer de la conciencia.

Es entonces que percibimos que lo que sucede hoy es parte de nuestro presente, y que tal condición, no admite postergaciones, es por eso que la mente insiste y repercute como si fuese un instrumento de percusión con tal insistencia que al despertar de nuestra conciencia nos conmina a no dejar escondidos, a la espera de otro tiempo, esos reclamos que nuestra mente se empeña tanto en rememorar.

Está bien, ocupemos al pensamiento para que active a los sentimientos y que éstos, los sentimientos, describan en nuestra mente su sentir, para que ella, nuestra mente, en su amplitud y generosidad, le susurre suavemente al intelecto cuales han de ser las acciones a realizar para describir sobre una página en blanco, como ésta que está a nuestro frente, de tal forma, que lo que perciba en la lectura de lo que se expone, conduzca lo que está impreso directamente a su corazón.

Hugo W Arostegui



Al Mal Tiempo Buena Cara


Estamos finalizando el mes de junio y seguimos inmersos en lo que calificamos como “mal tiempo” humedad, lluvia, frio, etc. una constante con la que habrá que aprender a convivir con el argumento convincente de que así son las cosas y “que no hay otro remedio”

Ya estamos transitando el invierno y tal como lo hemos mencionado en otras publicaciones creemos que nada ni nadie debería condicionar “nuestro clima interno” el cual solo depende de nuestro “yo interno” y del grado de relación que cultivemos entre ambos.

Hay un dicho popular que nos dice: “al mal tiempo buena cara” lo que nos pone en la disyuntiva de ser los arquitectos de nuestro estado de ánimo o la de dejarnos llevar de la mano de las circunstancias adversas, queda claro que “el estado de nuestra cara” es la clave que hace la diferencia y nos predispone en cuánto a cuál va a ser nuestra actitud ante los desafíos que tengamos por delante.



Hugo W Arostegui

miércoles, 29 de junio de 2016

Nuestro Entorno Social


Cuando participamos ponemos, como se suele decir “toda la carne en el asador” lo que a nuestro entender equivale a mencionar de que no está en nuestro ánimo, de modo alguno,     el “escamotear” o dejar para “otro momento más oportuno” algunas expresiones que pudiesen de algún modo alterar el contenido de lo que podamos expresar.

Decimos esto a modo de respuesta a los amigos que vía correo electrónico nos ponen al tanto de sus reacciones ante lo que piensan deberían contener un mayor compromiso en las consideraciones que exponemos en nuestras publicaciones, sobre todo, en lo referente a las distintas circunstancias que a nivel político, social o económico atravesamos como sociedad.

En nuestro caso en particular no nos sentimos ajenos a todas las inquietudes que nos han expuesto, solo que si bien, no discrepamos en lo conceptual, entendemos que bien pueden coexistir todos los conflictos que se mencionan con la participación individual de cada uno.

Nuestros dichos, sean cuales fuesen, no resumen en absoluto las diversas opiniones que nos inquietan al respecto, entendemos que integramos “una tribuna libre” donde tienen cabida todas las posturas y que cada cual debe emitir la suya con la finalidad de enriquecer con su aporte lo que a la postre se convierta en una mayor y mejor información general.

Lo que hacemos como individuos falibles es el emitir una opinión, una postura, en un tema determinado por los sentimientos que nos embargan al respecto, decimos al igual de lo que suelen mencionar los boxeadores en sus comentarios  “es mejor dar que recibir” por supuesto que “nuestra opinión” es sólo eso, “nuestra opinión” y la exposición que difundimos tiene como único objetivo el integrarse a través de lo que humildemente podemos aportar.

Este es el pan nuestro que elaboramos, cuando podemos, cada día.

Hugo W Arostegui



martes, 28 de junio de 2016

Tiempo y Realidad


Cuando mencionamos al tiempo nuestra tendencia es de describirlo como si fuese uno de los tantos enseres que la cotidianidad nos ha puesto a nuestro servicio, en realidad todo lo que podamos expresar sobre él (el tiempo) no pasa de una mera hipótesis sobre la cual hemos formulado algunos conceptos tan equivocados como todo lo referente a nuestra propia construcción de la realidad virtual en la cual nos ubicamos.

Se dice que nuestra vida comienza cuando tomamos conciencia de que estamos regulados por el tiempo, cumpleaños, fiestas, regalos, felicitaciones se van acumulando a nuevas expectativas que surgen cada vez que le mencionamos, estudio, crecimiento, consolidación de nuestro desarrollo físico, independencia, adultez, noviazgos, matrimonios, etc. todas nuestras expectativas están directamente relacionadas con lo que pensamos que podemos hacer con este regalo de la vida que llamamos tiempo mediante el cual nos extendemos en considerarlo “un derecho adquirido” que sumado a  todo lo que hayamos podido experimentar nos permite consideramos aptos como para decidir lo que vamos a realizar con “nuestro tiempo” tal como si tuviésemos algún tipo de dominio cronológico sobre el calendario que pasa y pasa en nuestros almanaques.

El tiempo y la realidad se mueven en forma independiente de nuestra “temporalidad” cuando identificamos su presencia es como cuando visitamos “la casa de loa espejos” e intentamos apreciar nuestras figuras, sin duda, la “distorcionalidad” de la imagen con relación al estereotipo que traíamos pre elaborado en nuestra mente, tal es así, que “lo que vemos”, nos asombraría tanto  que su presunta “realidad” nos resultaría un tanto grotesca y algo bastante difícil de asimilar.

Tal la relación existente entre nuestro concepto del tiempo y la realidad, que indefectiblemente, es lo que es, totalmente independiente e insensible a nuestro sentido de la estética.   


Hugo W Arostegui


lunes, 27 de junio de 2016

Los Bichitos De Luz

Luciérnagas
Quienes hemos crecido en contacto con la naturaleza sin duda conocimos la maravillosa actividad de los llamados “bichitos de luz” los cuales nos han “iluminado” durante aquellas noches  de verano en que los observábamos relampaguear en sus inquietas intermitencias en nuestro alrededor.
Al estar sentado en mi mesa de trabajo intentando hilvanar mis artículos del día me vinieron a la mente las imágenes de los bichitos de luz revoloteando sobre mí a los cuales me imaginaba como si intentaran decirme “hola amigo estamos aquí” tal como si fuesen colegas en esta solitaria tarea de “irradiar luz sobre el teclado” como seguramente lo hacen “los bichitos de luz” en la humildad de su vuelo, nadie sabe mucho de ellos, pero ellos están allí, iluminando las noches con sus flashes intermitentes dotando de belleza la oscuridad.
Es por eso que su recuerdo reconforta mi tarea.

Hugo W Arostegui

domingo, 26 de junio de 2016

Días De Reflexión


Un fin de semana de esos que consideramos “terribles” con lluvias intensas, fuertes vientos y con una sensación térmica de unos seis grados de temperatura, realmente todos estos ingredientes son una invitación al recogimiento, la meditación y como consecuencia natural el dictado que nuestra mente realiza a través del intelecto para poder plasmar en una redacción conjunta, como trabajando en equipo donde intervienen el pensamiento, los sentidos y claro, el servicio de nuestros dedos tecleando en nuestro ordenador.

Todo lo que hemos mencionado conforman “nuestro clima interno” sumamente grato y acogedor, donde podemos dar “rienda suelta” a nuestras emociones las cuales se agregan  a nuestro grupo, es decir, las imprescindibles emociones que nos proporcionan “el condimento” que sazonan el gusto y el sentido de nuestras experiencias de vida.

Esto que mencionamos “constituyen la materia prima” la argamasa con la cual el alfarero moldea sus creaciones de tal forma que le permita dotarle a las mismas su sentido e identidad.

Esto que describimos de un día de los “considerados terribles” está muy lejos de constituirse en “días perdidos” todo lo contrario, cuando nos rodean las inclemencias climáticas externas aprovechamos el “recogimiento obligado” para transformarlos en reflexión y retrospección en donde podamos disfrutar de un encuentro íntimo con nuestras musas y su agradable compañía.

Esto es lo reconfortante de esos días.

Hugo W Arostegui




sábado, 25 de junio de 2016

Reconocimiento Y Agradecimiento


Haciendo una retrospectiva en los confines de mi mente, lo que equivale a decir que nos hemos introducido con la intención de curiosear cómo estaba su interior, digamos que de vez en cuando, no siempre sino cuando se puede, realizamos lo que puede llamarse una “retroinspeción” ( la verdad es que ni sabemos si está bien escrita esta definición)

Lo que sí podemos comentar es que hemos quedado impresionados por la vastedad de nuestra mente y sobre todo el orden que imperaba en todos los rincones, incluyendo por debajo de las alfombras.

Si por mi fuese sería una tarea prácticamente imposible de realizar pero es más que evidente de que allí he tenido una ayuda que no puedo dejar pasar inadvertida, pues como digo, asombrosamente todo estaba en su lugar aún aquellas que podrían considerarse como insignificantes, como pueden ser pequeños objetos, prendas de vestir, reconocimientos, etc. allí estaban como también pude apreciar una enorme colección de audiovisuales con la inclusión de voces y gestos como los de mis abuelos, padres, hijos e inclusive, nietos.

Al percibir el orden imperante es que me vino a la mente lo que había aprendido sobre la mitología griega, sin duda alguna la cuna de nuestro pensamiento, dónde siempre ha existido el reconocimiento por la invalorable labor de las Musas, reconocimiento que persiste en la literatura que afortunadamente no es transmitido por generaciones.

Siempre hemos tenido una gran consideración por quienes han sido puestos en nuestras vidas para oficiar como “ángeles de la guarda” siempre pensamos en la labor de los ángeles varones pero esta vez queremos mencionar  a aquellas personas del sexo femenino que sin duda alguna han desarrollado y aún desarrollan una muy importante labor, sin dejar de mencionar a quienes teniendo alguna otra orientación sexual también realizan esta labor tan importante.

De la Mitología Griega extraemos:

“Las nueve musas eran hijas de Zeus y de Mnemosine (Memoria, de la estirpe de los Titanes. Eran consideradas diosas de las artes, de la poesía y de la música, y vivían en el monte Helicón. Estas eran:
Calíope, musa de la poesía épica, madre de Orfeo.
Clío, musa de la historia.
Euterpe, musa de la música de flauta.
Terpsícore, musa de la danza.
Erato, musa de la poesía lírica.
Melpómene, musa de la tragedia.
Talía, musa de la comedia.
Polimnia, musa de la danza o la geometría.
Urania, musa de la astronomía.”

Hugo W Arostegui

viernes, 24 de junio de 2016

Sacar Los Conejos De La Galera



Para comprender mejor el encabezado de este artículo habría que remontarse en el tiempo a la época en que siendo niños concurríamos a los parques de diversiones que se organizaban durante las vacaciones escolares.

Nos encantaba sentarnos alrededor de una pequeña mesa cubierta con un colorido mantel frente a la cual se situaba un mítico personaje, que con su accionar, blandiendo en sus manos enguantadas su inefable “varita mágica”, extraía desde una galera situada en el centro de la mesa, delante de nuestros impávidos ojos, desbordantes de asombro, sendos conejillos blancos plenos de vivacidad.

Desde entonces esta expresión “sacar conejos de la galera” se ha utilizado muchísimo al referirse a personas que poseían mucho talento y se las consideraba capaces de hacer cosas increíbles debido a su habilidad, como podrían ser, jugadores de fútbol, artistas, vendedores, o cualquier otro tipo de actividad que requiriese mucha capacidad de improvisación.

Parece que quienes escribimos con cierta asiduidad también hemos caído en estos calificativos, la verdad es que no sé a ciencia cierta si tal definición corresponde o no, lo que parece es que a algunas personas que leen nuestros artículos les ha parecido que debido a la abundancia de artículos publicados, en una forma de alago, han manifestado que para ellos esta habilidad tiene cierto parecido con “sacar conejos de la galera”.

Lo cierto es que pensándolo bien, que tal habilidad se parece, parece, pero, siempre tenemos un pero, creo que no hay que confundir improvisación con inspiración, quizás la tan mentada “varita mágica” tenga mucho de “acumulación de vivencias” y nos permita recurrir a la galera que cubre nuestras memorias para extraer de ellas algún tema que entendamos corresponda a nuestras expresiones escritas.


Hugo W Arostegui


jueves, 23 de junio de 2016

Utopía


“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar” Eduardo Galeano  1940-2015. Escritor y periodista uruguayo.

Bueno, aquí estamos otra vez, resulta que aún subsisten en las mentes de algunos que suelen hacer conjeturas sobre la vida de otras personas, entre las cuales me incluyo, manifestando que les gustaría saber algo más sobre ciertos aspectos que hacen al tema de lo que suelen llamar “realización personal” entendemos que para no dejarlas al margen de sus inquietudes al respecto.

Decimos:

En lo personal desde siempre, o por lo menos desde que tenemos cierta conciencia y nos reconocemos como “personas,” hemos puesto la proa” de nuestras vidas en el rumbo de intentar alcanzar nuestras utopías, lo que al decir de Eduardo Galeano, la utopía suele vislumbrarse allá lejos, muy cercana con el horizonte, con la cualidad de que cuando pretendemos avanzar hacia ella notamos que por más que intentemos alcanzarla siempre estará mucho más adelante de donde nos encontremos nosotros.

Pues bien, esto que mencionamos, es lo que ha sido una constante en nuestra vida, lo que pasa es que lo que notamos que nos ha acompañado desde entonces ha sido la coherencia y la persistencia de nuestro rumbo, tomando como referencia, el tiempo transcurrido, nos permite observar, de que aunque no lo hayamos notado, hace bastante tiempo que hemos traspasado los límites de los confines de la utopía.

La utopía y el horizonte caminan tomadas de la mano, de manera que podemos afirmar que mientras persista nuestro intento y nos mantengamos aferrados a la vida, la utopía seguirá delante nuestro y si algún día llegáramos a alcanzarla ese mismo día estaremos coronando el final de nuestra existencia.

Por lo tanto aprovechamos el valioso tiempo que aún contamos para continuar por esta senda e ir puliendo de alguna manera las aristas negativas que aún persistan en nosotros.
Tal nuestra respuesta

Hugo W Arostegui



miércoles, 22 de junio de 2016

Valores Humanos


Ahora bien, reflexionemos, ¿qué significa para nosotros nuestra propia vida? 

Hemos dicho que la existencia es un desafío individual indelegable, sin duda no existe un emprendimiento más importante, una empresa de mayor trascendencia, que la de construir con los elementos que estén a nuestro alcance, una vida digna que nos identifique con los valores inherentes a nuestra condición de pertenencia a la raza humana.

Sin duda alguna, la vida es un desafío, y un desafío significa enfrentar la adversidad, correr riesgos, esforzarse por vencer y luchar hasta alcanzar la victoria, esto es la vida.

Si alguien puede creer que esto que digo es fácil de realizar, entonces nunca se ha tenido que enfrentar seriamente con la adversidad, y si nunca se ha tenido que enfrentar seriamente con la adversidad, no conoce nada de los valores humanos, porque los valores humanos sólo crecen en medio de la adversidad.

Podría hablar horas y horas sobre este tema, pero dejémoslo aquí, les he sembrado unas cuantas semillas de inquietud, el resto es tarea individual de cada uno.

 Hugo W. Arostegui


martes, 21 de junio de 2016

Imaginación La Fuente Inagotable


En el desarrollo de un tema tratado con anterioridad relacionado con la posibilidad latente que tenemos de “ser creadores” de nuestro propio “microclima” o sea, la facultad de poder recrear en nuestra mente instancias independientes del entorno que nos rodea y de esta manera poder “ser y estar” en los más recónditos lugares imaginables.

Una facultad inherente a nuestra naturaleza, que nos posibilita, la transportación en la inmediatez del pensamiento, de la recreación de experiencias compartidas que anidan atesoradas en nuestro corazón y vuelven a la vida a través de nuestro intelecto.

Es por esta causa que nos tomamos un tiempo para mencionar a uno de los dones más relevantes de nuestra capacidad cognitiva, nos referimos al invalorable recurso de:

La Imaginación

“La imaginación es la capacidad que tiene la mente humana para representar en el pensamiento las imágenes de cosas o hechos reales o ideales.

A través de la percepción tomamos conciencia del mundo que nos rodea, pero además de esto, tenemos también la capacidad de volver nuevamente a representar en nuestro pensamiento estas vivencias, aunque ya no tengamos ante nosotros el objeto o escena percibidos. 

Para ello, lógicamente juega un papel esencial la memoria o facultad de recordar.

Mediante la imaginación podemos «ver sin ver», es decir, somos capaces de reproducir en imágenes todo cuanto queramos, ya sea real o falso. 

Lo mismo podemos repasar en nuestra mente la configuración de nuestra casa, aunque no estemos en ella, como si contemplásemos una fotografía, que inventarnos algo fantástico, como un elefante sin orejas y de color azul.

En la imaginación existen varios grados de claridad, desde imágenes borrosas hasta reproducciones nítidas y exactas a la realidad.

Naturalmente esta función variará mucho de unas personas a otras y depende de su potencia intelectual.

Tal vez lo más importante de esta facultad mental sea el aspecto creativo de la misma. 

Podemos imaginar e inventar sin límite alguno, sabiendo que no tiene por qué ser algo real. Aquí radica uno de los más grandes legados del género humano: el arte. 

Sin imaginación no existiría la expresión artística en cualquiera de sus modalidades (pintura, música, literatura, etc.). 

Tampoco existiría el progreso, pues no habría inventores ni investigadores, que fundamentan su trabajo en la imaginación. La imagen inventada se crea en la mente y luego, si es factible, se elabora en la realidad.

Hay dos tipos de imágenes del pensamiento que, por su peculiaridad, merecen ser destacadas:

La imaginación eidética. Es una facultad bastante desarrollada en los niños, pero que se tiende a perder con el crecimiento, aunque algunas personas son capaces de conservarla. Consiste en la capacidad de percibir en la mente una imagen con toda nitidez y exactitud aunque ya no esté presente en la realidad. 

No sólo se recuerda, sino que se puede ver como si estuviera proyectada en una diapositiva sobre una pared, con gran realismo e incluso corporalidad. Estas personas, así dotadas, son capaces de relatarnos y ennumerarnos un sinfín de objetos distintos que previamente les hemos enseñado en una fotografía o un dibujo, todos ellos en posición exacta y con todo detalle. 

Debe distinguirse la imagen eidética de la alucinación.

Mientras que la primera es totalmente voluntaria y el sujeto la distingue de la realidad, la segunda aparece involuntariamente y confunde al que la padece, pues no sabe con seguridad si es real o imaginaria.

La imaginación onírica. Es la que tiene lugar cuando soñamos dormidos. 

El mundo de los sueños tiene un capítulo aparte y ahora los mencionamos solamente como producto de la imaginación. 

Durante el sueño no hay un control voluntario de la capacidad creadora de la mente, aunque algunas personas digan que pueden soñar lo que quieren o dirigir sus sueños hacia los derroteros deseados. 

También deben diferenciarse de las alucinaciones porque éstas ocurren cuando el individuo está despierto.

En el plano afectivo y sentimental de la persona, la imaginación ejerce una función importante. 

Primero como causante de variaciones en el estado de ánimo: mediante la imaginación podemos provocarnos sentimientos de tristeza o alegría a través de la creación de situaciones o imágenes conflictivas o placenteras. Y en segundo lugar podemos utilizarla en sentido inverso: para atenuar o reforzar una sensación. 

Cuando nos sentimos deprimidos o «bajos» de ánimo podemos compensar nuestro estado con la fantasía y la ilusión del ensueño («soñar despierto»).

Percepciones, vivencias, conceptos y pensamientos pueden ser combinados, en definitiva, constituyendo uno de los fenómenos psíquicos más enriquecedores de la esencia humana.”



      Hugo W. Arostegui

Nuestro Micro Clima


Cuando nos encontramos con un día como el de hoy, propio de finales del otoño, muy frío y nublado, sin sol y sobre todo gris, muy gris, todo parece indicar que no es nada agradable y que mejor sería pasarlo por alto y esperar pacientemente a que aparezcan en el horizonte los días más cálidos y mejores.

Y es así que sucede con el ánimo de la mayoría de las personas, se dice que los días fríos y nublados son tan deprimentes que solemos caer víctimas de la depresión, el desinterés y por supuesto, es inevitable una alta dosis de malhumor en las tareas que realizamos.

Ahora, cuando mencionamos los días fríos y nublados vemos que son propios del calendario y corresponden al clima que impera en lo que podríamos llamar, latitud sur de nuestro continente, es algo natural y por lo tanto no depende de nosotros cambiarlo por más estufas y calefactores que utilicemos.

Como vemos esto es una consecuencia del clima externo que impone sus condiciones a todos sus moradores, eso está muy claro, como dijimos, no depende de nosotros, pero existe algo que sí depende de nosotros y nos referimos a lo que llamaremos “nuestro microclima interno”

Nadie, absolutamente nadie, puede evitar que en nuestra intimidad tengamos el sol brillante que ilumina y nos reconforta con su calidez, brindándonos, desde nuestro interior, la fuerza vital que nos permita realizar positivamente ese nuevo encuentro con la vida que late conjuntamente con nuestra capacidad creativa y que no se detiene por más inhóspitas que puedan parecer las circunstancias externas.

Es por eso que tomamos el teclado de nuestros ordenadores y vamos dando forma legible a los dictados de nuestro intelecto que continúa enviándonos su luz sobre el horizonte.


Hugo W Arostegui


   

lunes, 20 de junio de 2016

Un Dios En La Manga


De acuerdo a lo que es posible observar en las publicaciones que recibimos a diario en nuestros muros pareciera que se ha producido un cambio radical en todo lo atinente a nuestra idea de “Dios” todo parece indicar que cuando invocamos el nombre del Creador lo hacemos con un grado de afinidad que ubica nuestro concepto de veneración a su magnificencia y bondad para con sus hijos terrenales en una “apropiación doméstica” que lo representa como si fuese un especie de “comodín” apto para ser utilizado a nuestro deseo y voluntad.

Todo indica que nuestra demostración de fe está íntimamente ligada a todo lo que le confiamos que Él haga por nosotros lo que equivale a decir: “Dios mío, estas son las tareas que debes hacer por mi” nos estamos acostumbrando a banalizar nuestro vínculo sagrado con el Creador Del Universo, cualquiera que sea la religión que profesemos, a un punto tal, que corremos el riesgo de llegar a la imprudencia y falta de decoro en el contenido de nuestras expresiones.

Es bueno recordar que uno de los principios básicos a tener en cuenta en nuestra relación es el hecho de que siendo un Padre amoroso y solícito en atender nuestros reclamos, de ninguna manera nos sustituirá en el cumplimiento de nuestras responsabilidades, es decir, tal como lo hacen o harían nuestros padres terrenales jamás nos realizaría cualquier tarea que podamos efectuar por nosotros mismos.

De manera que si decimos que tenemos amor y compasión para con nuestros semejantes, que nos preocupa la situación que puedan estar atravesando en el orden que sea, salud, trabajo, necesidades básicas insatisfechas, etc. lo que deberíamos manifestar en nuestras oraciones diarias sería algo así como: “Amado Padre, te suplico tu asistencia para ser digno de tu apoyo y me permitas contar con la fuerza y la capacidad necesaria como para poder extender mi ayuda y solidaridad a todos aquellos que me necesiten” y conste que en el concepto de “semejantes” incluimos también a nuestros abuelos, padres, hermanos, y todos aquellos que sufren dificultades de todo orden como también a quienes, a nuestro entender ,“sufren las consecuencias que sus pecados”

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mt. 22:39): estas palabras de Jesús confieren al hombre el derecho de pensar en sí mismo; por otro lado, el Señor coloca límites claros al egoísmo y exhorta a tratar con amor a todos nuestros semejantes.



Hugo W Arostegui

sábado, 18 de junio de 2016

El Escenario De La Vida


Al comenzar nuestra mañana de trabajo asociamos el nuevo día que no conocemos con la vida que transitamos, que sí conocemos, hasta ayer, cuando todavía eran parte de nuestro presente.

El nuevo día es también una nueva vida, la que fue y la que es, indisolublemente asociados lo uno con lo otro, ambos constituyen nuestro presente, un regalo de los cielos, una creación que no existía antes y que se reviste de la gran oportunidad de “ser y estar” transitando por ese escenario siempre cambiante que denominamos creación.

Esa es nuestra realidad, somos “la puesta en escena” la única e irrepetible obra que se representa a sí misma y cuyo argumento lo vamos construyendo en nuestra indelegable condición de actores.


Hugo W Arostegui

viernes, 17 de junio de 2016

Sobre Nuestro Blog


Hablemos un poco, no mucho, de la actividad literaria que desarrollamos, como seguramente muchos saben, tenemos un blog a cual se puede acceder digitando mi nombre, Hugo W Arostegui, o si lo prefieren lo pueden seguir en las publicaciones que compartimos a través de Facebook.

Diariamente, o cuando el tiempo me lo permite, contestamos las preguntas que se me formulan por medio del correo electrónico; arostegui.hugow7@gmail.com lo que recibimos por esta vía es respondida directamente al usuario en forma personal a su cuenta de correo.

Volviendo a nuestro blog, les informamos que la finalidad del mismo es la de compartir nuestro aporte literario, es decir, utilizamos su contenido para brindar de la mejor manera posible, una serie de temas que en la mayoría de las veces intenta desarrollar su exposición respetando las normas del lenguaje, enriqueciendo en lo posible nuestro vocabulario y sobre todo, no incurrir en vulgaridades ni tampoco abusar de expresiones localistas.

Claro está en que no siempre logramos alcanzar nuestro objetivo, nuestra calidad expresiva, como suele suceder en las actividades humanas, adolece de defectos propios de su naturaleza, una cosa es lo que intentamos transmitir y otra, a veces muy distinta, es lo que alcanzamos en nuestro intento, no obstante, confiamos que la actividad continuada nos pueda mejorar en todo lo que hacemos.

Recurrimos tanto a la paciencia y tolerancia del lector como al valioso aporte que nos pueda brindar realizando sus comentarios y sugerencias y, por qué no,  efectuar las críticas que crea conveniente realizar.

Recuerde que siempre estamos a sus gratas órdenes.


Hugo W. Arostegui

jueves, 16 de junio de 2016

Las Manos En El Cordel


Parece que existe una necesidad de sentirse como “una parte activa” en los aconteceres del día a día, cada vez que algún suceso sacude la monotonía dentro de la cual nos sentimos inmersos, sumadas,  a la vez, a que  las consabidas noticias que recibimos, nos alertan de que “algo trascendente está ocurriendo”.

Este sacudón producto de lo inesperado, nos pone en situación de alerta, e impulsados por la oportunidad de “aparecer en escena” y si podemos, aprovechar la ocasión de marcar con nuestra presencia mostrando en el escenario de los hechos, toda nuestra capacidad de accionar de acuerdo a las circunstancias.

Así nos comportamos siempre que sentimos, en una actitud  similar a la asumida por aquel “aficionado a la pesca” que estando horas y horas mirando el mar impasible, cuando siente el tirón propio del pez que ha “picado el anzuelo” comienza una inusitada actividad procurando atraer hacia la orilla al asombrado pez que intenta vanamente liberarse.

Pasamos horas y horas dejando deslizar los toques que van surgiendo en nuestros muros, algunos respondemos y otros quedarán para después, pero he aquí que de repente, surge de súbito, en nuestros visores, “la noticia” la cual como si fuese un pez “picando el anzuelo” nos hace sonrojar por la emoción.


Hugo W Arostegui

martes, 14 de junio de 2016

Resulta Que Hoy Estamos






El día de ayer estuvo lejos de lo que podríamos llamar “un día de rutina” lo que lo ubica en “esos días” tan particulares que los hacen un tanto diferentes a lo que suele acontecer comúnmente sobre todo considerando el horario, ocho de la mañana, en que han acontecido los hechos de este relato.

Resulta que a esa hora tan temprana de la mañana y con muy escasa visibilidad, cuando retornaba con mis compras del mercado, en plena línea divisoria, fui literalmente embestido por un vehículo del transporte colectivo de pasajeros que circulaba por el lado brasileño de la aludida línea divisoria y como resultado sólo me resta agradecer que les “esté contando el cuento” mi acento “castellano cerrado” no pudo esgrimir ningún alegato a mi favor.

Como verán, ahí estaba yo, con lo que quedaba de mi auto de los considerados de última generación, está situación me ayudó a una muy rápida reflexión en la cual les agradecí a mis progenitores el hecho de haber nacido desnudo y sin nada en mis bolsillos, por suerte ni siquiera los bolsillos, pues de haber nacido con algo semejante a ese coche que apenas se sostenía sobre sus cuatro ruedas, me hubiera resultado muy difícil salir de tan extraña como incómoda situación.

Es así como suceden las cosas estamos plantados en un campo a la vera de un camino sujetos a las circunstancias, sin garantías impresas en ningún rótulo, ocurre que si hoy estamos es porque el sol de la vida nos ilumina y si mañana no nos encuentran, bueno, ese mañana no nos corresponde, nuestro presente es el hoy, como el pan nuestro de cada día.


Hugo W Arostegui

lunes, 13 de junio de 2016

Nuestro Punto En El Universo



Vivimos en un planeta llamado Tierra, el cual, como todos hemos aprendido, forma parte de un sistema al que los científicos han llamado “sistema solar”, también nos han dicho, que este sistema solar, forma parte de una galaxia, y que incontables millones de éstas galaxias se interrelacionan armónicamente conformando nuestro Universo.
Este insignificante punto en la inmensidad del espacio, llamado Tierra, en el cual vivimos, también está regido por leyes, la de la gravedad, por mencionar una, la cual determina, entre muchas otras cosas, que todos los seres vivos, que habitamos su superficie, estamos literalmente, aprisionados a su suelo, desde el gusano que repta y orada sus entrañas, hasta el águila majestuosa, que surca con su vuelo las cumbres de las montañas.

Por qué menciono esto, por la sencilla razón de pretender demostrar que no existe ningún lugar en el universo donde no se respeten los espacios, tanto  individuales  como colectivos, y este equilibrio armónico sólo es posible, cuando cada uno de los actores cumple con la finalidad de su propia esencia y razón de ser, aquí y ahora, asumiendo las responsabilidades inherentes a la cohabitación en un mundo que nos cobija a todos, en la convivencia pacífica de todos los seres vivos, existen reglas que regulan y garantizan derechos y obligaciones, nadie, absolutamente nadie, puede exigir el respeto de los demás si en contrapartida no está dispuesto a respetar y salvaguardar el derecho de todos y cada uno.



Hugo W Arostegui

domingo, 12 de junio de 2016

Principios Básicos De Convivencia

Esto que te estoy diciendo, si aún no lo haz aprendido, se denominan principios básicos de convivencia, el desconocimiento de los mismos, no nos exime de su vigencia, sólo demostrará el grado de desviación que hayamos alcanzado en la ruta que nos conduce a nuestra propia realización, cuánto más tardemos en comprenderlo, mayor serán las posibilidades de frustración, este es un camino donde no existen atajos ni desvíos, ciertamente, por el bien de nuestra propia especie, no deberíamos pretender que alguien realice alguna tarea, por sencilla o compleja que nos parezca,  que podamos estar capacitados para  efectuarla por nosotros mismos.

 Y esto no es por puro egoísmo, todo lo contrario, es la ley de la vida, la misma ley que impulsa a los pájaros a expulsar a sus pichones de sus nidos, una vez crecidas suficientemente sus alas, para que aprendan a volar por sí mismos y sobrevivan.

De manera que, si ya haz testado la fortaleza y longitud de tus propias alas y consideras que estás en condiciones de volar libremente, adelante. Pero… Cuidado!

Las aves no se arrojan solas al vacío, ni se separan de su grupo, permanecen juntas y se protegen mutuamente.

Hablando en términos tecnológicos, imagínate una gran aeronave, dotada de todos los elementos necesarios para garantizar la mayor seguridad en su desplazamiento por el espacio aéreo, piensas que esta majestuosa aeronave, ¿prescindiría de su contacto con la Torre de Control?  ¿Viajarías tú en una aeronave, por mejor equipamiento que posea, si su piloto se comportara de tal manera? Sin duda que eres lo sufientemente inteligente como para no cometer semejante imprudencia.

Cuánto más experimentado sea el piloto, mayor serán las precauciones que tome al pilotear su nave.


Te has puesto a pensar, que tú también eres un piloto, que estás pretendiendo conducir la nave de tu propia vida por los caminos desconocidos del porvenir, me viene a la mente, las palabras del poeta Antonio Machado, el cual sabiamente nos dice: 

“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.

Hugo W Arostegui