jueves, 16 de junio de 2016

Las Manos En El Cordel


Parece que existe una necesidad de sentirse como “una parte activa” en los aconteceres del día a día, cada vez que algún suceso sacude la monotonía dentro de la cual nos sentimos inmersos, sumadas,  a la vez, a que  las consabidas noticias que recibimos, nos alertan de que “algo trascendente está ocurriendo”.

Este sacudón producto de lo inesperado, nos pone en situación de alerta, e impulsados por la oportunidad de “aparecer en escena” y si podemos, aprovechar la ocasión de marcar con nuestra presencia mostrando en el escenario de los hechos, toda nuestra capacidad de accionar de acuerdo a las circunstancias.

Así nos comportamos siempre que sentimos, en una actitud  similar a la asumida por aquel “aficionado a la pesca” que estando horas y horas mirando el mar impasible, cuando siente el tirón propio del pez que ha “picado el anzuelo” comienza una inusitada actividad procurando atraer hacia la orilla al asombrado pez que intenta vanamente liberarse.

Pasamos horas y horas dejando deslizar los toques que van surgiendo en nuestros muros, algunos respondemos y otros quedarán para después, pero he aquí que de repente, surge de súbito, en nuestros visores, “la noticia” la cual como si fuese un pez “picando el anzuelo” nos hace sonrojar por la emoción.


Hugo W Arostegui

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