martes, 3 de enero de 2017

El Burrito Cordobés


Ante tantas cosas que tengo por delante, todas con el rótulo de “tareas a realizar” que prácticamente al apilarse unas sobre otras ocultan mi mesa de trabajo a un punto de no tener la menor idea de por cual empezar, téngase presente de que mi labor profesional es la de asesoramiento en gestión de empresas y que en esta época del año se suelen analizar los resultados obtenidos en el ejercicio cerrado al 31 de diciembre, hace solamente dos días atrás, para luego trazar las previsiones para el ejercicio en curso, ajustar las cuentas de resultados, hacer el balance de situación con la correspondiente liquidación de impuestos.

 No voy a dramatizar sobre algo que me gusta mucho realizar y que además tengo la mayoría de los datos sujetos a analizar totalmente cerrados y listos para presentar, esto no quiere decir que no estén diseminados por varios lados, que tapen literalmente mi escritorio, que sueñe con ellos por las noches ni que me invada, como me invade, una tremenda pereza que se manifiesta justamente a la hora de tener que ordenar la tarea.

Además creo que merece cierta consideración el hecho innegable de que de todas mis tareas pendientes de realización algunas de ellas ocupan casi toda la atención de mi mente en una manera tal que pareciera que me condicionan el pensamiento, entonces claro, la conclusión no puede ser otra que la de admitir que lo primero es lo primero, es por esta razón de que estoy escribiendo en mi notebook, voy a publicar este artículo como base de partida para la realización de todos mis asuntos pendientes.

Esta es la razón del encabezado de este artículo, no voy a avanzar sobre los granos de maíz como las gallinas de mi niñez, tomando la tarea que tengo por delante una por una hasta terminar todo lo que tengo para hacer, sino que voy a sentarme a tararear una canción que me consuela y me trae mucha paz en medio de tantos desafíos.

Escuchen e imaginen como si viniera de lejos este burrito cordobés:

“Tranquilo al trotecito, tranquilito en el andar, total no tiene apuro, apuro por llegar, uy uy uy,      no lo apures, uy uy uy, no lo silbes, total no tiene apuro mi burrito cordobés.”

Hugo W Arostegui



Imágenes Recurrentes


A medida en que transcurre el tiempo en este mundo de los que estamos vivos, y conste que nada tiene que ver el hecho de estar vivos con cualquier otra interpretación, como la de “avivados” , por ejemplo, resulta de que nos vamos dando cuenta de “algunas insinuaciones” de que el tiempo inexorablemente pasa como bien puede ser el hecho de que algunas personas que han sido amigos contemporáneos nuestros, ahora figuran en la nomenclatura de nuestra ciudad dándole nombre a una serie de calles en los distintos barrios de la ciudad, es como si nos recordaran aquel viejo dicho que nos dice: “que cuando el río suena…” o el de aquel otro que aconseja: “cuando veas las barbas de tu vecino arder pon las tuyas en remojo”.

Lo cierto que ya nos van quedando pocos contemporáneos y si permanecemos en la actividad conservando algún atisbo de lucidez es de puro porfiado que somos nada más.

Está claro que a esta altura ya son más los que no están que aquellos que desafiando todos los pronósticos continúan obcecados en esta tan grata tarea de continuar viviendo.

Lo que he podido observar cuando tránsito por las calles céntricas o cuando visitamos lugares con cierta aglomeración de personas como pueden ser, locales comerciales, plazas de comida rápida, etc. es la presencia de personas mayores, parejas con hijos o también, por qué no, algunos nietos, que estas personas con la cuales me cruzo y saludo cordialmente conservan en sus aspectos físicos o en algunas de sus espontáneas expresiones, como si fuesen flases de imágenes congeladas en el tiempo, de aquellos viejos amigos que nos transmiten su impronta y pareciera que nos dijeran “hola como estas amigo” aquí continuamos en las nuevas generaciones.

Esta es una muy dulce sensación que perdura y que nos ayuda a comprender mejor muchas cosas.


Hugo W Arostegui

lunes, 2 de enero de 2017

Decimos Lo Que Decimos

Cuando decimos lo que decimos somos nosotros quienes nos expresamos, el término “nosotros" que utilizo como referencia, al igual que cuando utilizamos el “decimos” no tiene la intención de considerar que seamos muchos  los que decimos , no estamos comunicando el pensamiento en términos de cantidad ni al mencionar el “nosotros” caemos en la insinuación de pretender representar unanimidades de pensamiento, de manera que al introducir estos términos no estamos asociando  valores de cantidad o de unanimidad en nada que tenga como referencia implícita la capacidad de pensar.

Muchos lectores se preguntarán el por qué se dice lo que se dice, valga la redundancia, y lo que sucede tiene como respuesta obligada el hecho de que nuestro idioma que es tan rico en sus expresiones idiomáticas  nos permite la introducción de diferentes tiempos verbales en el desarrollo de una temática cualquiera.

Es posible que al darle una expresión escrita a los dictados de nuestro pensamiento cometamos una enormidad de faltas gramaticales, bueno es tener en cuenta de que no somos expertos en el lenguaje que utilizamos siendo más que probable que en más de una ocasión al teclear las letras impresas en nuestro notebook intentemos decir algo y lo que nos salga escrito no tenga mucho que ver con lo que en un principio digimos.

Lo que sucede con todo lo que expresamos, es que ocurre con lo que hacemos, lo mismo que sucedería si en lugar del pensamiento, utilizáramos un arma de fuego, cualquier experto en balística podría identificar el arma utilizada y cual es el origen del contenido analizado.

Nuestros escritos contienen nuestra impronta, tienen latente nuestros genes y a nuestro modesto entender contienen en sí mismos nuestra imagen y semejanza, de manera que queda como evidencia lo que expresa un viejo dicho: “para muestra basta un botón”

Hugo W Arostegui


Tiempo De Renovación


Tenemos una canción que en su estribillo nos dice: “año nuevo vida nueva con salud y prosperidad” cosa que entendemos está muy bien como una expresión de ánimo y confianza que todos precisamos adoptar en lo que se entiende es una nueva etapa con sus consecuentes desafíos y oportunidades.

Ahora bien, tengamos en cuenta que renovarse no es dejar de ser uno mismo ni tampoco se trata de asumir otras identidades en el intento de parecernos a los que a nuestro entender han tenido mucho más éxito en sus actividades que lo que pudimos realizar nosotros, tampoco entendemos la renovación como un ejercicio de imitación, nadie puede sustituirnos, nuestra participación es única e indelegable, ni nadie debe estar dispuestos a negarse a sí mismo marginándose de participar con su aporte individual en el quehacer colectivo.

Renovarse tampoco puede entenderse como un medio de sepultar nuestras acciones pasadas como quien pretende una vida nueva “barriendo debajo de la alfombra” todo aquello que hace, que sabe que es él y sólo él quien lo hace y en lugar de llamarse al orden a sí mismo corrigiendo errores y asumiendo nuevos compromisos consigo mismo prefiere disimular sus flaquezas con el artilugio del ocultamiento sin darse cuenta que todo aquello que ocultemos debajo de la alfombra nos puede impedir, y sin duda lo impedirá, levantar sin delatarnos cualquiera de sus puntas.

Un periódico de izquierda que circulaba en mis tiempos de estudiante en plena dictadura exhibía en el frente de su portada la siguiente frase que siempre recordaré y que viene muy en cuenta en este caso:

“La basura que se barre, siempre será basura, aunque por los aires suba, basura será en el aire.”


Hugo W Arostegui

domingo, 1 de enero de 2017

El Mundo Que Elaboramos


Nuestros contactos con familiares y amigos nos permiten en algún modo “acortar distancias” y de esta manera “recargar nuestras pilas afectivas” para reiniciar, luego de esta pausa, nuestra reinserción en un mundo que no se detiene y que continúa, minuto a minuto, en su constante tránsito en el que sepultamos el pasado, consumimos el presente y de no ser un tanto precavidos con nuestras acciones diarias, hipotecaremos también el futuro.

Así estamos, este es el mundo que entre todos construimos, somos, como se diría en ámbitos  judiciales, partícipes necesarios, nada de lo que habitualmente sucede, sucedería sin nuestra complicidad ya sea por lo que hacemos o, lo que sin duda resulta peor, lo que deberíamos hacer y no hacemos, todo aquello a lo que “le sacamos el cuerpo” y que con un simple “movimiento de hombros” pareciera que dijéramos “aquí no pasa nada”.

Todo lo que tenemos, lo que podamos haber encontrado cuando llegamos, representa lo que ha sido posible realizar entre todos, tanto lo que han podido legarnos quienes ya no están con nosotros, como todo aquello que con nosotros aportando, o a pesar de nosotros, cuando “nos escapamos por la tangente” hemos podido realizar como integrantes de esta comunidad de humanos que en definitiva somos.

Estamos asumiendo la responsabilidad de ser capaces de “dejar este mundo en el cual vivimos” mucho mejor “de lo que pudiese haber estado cuando lo encontramos” no nos servirá de nada intentar eludir responsabilidades culpando a otros por lo que pudiésemos encontrar que no nos guste, el resentimiento no hace historia, debemos asumir “nuestra cuota parte” y constituirnos “en hacedores” de una sociedad que sea capaz de cobijar a nuestros hijos.

Este es el mundo que entre todos elaboramos.

Hugo W Arostegui


Mi Abuela Rebustiana



En los primeros minutos de este nuevo año, hablando en comunicación digital con mis queridas hermanas Ana María y Rosario, surgieron noticias referentes a los demás integrantes de nuestra familia y entre ellas hablamos del hijo único de mi hermana Rosario, Daniel, un talentoso muchacho al que veo muy poco, por la distancia que nos separan entre la ciudad de Montevideo, donde viven ellos y la frontera entre Uruguay y Brasil, la ciudad de Santana Do Livramento, Brasil, donde vivimos nosotros.

Lo que viene al caso es que mi sobrino, Daniel, que ya ha tenido una muy buena experiencia en Europa, posee ciertas características físicas y al parecer también intelectuales que le resultan a ojos de su madre, Rosario, muy similares a las que yo supe tener en mis años mozos.

Es por esta razón  y también por aquello de que “lo que se hereda no se roba” es que recordé a mi abuela Rebustiana, ella fue quién me cuidó desde mi primera niñez, me proporcionó su amor incondicional, compartiendo los mejores y más marcantes momentos de los que tenga memoria.

Es por eso que comparto en forma muy escueta y sencilla esta historia que seguramente les será de mucha utilidad para quienes no hayan tenido la oportunidad de conocer.  

Cuenta nuestra historia familiar que Isaías Castro, oriundo de Las Islas Canarias, llegó a lo que es hoy la novena secc. Judicial de Cerro Largo, por el entorno de finales del siglo XIX relacionándose sentimentalmente con una indígena arachana llamada Cándida Acosta , fruto de esa unión es que vino al mundo Rebustiana Castro, mi abuela materna.

En su juventud, nuestra abuela Rebustiana se relacionó con un hombre de origen vasco navarro cuyo nombre fue Polonio Aristimuño con mucho renombre  en su tiempo por ser una persona capaz de cruzar a nado el río negro que separaba los márgenes de los departamentos de Cerro Largo y de Tacuarembó,  de esa unión entre Polonio y Rebustiana, (los que han tenido muchos otros hijos e hijas) es que ha nacido María  Esther Aristimuño, nuestra madre.

Lo que pretendo decir, como un legado a las generaciones futuras es que a través de Isaías Castro, y sobre todo de su compañera, Cándida Acosta, tenemos un marcado componente indígena que se manifiesta en una innata independencia y en esa rebeldía natural contra todo atisbo de injusticia o intento de marginación social.

Siempre es muy bueno tener noticias y mejor aun cuando podemos reconocer el valioso aporte de tantas personas que como nuestra querida abuela nos han brindado.

Hugo W Arostegui


Alguien Ha Plantado Esta Semilla


Mi herencia genética me dice que desciendo de emigrantes vascos navarros y vaya uno a saber los por qué conservo algunas características propias de esta raza, como ser la tenacidad por no dejar las cosas sueltas y sin hacer, esto es algo que agradezco muchísimo, dentro de tantas cosas heredadas, y bueno es recordar que todo aquello que se hereda no se roba, suelo utilizar esta circunstancia, lo heredado, para intentar disimular un poco, aquello que dice “que de genios y de locos todos tenemos un poco”

De manera que sigamos adelante, mientras encuentre páginas en blanco voy a intentar “borronearlas” espero que la cordura se imponga a la “impulsividad” y que lo que pueda exponer en ellas, me refiero a las páginas en blanco, tenga el sentido que me lleva a expresarme el cual siempre obedece a mi necesidad “pienso a esta altura que heredada” sobre todo cuando me viene a la mente mi muy querida tía María Del Carmen, hermana de mi padre la cual solía expresarse en forma brillante, en fin, sigamos con lo nuestro, decía que en mi caso particular el impulso a escribir ha estado y pienso que a esta altura, siempre estará, en esa tan mentada necesidad de comunicarme con todo aquel que siento que pueda escucharme en algún lugar de este tan globalizado mundo que cada vez se torna más parecido con aquellos viejos conventillos de nuestra niñez.

Esto es lo que pienso que va a ocurrir, seguiré estudiando como en mi primer día de clases, consultaré y pediré consejo tanto a mis viejos amigos habituados al cultivo del pensamiento como a las nuevas generaciones que aportan ese tan inefable como necesario aire fresco para ventilar viejas y herrumbradas estructuras que solo permanecen en pie bajo el amparo de las tan vetustas como obsoletas estructuras que todavía permanecen asidas a su ignorancia.

Continuar eso es lo que haremos, no encuentro otra palabra que defina mejor nuestras intenciones, continuar, continuar, quizás alguno pregunte: “hasta cuando”  la respuesta que me viene a la mente será esta: “hasta que no tengamos más cuando”

Hugo W Arostegui

 

La Vida Continúa


Los términos “hubo una vez” o “hace un tiempo atrás,  que solíamos escuchar al comienzo de los cuentos infantiles o en los relatos de acontecimientos de nuestra historia, pertenecen a situaciones pasadas “situaciones que ya fueron” es como decir yo he sido tal o cual cosa o “en mi época no ocurrían estas cosas”, son referencias al pasado que pueden tener alguna vigencia en nuestras evaluaciones y que sin lugar a dudas constituyen un bien de gran valor en cuánto a “lecciones de vida” en algún momento dado.

Sin llegar a desestimar los hechos del pasado que ya son parte de la historia tanto a lo concerniente a lo que fuimos o hicimos como a los hechos que por su trascendencia ya han sido rescatados y forman una parte esencial en nuestra historia colectiva.

Lo que debemos tener bien claro es que nuestra vida se conjuga en tiempo presente, es aquí, y ahora, con la implicancia de todos nosotros en los hechos del día a día.

Si hemos tenido la oportunidad de ser considerados valiosos en los hechos del pasado eso no nos exime de continuar aportando en el tiempo presente, es más, diría que la experiencia acumulada enriquece nuestra vida y puede ser un muy valioso instrumento de consulta y de evaluación para todos aquellos que aún no han tenido ocasiones similares.

Los que estamos vivos podremos visitar los museos para admirar y valorar lo que constituye “nuestro pasado” pero los museos pertenecen a “la vida que ya fue” cuyas referencias personales podremos visitar y llevar flores en los cementerios, cosa que está muy bien que así suceda, pero cuando comienza un nuevo día deberemos decir “aquí estoy presente” pueden contar conmigo” nuestra humanidad y su constante evolución así nos lo reclama.

Vale la pena vivir la vida, disfrutar de sus oportunidades es un deber y un derecho que nos pertenece a todos y a cada uno, vivámosla en todos sus extremos de punta a punta.

Hugo W Arostegui



Los Granos De Maíz Y Las Gallinas


Cuando éramos pequeños recordamos aquellos momentos en los cuales alimentábamos a nuestras gallinas para lo cual llenábamos nuestros pequeños puños con granos de maíz extraídos de una gran bolsa para luego esparcirlos al voleo delante de ellas.

Resultaba muy interesante el poder observarla actitud de las gallinas ante lo que para nosotros era una enorme cantidad de granos esparcidos por todo el lugar donde ellas se alimentaban.

Pues bien, lejos de amilanarse por lo que pareciera una enorme tarea a realizar, ellas, las gallinas, comenzaban su tarea picoteando, lenta pero persistentemente, grano por grano y en mucho menos tiempo del que pudiésemos suponer ingerían todo el alimento sin dejar rastros de los granos que habíamos esparcido.

Esta observación  que recuerdo nítidamente en mis retinas ha sido una de las primeras grandes lecciones que he recibido a lo largo de mi vida, es como si ellas me dijeran: “aunque la tarea pueda parecer a simple vista un tanto abrumadora comenzamos a comer los granos de maíz uno por uno y de esta manera logramos culminar nuestro trabajo”.

Eso es lo que aprendí observando a las gallinas, ahora que me encuentro pleno de proyectos y quizás un tanto abrumado por la enorme tarea que tengo por delante, me ha venido a la mente esta experiencia, no deja de ser cierta la complejidad de todo lo que pretendo abarcar, pero tengo en cuenta de que no tengo que realizar todo a la vez, como la gallina de mis recuerdos, tomaré una por una, cada cosa que tenga por delante, hasta culminar con todo lo que encuentre diseminado en el amplio terreno de mi mente.


Hugo W Arostegui

sábado, 31 de diciembre de 2016

Seguimos Aquí


Un sábado a la mañana que tiene la particularidad de no ser un sábado cualquiera, en realidad no existe un día cualquiera en la semana de ningún calendario, pero, este sábado tiene “algo diferente” que le adjudica un sentido de especial o diferente al resto de los días, es que ocurre que además de ser sábado, es el último día de este año, dos mil dieciséis,(según diríamos antiguamente, el año de gracia de dos mil dieciséis).

Para aquellos que han dejado “cuentas pendientes”  aunque convengamos de que mantiene plena vigencia el dicho “de que siempre habrá tiempo para hacer lo que es correcto” la cruda realidad nos demuestra de que lamentablemente todo aquello que debimos haber hecho y por la circunstancia que fuese no hemos hecho, quedará como una “materia pendiente” a la que deberemos atender debidamente si pretendemos “calificar” en nuestras pretensiones de “ser mejores personas” en este nuevo año que confiamos poder iniciar.

Es que todo pasa tan rápido en este mundo globalizado que integramos (en este momento estoy mirando en la pantalla del televisor, en un canal argentino, los fuegos artificiales de un nuevo año en Nueva Zelanda) tenemos todavía unas cuantas horas durante las cuales todavía podremos hacer algunas cosas que no habíamos pensado realizar, un saludo, un apretón de manos, podremos quizás darnos un abrazo y por qué no un beso en alguna mejilla que hace ya algún tiempo que no vemos ni acariciamos.

Demos espacio a los sentimientos y extraigamos de entre ellos el más preciado de todos, me refiero a la gratitud por sentir la vida en los latidos de nuestro corazón, por la lucidez de nuestro pensamiento y por esta mente que puede recrearnos tantas vivencias compartidas que nos recuerdan de que no estamos solos y que nos debemos los unos a los otros el poder “congratularnos” por esta maravillosa oportunidad de continuar existiendo.

Agradecemos por tener oportunidades de hacer muchas cosas en las cuales podremos impregnar nuestra impronta la cual es única, insustituible e irreemplazable.

Lo que no hagamos nadie más lo podrá realizar, por más que se esmere nada podrá disimular nuestra ausencia, no dejemos pasar esta oportunidad, ni esta, ni ninguna otra vez.

Un fuerte abrazo desde siempre


Hugo W Arostegui

viernes, 30 de diciembre de 2016

Nuestros Augurios



Uno con el tiempo aprende la diferencia, digamos que la gran diferencia, entre manifestar nuestros deseos de buenos augurios, especialmente en esta época del año, con relación al próximo, que está prácticamente a las puertas de su comienzo y nuestra capacidad de asumir el compromiso solidario de estar presente para ayudar en todo lo que pueda estar a nuestro alcance para cultivar juntos una constructiva relación durante todo ese período.

La convivencia social nos familiariza con cierta forma de expresarnos en el cual desarrollamos determinadas habilidades que hacen a nuestras relaciones sociales mediante las cuales aprendemos a decirnos muchas cosas que muy difícilmente ultrapasen el umbral de las mejores intenciones en un intercambio, digamos que “socialmente correcto” por medio del cual manifestamos muchas cosas pero concretamente no decimos nada.

Es nuestro genuino deseo que este nuevo año que prontamente se inicia nos traiga todas las oportunidades de gozar de la mayor plenitud de nuestras facultades humanas cultivando en forma conjunta todos aquellos valores que nos hacen socialmente desarrollados.


Hugo W Arostegui 

Nuestra Disciplina

Nuestra Disciplina
Cuando aplicamos sólidos criterios de comportamiento tanto en lo que concierne a nuestra conducta personal como al que apliquemos en nuestras relaciones sociales no solamente nos hace más confiables y previsibles sino que además, nos representa como “actores conductores” individuos capaces de alcanzar los objetivos propuestos con la voluntad y confianza propias de quienes aspiran a alcanzar sus metas superando con su esfuerzo constante todos los desafíos que puedan eventualmente encontrarse por delante.

“La noción de disciplina, por lo tanto, puede estar vinculada al comportamiento o a la actitud de alguien. Se dice que la disciplina es buena cuando la persona respeta las reglas, las leyes o las normativas dentro de algún ámbito: “Insultar a una maestra es una falta grave de disciplina”, “Todos los jugadores tienen que respetar la disciplina impuesta por el entrenador”.
Y eso sin olvidar lo que se conoce como disciplina personal o autodisciplina que es aquella que se compone de una serie de pautas y de comportamientos que alguien lleva a cabo, de manera constante y férrea, en beneficio de una estabilidad y de la consecución de los objetivos que se ha marcado.
Es por ello que cuando se habla de autodisciplina en muchas ocasiones se identifica con éxito personal pues se establece que es la forma de lograr los sueños que tenemos. En este sentido, un perfecto ejemplo es el conjunto de atletas que tienen como meta ganar sus competiciones y las pruebas a las que tienen que enfrentarse. Así, para lograr la victoria en las mismas se hace necesario que tengan una disciplina de entrenamiento y de alimentación que les capacite física y mentalmente.
De esta manera, se establece que este tipo de disciplina propia se sustenta en una serie de principios o de reglas básicas como son la fuerza de voluntad, la persistencia, el trabajo duro, la aceptación y la laboriosidad. Elementos todos ellos que se convierten en la clave para establecer nuestra disciplina y, por tanto, para alcanzar los fines que nos hayamos marcado.
La disciplina, por otra parte, puede ser un campo profesional o de estudio. La antropología, la escultura, la kinesiología y el fútbol son cuestiones muy diferentes que, sin embargo, pueden considerarse como disciplinas según el contexto. Así es posible encontrarse con expresiones como “John Koggrer es un experto en antropología, sociología y otras disciplinas de las ciencias sociales” o “La escultura es mi disciplina artística favorita”.

La disciplina es una opción de vida que nos permite un trazado firme y concreto como asimismo establecer las prioridades, sabiendo escoger, separando aquello que le resulte vital de todo lo trivial que pudiese conspirar en contra de todo aquello que se ha propuesto alcanzar.

Hugo W. Arostegui

jueves, 29 de diciembre de 2016

Tengamos Buena Disposición




Lo esencial para comenzar a transitar por un nuevo año es el de poder contar con una muy buena disposición para todo lo que podamos hacer durante el transcurso del mismo.

Demás estaría decir de que el ejercicio de la buena voluntad comienza por la actitud que tengamos para con nosotros mismos y del grado de autoestima que nos tengamos para enfrentar con el mejor de los ánimos todas las tareas que nos puedan desafiar durante todo este período, del cual sabemos cuándo comienza pero no tenemos aviso previo de una posible alteración de nuestras previsiones, eso es en virtud a nuestra conocida condición de ser “simples mortales”

Hablando de disposición es bueno que incursionemos un poco en su significado y su aplicación en cada uno de nosotros:

“La palabra disposición admite varias referencias.

Uno de los sentidos del término más empleados es aquel que expresa la ordenación de algo de un modo coherente con la misión de lograr un objetivo. La nueva disposición de los libros te permitirá encontrarlos de manera más eficiente y sencilla.

Por otro lado, la palabra disposición puede designar el estado de ánimo o el estado de salud que una persona manifiesta. Si mi disposición no es buena, no creo que vaya esta noche a la reunión.

Otro uso extendido es como sinónimo de conceptos tales como ley y norma. Existe una disposición nueva que prohíbe el ingreso de animales a la plaza.

En el lenguaje coloquial se suele usar esta palabra para dar cuenta de la habilidad, de la aptitud que presenta una persona para realizar una determinada actividad o tarea. Tu hijo tiene una total disposición hacia el canto y el baile.

A instancias de la decoración de interiores, la palabra disposición presenta un uso especial, dado que la misma refiere la distribución de los espacios dentro de una vivienda, de un comercio, una oficina, entre otros. La disposición de los muebles es lo primero que tendremos que modificar en la sala de estar, dado que la achican visualmente.

Y al medio que se emplea con la misión de lograr un fin, meta, objetivo determinado, se lo denomina como disposición. La administración fijó nuevas disposiciones con respecto al uso de las áreas comunes del edificio.

En tanto, existen varias frases de empleo popular que contienen la palabra que nos ocupa, como ser: última disposición (el testamento de una persona), a la disposición de (se trata de una frase de cortesía a partir de la cual una persona le ofrece ya sea su ayuda o su servicio a otro), estar o hallarse en disposición (permite dar cuenta de la capacidad de una persona para realizar algo).

... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/general/disposicion.php

De cualquier manera comencemos por disponer de la mejor actitud ante los sucesos del porvenir, que sin ninguna duda vendrán, y tomar estos proverbiales acontecimientos que tendremos por delante como una magnífica oportunidad de aprender a ser mejores personas en la puesta en práctica de todo lo que hagamos.


Hugo W Arostergui

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Frases Para El Camino


La vida no es sólo trabajar, es tener tiempo para vivirla, tener tiempo para las cosas cotidianas.

Cuando te permites lo que mereces, atraes lo que necesitas.

Consejo del día: no te enojes, recuerda que la gente no te hace cosas, la gente hace cosas y tú decides si te afectan o no.

Los dos guerreros más poderosos son la paciencia y el tiempo. León Tolstoi

No desesperes nunca, ni cuando estés en las peores condiciones, porque hasta de las nubes más negras, cae agua limpia.

El secreto de la genialidad es conservar el espíritu del niño hasta la vejez, lo cual quiere decir nunca perder el entusiasmo.

Nunca te definas por tu pasado, fue sólo una lección, no una sentencia de por vida.

Los pesimistas se quejan del viento, los optimistas esperan que cambie, los realistas ajustan las velas. William Arthur Ward

La gente no es pobre por cómo vive, es pobre por cómo piensa.

El ser humano suele ser tonto, pero tan tonto que se olvidó de ser feliz,sueña con el futuro, llora por el pasado y no sabe disfrutar el presente.

¿Qué has aprendido después de tanto dolor, de tantas traiciones? Entonces respondí: “aprendí a siempre sonreír”. Blaster

Di lo que te molesta cuando te moleste y no cuando te harte, así podrás decirlo con tus mejores palabras y no con tus peores ofensas.

No escoges ni a tus padres, ni a tus hijos, ni a tus suegros. De tu familia sólo podrás escoger a una sola persona: tu pareja…Mucha suerte

Deja que el tiempo pase, y ya veremos lo que trae… Gabriel García Márquez.

No acumules silencios o acabarás gritándole a la persona equivocada.

El reto más grande de la vida es descubrir quién eres. El segundo reto más grande es ser feliz con lo que has descubierto.

La estupidez se manifiesta cuando la lengua le gana al cerebro.

No uses estas frases todas juntas porque deseo que tu camino sea largo, muy largo.

Hugo W Arostegui




Contundente: Tú Puedes


Es posible que te encuentres un tanto aturdido por todos los acontecimientos que parecen precipitarse sobre cada uno de nosotros en esta época del año, donde las emociones dan la extraña sensación de “compactarse” unas sobre otras, mezclando en nuestros pensamientos aquellos momentos en que fuimos niños, con otros de nuestra juventud, vida adulta, con encuentros y desencuentros que han hecho posible todo ese cúmulo de vivencias que hemos atesorado a lo largo de nuestra vida.

Hoy, por ejemplo, un 28 de diciembre de hace treinta y siete años nacía mi hija Carolina, la más pequeña, hoy fallecida pero plenamente vigente en el recuerdo de aquellos tiempos pasados.

Una cosa entiendo que debo compartir, como quién comparte con admiración y reconocimiento todo lo que podemos realizar en nuestros tiempos de vida contemporánea, lo digo de una manera como si todo cuánto pudiera acontecer en nuestros días dependiera de lo que seamos capaces de realizar, 
existen, de la misma manera que existimos nosotros mismos, una enormidad de oportunidades de hacer algo nuevo, algo que quizás nunca pensamos que podamos realizar, pues bien, si nos sentimos vivos, debemos considerarnos vigentes, aquí estamos, y conjuntamente con nosotros está también nuestra facultad de pensar.

El poder plasmar nuestra capacidad de pensar en la concreción de nuevas oportunidades de crear es lo que nos “mantiene vigentes” plenos de vida generadores de nuevas formas de expresión que nos identifiquen tal cual somos en este proceso de integración que nunca cesa y siempre se renueva.  

“La mayoría de la gente no se siente frenada por sus habilidades innatas pero sí por su forma de pensar.

Piensan que la inteligencia está predeterminada, pero no es así. Tu cerebro es como un músculo. Mientras más lo uses y ejercites más crece.

Nuevas investigaciones muestran que podemos tomar el control de nuestra habilidad para aprender.
Todos podemos convertirnos en mejores estudiantes. Solo necesitamos desarrollar nuestro cerebro de la manera adecuada”.

Hugo W Arostegui


martes, 27 de diciembre de 2016

Esta Es Tu Vida


La vida es espíritu con un cuerpo prestado, la vida es un espacio de tiempo, largo o corto, esto depende de tu percepción, la vida es un compromiso de grandes y no de cobardes, la vida simplemente es el misterio más grande a prueba de razón y ciencia. La vida es como caminar a ciegas por grandes laberintos de fuego, la vida es terminar para volver a empezar, la vida es caer para levantarse.
La vida ciertamente no tiene sentido, porque el verdadero sentido se lo pones tú.
Que tu vida tenga o no sentido va a depender de la pasión con que impregnes tus acciones día con día.
La vida es luz para quien la ha sabido buscar y la ha encontrado, la vida es oscuridad para quien ha perdido la fe hasta en sí mismo.
La vida es materia, pero también espíritu, transformar la materia es un suceso de lógica, transformar tu espíritu es un acto de amor.
La vida tiene senderos de tristeza y de alegría, la tristeza ayuda a fortalecer tu espíritu, la alegría es señal de que tus sueños se han cumplido.
La vida puede ser miseria, para quien no es agradecido, pero puede ser riqueza para quien conoce su valor.
La vida son horas amargas para quien vive en el pasado, pero pueden ser horas felices para quien sabe vivir el hoy y el ahora sin preocuparse del mañana.
La vida es hoy, porque sólo tenemos seguro el momento que vivimos, el recuerdo del momento que pasó y la esperanza del minuto siguiente.
La vida es un gran juego, donde quien aprende ganar disfruta, pero quien no aprende a perder se frustra.
La vida está compuesta de deseos que satisfacen al cuerpo, pero también de ideas que alimentan el alma.
La vida tiene muchos obstáculos, el más aberrante de todos es “No querer”, la meta más grande es superarte a ti mismo, la limitante más tonta es pensar en los demás.
La vida es una lucha cotidiana para los seres grandes de espíritu, iniciada la batalla puedes caer o vencer, si caes te fortaleces, si vences, no te conformes con saborear eternamente las mieles de un triunfo, por el contrario, prepárate para la Gran Guerra.
La vida tiene razón y emoción; la razón es la respuesta lógica de un pensamiento, la emoción es la respuesta de tus sentimientos. Quien vive con razón piensa siempre en sí mismo, Quien vive la emoción es capaz de vivir y sentir por los demás.
La vida puede ser un simple sueño para quien nunca se atrevió a conquistarla, pero puede ser una realidad para quien se esfuerza por vivirla.
 El eje rector de tu vida eres tú mismo, tu existencia no puede estar en función de la riqueza acumulada, de las personas que amas, de la profesión que ostentas, del trabajo que realizas, de las cosas materiales que compras, de los deseos que satisfaces, todo ello es simplemente materia y recuerda que en el “Gran Camino de la Vida” nada nos pertenece. ¿Qué te ha hecho sentir que eres dueño de lo que posees? Cuando ni tan siquiera somos dueños del tiempo, pues sabemos el día que nacimos pero ni tan siquiera sabemos el día en que moriremos.  Somos dueños de los momentos vividos y del presente que se está esfumando, somos dueños de las ideas y pensamientos que desarrollamos siempre y cuando los hayamos compartido, somos dueños de la Pasión que sentimos, del Amor que compartimos, pero no somos dueños de los seres con los que deambulamos, las personas a lo igual que las cosas, pueden ser en un momento, transformarse o desaparecer en otro, sin embargo ¡TU VIDA PUEDE SEGUIR!
No vayas por la vida sintiendo posesión de las cosas o de las personas, las cosas y las personas a lo igual que el agua de los mares, fluyen y circulan aunque eso no significa que no sean parte de un todo, eso no significa que no sean parte de ti.
“Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan ni hilan; pero os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos. 

Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¡cuánto más hará por vosotros, hombres de poca fe!…


Hugo W Arostegui

Otra Vez La Misma Piedra


El sistema financiero en su voracidad ha tomado por asalto la venta de endeudamiento con el lema: “compre ahora y pague después”  una estrategia para dinamizar el mercado de consumo comprometiendo los ingresos de los potenciales consumidores con el corrimiento de las cancelaciones de sus compras de bienes de consumo en por lo menos ciento ochenta días.

Esta vez, como en tantas otras veces, se ha recurrido al ya viejo y gastado recurso de “patear la pelota para adelante” lo que debemos hoy lo dejamos “stamby “ a la espera de alguna otra oportunidad y el nuevo crédito que tan beneficiosamente las instituciones financieras, vale decir, bancos, tarjetas de crédito, etc. las utilizamos para solventar nuestras compras de fin de año, nos tomamos unas vacaciones y listo.

Quiere decir que literalmente “ nos vamos todos” y el último que se recuerde de “apagar la luz”
Ahora bien lo que necesitamos es perseverancia y no la que podamos tener para volver a tropezar con la misma piedra, sino para cumplir con nuestro endeudamiento y su cascada de intereses que a la hora de “pagar nuestras deudas” aparecen como “convidados de piedra”.

Bueno es entonces recordar el significado de algunas palabras, por ejemplo:

Qué es Perseverancia:

Se conoce como perseverancia a la firmeza o constancia en una cosa. También, alude a la duración permanente o continua de una cosa.

El término perseverancia proviene del latín “perseverantia”.
Como tal, la perseverancia es constancia, persistencia, firmeza, dedicación o tesón, tanto en las ideas, como en las actitudes, en la realización de algo, en la ejecución de los propósitos, y también en las resoluciones del ánimo.

El término perseverancia puede ser empleado en cualquier circunstancia de la vida, se debe tener un objetivo claro o una meta que justifique el esfuerzo y perseverancia o dedicación en un período de tiempo generalmente extenso. 

Por eso, se dice que la perseverancia es la clave del éxito en muchas situaciones, aunque se debería decir que la clave del éxito es saber cuándo perseverar y cuándo no.

Por otro lado, perseverar puede ser negativo, ya que se puede gastar mucho esfuerzo y tiempo en algo que no produce ni va a producir ningún resultado. Por tanto, una persona debe saber no sólo cuándo perseverar, sino también hasta qué punto abandonar y centrar sus esfuerzos en algo diferente con otras estrategias que le permita no volver a caer en los mismos errores que lo llevo al fracaso pero que de igual manera dejo un aprendizaje.

La perseverancia también es importante y forma parte del desarrollo de la persona y de las relaciones interpersonales, ya que en toda relación entre dos personas alguna vez hay conflicto y es necesario un gran esfuerzo para resolver esos conflictos, no tener miedo al fracaso o a los errores, y tener un control de los problemas y superarlos para mejorar, crecer personalmente y continuar viviendo.

La perseverancia es el valor humano fundamental que permite al individuo no rendirse y continuar hacia adelante a pesar de las dificultades, los obstáculos, la frustración, el desánimo, el aburrimiento, o la tendencia o los deseos de rendirse o abandonar una situación.

La perseverancia es un valor positivo que ayuda, o aumenta la probabilidad de alcanzar metas difíciles, que conlleva a apreciar más los logros obtenidos. 

También la perseverancia aumenta la sensación de auto-eficacia cuando tienes éxito, y ayuda a mejorar las capacidades y las habilidades, a desarrollar nuevas técnicas para superar los obstáculos y a aprender de los errores.

La perseverancia le permite al individuo conseguir grandes logros individuales, en cualquier ámbito de su vida, bien sea amorosa, profesional, económica, cultural, social, entre otras.

Hugo W Arostegui


lunes, 26 de diciembre de 2016

El Día Después


Las clásicas fiestas navideñas ya han pasado y ahora recomenzamos con nuevos bríos nuestra actividad diaria, claro, ahora no es lo mismo que el resto de los días, todavía nos queda ese saborcito propio de los encuentros, el saludo filial con la familia extendida y aquel un tanto más protocolar, pero no menos cordial con amigos, vecinos, compañeros de trabajo y, por qué no, con cuántos conocidos, y algunos no tan conocidos, con quienes nos hemos cruzado por el camino.

En este intercambio de saludos he tenido algunas singulares oportunidades de mantener un contacto, como se dice ahora “en vivo y en directo” con algunos que son familiares y con otros que el vínculo ha nacido y crecido a través de nuestros contactos por los diversos medios que felizmente se han multiplicado como consecuencia de las llamadas “redes sociales”

De todas estas situaciones generadas lo que me queda como corolario que amerita que nos hagamos una reflexión que podamos compartir con todas las salvedades del caso es la relacionada con la familia, la que hayamos constituido dentro de las formalidades del caso y aquella familia, la que brota como un yuyo silvestre, de hecho, carente de formalismos de orden institucional, pero adherida con muy fuertes vínculos a nuestros afectos de cada día.

Es obvio que tenemos que actualizar nuestro concepto de familia y ampliar nuestra visión de lo que se nos ha inculcado por la tradición y aquella, la que se hilvana por medio de los lazos que se van formando a través del tránsito de nuestras vidas.

La cultura del mundo occidental y cristiano del cual provenimos la mayoría de nosotros parte de la base de “una sagrada familia” en torno de la cual armamos nuestros pesebres y festejamos el nacimiento “del niño Jesús” no hablemos de fechas ni de escenarios, simplemente recordemos las imágenes que aprendimos a venerar de José, María y el pequeño niño en el pesebre, pues bien me pregunto: ¿Qué es lo que vemos? Vemos a José que no es el padre biológico de Jesús, a María, y al pequeño niño Dios, esta es la sagrada familia que en cierto modo se constituye en  el modelo de nuestras propias familias, lamentablemente no aparecen en el relato ni los otros hermanos y hermanas, hijos de José y de María que crecieron junto a Jesús y han sido excluidos, vaya uno a saber  los por qué, de la historia que nos han contado.

La cruda realidad, la que sí nos muestra a “nuestras familias” tal como se han ido constituyendo por los lazos afectivos del amor y la convivencia es la que de alguna forma se junta alrededor de nuestras mesas o por los medios modernos de comunicación y ahí están son “nuestra familia” tan sagrada y tan digna de veneración como toda familia que se sienta ligada por los sentimientos conjuntos que anidan en nuestros pechos muy junto a los latidos de nuestro agradecido corazón

Hugo W Arostegui


domingo, 25 de diciembre de 2016

El Sentimiento Solidario


Una vez que hemos pasado los tradicionales festejos y luego de haber compartido los mejores augurios de felicidad es probable que los primeros efectos que sintamos luego de cenar en abundancia, compartir regalos, elevar nuestras copas en un brindis y retirarnos a descansar ya transcurridas las primeras horas de la madrugada navideña, es muy probable que estemos un tanto aturdidos, cuando no aún mareados, tomando analgésicos por probables malestares estomacales e intenso dolor de cabeza, quizás nos comencemos a preguntar:  “ y ahora qué”
Bueno ahora amigo/a, compañero/a , ahora comienza la etapa que tiene su sentencia en un dicho popular, la cual nos dice: “del dicho al hecho hay un trecho”
La singularidad de esta ocasión, quizás nuestra mayor oportunidad, es que los dichos ya están dichos y que ahora solo nos resta comenzar a transitar por esta senda de compartir nuestra solidaridad, seguramente tendremos muchas ocasiones de obtener satisfacción en los futuros y previsibles encuentros con nuestras amistades, pero de todas las cosas que hagamos ninguna podrá compararse por el sentimiento de gozo que proviene del ejercicio directo de nuestra solidaridad, nada puede compararse con un apretón de manos o un fuerte abrazo, ese sentimiento tan particular y genuino que nos torna tan humanos.
LA SOLIDARIDAD  ¿QUE ES LA SOLIDARIDAD?
“La solidaridad es una de los valores humanos por excelencia, del que se espera cuando un otro significativo requiere de nuestros buenos sentimientos para salir adelante.
En estos términos, la solidaridad se define como la colaboración mutua en la personas, como aquel sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento, sobre todo cuando se vivencias experiencias difíciles de las que no resulta fácil salir.

Debido al verdadero significado de la solidaridad no es de extrañarse que escuchemos este término con mayor frecuencia cuando nos encontramos en épocas de guerra o de grandes      desastres naturales.

De este modo, gracias a la solidaridad es posible brindarle una mano a aquellos que resultan menos favorecidos con este tipo de situaciones”.

Hugo W Arostegui


sábado, 24 de diciembre de 2016

Esta Vez Es Para Ti: Muy Feliz Navidad



El ser humano es codicioso y cuanto más tiene, más desea; a causa de esto se han producido miles de guerras durante toda la historia que han provocado: incontables muertes, familias destrozadas, infancias perdidas, esperanzas rotas… Sin embargo, muchas veces se nos olvida destacar que el ser humano también es bondadoso.

A veces es imposible creer que eso sea verdad. ¿Quién puede pensar en el prójimo con todo lo que le ocurre a uno mismo? Es sencillo, porque ayudar, reconforta.

Homero dijo: “Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga”. Una persona que vivió en el siglo VIII a.C. se dio cuenta de la miseria que había y de la necesidad de ayudar a los demás. Pero no solo fue Homero, también Alejandro Dumas con su famosa frase: “Todos para uno y uno para todos” demuestra que se debe socorrer al que lo precisa.

Está muy bien irse a colaborar a distintos sitios, pero de nada sirve si no somos capaces de ayudar a las personas que conocemos y queremos. Estar pendiente del de al lado, es algo que se está perdiendo. Cada uno vive en su burbuja, en la que está muy cómodo, pero no debería ser así.

El ser humano, aparte de ser codicioso y ambicioso, es social, convive y es capaz de darse cuenta de lo que les ocurre a las personas que tiene cerca, por eso es su deber auxiliar al que lo necesite.

Un adolescente muchas veces piensa que puede con todo, que no necesita a nadie, que es mejor estar solo. Se equivoca, como en muchas otras cosas. La persona necesita de los demás para sostenerse en ellos, para ser escuchado, para ser amado y para amar. Sin los otros, la desesperación, la desmotivación, la depresión… ganan poder en nosotros y nuestra forma de ser se envilece.

Como dijo Alfonso Reyes: “Cuando una mano se alarga para pedirme algo, pienso que esa mano puede ser, mañana, la que me ofrezca un vaso en mitad del desierto”.

Si personas de distintas épocas han sido capaces de darse cuenta de que debemos ayudar a los demás, ¿cómo es posible que a nosotros nos cueste tanto? Salgamos de nuestro propio mundo y creemos uno en el que los demás sean la prioridad
.
Hoy tu mano es mi mano, tu necesidad debe ser mi mejor manera de dar, ambos somos los prójimos que debemos amarnos, todos, tú, yo y los demás, encarnamos la imagen de la gratitud por este presente que se nos ofrece en la mayor gratuidad, el que compartimos desde que venimos a este mundo, el cual es este maravilloso don de la vida en plenitud.  

Hugo W Arostegui