viernes, 6 de octubre de 2017

Desarrollo Humano



Y yo digo desde nuestra lengua española que permite esta diferencia: “Estar o no estar, esa es la cuestión”, de donde el ser de un país o de una persona no es algo independiente, sino que lo vamos a hacer depender de “donde está” en el más amplio sentido del término.

Estar o no estar, esa es la cuestión. Lo que seamos, dependerá de dónde estemos y de cómo estemos en el conjunto de la sociedad. Por eso, el concepto de participación ciudadana se convierte en clave para este propósito.

Queremos llegar a precisar qué es Desarrollo como Desarrollo Humano y no como desarrollo económico ni como crecimiento económico ni como progreso técnico y hacerlo de tal forma que resulte razonablemente sostenible (o sustentable, si se quiere), esto es, que como proyecto humano no arriesgue la supervivencia de la humanidad ni la de la Tierra como hábitat único de la especie humana. 

Con otras palabras: dado que las proyecciones humanas llevan consigo altos grados de complejidad e incertidumbre, proyectar algo para el futuro y desear que sea sostenible no es cosa de dejar en marcha una máquina de movimiento perpetuo, sino algo que habrá de estar en continuo y prudente seguimiento para que sepa responder a los cambios. Por eso, cuando se dice de un proyecto aislado que es sostenible, como si eso fuese posible sin la sostenibilidad de la red de relaciones que lo constituye, se le está poniendo gratuitamente el adjetivo de sostenible. Nada es posible sino como posible junto a otros posibles, esto es, que ha de ser composible (Leibniz dixit).

No es tarea sencilla lo que nos proponemos, pero, en todo caso, para lograr el discernimiento de lo que es y no es Desarrollo Humano, cuánto más su oportuna gestión, se necesita  partir de algunos supuestos novedosos:

–necesitamos un nuevo concepto de sujeto, de sujeto ciudadano       para poder   comprender lo que es estar y lo que es ser. Hemos de  hablar del sujeto no como   entidad asegurada, sustantiva (¿con su carné de  identidad?) a la que le sobrevienen los cambios como algo   externo, sino del sujeto como la integral de todas sus relaciones;

–necesitamos otra idea de Estado para llegar a entender que no conocemos ninguna conformación política más eficiente, más justa y más transparente que el Estado Democrático de Derecho, mientras no lo gobierne una banda de ladrones que lo expolien y saqueen primero, y lo desarticulen y  desacrediten después;

-necesitamos una nueva concepción de lo que es el Espacio Público como red de relaciones conformadoras del ámbito común, el único espacio capaz de generar simetría social y justicia, el espacio donde estar para ser ciudadano de pleno derecho, pues, depende de la naturaleza de ese espacio generado y del modo en el que estemos en él, para decidir nuestro ser como ser social en pleno derecho. La vida en general y la vida ciudadana en particular antes que cantidad es cualidad y es siempre relación;

El espacio, todo espacio es ante todo RELACIÓN.
La vieja idea de espacio como receptáculo previo a las cosas que lo llenan con su presencia, esa idea de “espacio absoluto” que campea por la Mecánica newtoniana, pasó a mejor vida con la Teoría de la Relatividad. Era la vieja idea de espacio que se podía concebir vacío, como un receptáculo previo incluso a la aparición del mundo físico.

Leibniz, el primer gran relativista de la Modernidad, ya dejó claro en su polémica con Newton (a través de su discípulo Clarke) a inicios del siglo XVIII que el espacio absoluto era un constructor mental sin fundamento real alguno; que todo espacio real es relativo a las cosas y relaciones que lo generan. Por ello, define el espacio como “el orden de las cosas que son (existen) a la vez” y como “puramente relativo..; un orden de coexistencias..., porque el espacio señala en términos de posibilidad un orden de las cosas que existen al mismo tiempo, en tanto existen entrelazadas” (Tercera carta a Clarke (1716); G.phil.VII,pág. 363 y Init. rerum mathemat. (1714); G.Math. VII, pág. 18).

Leibniz está hablando del espacio como espacio físico. Todos los demás “espacios” lo son por analogía, pero esa analogía será procedente y certera en la medida en que no se desdibuje esta primaria definición de espacio cuya nota central es la relacionalidad como coexistencia de las cosas entre sí.


jueves, 5 de octubre de 2017

Anhelos


Nuestros deseos nos mueven y nos lanzan adelante, hacia el lugar en donde esta lo que deseamos; nos hacen tomar decisiones que marcan el rumbo que le vamos dando a nuestra vida. Caminamos tras nuestros deseos.

A veces nos parece que nuestros deseos son insaciables: corremos tras ellos pasando de uno a otro y cuando llegamos a tener aquello que deseamos aparecen nuevos deseos y metas por conquistar…

Vivimos con la sensación que nunca logramos todo lo que deseamos, que siempre tenemos deseos de más y más, que no hay nada ni nadie que pueda llenar los anhelos “sin fondo” de nuestro corazón. 

Nuestros deseos se encuentran todo el tiempo con el límite de nuestra realidad humana: están condicionados por el tiempo y el espacio: quiero estar aquí, pero también allí y allí… y en muchos lados a la vez; quiero tener una vida profesional y a su vez pasar más tiempo con mis hijos; quiero acompañar a mis padres, y me encuentro en proyectos laborales que me llevan lejos; quiero tener muchas cosas, y el límite de lo que gano no me lo permite; quiero poder controlar muchas cosas, y descubro que casi todo escapa a mi control; quiero la salud para las personas que amo, pero la enfermedad irrumpe de improviso.

En ocasiones, incapaces de tolerar este límite, no queremos escucharnos y buscamos aturdirnos y excedernos con cualquier cosa intentando colmar o calmar el vacío que tanto nos duele. Pero no podemos. La desilusión, el engaño, la frustración, y el miedo se vuelven fantasmas amenazadores. El corazón no nos deja engañarnos por mucho tiempo, y la vida misma nos va poniendo en situaciones y encrucijadas donde el mismo límite nos lleva a buscar algo más.

Nuestro corazón tiene deseos de eternidad, porque es al mismo Dios al que deseamos, lo sepamos o no. Desear a Dios supone, al mismo tiempo tensión y posesión; vacío y presencia; aquí y allá Dios es el que primero nos desea y su deseo despierta en nosotros esta inquietud, estas preguntas, esta atracción hacia “algo más”, hacia un más allá que nos trasciende y que no nos deja nunca satisfechos con lo que tenemos.

El deseo abre en nosotros el camino hacia Dios. Es la fuerza vital que nos anima a vivir y a crecer; es la fuerza de la evolución, el orden de la creación, de la vida y del amor. Es la chispa y el fuego, la luz y la oscuridad, la quietud y el movimiento, el tiempo y el espacio. Opuestos que se van resolviendo y unificando en la medida en que encontramos al Dios que buscamos y deseamos.


Los Sueños



Aunque mucho se habla de soñar despierto, hay que dormir para producir imágenes oníricas. Dormir es necesario para ciertas partes de nuestro organismo que deben cumplir funciones específicas que se realizan solo en esa etapa, pero también, existen otras de esas partes que no se desconectan o se ponen en modo “pausa”.

El sueño es una manera de probar que hay una relación indisoluble del hombre con la naturaleza y específicamente con la Tierra, pues nuestro cuerpo activa y desactiva el mecanismo del sueño en la noche y el día, respectivamente.

¿Por qué soñamos?
Entre la galería de imágenes que se presentan en nuestros sueños, suelen haber algunas respuestas que los científicos dan para explicar los sueños de manera lógica, tal como lo señala el estudio a cargo del doctor David Eagleman, neurocientífico del Colegio Baylor de Medicina, para quien el sueño y la memoria tienen estrecha relación: solemos soñar con acontecimientos que hemos vivido o experimentado, pero entre ellos también existen episodios oníricos falsos, que no serían otra cosa que fases de nuestro aprendizaje a lo largo de la vida.

Aparentemente, nuestro cerebro procesa, repotencia y recrea a su manera lo que hemos vivido produciendo esas imágenes que nos parecen a primera intención, disparatadas o completamente ilógicas.

Entre la razón y lo inexplicable
Sin embargo, a pesar de que la ciencia trata de darle explicación a todos los fenómenos alrededor de nuestra existencia, siempre hay un porcentaje de hechos que se agrupan dentro de lo que llamamos lo inexplicable. Ese pequeño porcentaje se compone de las historias que muchos de nosotros hemos escuchado, tal vez de nuestros abuelos, tíos o algún amigo o amiga, pero cuya naturaleza no han podido explicarlo las disciplinas racionales.



miércoles, 4 de octubre de 2017

La Fuerza Interior


Tener fuerza interior puede ayudarnos a salir airosos de cualquier situación desfavorable o puede, sencillamente, ayudarnos a evolucionar y seguir creciendo. También nos puede servir para saber cómo actuar ante los obstáculos que van surgiendo en nuestro andar por la vida. Entonces, es necesario reforzar ese poder interior que todos tenemos y que en algunos casos se halla “dormido”.
Si ante el fracaso te levantas una y otra vez, si tienes la capacidad de trabajar duro para conseguir tus metas, si nada ni nadie te detiene hasta obtener lo que deseas. Entonces, ¡enhorabuena! Tu fuerza interior es realmente poderosa.

“El verdadero buscador crece y aprende, y descubre que siempre es el principal responsable de lo que sucede.”
-Jorge Bucay-

La clave está en no desistir, en nunca “plantar bandera blanca” ni darnos por vencidos, aun cuando la tormenta haya creado tantas olas y estemos muy lejos del puerto más cercano. No se trata de una simple metáfora, sino de la vida misma, que a veces pareciera alejarnos de nuestras metas aunque sostengamos fuertemente el timón o icemos las velas.

En primer lugar, ellas tienen el control de lo que les ocurre, o al menos, actúan como si lo tuvieran. Algunos pueden decir que han sido bendecidos, otros que tienen buena suerte y otros que son empujados por una estrella, pero todos miran al futuro con esperanza.

Además, tienen esperanza porque saben que se van a equivocar pero también que van a aprender. Saben que no todo va a ser fácil, pero no encuentran una razón lo suficientemente poderosa que les diga que no van a poder.

En segundo lugar, las personas con una gran fuerza interior saben que hay cosas en las que no pueden influir ni cambiar, por lo tanto, no gastan sus energías en ellas. Por el contrario, se enfocan en aquello que está en sus manos y trabajan incansablemente para poder llevar a cabo lo que desean.

Esto se puede aplicar a cualquier ámbito de la vida diaria. Por ejemplo, si estamos en un embotellamiento de tránsito, ¿De qué nos sirve gritar, enojarnos o perder el control? Mejor es enfocar las energías en algo más productivo, como ser leer un libro, escuchar música, aprovechar para pensar temas para la siguiente reunión, etc (y siempre salir más temprano de casa para evitar estos eventos frecuentes en las grandes ciudades).

Cómo mejorar la fuerza interior

Si quieres mejorar tu fuerza interior deberás ver el pasado como una fuente de información a la cual puedes acceder cuando lo necesites. ¡Pero atención! Existen otras bases de datos para nutrirnos. Muchas personas viven atadas a su pasado y no es bueno. Todo lo que les ha ocurrido se convierte en un fardo o en una mochila pesada que no permite avanzar un solo paso. Los que realmente tienen una fuerza interior considerable saben que las vivencias del ayer son valiosas, pero que no hay que encadenarse a ellas.

Integración E Información


Los cambios operados en las tecnologías han comportado también cambios radicales en la organización del conocimiento, en los procesos cognitivos del ser humano y en la organización y prácticas sociales. Y es que la relación del hombre con la tecnología es compleja: él la crea y la utiliza para amplificar sus sentidos pero, a la vez, la propia tecnología lo transforma a su vez a él mismo y a la sociedad. En ese sentido, se puede dividir la historia del hombre en fases o períodos caracterizados por la "tecnología" dominante de codificación, almacenamiento y recuperación de la información (Adell, 1997; Bosco, 1995; Harnad, 1991; Levinson, 1990):

La aparición del lenguaje oral, que permite conservar la experiencia, acumular y almacenar la cultura y transmitirla a las nuevas generaciones (García Carrasco, Ferrer, Mompó y Naya, 1998 ; Ong, 1995), con un papel predominante de la memoria para almacenar la información.

La aparición y difusión de la escritura, que permite la independencia espacio-temporal entre emisor-receptor, libera de la inmediatez y permite la acumulación y preservación de los conocimientos para la posteridad, con algunos inconvenientes (la palabra escrita es más lenta, la audiencia es menor, es más elitista -al menos durante mucho tiempo- y es menos interactiva que el habla),ventajas evidentes (fiabilidad y sistematización que favorecieron el desarrollo de la ciencia, mayor capacidad para la reflexión, deliberación y estructuración) y nuevas necesidades (no se aprende a leer y escribir simplemente por modelado y repetición de lo que hacen los mayores, hacen falta medios extraordinarios, iniciación sistemática, escuelas...) (Adell, 1997; Bosco, 1995; García Carrasco y otros, 1998).

La aparición de la imprenta, que implicó una auténtica revolución en la difusión del conocimiento al hacerlo accesible a la población y al eliminar el carácter elitista, que dio origen a la cultura moderna (Adell, 1997; Eisenstein, 1994).

El uso de los medios electrónicos y la digitalización. Es la cuarta fase, la que hoy vivimos. Los avances tecnológicos han permitido crear entornos de comunicación totalmente nuevos, que no están sujetos a un medio físico y en los que la información se sitúa en un espacio no real (ciberespacio o espacio virtual), de modo que se puede transmitir la información de modo instantáneo y a nivel mundial. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, entendidas como el "conjunto convergente de tecnologías de la microelectrónica, la informática (máquinas y software), las telecomunicaciones y la optoelectrónica" (Castells, 2000a, 60) están produciendo una auténtica revolución, con cambios importantísimos en nuestra sociedad, que se concretan en una denominación: la sociedad de la información (Adell, 1997; Bosco, 1995; García Carrasco, Ferrer, Mompó y Naya, 1998; Castells, 2000a y 2000b; Echevarría, 1994; Harnad, 1991; Joyanes, 1996; Levinson, 1990; Negroponte, 1995; Ong, 1995; Postman, 1994; Terceiro, 1996; Marina, 1999), a la que se han dado diversas denominaciones que sirven para enfatizar sus características definitorias: así, Castells (2000a) la denomina "sociedad red", Echevarría (1994) "telépolis", Joyanes (1996) "cibersociedad", Negroponte (1995) "mundo digital", Postman (1994) "tecnópolis", y Terceiro (1996) "sociedad digital".

Se trata de una nueva sociedad en que se prevé que un porcentaje importante de la masa laboral mundial trabaje en el terreno de las NTIC, que se sustentará sobre nuevas actividades relacionadas con las redes, el comercio electrónico, los hipermedia (hipertexto, multimedia y realidad virtual) y los nuevos soportes de comunicaciones (cable, satélites, etc.) (Joyanes, 1999). Estas innovaciones tecnológicas están provocando cambios sociales importantísimos en la organización del trabajo, en las relaciones empresariales, en la cultura, en la educación, etc.

Son de tan hondo calado las repercusiones que Castells (2000a) habla de un nuevo paradigma tecnoeconómico, el paradigma de la tecnología de la información, cuyos rasgos constituyen la base material de la "sociedad red"


Sociedad E Integración


La integración tiene lugar como tema de debate, y  remite a una meta, un objetivo no cumplido,  pues si fuera un hecho no sería motivo de análisis. Proponemos reflexionar sobre interrogantes tales como “por qué integrar, para qué integrar, a quién integrar, a dónde integrar”.

La respuesta es: la persona con necesidades especiales o discapacitada. Entonces cabe una reflexión antropológica, una búsqueda de caracterización  del hombre que dé cuenta de toda la diversidad de posibilidades. Llegamos entonces de la pregunta fundante acerca de ¿quién se tiene que integrar a qué? ¿Qué o quién está des-integrado?

Esto nos pone del otro lado, o sea del de los no discapacitados, lo cual lleva a la cuestión de la exclusión, concepto cuestionable en tanto deriva de una postura egocéntrica. Martín Buber (1878-1965) brinda un fundamento de reciprocidad a las relaciones Yo-Tu, fundantes de la voluntad de integración.

Una de las formulaciones éticas kantianas es “no tomarse a sí mismo nunca como excepción”.
Terencio (185-159 ac) dice “hombre soy, nada humano me es ajeno”.

Apoyados en estas ideas, veremos a la integración social como una reivindicación legítima y necesaria,  y a la específicamente escolar como una tarea que seguramente beneficia al conjunto de los alumnos, pero que requiere garantías para  que sea lo más favorable  para el sujeto con discapacidad.

Reivindicamos la importancia de los recursos informáticos que hacen posible la comunicación en sentido amplio, y por consiguiente la integración escolar de algunos niños, garantizando el acceso a los contenidos curriculares con suficiente autonomía como para asegurar una inclusión en la escuela común.


Una Constante


Superarse es conocerse para valorar las propias cualidades, aceptar las propias limitaciones y vencer las propias debilidades. Es reconocer el propio potencial de manera realista, para aprovechar todas las oportunidades de hacer de sí mismo una persona plenamente realizada, en el lugar que le corresponde dentro de la sociedad.

Sin embargo nuestro primer deber es con nosotros mismos, con nuestro crecimiento con nuestra paz y armonía; que tomemos el control de nuestro ser y nuestra vida y tomemos las decisiones más indicadas para alcanzar el éxito, es decir, para lograr hacer en nuestra vida aquello que nos apasiona y nos hace vivir la vida con ánimo y coraje.
El ser humano es capaz de superarse en el lugar donde esté, con sus propias limitaciones, ambiente social y estado (estudiante, hijo, madre, profesionista) en que se encuentre.

Superarse es crecer, desarrollarse de manera continua y sin límites, de manera integral. 

Todo ser humano es perfectible, es decir, capaz de mejorar, de desarrollar todas sus capacidades innatas. Todas estas capacidades están en potencia, o sea que están esperando ser desarrolladas.

Tenemos el derecho y la obligación todos, de ser más y mejores personas. 
Superarse no es llegar a ser tan inteligente, tan famoso, tan admirado como fulano…. Ni más rico, más culto, más popular que zutano. 

Por ejemplo, cuando crecemos pensando que superarse es superar al de junto, nos pasan dos cosas: si tengo menos capacidad que el otro me voy a frustrar y si tengo más capacidad me voy a conformar y cualquiera de las dos situaciones me va a impedir superarme. 

El concepto de superación personal se fundamenta básicamente en la conquista de nosotros mismos para lograr nuestras aspiraciones y sueños, reconociendo nuestras más profundas carencias y superando todos nuestros miedos, limitaciones y vacíos interiores.

Podríamos decir que concepto de superación personal incluye el logro de aquello que es fundamental para la vida de cada ser humano, por encima de todas las limitantes que el mismo puede tener. No obstante muchas personas en la actualidad han perdido el verdadero enfoque de su vida y le han brindado más importancia a factores externos, creyéndolos fundamentales para su vida.



La Mente


Estamos acostumbrados al pensamiento excluyente: bueno o malo, blanco o negro… El teólogo judío Pinchas Lapide, en diálogo con Viktor Frankl, propone pasar del “o” al “también”. “Cada mitad necesita la otra mitad, no solo como contraste sino para la propia autocomprensión… La unificación de ambos polos es lo divino, esa divina fuerza que denominamos amor”.

El proceso de aprendizaje interno y de tu mapa mental es el más difícil de dominar en un proyecto. Pero cuando tienes el suficiente nivel de autoridad para desenvolverte sin ningún problema y gozar de un estado mental poderoso, entonces los logros serán espectaculares. 

Eso lo puedes comprobar con el tema de la riqueza, cuando te sientes rico a nivel interior, no se requieren hacer enormes esfuerzos para que la prosperidad se manifieste en tu vida. Es por eso que observas que muchas personas pueden disfrutar la vida y entre más tiempo pasa el bienestar se expande.  Tú debes aspirar a esa vida, los resultados serán grandiosos.

Cada logro por pequeño que sea tiene un efecto positivo en la motivación, cuando te acostumbras a las victorias, entonces estás construyendo una inercia positiva que te llevará a la cima del éxito y esto solo es posible con el valor de la perseverancia.

Debes estar claro que cuando hay fe, los proyectos fluyen con facilidad, esto se logra con el valor de la perseverancia. Una persona que está dispuesta a darlo todo por un sueño, lo conseguirá, ese principio aplicarás para ser un triunfador. Si quieres tener el mundo a tus pies y hacer realidad tus sueños, entonces descubre los grandes secretos del poder de la mente.

martes, 3 de octubre de 2017

Detrás De La Información


Es un “lugar común” hablar de la importancia de estar informado. La frase la escuchamos en varias partes, principalmente, en los medios de comunicación, también sucede en institutos educativos e incluso en nuestros círculos sociales.

Pero, ¿por qué es importante estarlo? Quizás pocas veces nos planteamos esa pregunta.

Hay muchas respuestas, puede ser que muchas sean totalmente válidas. Me concentraré en lo que se refiere a lo que va con la acertada capacidad para criticar, para entender a la sociedad en la que vivimos y para poder, legítimamente, estar conforme o inconforme con nuestro alrededor.

Es muy frecuente que protestemos, nos manifestemos o sencillamente tiremos pestes de nuestro país (por ejemplo), sin conocer el fondo de los diferentes asuntos.

Con lo que escuchamos o brevemente leemos por ahí, pensamos que ya tenemos los elementos necesarios para emitir juicios o tomar acciones de manera radical. Informarse requiere de un esfuerzo, de un análisis y de una reflexión.

Son muchos los que a su conveniencia dicen mentiras y lo hacen para lograr que la opinión pública esté de su lado, para tener poder.

Estamos rodeados de movimientos que se expresan de diferentes maneras, porque no se está correctamente informado, no se conocen las diferentes versiones y nos quedamos con únicamente una.

A veces parece que sólo nos conviene quedarnos con lo que muestra una cara de la moneda, cuando existe otra que puede resultar completamente distinta. Pero eso nos acomoda, nos llena, y nos lleva a una zona de confort. Nos casamos con una causa y queremos que no sea cuestionada.

No leemos todo lo que podemos leer, ni escuchamos todo lo que podamos escuchar.

Únicamente lo que mejor nos acomode, o lo que refleje el sentir de una mayoría. A veces las leyes nos parecen injustas, pero a final de cuentas leyes son y en un Estado de Derecho, deben de ser aplicadas.

Y, por supuesto, es válido cuestionar las leyes, pero no destrozar a quienes las aplican oportunamente, sencillamente porque no vamos con su cara.

Creo que si nuestras protestas o críticas tuvieran un mayor fundamento, definitivamente, viviríamos en un país más desarrollado.


Filosofía: Metafísica De La Enseñanza


De acuerdo con Hans Ulrich Gumbrecht (2009), lo que es o está «presente», en su más simple acepción, es lo que «tenemos delante y podemos ver» (praeessere), esto es, lo que es tangible, corporalmente incluso. Producir (producere) la presencia es «llevar hacia delante», «empujar hacia delante», algo así como hacer nacer, llevar, crear, hacer aparecer algo: producir la presencia o tornar visible algo en el mundo.

Pero la presencia no es una categoría únicamente referida al espacio, sino al tiempo. Existe la posibilidad de cierta «tangibilidad» en el orden temporal: podemos hacernos presentes en nuestro propio tiempo, en la generación de la que formamos parte y en la que estamos, inevitablemente, adscritos. 

Estar presente en algo es, dicho lo más sucintamente posible, prestar atención; estar atentos a lo que nos pasa (Stiegler, 2008; Stiegler, 2010).

La tentativa de recuperación (filosófica) de una cultura pedagógica de la presencia puede entenderse como un ejercicio de crítica de la metafísica occidental, entendida en su sentido más literal de la palabra: lo que está más allá de lo meramente físico. Este es el sentido de la metafísica que Gumbrecht apunta como primordial. En el campo de las humanidades, el impulso metafísico supone un gesto intelectual que trata siempre de ir más allá de lo que se considera como mera superficie física, como si lo que importase de verdad fuese el significado que siempre está del lado de lo profundo, de lo oculto o de cierta esencialidad.

Con ese gesto, contribuimos a desmaterializar el mundo. El enfoque de este texto es el específico de una filosofía de la educación. Como campo de estudio, la filosofía de la educación forma parte de las humanidades. Parte de la tesis de este texto es que si hay un rasgo que caracteriza la autocomprensión de las humanidades, como campo de saber, es la convicción, históricamente constatable, de que su tarea primordial, si no exclusiva, es atribuir significado a los fenómenos que analiza. Esta vocación comienza, probablemente, con la modernidad, al mismo tiempo que el cogito cartesiano se reproduce en diferentes dicotomías –espíritu/materia, mente/cuerpo, profundidad, superficie, significado/significante– en las cuales el primer polo del par es concebido como jerárquicamente superior al segundo.

La consecuencia de este privilegio de la parte más espiritual (e inmaterial) de la dicotomía es una escisión categorial entre el ser y la apariencia, volviendo imposible la afirmación de que en la esfera de los asuntos humanos ser y aparecer coinciden; o dicho en los términos de Gumbrecht: una desmaterialización del mundo provocada por una radical separación entre el concepto y el acontecimiento, que es lo que excita y violenta siempre el pensamiento. 

Existe, pues, una «hipertrofia hermenéutica», un exceso de búsqueda de significación en el terreno de las humanidades –y un pensamiento filosófico de la educación no se escapa a sus efectos– que impediría una «cultura de la presencia» (Gumbrecht, 2010, 9). Lo que Gumbrecht propone pensar –y en este texto se asume como central para la pedagogía, su estudio, su investigación y enseñanza, y para el aprender– es lo más parecido a algo que George Steiner dijo en Presencias reales, cuando imaginaba una sociedad de encuentros primarios con la cultura y sus variadas producciones: «Un modo de educación, una definición de valores desprovista, en la mayor medida posible, de “metatextos”. 

Una ciudad para pintores, poetas, compositores, coreógrafos, no para críticos de arte, literatura, música o ballet, estén en la plaza pública o en la Academia» (Steiner, 1989, 19).

En nuestro caso: una ciudad de aprendices capaces de estar atentos, de hacerse presentes tanto en su conocer como en su ignorancia.


Somos Lo Que Creamos


Todo lo que creemos ha ocurrido y está registrado en tu cuerpo, el envejecimiento parece ser algo que te está pasando, cuando en realidad es en gran parte algo que tu cuerpo ha aprendido a hacer.

Ha aprendido a cumplir con la programación que tú, el programador, le suministraste.

Como mucha de esa programación fue inconsciente, dictada por creencias y supuestos de los que difícilmente tenías conciencia, es importante derruir todo el edificio de ideas que te dio el mundo material tal como lo conoces…

No hay límites para la energía, la información y la inteligencia concentradas en la existencia de una persona…

Mira hacia la tierra donde nadie es viejo, no está en ninguna parte, sino en ti.

El cuerpo es un río de átomos, la mente es un río de pensamientos, y lo que los une es un río de inteligencia.

En el preciso instante que pensamos “estoy feliz” un mensajero químico traduce nuestras emociones.


Encontrar El Sentido


En algún momento de nuestra vida o en varios llegamos a preguntarnos qué sentido tiene nuestra existencia. Vivimos el día a día tan rápido, que no tenemos tiempo de pararnos a pensar en nosotros mismos, en lo que somos, en la razón de ser de nuestra vida, en nuestro propósito.

Cualquiera de nosotros nos hemos sentido perdidos en determinados momentos, hemos pensado que hemos cometido un error o nos hemos planteado qué estamos haciendo con nuestra vida. Esa sensación de vacío, no tiene por qué ser algo negativo, sino que puede ser un punto de inflexión que nos haga reflexionar sobre aquello que queremos realmente y cómo lograrlo.
“Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.”
-Viktor Frankl

¿Qué es el sentido de mi vida?
El sentido de la vida es tema muy debatido en muchos ámbitos a lo largo de la historia. Filósofos, escritores, científicos, teólogos, han tratado de dar una respuesta a esa gran pregunta, pero en realidad no es posible encontrar una respuesta universal, sino que se trata de buscar en nuestro interior y hacernos preguntas para averiguar cuál es el propósito de nuestra existencia.

El psiquiatra y escritor Viktor Frankl, fue internado durante la II Guerra Mundial en el campo de concentración de Auschwitz y esa experiencia tan traumática junto a su formación, le ayudaron a realizar una profunda reflexión sobre el sentido de la vida que plasmaría en diversos libros, entre los que destaca el titulado El hombre en busca de sentido”.

El Doctor Frankl, sostenía que la vida tiene sentido en cualquier circunstancia, porque en situaciones de sufrimiento y de adversidad si una persona es capaz de dar sentido a la adversidad, puede convertir su tragedia en un logro, en una forma de superación.
“El amor a uno mismo es el punto de partida del crecimiento de la persona que siente el valor de hacerse responsable de su propia existencia.”
-Viktor Frankl-

Soy yo quien le da sentido a mi vida
Uno de los aspectos fundamentales en cuanto al sentido de nuestra vida, es que no debemos buscar ese sentido fuera de nosotros, en otras personas, en circunstancias que están fuera de nuestro alcance, sino solo dentro de nosotros mismos.


lunes, 2 de octubre de 2017

Frases De Filosofía De Platón


¿Para quién es la filosofía?:

“- Ningún dios se ocupa en filosofar, ni desea adquirir el saber (ya que lo posee), y ningún otro que posea el saber se ocupará en filosofar. Pero, por otra parte, tampoco los ignorantes se ocupan en filosofar, ni desean adquirir el saber; ya que es fundamentalmente la desgracia de la ignorancia que quien no es ni bello, ni bueno, ni tampoco inteligente, se imagina serlo tanto como es necesario. Aquél que no piensa estar desprovisto no tiene por tanto el deseo de aquello de lo cual no cree necesario estar provisto.
– En estas condiciones, ¿quiénes son, Diotima, los que se ocupan en filosofar, puesto que no son ni los sabios ni los ignorantes?
– Es algo tan claro, respondió ella, que incluso un niño lo vería: son los intermedios entre una y otra especie, y el Amor es uno de ellos. Puesto que la ciencia, sin duda alguna, está entre las cosas más bellas; pues el Amor tiene a lo bello por objeto de su amor; en consecuencia es necesario que el Amor sea filósofo y, en tanto que filósofo, intermediario  entre el sabio y el ignorante.”

La sabiduría es un estado del alma:

“- Pero cuando (el alma) busca sola y por sí misma, entonces llega al campo de lo puro, lo eterno, lo inmortal y lo inmutable, y siendo de naturaleza semejante a ello, permanece sola por sí misma e independiente, se queda por siempre a su lado y deja de vagar, permanece entonces en el campo de lo absoluto, lo constante y lo inmutable, en contacto con aquello que es de naturaleza similar. Y este estado del alma es lo que se llama sabiduría”.

El camino de la dialéctica:

“- Es necesario, por tanto -dije-, que, si esto es verdad, nosotros consideremos lo siguiente: que la educación no es tal como proclaman algunos que es. En efecto, dicen, según creo, que ellos proporcionan conocimiento al alma que no la tiene del mismo modo que si infundieran vista a unos ojos ciegos.
– En efecto, así lo dicen- convino.
– Ahora bien, la discusión de ahora -dije- muestra que esta facultad, existente en el alma de cada uno, y el órgano con que cada cual aprehende, deben volverse, apartándose del mundo del devenir, con el alma entera -del mismo modo que el ojo no es capaz de volverse hacia la luz, dejando la oscuridad, sino en compañía del cuerpo entero-, hasta que se halle en condiciones de afrontar la contemplación del ser, e incluso de la región más brillante del ser, que es aquello a lo que llamamos bien. ¿No es eso?
– Eso es.
– Por consiguiente -dije-, puede haber un arte de descubrir cuál será la forma más fácil y eficaz para que este órgano se vuelva; pero no de infundirle visión, sino de procurar que se corrija lo que, teniéndola ya, no está vuelto donde debe ni mira donde es menester.
– Tal parece- dijo”.

“- Pues bien- dije yo-, si este órgano del alma hubiese sido, ya desde la niñez, sometido a una poda y extirpación de esa especie de pesos de plomo, emparentados con el nacimiento y el devenir, que, adheridos por medio de la gula y de otros placeres y apetitos semejantes, mantienen vuelta hacia abajo la visión del alma; si, libre de ellos, se volviera de cara a lo verdadero, ese mismo órgano de aquellos mismos hombres  vería también con la mayor agudeza esa realidad superior, de igual modo que ve ahora aquello hacia lo cual está vuelto.
– Es natural- dijo.”


Constantes


"Sin cultura no hay libertad posible. La certeza de ese pensamiento, que no se limita a la cultura artística, sino que implica el concepto de una cultura general integral, incluyendo preparación profesional y conocimientos elementales de una amplia gama de disciplinas relacionadas con las ciencias, las letras y las humanidades, alienta hoy nuestros esfuerzos"

Toda cultura es un acto de formación y reformación continua y a la vez constituye una estructura de comportamiento que para tener homogeneidad, necesita repetirse. Sus cambios implican no sólo transformaciones del medio, sino también del hombre y de las relaciones de éste con otros, y de éstos en conjunto con la producción de bienes materiales.

Las interacciones globales en la actualidad presentan el problema de tensión entre la homogeneización y la heterogeneización cultural, por lo que todo profesional tiene que mantener actualizada su cultura en todos los ámbitos del conocimiento.

Indudablemente una solución para ello radica en la superación postgraduada, ya que la educación de postgrado constituye una de las respuestas insustituibles de la universidad contemporánea a las demandas y cambios sociales acelerados, en la actualización y formación profesional, en particular en los profesionales de la educación en los distintos niveles de enseñanza, los que se convierten también en precursores y formadores de nuevas demandas de actualización y desarrollo.

Los mismos actos no pueden generar resultados diferentes.
Cambiar la dirección y recalcular la ruta no es una derrota, sino es la actitud de quien sabe sacarle partido a los errores, aunque, evidentemente, para lograr esto, es necesario tener la  mente siempre  abierta para aprender y también para  desaprender y alejar de tu vida  todo aquello que frena tu entusiasmo, de todo lo que no te deja crecer, en definitiva, alejarte de todo lo que te impide ser tu mismo.

Y usar el afán por superación, como tu mejor herramienta para dejar de lado las excusas, para  lograr, por fin, los objetivos que te lleven a alcanzar tus sueños y tus metas.

Entregar siempre lo mejor que hay en ti
Todos tenemos ese “algo especial”, que nos diferencia de los demás y tu, por supuesto, también cuentas con ello, por eso es que tienes que moverte, enfrentar  tus miedos y  abandonar para siempre las excusas que te inmovilizaron.


Empieza a buscar dentro de ti que es lo que te apasiona, que es eso que sabes hacer y además te emociona hacerlo,  ya sea cocinero, cuenta cuentos, cura corazones, o mago de las finanzas, da igual, lo importante es que encuentres eso que te haga vibrar, que sea capaz de levantarte como un resorte cada día y con la clara determinación de entregarte sin reservas, sentir que te nace desde dentro esa necesidad por ser mejor, de superarte siempre, porque sabes  que has venido a hacer algo diferencial en este mundo y será en  la gratitud de los demás dónde sabrás con certeza de que estabas hecho para eso.

Valioso Presente



La vida es un regalo. Y por eso debemos celebrarla cada día. Podrá parecer cursi, pero debemos disfrutar de cada instante, como si no hubiera mañana.

Solo las personas que otorgan una gran importancia a vivir el momento son las que logran sentirse plenas y felices, a pesar de no tener grandes riquezas o tener problemas comunes. A pesar de las dificultades, hemos de ser capaces de sobreponernos a los malos sentimientos (apatía, odio, miedo, aburrimiento, tristeza) y luchar por ver en cada instante algo positivo. ¡Solo desde una mentalidad optimista podemos construir una vida llena de aventuras!

1. "El tiempo que se disfruta es el verdadero tiempo vivido." Jorge Bucay
¿Disfrutas cuando estás sumido en una rutina agobiante y estresante? Probablemente no. Tal como nos señala el gran Jorge Bucay, el verdadero tiempo vivido es aquel en que hemos decidido disfrutar, haciendo lo que nos gusta y rodeados de un entorno físico y humano que nos estimula positivamente. Una frase para celebrar la vida, totalmente inolvidable.

2. "Advertir la vida mientras se vive, alcanzar a vislumbrar su implacable grandeza, disfrutar del tiempo y de las personas que lo habitan, celebrar la vida y el sueño de vivir, ese es su arte."  Doménico Cieri
Una magnífica reflexión. ¿Te tomas tu tiempo para parar de trabajar y pararte a pensar la suerte que tienes de estar vivo? Muchas personas no lo hacen y los años pasan sin que se den la oportunidad de valorar lo que tienen.

3. "La vida en sí es el más maravilloso cuento de hadas." Hans Christian Andersen
Despertemos de la rutina y miremos a nuestro alrededor. La vida es un regalo que debemos apreciar. Cada minuto que estamos en este mundo es una oportunidad para descubrir personas, lugares y aficiones únicas. ¡Aprovechemos el tiempo!

4. "La celebración es nuestra forma de recibir los regalos de la existencia." Osho
El filósofo y escritor indio nos descubre el porqué de nuestra necesidad de celebrar ciertos acontecimientos. Hay personas que no gustan de celebrar las pequeñas cosas del día a día, y no saben lo que se pierden.

5. "No hay más que una vida; por lo tanto, es perfecta." Paul Éluard
Una interesante reflexión. La vida que nos ha tocado es única e intransferible. De nosotros depende vivirla con la intensidad que merece. ¿Te atreves a lograr que cada día sea excepcional?

6. "Solo hay dos maneras de vivir tu vida. Una de ellas es como si nada fuera un milagro. La otra es como si todo fuera un milagro." Albert Einstein
Un pensamiento excepcional del físico alemán, y que resume perfectamente la filosofía de esta recopilación de frases. Celebremos la vida a cada instante, con la curiosidad de un niño.

7. "El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías."                   Fiódor Dostoievsky
¿Lo has notado? Tenemos una extraña tendencia a detectar las tristezas del día a día y regocijarnos en ellas. ¿Por qué no cambiamos de mentalidad? También hay muchos aspectos de la realidad que podríamos celebrar con gran alegría.

8. "Cada momento es especial para quien tiene la visión de reconocerlo como tal."                      Henry Miller
En sintonía con los autores de las otras frases célebres, Henry Miller destaca aquí la capacidad para reconocer la excepcionalidad de la vida.

9. "Celebremos cada ocasión con vino y palabras dulces."                                                             Plauto
Una frase metafórica (o tal vez no tanto) que nos invita a tener una predisposición jovial y desenfadada ante la vida, sean cuales sean las circunstancias que nos haya tocado afrontar.

10. "La vida es una bengala roja de sueños."                                                                                         W. B. Yeats
Tal vez la frase más poética de esta lista. La vida puede ser vivida como un sueño, sin limitaciones ni ataduras. La cuestión es atreverse a intentarlo.


Educación En Valores


“El fin de la educación no es hacer al hombre rudo, por el desdén o el acomodo imposible al país en que ha de vivir, sino prepararlo para vivir bueno y útil en él”
José Martí
“Nuestro estudio no tiene como los otros, un fin especulativo: si hemos emprendido esta investigación, no es para llegar a saber qué es la virtud -en tal caso, nuestro estudio sería inútil-, sino para llegar a ser bueno”
Aristóteles

Los diferentes puntos de vista acerca de la Educación en valores están relacionados a interrogantes como: ¿qué son los valores?, ¿qué es la valoración?, ¿qué relación existe entre la educación en valores y el proyecto educativo?, ¿es tarea de la Universidad formar valores?, ¿cómo podrá la Universidad medir la formación y el desarrollo de valores profesionales? Estas preguntas si bien no agotan las inquietudes y preocupaciones existentes, al menos introducen el análisis de los valores en la formación profesional.

Muchas de estas preocupaciones acompañan al mundo actual de modo más general, se habla de crisis de identidad, de fe y de epistemología. De identidad por la ausencia de un sentido claro de pertenencia y por la carencia de proyectos comunes unificadores; de fe, por la incapacidad de creer en algo, por la imposibilidad de cambio y la falta de confianza en el futuro y; epistemológica, por la supremacía del conocimiento y la razón, que se expresa en una racionalidad instrumental-administrativa-gerencial, capaz de aplastar lo afectivo y sentimental.

Algunos afirman que vivimos en una sociedad sin valores; otros que han aparecido nuevos valores asociados al nuevo paradigma socioeconómico y cultural; también hay quien dice que el problema está en la existencia de multivariedad de valores, lo que produce confusión y desorientación en la actuación y valoración de los seres humanos. Quizás esté ocurriendo todo ello, valdría la pena abordar el asunto teniendo en cuenta que en todas las sociedades y en las diferentes épocas el hombre como guía ha tenido que enfrentar sus propios retos de desarrollo, ¿por qué no podría hacerse ante el acelerado desarrollo científico-tecnológico y la globalización del mundo actual?

No obstante a esta realidad, no es ajeno el hecho de que existen cuestiones no resueltas en la comunicación y en la vida de los hombres, en su educación, en su calidad de existencia, que impiden el desarrollo de una personalidad integral y adecuada a la sociedad en que ésta se despliega.

El estudio sobre el comportamiento humano ha sido y es interés de diferentes ciencias: la filosofía, la psicología, la sociología y la pedagogía, las que desde sus diferentes objetos de estudios enfocan su campo de acción. Así los debates pueden ser desde los distintos puntos de vista. No obstante, el objetivo común está en la comprensión e interpretación de los porqué de las actuaciones de los seres humanos, para lograr orientar el comportamiento humano hacia las tendencias más progresistas y desenajenantes de la humanidad, su crecimiento espiritual y material, todo ello dentro de los requerimientos que impone la sociedad, de ahí que, en el centro de su análisis se hallen los conflictos entre el ser y el deber ser, y derivado de ello entre el hacer y el saber hacer.

Por otro lado a partir de los diferentes enfoques científicos existen disímiles concepciones, que expresan la complejidad del fenómeno, su carácter multilateral, sistémico y contradictorio, pero que de igual manera contribuyen a avanzar en el esclarecimiento de su alcance.

La comprensión de ¿qué son los valores?, ha sido objeto de reflexión y polémica por los más relevantes filósofos hasta la actualidad. El objetivismo y el subjetivismo como corrientes axiológicas son expresión de ello, manifiesto en “si el hombre crea el valor o lo descubre” (Guervilla, 1994; 31). 

“El valor como el poliedro posee múltiples caras y puede contemplarse desde variados ángulos y visiones, desde una posición metafísica, los valores son objetivos: valen por sí mismos; desde una visión psicológica, los valores son subjetivos: valen si el sujeto dice que valen; y desde el aspecto sociológico, los valores son circunstanciales: valen según el momento histórico y la situación física en que surgen” (Guervilla, 1994, 32). Por supuesto que con ello no se puede concordar, es necesario integrar todas las posiciones científicas en una concepción única y coherente, puesto en cada uno existe una verdad.


Entender el valor como la significación socialmente positiva (Fabelo, 1989) es verlo contribuir al proceso social, al desarrollo humano. Esto quiere decir, que la significación socialmente positiva del valor está dada por el grado en que éste exprese realmente un redimensionamiento del hombre, de las relaciones en que vive, y no de sujetos aislados, grupos o clases sociales particulares. Esta objetividad del valor trasciende los intereses particulares, para ubicar en el centro al hombre como género. Pero ello no es suficiente, pues su objetividad depende de la subjetividad y su carácter social, de la individualidad, y viceversa, quiere decir, que en el centro de la comprensión de los valores están las relaciones entre lo objetivo y lo subjetivo y entre lo individual y lo social.

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Frases:

1. “Nunca te rindas tratando de hacer lo que realmente deseas hacer. Donde hay amor e inspiración, nada te puede salir mal”- Ella Fitzgerald

2. “En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: Sigue adelante“                    - Robert Frost

3. “Yo creo bastante en la suerte. Y he constatado que, cuanto más duro trabajo, más suerte tengo”       - Thomas Jefferson

4. “Si te caes siete veces, levántate ocho“                                                                                           - Proverbio japonés

5. “La diferencia entre ganar y perder, frecuentemente, es no rendirse“                                                    - Walt Disney

6. “Nunca tires la toalla. Úsala para limpiarte la frente y sigue avanzando“                                            - Desconocido

7. “Sigue tus sueños, trabaja duro, practica y persevera”                                                                         - Sasha Cohen.

8. “Incluso la noche más oscura terminará con la salida del sol“                                                             - Victor Hugo

9. “Nuestra gloria más grande no consiste en no haberse caído nunca, sino en haberse levantado después de cada caída”                                                                                                                                           – Confucio


10. “El único lugar en el cual ‘éxito’ viene antes de ‘trabajo’ es en el diccionario                                    – Vincent Lombardi

domingo, 1 de octubre de 2017

El Cultivo Del Intelecto


La estimulación de nuestra mente es fundamental para el desarrollo intelectual. 

Adquirir conocimientos, habilidades, destrezas en todo el transcurso de nuestras vidas incrementa el poder mental y la posibilidad que cada persona posee para cultivarse, entender los cambios del mundo y adaptarse fácilmente a ellos.

La dedicación, paciencia, constancia e interés por conocer cosas nuevas permiten formar nuevos esquemas en el cerebro, los cuales van a ayudar a que nuestra mente tenga una capacidad más amplia para comprender conceptos, y también aceptar diferentes ideas. Novedosas y saludables experiencias nos permiten formar flamantes enlaces y conexiones cerebrales que van a ayudar a que nuestra mente se desarrolle aún más.

Es importante crear un ambiente de seguridad, amor, respeto, atención, responsabilidad y madurez para que nuestro crecimiento intelectual alcance su mayor potencial. Hallarnos emocionalmente estables y sentirnos parte de una comunidad nos va a permitir un estado de paz y concentración que sin lugar a dudas es factor categórico en el desarrollo del intelecto.

La acumulación de buenos hábitos mentales es otra de las cosas que no solo va a cambiar nuestras vidas sino a contribuir con el desempeño de nuestra creatividad y desarrollo intelectual. Reinventar cosas habitualmente para revisar y encontrar maneras de lograr metas, es un hábito mental extremadamente productivo.

Entonces, para empeñarnos en el desarrollo intelectual de nuestra persona es imprescindible la adquisición de nuevos conocimientos, la formación de buenos hábitos mentales, la creación de un ambiente sano, armonioso, limpio y ordenado.


Además, no se puede negar que desarrollando el intelecto cultivamos también el espíritu. Una mente vigorosa no pierde el tiempo en necedades y absurdos, todo lo contrario, anda enfocada, ecuánime y en equilibrio.

Conceptos



Filosofía

Conceptos
El concepto, es el elemento lógico central en la construcción del conocimiento, por lo tanto, es una forma de razonamiento lógico, reflejo de las propiedades y nexos internos, esenciales y determinantes en la captación intelectual de los objetos. Regulado por leyes, entre los objetos del mundo material y la interpretación ideal. Por tanto, es uno de los componentes determinantes del saber básico de toda disciplina científica, tecnológica o humanística.

El concepto es resultado de la captación intelectual de las características esenciales de un objeto. Ellos no afirman ni niegan, sólo designan objetos del mundo ideal o real. Es por medio  de él que el hombre conoce el mundo, lo interpreta y se lo apropia.

Se denomina pensamiento conceptual, a la serie de operaciones intelectuales y estrategias que el sujeto ejecuta para la aprehensión de las características esenciales o definitorias de los objetos. Por el contrario, la noción, -que es una operación también intelectual pero dual- no es precisa y no incluye ni hace referencia a la esencia del objeto.

La conceptualización, es por tanto, un proceso lógico por el cual la mente humana elabora conceptos que sirven para identificar los objetos o fenómenos de la realidad real o ideal. En tal sentido conceptuar es ir más allá de la noción, es comprender, captar la esencia, lo invariable de las cosas.

Históricamente el pensamiento conceptual surge en el período en que hacen aparición las relaciones gentilicias en la sociedad, cuando se han desarrollado los diferentes sistemas de vida social y la producción. Sobre este desarrollo surgen las primeras actividades de análisis y síntesis de la conciencia humana, formas que son necesarias para que se formen en primera instancia las nociones y a continuación los conceptos.

Los primeros conceptos eran difusos e indivisos, se confundían con las nociones generales. No cabe la menor duda, de que en esta primera etapa no había un proceso de comprensión en forma consciente, pero sí un proceso orientado a solucionar en forma más independiente la relación hombre naturaleza. Es indudable que este fue el inicio de la actividad analítica y sintetizadora que facilitó dicha relación.


El desarrollo del lenguaje, del pensamiento y el nexo orgánico entre el concepto y la proposición facilitan el surgimiento del pensamiento científico. 

El Mundo De Los Ruidos


En el mundo de la comunicación, llamamos ruidos a las interferencias o deformaciones que desvirtúan el sentido de los mensajes e impiden que lleguen a los receptores, según las intenciones de los emisores. Por extensión, ruido es todo aquello que nos impide oír o escuchar aquello que nos interesa, es lo que nos distrae y nos desconcentra, sin llegar a captar nuestra atención..

La sociedad mediática en la que vivimos nos proporciona incontables oportunidades para comunicarnos, aspiración permanente de los seres humanos, que somos sociales por naturaleza. 

El avance incesante de las tecnologías en este siglo XXI cada vez nos hace más fácil la satisfacción de esa necesidad de comunicación, poniendo a nuestro alcance tal cantidad de posibilidades que, cuando las consideramos en su conjunto, sentimos una especie de angustia de pensar que no vamos a ser capaces de abarcarlas todas, de aprovecharlas todas. Acabamos de aprender el mecanismo de una nueva aplicación y  aún no acabamos de dominar su manejo cuando ya ha surgido una nueva, que vuelve a desafiar a nuestra habilidad para comprender su utilidad. Los programas, cada vez más sofisticados, los motores de búsqueda, ya saben interpretar y prever nuestras preferencias, nuestras intenciones y sutilmente se convierten en guías que dirigen nuestros pasos… Estamos comunicados, sí, pero también sobrecargados de información, permanentemente distraídos por las llamadas de atención de los artilugios que nos la sirven en bandeja, adelantándose a nuestros deseos, a nuestras preguntas, a nuestras curiosidades.

Es difícil mantener el equilibrio  y la serenidad, la libertad y la autonomía en ese mundo de ruidos predeterminados. Es muy fácil perderse por entre los infinitos recovecos y los continuos estímulos que nos convocan a acudir a donde no sabemos si nos interesa ir, que nos crean compromisos que no podemos cumplir.

Probablemente tendremos que desarrollar nuevas destrezas para orientarnos y no perdemos en el intrincado bosque de los ruidos, practicando los viejos consejos de los sabios antiguos.  

La Filosofía, como nos dice Delia Steinberg en su precioso texto “los Juegos de Maya”, puede hacer la función que hizo el hilo de Ariadna que ayudó a Teseo a encontrar el camino de salida del laberinto. Sus claves, sus enseñanzas atemporales, sus consejos para la vida cotidiana nos permiten mantener el sentido de la marcha por el sendero de la búsqueda de la Sabiduría, más allá de los ruidos interiores y exteriores.