viernes, 13 de abril de 2018

Los Nuevos Lenguajes


La comunicación es en nuestros días un valor en alza.

Cada vez es más patente el hecho de que la sociedad se autodefine y configura en buena medida en cuanto que se comunica.

El poder y el conocimiento se miden en términos informativos y la comunicación adquiere una dimensión fundamental que se fortalece por los avances tecnológicos permitiendo que se rompan límites, espacios y tiempos en torno a su función ancestral.

Seguir pensando que el lenguaje verbal es el único que nos conduce a comprender el sentido y significado de nuestro mundo es un hecho demasiado evidente.

Sin embargo, aún persiste una manifiesta y reticente aversión a integrar lo que muchos llaman ya los nuevos lenguajes de la comunicación en los planteamientos curriculares. 

Los tímidos intentos y aproximaciones muestran confusiones y ambigüedades fruto, probablemente, del analfabetismo que se detecta en el uso de los lenguajes no verbales y audiovisuales.

En muchos casos las experiencias realizadas se han hecho desde la perspectiva de la enseñanza de las lenguas y se ha tratado de formar al alumnado en un concepto amplio de la comunicación atendiendo al desarrollo de la competencia comunicativa.

Enseñar y aprender la competencia mediática constituye un reto, pero a la vez una exigencia en el marco de una sociedad como la actual, en la que los medios y tecnologías de la información y comunicación han conseguido transformar los usos y recursos de los intercambios comunicativos.


Plantear la enseñanza y el aprendizaje de la competencia mediática en el ámbito educativo de la enseñanza de las lenguas requiere una nueva didáctica para no convertir la comunicación en un saber muerto e inmóvil, algo absolutamente contrario a su esencia, que es el lenguaje entendido no como un sistema semiótico abstracto, inmanente y ajeno a las intenciones de los usuarios.

Economía Cultura Y Desarrollo


En los últimos tiempos la cultura ha comenzado a redefinir paulatinamente su papel frente a la economía y al desarrollo.

 Poco se duda ya acerca de su importancia como inductora de desarrollo y cohesión social, de su relevante papel ante la cuestión de la diversidad cultural, la integración de comunidades minoritarias, los procesos de igualdad de género y la problemática de las comunidades urbanas y rurales marginadas.

Los sectores políticos están comenzando a percibir y reconocer que la cultura juega un papel mucho más importante de lo que suponían y constatado que las decisiones políticas, las iniciativas económicas y financieras y las reformas sociales, tienen muchas más posibilidades de avanzar con éxito se si simultáneamente se tiene en cuenta la perspectiva cultural para atender las aspiraciones e inquietudes de la sociedad.

Se realza además de forma especial la contribución de la cultura como factor de cohesión ante los procesos de profundización de desigualdades económicas y de tensiones de convivencia social.


Esta tendencia se percibe particularmente, en la dimensión que las mismas representan en el plano de los intercambios de bienes y servicios culturales entre las economías de las naciones.

La Necesidad De Meditar



Sabes, si miras los beneficios que la meditación le aporta a tu vida, nos damos cuenta que es más relevante, y más necesaria. En tiempos antiguos, la meditación era usada para iluminarse, para encontrar el Ser.

Y la meditación es una forma de deshacerse de la miseria, de superar los problemas. 

La meditación ha sido la forma de mejorar nuestras habilidades. Si contar la iluminación, te das cuenta que esas que nombre, son las enfermedades actuales. El estrés y la tensión llaman a meditar.

Mientras más responsabilidades tenés en la vida, mayor es la necesidad de meditar. Si no tenés nada que hacer, tal vez no necesites demasiado meditar, porque no has realizado ninguna actividad. 

Mientras más ocupado estas, menos tiempo tenés, más trabajo, más deseos, más ambiciones, con más razón necesitas estar en estado meditativo. Porque la meditación no solo te libera del estrés,  también mejora tu capacidad para enfrentar los desafíos.


La meditación mejora la salud. Meditar es la comida del alma. Es un energizante para la mente. Mantiene a tu cuerpo en forma, ayuda a tu sistema nervioso, ayuda a la mente, estar alerta y en foco, mejora tu percepción y te ayuda a expresarte correctamente.

Avanzar Sin Detenerse


La vida es un camino. Visualizarla así es una metáfora usada desde siempre, tanto en  literatura como en psicología. Y todos sabemos que no es precisamente un camino recto y fácil: hay subidas, bajadas, desvíos, y muchos muros que superar. Sin embargo, tenemos que seguir caminando hacia delante.

El problema viene cuando nos apartamos de ese camino, no para dar un rodeo, sino para entrar en una calle sin salida. Sucede sin apenas darnos cuenta, pensamos que es un atajo, una forma de seguir nuestro viaje y, sin esperarlo, acabamos delante de un muro.


Y lo que ocurre es que a veces nos quedamos quietos al final de esa calle, mirando fijamente ese muro, sin entender por qué no hay salida, o esperando a que mágicamente se abra una puerta. Sufrimos porque no podemos seguir caminando, pero no volvemos atrás: Nos quedamos frente al muro, tristes, o golpeándolo con desesperación.

El éxito en la vida no se mide por lo que logras sino por los obstáculos que superas.

Salgamos de la metáfora y volvamos a nuestra vida cotidiana. Hay situaciones y personas que no nos llevan a ninguna parte, que nos dejan en esa calle sin salida.

Hay relaciones de pareja o amistad que no nos hacen ningún bien ni tienen futuro, pero aún así nos aferramos a ellas desesperadamente. Y existen proyectos o trabajos que nos angustian, que no nos aportan nada, pero a los que no logramos renunciar.

Cuando estemos en una situación que nos hace daño y que nos produce infelicidad, hay que detenerse a reflexionar: ¿estoy superando un obstáculo o estoy paralizado en un callejón sin salida?

Si estás intentado saltar esos muros, debes seguir luchando. Pero si estás paralizado, es fundamental reconocerlo para cerrar puertas y soltar todo aquello que te impide seguir tu camino.

En la metáfora consiste en respirar hondo, darse la vuelta, y abandonar la calle sin salida. Sin mirar al muro que hemos dejado atrás. Volver al camino principal, con sus cuestas empinadas, sus rodeos y sus piedras con las que tropezar.., pero al fin y al cabo, con sus avances y con todas sus oportunidades y posibilidades de futuro.

Sin embargo, en la vida consiste en alejarnos de las situaciones o personas que nos paralizan y hacer algo bueno por nosotros mismos. Creemos que duele soltar

Pensamos que no seremos capaces, repasamos mentalmente todo lo que puede salir mal si lo hacemos.
Chocar una y otra vez con esos muros no nos hace fuertes. Nos produce ansiedad, frustración, mal humor, tristeza. Y lo que es peor, desesperanza y conformismo. 

Ese pensamiento de “no puedo hacer nada” o “jamás saldré de esta situación”.

Vamos a darnos la vuelta, a dar la espalda a los muros. Sin culpabilidad por dejar atrás a las personas tóxicas, a los trabajos que no compensan, a las cosas que odiábamos hacer. Sin miedo a lo desconocido y a lo que está por venir.

Sin Tapujos

“Aquellos que están llenos de vanidad con la codicia penetran en una corriente que les atrapa como la tela que la araña ha tejido de sí misma. Por esta razón, el sabio corta con todo ello y se aleja abandonando toda tribulación”

Hay días en que uno se levanta y si no tiene bien puestas las orejeras puede ocurrir que caiga fulminado por el torrente de noticias envueltas en crisis.

Más o menos, casi todos nos hemos dado cuenta de que el origen de muchos desajustes actuales que afectan a nuestras circunstancias materiales cotidianas está en males anteriores, y que esos males tienen mucho que ver con la falta de valores éticos.

Caramba, qué coincidencia.
Los que creemos en la filosofía siempre hemos pensado que son los valores éticos los que conforman nuestra identidad como seres humanos y en su cultivo está la raíz de las soluciones que se manifestarán, igual que su ausencia fue la raíz de los problemas que afloran ahora a la superficie. Puede la filosofía, también, servir para encontrar una buena brújula para navegar en las procelosas aguas de la vida.

Esto, que suena tan rimbombante, no es ni más ni menos que lo que todo ser humano ansía interiormente por naturaleza, porque todos necesitamos saber para qué hemos venido a la vida, y si no queremos declararlo así, por lo menos nos gustaría tener un pequeño manual práctico de cómo ir capeando aquellas situaciones que nos provocan inquietud, esa inquietud que no es material, y que nos demanda insistentemente una meta que nos impulse hacia adelante y nos anime a no dejarnos aplastar por las olas cotidianas que ofuscan nuestra visión del horizonte.

Hemos conocido tiempos llenos de palabras. El mundo ya ha visto a dónde nos conducen. Es el tiempo de pasar a las acciones, pero no a las que son fruto del miedo, la inquietud, la desesperanza o el resentimiento. 

Es tiempo de reflexionar por un momento qué es lo verdaderamente importante, y sobre todo, qué es lo que depende de nosotros mismos, algo en lo que insistieron tanto los estoicos. Tal vez podamos evitar el sentido trágico de nuestro momento e interpretar nuestro papel lo mejor posible, tal como nos sugirió el gran Epicteto.

Lo pasado ya pasó. Hemos de aprender a diferenciar las situaciones que no dependen de nosotros de aquellas otras en las que sí podemos ser protagonistas activos. Todo ello redundará en una mejor vida para todos. Tal vez no seamos más ricos, o no tengamos tantas comodidades materiales, pero sabremos qué camino hemos de tomar ante las adversidades. 

Curiosamente, en la filosofía de los textos clásicos hay recetas que todavía no han caducado. ¿Qué tal si las echamos un vistazo?


“Mejor que mil disertaciones, mejor que un mero revoltijo de palabras sin significado, es una frase sensata, al escuchar la cual uno se calma”  

Nuestro Lenguaje


Es que el lenguaje oral o escrito expresa nuestra forma de ser y pensar. No solamente muestra la preparación intelectual, sino todo lo que llevamos adentro, la propia esencia.

El ser humano es el único que cuenta con este maravilloso recurso para comunicarse con sus semejantes. Con la letra o con la palabra, llega a los demás; por eso es importante cuidar el lenguaje como un tesoro valioso.

Décadas atrás, los profesores de castellano se esforzaban para que sus alumnos tengan un perfecto dominio del idioma. Hoy día, ya no se profundiza en el arte del lenguaje. Lastimosamente, los niños y jóvenes cada vez leen menos y esto se refleja en su forma de hablar.

En los mensajes de celulares y redes sociales nos damos cuenta de la pésima redacción y el modo de expresarse muy vulgar de la gente.

¿Cómo se puede enriquecer el vocabulario? Leyendo muchos libros y todos los materiales al alcance. Hay que crear Colegios y Universidades, Academias Literarias, Círculos de lectores, Concursos de poesías, cuentos y novelas. En las plazas, los sábados se podrían organizar ferias de libros, abaratando los precios y acompañando con música, teatro y danza.

También los padres y abuelos deberían ayudar leyendo a hijos y nietos divertidos cuentos como lo hacían antes, es un hábito que se perdió tal vez por la tecnología que avanza a ritmo vertiginoso.

Los docentes cuentan con el aula, que es el sitio donde se producen los cambios. Los padres en la biblioteca pueden realizar la tarea de formar el hábito de la lectura, es un trabajo que vale la pena porque parte del éxito de la vida depende del lenguaje y del relacionamiento con los demás. 

Por eso, hay que cuidar las palabras que utilizamos. El lenguaje no solo muestra nuestra cultura, sino lo que pensamos y sentimos. Expresa nuestra esencia, lo que llevamos adentro. No en vano en la Biblia dice que de la “Abundancia del corazón habla la boca”.


El Que Busca Encuentra


Muchas personas no creen en la casualidad, sino en la causa y el efecto.
A pesar de eso, otros tantos, al observar fenómenos que quedan fuera de su lógica racional, exclaman: “¡Ha sido casualidad!”, “Ha tenido suerte”…

Esa explicación, sin embargo, no explica lo ocurrido.
Cuando un recolector de hongos sale al campo, sabe que aunque regrese con uno o dos hongos, encontrará alguno.

Si un científico está investigando una hipótesis, sabe que encontrará un resultado. Refutará o no su cálculo, pero sabe que llegará a una conclusión.

A nuestro alrededor, existen múltiples efectos con una o varias causas, aunque no queramos verlo así.

Todo tiene un por qué… Incluso a lo que aún, no se le ha dado una explicación científica o racional.

Si existe aquello que se persigue, se halla.
Tan solo, en algún momento, después de buscar, lo encontrarás.

Algunas personas tardan años en toparse con lo que escudriñan. Otras semanas y otras unos pocos minutos.

A los que parece que no les cuesta conseguir las cosas que desean o que buscan, les llamamos afortunados y pensamos que tienen mucha suerte.

Pero… ¿Tienen suerte o realmente han aprendido a buscar?

La suerte la creas tú mismo. A cada paso que das, una pequeña chispa de tus deseos, van generando energía a tu alrededor, que atrae lo que finalmente estabas buscando.

Si mantienes una actitud mental positiva ante los acontecimientos de tu vida, es más probable que consigas lo que deseas.

Por el contrario, si enfocas tu energía en pensar que nunca conseguirás nada, eso que no deseas, llegará a ti… Como por arte de magia aquello negativo en lo que te centras, terminará encontrándote.

Al igual que un explorador experto, sé tú el que maneja tus búsquedas. No dejes que lo que no quieres, te atrape. 

Recuerda: Si existe aquello que persigues, lo hallarás.

Cree en ello.

Y no lo olvides: Quién busca, encuentra.

La Evasión Consciente

Muchas veces somos conscientes de nuestra realidad, reconocemos cuáles son esas cosas que nos hacen infelices y las personas que no suman en nuestras vidas. Sin embargo, preferimos quedarnos de brazos cruzados y seguir hundiéndonos en la tristeza.

Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver, pero eso no es cierto. El peor ciego es aquel que aun siendo consciente de su realidad, decide volver a cerrar los ojos. Ser Mejor publicó un artículo que te hará reflexionar sobre esta situación. Aquí lo compartimos contigo:

“En más de alguna ocasión somos personas tontas a propósito, vaya, nos aferramos a ocultar la realidad cuando no llena nuestras expectativas, cuando no se ajusta a nuestras fantasías y sueños, cuando es más fácil negar que aceptar. Nos convertimos en seres intransigentes, sordos, ciegos, y nos encerramos en un mundo virtual en el que solo podemos encajar nosotros mismos, todo para beneficiar una relación que desde hace mucho ya terminó.

Muchas personas relacionamos el amor con las estrellas del cielo, y de hecho es muy acertado hacerlo, ya que hay muchas estrellas en el cielo que tiene muchos años luz que dejaron de existir y sin embargo nosotros aún podemos verlas brillar, esto es porque se encuentran a una distancia tan grande de nosotros que los rayos de luz que alguna vez emitieron aún siguen en camino hacia nosotros, pero la realidad es que puede que ya hayan pasado muchos años que dejaron de existir, es un fenómeno extraño y hermoso, y lo mismo pasa con las relaciones amorosas, hay ocasiones que podríamos jurar que las seguimos viviendo, pero la realidad es que tienen mucho tiempo que murieron, desgraciadamente en el último ejemplo no son nuestros sentidos los que nos engañan, somos nosotros mismos los que lo hacemos.


jueves, 12 de abril de 2018

Ideales Humanos


Los ideales que persigue el ser humano no resisten una simplificación. Sin embargo, hay por lo menos una manera de visualizarlos como si fueran ríos en los que confluyen las conductas de los seres humanos y que, a ma­nera de afluentes, los alimentan.

Como el mar que los recibe, el fin de todas y cada una de estas grandes corrientes o ideales es la autorrealización o la búsqueda de la felicidad.

Cada persona le dará mayor o menor importancia a uno u otro río en distintas circunstancias de su vida y de acuerdo con su marco de valores.

• El primer río es el Ser
La búsqueda de la esencia, de la razón final para estar en este mundo, es una gran fuente de motivación en los seres humanos. La indagación sobre el ser ilumina la vida de muchos hombres, y es el estímulo que los lleva al descubrimiento espiritual y a una vida interior que los conecta con su naturaleza y la del mundo que los rodea. Las personas empeñadas en este hallazgo seguramente orientan la mayoría de sus actividades hacia una gran meta: ser lo que son.

• El otro gran río es el Saber
Para muchos individuos el dominio intelectual de alguna materia o ciencia se convierte en un ancla vital de su actividad. Por obvias razones este asunto es muy relevante en intelectuales y hombres de ciencia en general, pero el común de los mortales también dirigimos nuestra atención hacia el perfeccionamiento profesional, la actualización, la curiosidad por los temas generales.

• El siguiente conjunto de motivaciones tiene relación con el Hacer
Transformar el mundo mediante la ejecución de obras, llevando a cabo actividades concretas y poniendo las capacidades propias en un proyecto, son la inspiración de mu­chos. De hecho, es una fuente de motivación crucial para los líderes ejecutores públicos y privados, y naturalmente es un atributo de los gerentes y de muchas otras personas dedicadas a causas de todo tipo en el mundo: ambientalistas, humanitarias, comunitarias y de servicio social.

 • Y por último, hablemos del Tener
No cabe discutir sobre el valor de este concepto. El tener es fuente de seguridad, mejora el estatus de las personas y de los países, y constituye un indicador importante de la calidad de vida tanto personal como colectiva. 

Los indivi­duos que se motivan a tener y disfrutar bienes y servicios dedican a ello gran parte de su vida, con una tenacidad dig­na de mejor causa. En cuanto el tener satisface necesidades primarias, su relevancia es manifiesta para todo el mundo.

Estos cuatro grandes ideales humanos —ser, saber, hacer y tener— se logran con ayuda del querer, vale decir, la fuerza que arrastra el agua de esos ríos hacia la meta de la felicidad o la autorrealización del ser humano. Pueden estar dadas todas las condiciones, pero si en el interior de una persona no aparece la chispa del querer, de nada sirve la creación de oportunidades; le falta la voluntad y, por tanto, la automotivación.

Estos ríos, formados por arroyos, constituyen la esencia de los seres humanos, la mayor parte de nuestras acciones están dirigidas, como flechas, hacia la conquista de una totalidad: ¿Quién soy? ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo conocer? ¿Qué necesito? ¿Para qué estoy en este mundo? ¿Cuál es mi aquí y mí ahora?


Convicciones Del Ser


Porque, deberíamos tener más confianza en nosotros, dando por buena, “la respuesta que nos surge espontáneamente”, sin haber pasado previamente, por un proceso más o menos largo de reflexión. Ya que, por descontado, nuestra supuesta infalible cabeza”, también se equivoca.

Si lo recapacitamos, pronto nos daremos cuenta de que está “demasiado intervenida” por los “principios que vamos guardando” a medida que crecemos. Que son los que de verdad, “rigen nuestra vida”.

Cuando nacemos, salimos a “un mundo ya construido, con sus verdades y sus mentiras,  como, “grabadas a fuego” en los que ” nos tienen que adiestrar y esculpir los primeros cimientos”, conformándose así, nuestra “futura forma de ser”. O sea, “nuestros educadores”, que, lo que realmente hacen “es tan solo, transmitirnos SU PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD“, “no tal y como es”.

Cada ser humano, tendremos que “ir descubriendo la realidad particular para cada uno”. A su vez, iremos creando un “conjunto de convicciones”, que hará que cada individuo advierta las “veracidades o falsedades” según su peculiar punto de vista. E, irá construyendo  un “modelo único” que será el causante de la “forma de sentir y actuar”.

Por otra parte, como ya sabemos, el pensamiento siempre va “acompañado de imágenes mentales”, surgidas inevitablemente, del mero hecho de pensar y como nuestro cerebro, no distingue entre verdad o ficción “se generarán idénticas emociones”. Estas nos llevarán a “sentir estados de sufrimiento o de gozo”, ya se trate de “una figuración mental o una realidad vivida”.

Pero a medida que crecemos lo suficiente, podemos reparar en la necesidad de “renovar o actualizar” nuestros “habituales condicionamientos internos”. En los que hemos basado toda nuestra vida, por lo que, aunque no deja de ser una labor muy aconsejable, sin embargo, también, es una ardua tarea. Porque, evidentemente esos condicionamientos, son “los auténticos directores de nuestra vida” y dependiendo de ellos tomaremos “diferentes decisiones”, que “harán que obtengamos uno u otro resultado”. 

Por lo que, además son “los responsables de los éxitos o fracasos que logremos” de acuerdo con las opciones elegidas.


Personalmente considero, que “el proponerse a reformar la base de datos original”, es fundamental en el caso de las creencias limitantes, en que tenemos que “reemplazar cuantas más de ellas, mejor”. Ya que nos restringen nuestras “posibilidades de hasta dónde podemos llegar”, además de coartar nuestra libertad.

¿Quién eres tú realmente?


Filosofía
¿Quién eres tú realmente?
Una pregunta bastante profunda… y difícil de responder. Pero no es difícil porque no se pueda llegar a descubrir quién eres tú realmente, sino porque es difícil expresarlo con palabras.

Es relativamente fácil que cualquier persona conecte con su identidad profunda y que la vea por sí misma. Al fin y al cabo, estamos hablando de nosotros mismos. 

No tenemos que ir demasiado lejos para encontrarnos.
Lo que no es tan fácil es ponerle palabras. Lo que somos se encuentra más allá de las palabras.

Por esta razón, normalmente no hablo mucho de este tema. Ya sea aquí en el blog, o en charlas y cursos, me gusta mucho más hablar del sentido de nuestra vida: el motivo por el cual estamos aquí. 

Este tema sí tiene una respuesta clara y concreta, y se puede expresar con palabras.

La cuestión de quién somos realmente, en cambio, es mucho más escurridiza.

Siempre teniendo en cuenta que no hay ninguna palabra que pueda describir quién eres tú. 

Tú eres mucho más grande que cualquier palabra.


Los Universos Paralelos: Dimensiones


"Dimensiones" son una forma de organizar los diferentes planos de la existencia de acuerdo con su frecuencia vibratoria. Cada dimensión tiene ciertos conjuntos de leyes y principios que son específicos a la frecuencia de esa dimensión.
 
"Conciencia" representa la conciencia. Los habitantes de cada dimensión funcionan claramente, fácilmente, y con un mínimo de resistencia dentro de ese plano debido a que su conciencia vibra en resonancia con la frecuencia de esa dimensión.
 
"Conciencia Multidimensional" es la capacidad de ser "consciente" de más de una dimensión. Para ser multidimensional en nuestra conciencia, debemos recordar que tenemos dentro de nosotros el potencial para expandir nuestra conciencia perceptiva de las dimensiones anteriores y por debajo de nuestro plano físico.
 
"Inconsciente" significa que se desconoce y que no puede asistir a los estímulos internos y/o externos dentro de la propia dimensión de los habitantes o dentro de otra dimensión. Los humanos tridimensionales son en gran parte inconscientes de sus yo (Ser) de primera, segunda y cuarta dimensión. El inconsciente humano es mejor accedido a través de mensajes físicos del cuerpo, introspección, los sueños y la meditación.
 
"Consciente" significa conocer y poder asistir a los estímulos dentro de los habitantes de la propia dimensión. La tercera dimensión es consciente de lo que puede ser percibido por los cinco sentido físicos de la vista, oído, tacto, gusto y olfato.
 
"Superconsciente" es un orden superior de la conciencia de la quinta dimensión y más arriba, en la que los habitantes son capaces de conocer y asistir a los estímulos de su propia dimensión, así como a los de todas las dimensiones inferiores.
El superconsciente es innatamente multidimensional. 

La tercera dimensión puede llegar a ser "consciente" de la superconciencia a través de la meditación, la oración y mediante la entrega al desenvolvimiento de la conciencia de orden superior.


Ladrones De Tiempo


Del tiempo que estás en tu trabajo ¿Cuánto tiempo estas trabajando? Y de este ¿Qué tiempo estas trabajando en aquello que hace que la empresa tenga éxito? Tras responder estas preguntas ¿Qué porcentaje de tu tiempo es productivo?

Una pregunta más ¿Cuántas veces has acabado tu jornada laboral y tienes la sensación de que no has hecho nada?

Si tienes esa sensación,  en la mayoría de los casos el problema es debido el tiempo dedicado en temas que no son importantes y en los que los son cuando estabas concentrado no has rendido durante el tiempo destinado a trabajar debido a los ladrones de tiempo, es decir, interrupciones (gente,  emails, llamadas, etc.), reuniones absurdas, falta de especificación del trabajo, etc.

El tiempo es irrecuperable e irremplazable y gestionar el tiempo es gestionar la vida. Y esto es clave, ya que los ladrones del tiempo contribuyen significativamente a que no cumplamos con nuestros objetivos profesionales, personales, familiares y sociales, es más, ceder a ellos significa postergar o no alcanzar nuestros deseos y aspiraciones, además de quitar tiempo de calidad a nuestras familias, amigos y a nosotros mismos.

Por lo tanto debido a la importancia de este tema a continuación propongo una serie de consejos para enfrentarnos a los ladrones de tiempo:

Aprender a decir no. Muchas personas no saben decir no y terminan haciendo lo que otras personas quieren que hagan, por que aceptan ser interrumpidos para ir a una reunión, conversar o tratar temas que no contribuyen a su trabajo. Por lo tanto es importante aprender a decir no, pero de forma amable, sin herir susceptibilidades, por ejemplo: te agradezco mucho la invitación pero no puedo ir, o en este momento justamente no te puedo atender.
Comunicar eficazmente. Si no transmitimos mensajes claros es muy posible que los demás realicen mal el trabajo y tengan que volver a repetirlo, lo cual supone una enorme pérdida de tiempo. Debemos comunicar con claridad y comprobar que la otra persona ha comprendido lo que intentamos transmitirle. De la misma forma, hay que escuchar con atención y preguntar si algo no nos queda claro.
Aprender a delegar. Muchas personas piensan que son las únicas que pueden realizar todos los trabajos bien, subestimando a los demás y cargándose todo el trabajo, no pudiendo cumplir con los mismos por falta de tiempo. Es necesario aprender a delegar, es decir a preparar a las personas en conocimientos y técnicas para que puedan realizar los trabajos.
Evitar distracciones. Ceder a estas solicitudes es una tentación constante ya que de ellas deriva muchas veces nuestra popularidad y aceptación personal frente a las demás personas. Es necesario aprender a establecer horarios en los cuales puedes recibir visitas, ser interrumpido. Si te interrumpen en pleno proceso indica de forma asertiva y amable que en ese momento no le puedes atender y si aplica emplázale a solucionar el tema en otro momento o en el horario que hayas destinado a tal efecto.
Realizar un buen uso  del correo electrónico. En la actualidad, el correo se ha convertido en fuente de interrupciones y en ocasiones de estrés y ansiedad. Si tu trabajo de verdad no precisa de estar online con el correo constantemente, no tengas miedo a no contestar en el momento, el correo no es una herramienta de mensajería instantánea. Planifica momentos para revisarlos. Por ejemplo, por uno por la mañana y otro por la tarde. Revisar y responder correos electrónicos quita mucho tiempo, es necesario filtrar los correos. Revisa y atiende aquellos que son del trabajo, dejando aquellos que no lo son si lo consideras para un tiempo fuera del horario de trabajo.
Usar correctamente el teléfono.  ¿Cuántas conversaciones realizas que son largas, intrascendentes, vagas y sin un sentido claro? Muchas veces contestamos instintivamente a cualquier llamada, incluso en plena conversación con otra persona Recibe y haz llamadas que sean sólo de trabajo o estrictamente de máxima importancia personal, difiriendo aquellas que no lo son para responder solo aquellas que tengan sentido en un horario fuera del trabajo. Si es necesario apágalo, utiliza las notificaciones de llamadas para identificar y responder a aquellas que tengan sentido.
Aprender a utilizar correctamente Internet. ¿Utilizas aplicaciones, entras en redes sociales, chateas o ves video o blogs de manera automática y sin pensarlo?. Ten cuidado con la navegación inconsciente. Pregúntate, para qué te sirven y elimina o dejar de visitar aquello que no te aporte significativamente.
Ser ordenado. Si destinamos unos pocos minutos cada día a archivar nos evitaremos perder horas buscando un archivo en el ordenador o un papel por la mesa. Cuesta, pero vale la pena
Ser puntual y exigir puntualidad. Si no eres puntual, tus compañeros de trabajo harán lo mismo contigo y te robarán tiempo. Sé puntual, exígelo y  los demás respetarán tu tiempo.
Gestionar bien las reuniones. Aprende a filtrar reuniones. Si puedes tomar una decisión hazlo y no convoques a una reunión innecesaria. Acude a una reunión si es verdaderamente necesario y si la convocas solo hazlo con las personas estrictamente necesarias. Cuando realices una reunión o participes en una de ellas exige tener una agenda de temas a tratar con un tiempo estimado para cada tema y para toda la reunión, con hora de inicio y de término para evitar divagaciones que alarguen la reunión. Si algunos de los temas no te incumben pide permiso para salir de la reunión cuando se llegue a ellos.
Gestionar sentimientos inútiles. Aprende a gestionar emocionalmente las preocupaciones, sentimientos de culpa, odio, miedo, ansiedad, etc. que te quitan tiempo y no te generan valor
Aprender a utilizar los tiempos muertos para volverlos productivos. Por ejemplo un viaje de trabajo, puedes llevar alguna lectura, audiolibro, etc. para aprovechar el trayecto.
Gestionar conflictos. Se pierde mucho tiempo en conflictos innecesarios, dedicando gran parte del tiempo a defenderse o cubrirse por una posible culpabilización. Aunque es un tema de actitud personal y de la cultura de la empresa,  cambia el enfoque, no personalices las discrepancias con tus compañeros,  soluciona los problemas buscando relaciones de ganar .
Evitar caer en el perfeccionismo. Muchas personas por querer realizar un trabajo perfecto, no terminan nunca un trabajo, difiriéndolo permanentemente.
Realizamos muchos gestos instintivamente que debemos de eliminar y que nos restan tiempo de trabajo. El proceso de cambio debe de ser paulatino, pero la tarea más difícil es conocernos y concienciarnos. Muchas veces los factores que contribuyen a los ladrones de tiempo están arraigados en la cultura de la organización y solemos justificarnos en ello para no cambiar, pero debemos recordar el coste tan grande que ello supone, por lo que te propongo que aunque suponga esfuerzo, te centres en los indudables beneficios que obtendrás y adoptes una actitud proactiva (como dijo Gandhi, se tú el cambio que quieres para los demás), busques aliados (muchos de tus compañeros compartirán tus ideas ya que quieren alcanzar sus objetivos y tener una vida más provechosa) y conciencies a tu entorno para poder cumplir con los objetivos planteados.


Lo que resulta verdaderamente urgente, es ocuparse de lo importante y tu vida y tu tiempo lo son.

Perseverancia Y Coherencia


Hoy más que nunca pareciera que la perseverancia no es una virtud que el hombre común quiera vivir; al contrario, estamos en la cultura de usar y tirar todo, es decir, del utilitarismo y del pragmatismo, en donde la sociedad de consumo nos impone la costumbre de descartar todo lo que no sirve y es poco útil. 

Es así como vivimos en la “cultura de lo desechable”, asumiendo el cambio por el cambio, con poca reflexión e, incluso, llegando a cosificarnos a nosotros mismos y a los demás y buscando en el otro algo para lo que nos sirva o sea útil.

De esta manera, reducimos nuestra existencia a la búsqueda del placer por el placer, a lo carnal, etc.

Es este el contexto en el que se me pide escribir sobre la perseverancia. Y es que hoy más que nunca nos cuesta ser perseverantes y constantes; incluso podríamos decir que actuamos según distintos estímulos, siendo más reactivos que proactivos. 

Así que es muy importante recordar que la proactividad es el hábito que nos lleva a actuar según principios y valores; es el hábito que nos invita a vivir responsablemente, según nuestras creencias y convicciones.

¿Qué es la Perseverancia?
Ante este panorama intentemos aproximarnos a la perseverancia: ¿Qué es? “Es la firmeza y constancia en la ejecución de los propósitos y en las resoluciones del ánimo”. Pero, ¿qué significa esto? Significa que la perseverancia es aquel buen hábito, aquella virtud que nos conduce a cumplir nuestros planes y objetivos.

Sí, la perseverancia nos mantiene firmes y centrados en las metas que nos hemos trazado y, por ende, nos permite ser constantes e insistir una y otra vez. Se trata entonces de perseverar cada vez más, se trata de conquistar nuestra voluntad, se trata de estar firme en nuestras decisiones y saber que van a venir muchos obstáculos, problemas, barreras, etc.; pero que lo más importante es ser constante, firme y decidido en lo que queremos lograr.

Asimismo, perseverar es seguir adelante, es no desfallecer una vez que se ha iniciado el camino, se trata de no renunciar al ideal, y será importante poner todos los medios para cumplir con la tarea o misión encomendada. 

Se trata de seguir adelante pase lo que pase, y claro está, eso implica una cuota de esfuerzo importante, incluso de dolor y sufrimiento.



Constancia Día Tras Día


No tienes que ser un experto para saber que la constancia es el ingrediente clave para cambiar tus hábitos y tener los resultados que quieres.

Estoy seguro de que tú quieres ver la recompensa de tus acciones diarias. Quieres ver que tu esfuerzo por formar hábitos ha dado excelentes resultados. Y para eso necesitas ser constante.

El problema aparece cuando las cosas se complican y nos damos cuenta que ser constante es complicado.

Quiero empezar con una cruda realidad: No existen las historias de éxito espontáneo.

Como en la imagen del iceberg. Todas las historias de triunfo que has escuchado alguna vez, son solo la punta que podemos ver. Pero tienen una base mucho más grande y sólida. Como el gran antecedente en proporción con lo poco que vemos.

Seguramente alguna vez te ha pasado escuchar una canción nueva en la radio. La típica canción pegajosa que no te puedes sacar de la cabeza y la cual se ha convertido en el éxito número uno en más de 50 países.
Y tú solo te preguntas: – ¿Quién es el cantante? ¿De dónde salió? 
Lo que pocos saben es que ese artista, empezó con sus clases de canto desde los 4 años y tiene una larga trayectoria en el mundo musical (la base del iceberg).

Y así es como esas historias de éxito espontáneo se convierten en un mito urbano.

Con lo anterior no tengo la intención de desanimarte, sino todo lo contrario. 

Después de leer este artículo creerás que puedes ser constante y no solo eso: serás más constante en todo lo que hagas.



miércoles, 11 de abril de 2018

Las Emociones Y Expresiones Del Rostro


Los célebres experimentos del psicólogo Paul Ekman sobre la universalidad de las expresiones del rostro humano abrieron el camino a estudios sobre el reconocimiento de las emociones.

Las emociones constituyen un aspecto fundamental de la vida humana. 
Sin embargo, hasta hace pocas décadas eran un tema de escaso interés para la psicología biológica, especialidad que prefería no enfrontar con temas de estudio tan sutiles y difíciles de definir. Por ello, dejaba el asunto al psicoanálisis y la psicoterapia.

Pero todo cambió gracias a los experimentos de Paul Ekman, psicólogo estadounidense que durante más de cuarenta años se dedicó al estudio de las expresiones faciales, la manifestación exterior más tangible de las emociones.

Registró más de 10.000 variedades de contracciones de los músculos de la cara. Doctorado en psicología clínica por la Universidad Adelphi en 1958, pensaba dedicarse, en un inicio, a la psiquiatría. El motivo era una vivencia familiar trágica: su madre sufría depresiones y, siendo él todavía un muchacho, se suicidó.

A través del trato con sus pacientes, Ekman empezó a percibir el peso que las emociones tenían en las manifestaciones de los trastornos mentales. 

También se percató de lo importante que era para un médico aprender a reconocerlas. 

En 1954 inició su estudio de las expresiones faciales y los movimientos corporales, relacionándolos con la semiología y con la etología.

Esta investigación dio lugar a dos descubrimientos esenciales: la universalidad de las expresiones faciales y la existencia de las microexpresiones, es decir, de manifestaciones exteriores fugaces de emociones reprimidas voluntaria o involuntariamente.


Filosofía De La Mente



El punto central de la filosofía de la mente es el problema mente-cuerpo. En su origen está la pregunta: ¿cuál es la relación entre los estados mentales (o la conciencia, lo psíquico, el alma) con los estados físicos (o el cerebro, lo material, el cuerpo)? ¿Se trata de dos sustancias diferentes? ¿O son lo mental y lo físico una sola cosa? Estas son las preguntas fundamentales de la filosofía de la mente. 

No obstante, las respuestas suscitan un sinfín de nuevas preguntas: ¿Son libres nuestro pensamiento y nuestra voluntad? ¿Podrían las computadoras poseer una mente? ¿Puede existir la mente sin el cuerpo? La filosofía de la mente es por tanto un estudio con ramificaciones muy diversas.

La primera formulación clásica del problema mente-cuerpo se debe a René Descartes.

Pero la reflexión acerca de la relación entre la mente y el cuerpo se remonta hasta la antigüedad. Platón defiende un dualismo explícito, que se pone de manifiesto en su argumentación en favor de la transmigración del alma: Si el alma sobrevive a la muerte del cuerpo, ha de ser algo diferente de este.

En Aristóteles esto es diferente. Aristóteles postula un "pneuma", que, como principio de la vida, se encuentra en todo ser vivo, pero que no es algo contrapuesto al mundo material y corporal. 

En la Edad media cristiana (escolástica) la distinción entre el cuerpo y el alma inmaterial es piedra angular del filosofar. La influencia de la filosofía medieval es evidente en la formulación cartesiana del dualismo.

La mayoría de las personas perciben intuitivamente un abismo entre los fenómenos mentales y los físicos. Esto ha llevado a que durante largo tiempo los puntos de vista dualistas fueran los predominantes en la filosofía de la mente. 

Hoy en día la mayoría de los filósofos defiende posiciones materialistas.


Sobre esta base debe no obstante darse respuesta a la cuestión de cómo se explica la conciencia desde el punto de vista materialista.

Preguntas Y Respuestas



Filosofía
Preguntas Y Respuestas
Filosofía nació con el primer hombre que se preguntó: ¿quién soy yo? Todos los pueblos de todos los continentes y de todos los tiempos, han hecho Filosofía. 

A veces se ha pensado que la Filosofía no es práctica e, incluso, se ha prescindido de ella en la educación de los jóvenes. ¿Qué importancia tiene la Filosofía, qué importancia tiene que haya escuelas de Filosofía? 

La misma que los mercados. Sócrates decía que aquel que necesita cebollas sabe que tiene que ir al mercado porque allí va a poder comprar cebollas. Que el que necesita zapatos, sabe que tiene que ir al mercado porque allí va a encontrar zapatos. Y aquel que tiene preguntas y quiere conocer sobre las cosas verdaderamente importantes de la vida, ¿a dónde va a ir? A una escuela de Filosofía, dónde podemos encontrar respuestas a las preguntas del por qué el dolor, por qué la muerte, por qué envejecemos, por qué nos pasan las cosas que nos pasan, por qué se pasa del dolor a la alegría y de la alegría al sufrimiento, qué es lo que nos conduce como un viento de lo uno a lo otro, por qué tenemos temores y por qué dudamos?

Si es importante responderse a estas preguntas, la Filosofía es muy útil y práctica y es necesario que existan escuelas de Filosofía como la que humildemente existe en Palma de Mallorca. 

La tecnología ha permitido que el hombre pueda llegar a la luna, pero ahora le toca a la Filosofía permitirnos llegar al ser humano. 




Parásitos De La Mente


Así como los rehenes a veces sienten afecto por sus secuestradores, también nosotros nos sentimos apegados a cuanto nos aprisiona: hábitos, costumbres, expectativas de los demás, normas, programas, Estado. ¿Por qué entregamos nuestro poder, o jamás lo reclamamos en modo alguno? Tal vez como un medio de evadir decisiones y responsabilidades. La idea de evitarnos dolores y conflictos nos seduce.

Descubrimos  que la conciencia humana ha sido esclavizada, sometida e intimidada por un extraño parásito que se ha estado alimentando de ella y le ha estado chupando su energía durante siglos. Quienes llegan a darse cuenta de la existencia de estos parásitos mentales pueden liberarse de ellos; empresa peligrosa y dolorosa, pero posible. Libres de los parásitos mentales, nos convertimos en los primeros seres humanos verdaderamente libres, con renovado entusiasmo  y llenos de una enorme energía.

De modo semejante, nuestra energía natural ha venido siendo chupada por parásitos seculares: el miedo, la superstición, una estrecha visión de la realidad que reduce a maquinaria rechinante las maravillas de la vid
Si dejamos de alimentarlas, todas esas creencias parasitarias acabarán por morir. 

Pero nos empeñamos en racionalizar el cansancio y la inercia que sentimos; nos seguimos negando a admitir que nos sentimos acosados.

Algunas veces la sensación de impotencia de un individuo está justificada; ciertamente hay círculos viciosos de privaciones y falta de oportunidades que ponen difícil a algunos la posibilidad de liberarse. Pero la mayoría de nosotros somos pasivos a causa del estrangulamiento que sufre nuestra conciencia

La energía de nuestra conciencia de «pasajero» sufre un continuo drenaje que trata de distraernos de todo lo que nos asustaría tener que manejar conscientemente. De modo que consentimos, negamos, y nos conformamos.


Sociedad Y Desarrollo


Hazte la pregunta: ¿Somos realmente libres? Este es uno de los debates que más preocupa a muchos ciudadanos, especialmente a los filósofos. 

Somos capaces de realizar actos libres, pero eso no implica que vivamos esta libertad en nuestro día a día.  

El ser humano es libre para decidir, tenemos esa capacidad, pero no podemos hacer lo que queramos, nuestra libertad no viene acompañada de la facultad de conseguir todo lo que deseamos que se cumpla. 

Sería un error pensar eso pues confundimos libertad con omnipotencia. En el mundo estamos para ser como debemos, no como queremos. 

Que seamos libres significa que tienes la posibilidad de escoger entre varias opciones, que puedes decidir qué hacer entre el abanico de actividades propias de los humanos. Yo soy libre para intentar hacer un IronMan, pero seguramente mi capacidad física no me va a permitir terminar ni la primera prueba lo cual limita ese deseo de hacer un IronMan; no obstante, eso no merma mi libertad en ningún momento

Tenemos capacidad de elegir como ya hemos dicho, pero esa capacidad genera riesgo, y ese riesgo por lo general nos hace sentir miedo. Por eso, o tendemos a imitar o no tomamos esas decisiones debido al miedo. Es ante esta situación por lo que pienso que cabe preguntarse: ¿Somos realmente libres a la hora de elegir lo que queremos? De hacer sí. De elegir quizás no tanto. 

El problema de la libertad es que nos vemos condicionados a escoger bajo unas circunstancias que no hemos elegido. Que nos vienen impuestas por distintos factores: experiencias anteriores, limitaciones internas, la cultura en la que nacemos, etc. Una lectura de todo esto podría ser que la libertad de hoy es el resultado de lo que hemos sembrado en el pasado.

El individuo es un producto de la sociedad, concretamente las urbanas, que los fabrica. Si nos fijamos en la historia, o en otras tribus por ejemplo observamos lo siguiente: miremos a las tribus amazónicas, éstas son menos individualistas que las sociedades industrializadas. Entre los individuos de la tribu no hay vidas que sean más novedosas que otras, no hay individuos que destaquen sobre el resto.

Todos los roles que se detallaron en una tribu están al mismo nivel, por decirlo de alguna manera.

Con lo anterior quiero decir que la idea de una persona que se quiere diferenciar del resto es relativamente moderna. 

Recordemos lo que pasaba en la antigua Grecia. En ella, el ciudadano que se sentía demasiado superior, distinto u original se le sometía al ostracismo que era un tanto cruel. Si en la votación salen más ostras negras que blancas, el ciudadano era expulsado de la polis por considerar que había tomado un camino demasiado particular para una sociedad como la Griega, que daba mucha importancia al mantenimiento de una semejanza e igualdad que garantizara que todos los ciudadanos de la polis tenían algo en común.

¿QUÉ PODEMOS IR CONCLUYENDO CON ESTO?
Las sociedades son las que van favoreciendo el desarrollo de la individualidad. A medida que estas sociedades avanzan, se van haciendo más complejas. 

Con esto se van diferenciando los roles y tareas, hoy es mucho más sencillo diferenciase de los demás. Podemos diferenciar grupos de personas por la ropa que lleven puesta, o quizás por la forma de llevar el peinado. 

Las sociedades que apuestan por desarrollar individualidades lo hacen así porque creen que estos individuos terminaran ayudando, aportando cosas a la sociedad que beneficiaran a otros individuos. ¿Se imaginan que hubieran sometido a Isaac Newton al ostracismo por establecer las bases de la mecánica clásica o haber desarrollado el teorema del binomio? 

Afortunadamente no fue así  gracias al avance de la sociedad.