En la psicología cognitiva existe una herramienta llamada La
Ventana de Johari.
Es una ventana en donde hay cuatro divisiones, o cuatro
habitaciones: La primera habitación (área libre) es la parte de nosotros mismos
que los demás también ven. La número dos (área ciega) lo que los otros perciben
pero nosotros no. La tercera (área oculta) es el espacio personal privado y la
última habitación (área desconocida) es la parte más misteriosa del
subconsciente o del inconsciente que ni el sujeto ni su entorno logran
percibir.
Voy a dar dos ejemplos uno para hablar de un individuo y
otro para referirnos a una organización.
Área pública (libre): Es una persona simpática,
habladora, le encanta hacer chistes todo el tiempo, es amigo de todos y tiene
una vida social muy agitada. / Es una empresa con éxito comercial, presente
publicitariamente, sus productos tienen gran éxito, patrocina equipos deportivos
con gran acogida por la comunidad en la cual se mueve.
Área Oculta: No puede soportar estar solo, se
deprime cuando lo hace, le es difícil relacionarse de forma cercana a alguien
por mucho tiempo y vive inseguro acerca de lo que los demás piensan de él. /
Para sus directivos y accionistas la forma de dirigir la empresa es a través
del autoritarismo, órdenes directas que deben ser acatadas y no pueden ser
cuestionadas, generando incluso maltrato en algunos niveles pero manejados de
forma tal que no pueden ser comprobados o expuestos por los empleados hacia
afuera de la compañía.
Área ciega: Se
cree muy gracioso pero los demás lo consideran un “fantoche”. Sus compañeros lo
ven como perezoso y lo invitan a las salidas porque igual saben que si no lo
hacen al siguiente día serán blancos de sus chistes e ironías. / La comunidad
percibe a la empresa como una aprovechada de los empleados locales pero
mantienen su aceptación porque igual genera empleo y compra sus productos
porque no hay opciones parecidas en el mercado, pero en la primera oportunidad
cambiarían con gusto su decisión de compra.
Área desconocida: A pesar de su aparente
sentido del humor algo que nadie, ni él mismo sabe, es que tiene tendencia a
sufrir de trastornos psicológicos severos y que de sentirse rechazado en
extremo y bajo ciertas circunstancias podría llegar a lastimar severamente a
quién originara el rechazo. / Sus directivos desconocen que cuentan entre sus
colaboradores, líderes positivos que tienen ideas concretas para comenzar a
cambiar el clima laboral existente, pero que prefieren el silencio dado el
estilo de liderazgo general imperante.
¿Casos extremos? Podría ser… o podrían ser livianos frente a
las realidades que existen. Pero más allá de los ejemplos ¿Para qué nos sirve
esto? Para comenzar a concientizarnos de que de la manera como gestionemos
estas diferentes áreas, impactamos en la comunicación, la conversación, las
emociones y por ende las relaciones con los demás y con nosotros mismos.
Dice Ron Jenson en su libro “Como alcanzar el éxito
auténtico” que la mayoría de nosotros somos tremendos artistas del engaño.
Simulamos ser alguien que no somos, y acabamos por pasarnos la vida jugando el
juego.
“El tema de fondo es que la gente tiene miedo de
manifestarse, porque ha llegado a la conclusión que a sus amigos y conocidos no
les va a gustar lo que van a ver.
En esencia la gente tiene temor que su
persona interior, incluidos sus pensamientos, actitudes, conductas personales y
vulnerabilidades sean rechazadas si los demás los conocieran”