El intenso frío reinante en esta época del año es una invitación a
la meditación y al recogimiento, a la búsqueda de un refugio en la cultura a través
de la lectura de los diversos autores que nos han dejado su impronta siempre
vigente para nuestro regocijo e instrucción.
Tengo la inclinación de recurrir a la consulta sobre asuntos
relacionados con el pensamiento universal, especialmente su evolución a lo
largo de las distintas etapas del devenir histórico.
Realmente, cuando me introduzco en los diversos temas que motivan
mi inquietud pierdo la noción del tiempo transcurrido y suelo pasar muchas
horas disfrutando de la lectura que es algo mucho más intenso que simplemente
leer.
Como muchos seguramente ya lo saben, soy una persona que mantiene
una actividad muy intensa, continúo desarrollando mi actividad profesional como
analista de gestión con todo lo que esto implica sobre todo en lo relacionado
con el uso de los medios electrónicos en el intercambio de información que
realizamos diariamente con las diversas instituciones del Estado.
Pienso que podría utilizar esta circunstancia para alegar una
indudable falta de tiempo para dedicarme a la lectura y menos aún tomar del escaso
tiempo restante para incursionar en el terreno de la escritura, pero a fuer de
ser sincero, la práctica de estas actividades en forma constante me renueva y
da el ánimo suficiente para continuar disfrutando de hacerlo.
Esta tarde noche al salir a caminar en compañía de mi perro
pastor, cosa que realizamos varias veces al día, por la mañana muy temprano, al
mediodía, y como les estaba relatando, también por la tarde noche, lo que equivale
a decir que lo hacemos en un horario muy cercano a las veinte horas, hoy, he
vuelto a hacerlo a pesar del intenso frío circundante y he podido observar la
presencia, sentados en los bancos de las plazas públicas, a muchas personas sin
hogar, que esperan algún tipo de asistencia por parte de quienes afortunadamente
se dedican a atenderles y tratar de mitigar de alguna forma la angustiante
situación que atraviesan.
Cuando observo estas cosas que acontecen a nuestro alrededor me
llena de gratitud el simple hecho de estar vivo y el poder sentir a plenitud todas las
oportunidades que la vida nos ofrece.
Hugo W Arostegui